Crónica y fotos de SARATOGA + ARGION en Vigo

+

Sábado 23 de Septiembre de 2023 – Sala Masterclub – Vigo

Vigo recibió una vez más con los brazos abiertos a una leyenda del heavy metal español como SARATOGA. Representantes de varias generaciones abarrotaron la Sala Masterclub en la que no cabía un alfiler. En primera linea, el público más animado (con varios niños en estado de estupefacción permanente) corearía cada uno de los temas que los madrileños despacharon esta noche durante hora y media de pura pasión heavy.

Como aperitivo al concierto de SARATOGA abrían la velada los asturianos ARGION que cumplieron con notable alto su cometido ofreciendo una descarga intensa de ese power metal tan característico de nuestra tierra, con halos de la primera época de sus vecinos AVALANCH.

ARGION manifestaron en algún momento del concierto que estaban complacidos de regresar a la Masterclub porque guardaban el recuerdo de haber tocado su primer concierto en esta sala, aunque en este punto y con la adrenalina del momento no quedó claro si la referencia era literal o si se trataba de su primer concierto fuera de tierras asturianas.

El escenario se les hizo incluso pequeño debido al incesante movimiento y cambios de posición entre unos músicos totalmente entregados. Factura sobria y prácticamente sin fisuras del género que practican lo que supuso un gran descubrimiento para  muchos de los que les veíamos por primera vez.

ARGION defendieron casi en su integridad su disco más reciente “Lux Umbra” del que tan solo se dejaron en el tintero “Prisionero del tiempo” y todavía tuvieron tiempo de  tocar algún otro tema de su primer disco “Tiempo de héroes” (“Aguila de sangre”, “Tierra prometida” y “Sobre el mar”).

Show completo de una duración no tan propia de grupo de apertura y que nos despertó el interés por escuchar más detenidamente los dos discos mencionados.

El show de SARATOGA en lineas generales se basó en su último álbum en vivo editado en enero de este mismo año, “/10/22…la historia continúa” con la diferencia de que ya sin Jorge Garrido (El Estepario Siberiano) en la banda, este concierto sirvió para presentar a la hinchada viguesa al nuevo batería Arnau Martí, conocido de la escena extrema por ser el batería de los valencianos NOCTEM.

Con el cuarteto posicionado encima de las tablas, liderado por dos leyendas del rock nacional como Niko del Hierro en el lado derecho y su compañero de mil batallas Jero Ramiro en el izquierdo junto con el mencionado Arnau Martí en la batería, el público gritaría la cuenta atrás que funciona de intro para que SARATOGA entraran a fuego con “Tras las rejas”, momento en el que hace aparición un Tete Novoa que llegó a Vigo empecinado en aniquilar a la concurrencia con su poderoso timbre de voz y un dominio total y absoluto del escenario. Las dotes portentosas del toro de Pinto no explotarían, sin embargo, hasta bien entrado el show, ya que en los primeros temas la voz se escuchó algo baja, pero que Tete se hace oír hasta en un alto horno no debiera ser secreto alguno. Tras la espídica “A morir” el show cobraría mayor nitidez en cuanto a sonido se refiere y la Masterclub celebró una de esas grandes noches de Heavy Metal dónde la comunión público y banda fue total.

Uno de los estribillos más celebrados de la noche sería el de “No sufriré jamás por tí” clásico tardío en los treinta años que contemplan a la banda pero clásico al fin y al cabo. Serían muy pocas las andanzas por tiempos actuales. La siguiente en caernos encima no es otra que “Maldito corazón”. Parece que fue ayer cuando editaran el disco aquel con el luchador de sumo en la portada. (Maldita sea mi suerte porque de aquellas todavía me quedaba pelo). El estribillo se nos mete en la cabeza hasta horas después de haber finalizado el show. Así son las cosas. Para nostalgia, la de “Mi ciudad” que sí nos retrotrajo a una época en la que el heavy metal español todavía no se había vestido el traje del power metal. Fueron este y alguno otro de  aquella época los de mayor sabor guitarrero dónde Niko y Jero intentan competir en protagonismo con un omnipresente Tete.

Hablando de guitarras, Jero Ramiro, que se mantuvo en un papel serio y profesional toda la noche, tuvo algún que otro problema con su pedalera y con uno de los amplificadores. El bueno de Jero esgrimía ordenes aquí y allá para que su guitarra sonara como dios manda. No es que se percibiera nada mal realmente pero estas son cosas de la pulcritud y el detallismo de músicos “de los de antes” lo cual  es de agradecer. Un Jero para el que sería una noche especial ya que celebraba su cumpleaños, algo que nos chivó Tete y que obtuvo la respuesta de un encendido público ante un imperturbable Jero que parecía estar pensando en atacar el siguiente tema y no tanto en apagar velas.

El concierto se desarrollaría entre clásico y clásico y arengas continuas de Tete Novoa. Este se congració con el público, de una forma algo más intimista en cortes que tocaron la fibra del más insensible, caso de las sentidas “Lejos de ti” y muy especialmente “Si amaneciera” dónde parte del lucimiento también estuvo en presenciar el solo de Jero Ramiro. Hubo tiempo de que Arnau Martí se chuleara con un solo de batería dónde fue evidente que el tío viene del black metal y también para que Niko del Hierro hiciera lo propio con su bajo bermellón aunque quizás sin despertar tanto sobresalto.

Lo que no se puede negar es que la mayoría del respetable que se dio cita en la Masterclub esta noche quería disfrutar de auténticos hits del heavy metal patrio y aunque la carrera de SARATOGA ya es muy larga y dar cabida a tal cantidad de buenas canciones es una tarea imposible, no faltaron descargadas apasionadas de “El vuelo del halcón”, “Las puertas del cielo”, “Vientos de guerra”, “Resurrección” o una “Perro traidor” espectacular en la que Tete cedió el micrófono a uno de los niños de la primera fila que ni corto ni perezoso se cantó (hasta dos veces) el famoso estribillo para algarabía del respetable. Al final muchos aplausos, confeti, una banda sudando la gota gorda y un escenario abarrotado de gente haciéndose fotos, con todos los niños recibiendo un homenaje en una escena que nos mostró la imperturbabilidad del heavy metal.

Texto y fotos: Angel Silva

Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.