Crónica y Fotos del ROCK IMPERIUM FESTIVAL – Viernes 23 – Segunda Parte – HELLOWEEN + ROTTING CHRIST + STRATOVARIUS + TYGERS OF PAN TANG…

 

Viernes 23, Sábado 24 y Domingo 25 de Junio – Parque El Batel – Cartagena – Murcia

Viernes 23 – Segunda Parte

SECRET SPHERE + HELLOWEEN
+ TYGERS OF PANTANG + STRATOVARIUS
+ ROTTING CHRIST

 

HELLOWEEN

Los primeros cabezas de cartel del festival lograron congregar a un buen número de seguidores. Desde luego los seguidores del power metal tenían en la jornada de hoy su mejor día con 3 de las bandas más importantes e influyentes del género y HELLOWEEN, para muchos los padres del estilo, llegaban a Cartagena para presentar su nuevo álbum con la formación al completo. Tras varias cancelaciones y cambios de fechas en su gira española y tras actuar dos semanas atrás en el Z! LIVE, se presentaban en el ROCK IMPERIUM FESTIVAL con una alta expectación.

En mi caso pude verles en Madrid en la gira de “Pumpkins United” en 2017 y desde entonces no había tenido la oportunidad de verlos de nuevo, así que mis ganas era palpables. Con el sol ya oculto la intro sonó acompañada de una gran ovación mientras los músicos iban tomando posición. La puesta en escena fue sobria pero eficiente, con esa calabaza central donde se alzaba la batería y la pantalla que no paraba de proyectar en cada canción vídeos que servían de acompañamiento. Esta vez se ahorraron los vídeos de intermedio entre temas, haciendo que el concierto se desarrollara más dinámico y perdiendo menos tiempo.

Arrancaron con “Skyfall” uno de los mejores temas de su álbum homónimo que tan bien fue recibido y que pese a que no tocaron muchas canciones, eligieron las que mejor calaron y esta desde luego no podía faltar. Pese a su larga duración es de esas que logra mantenerte enganchado y su estribillo nos hizo cantar emocionados. Fue con la salida de Deris y Kiske cuando el público se vino arriba. En este tema los 3 vocalistas tienen sus momentos y cantan sus partes, lo que sirve para que cada uno brille.

Los 3 estuvieron bien. Kiske como siempre, correcto a la voz pero como frontman muy limitado incluso diría que tímido. Ya lleva tiempo con HELLOWEEN desde su retorno y debería haber tomado ejemplo y dar un paso adelante y comunicarse más con el público. Deris fue el maestro de ceremonias y quien se encargaba de presentar las canciones con su mezcla entre inglés y español. Sin embargo noté que Kai Hansen tomó más protagonismo y fue quien mejor tiró del carro esa noche, cantando mucho mejor y tomando las riendas del concierto cuando era necesario, cosa que me alegró.

“Eagle Fly Free” llegó pronto para ponernos a todos a cantarla a pleno pulmón. Kiske no arriesgó  demasiado en las partes agudas pero supo estar a la altura en una pieza que es un himno del heavy metal y que vino acompañada por la primera lluvia de confeti.

Andi Deris tomaba el relevo para pedir a la audiencia que hiciera ruido para dar paso a “Mass Pollution” otra de las mejores canciones del nuevo disco que ya tiene 2 años de vida y cuyas canciones no desentonaron junto a los clásicos. Es en estas canciones donde Deris está como pez en el agua, compuestas para su voz y donde puede relajarse y dar lo mejor que tiene.

Fue en “Future World” donde Kiske estuvo más suelto y seguro. Tampoco hay que olvidarse del resto de la banda, con Michael Weikath siempre en un discreto segundo plano pero cumpliendo con su papel, poniendo sus peculiares caras, un Markus Grosskopf lucuiendo su eterna sonrisa, el infalible Dani Löble tras los parches haciendo un trabajo impecable y Sascha Gerstner que pese a estar eclipsado por sus otros compañeros guitarristas, es uno de los pilares de los actuales HELLOWEEN y tiene sus momentos para ser el protagonista.

“Power” es uno de esos cortes que reivindican la etapa de Andi Deris y que mira de tú a tú a otras canciones míticas,  sube los ánimos del público y funciona siempre en directo. Quizás para la próxima gira vendría bien un lavado en el repertorio e incluir otras joyas de esos años porque hay verdaderas joyas.

“Save Us” fue una de esas inclusiones en el setlist que me gustó, ya que nunca suele ser una de las canciones de cabecera a la hora de nombrar el “Keeper Of The Seven Keys Part 2” pero que es de mis favoritas y que escucharla en directo es un regalo.

Fue en ese momento cuando Deris se encargó de presentar a Kai Hansen, según palabras suyas uno de los fundadores de HELLOWEEN   y bromeando con el año de fundación del grupo, diciendo en un principio que fue en 1789 (año de la Revolución Francesa) para darle el testigo en una de mis partes favoritas del concierto, cuando se encarga de cantar canciones de la época en la que se encargaba de esas labores, iniciando el medley con “Metal Invaders” “Victim Of Fate” “Gorgar” y “Ride The Sky” auténticos temazos que ojalá alguno de ellos los cante enteros en un futuro, ya que la primera etapa de HELLOWEEN es una a la que le tengo especial cariño y sacar del baúl esas piezas es siempre de agradecer y brindar un tiempo a un miembro que fue y es clave en la historia de la banda y del power metal. Además para esta ocasión cantó mejor que la última vez que lo vi y se le notó más confiado, luciendo su sombrero vaquero y cantando el principio sin la guitarra colgada.

La que sí que cantó entera fue “Heavy Metal (Is The Law)” más macarra y que nos puso a todo a alzar los cuernos y cantar su estribillo. Tras su momento de gloria, se pasó a un momento más calmado y relajado para que los amigos Kiske y Deris entonaran a dúo “Forever And One (Neverland)” notándose esa conexión entre ambos y que su amistad es uno de los pegamentos de esta etapa de la banda. Momento emotivo que fue acompañado por una marea de teléfonos móviles que alumbraron la noche.

Sascha nos brindó un solo de guitarra que dio paso a la genial “Best Time” cuyo estribillo alegre y optimista fue de lo mejor de la noche y que después dio paso a otro peso pesado como es “Dr. Stein” que da igual en qué posición la sitúes en el repertorio, siempre va a dar buen resultado.

Kai Hansen volvía  a dirigirse al público para engañarnos y decirnos que llegaba el final para presentar “How Many Tears” que sirvió para que de nuevo los 3 vocalistas se unan para cantar y repartirse la tarea vocal. Naturalmente aún quedaba algo de concierto y en “Perfect Gentleman” Andi Deris ataviado con chaqueta de lentejuelas y sombrero de copa volvía a hacer que todos comiéramos de su mano, manejando al público a su antojo.

La épica “Keeper Of The Seven Keys” siempre supone uno de los momentos álgidos de los conciertos de HELLOWEEN con Kiske y Deris en total éxtasis nos trasportaban por el tema hasta que Sascha va presentando a cada miembro, que van abandonando el escenario hasta dejarle solo. Quizás esta parte es la que más sobra, alargando en exceso la ya extensa canción y que en su lugar cabría otro corte.

Naturalmente y tras el obligado segundo bis con todos pidiendo más, la banda salía por última vez para interpretar la esperada “I Want Out” acompañada por una lluvia de balones hinchables y que de nuevo alargaron para hacernos cantar en dos facciones. Pese a eso, es uno de esos momentos que son sinónimo de fiesta y que fue la traca final de unos HELLOWEEN que cumplieron con su papel de cabezas de cartel con un repertorio infalible pero que en mi opinión deberían ir modificando en un futuro no muy lejano si no quieren empezar a caer en repetitivos.

Texto: Alejandro Alapont

Fotos: Pedro J. Delgado

 

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TYGERS OF PAN TANG

Había sido un día largo y aunque tuvimos que dejar a HELLOWEEN con su actuación, nos ilusionaba bastante cambiarnos al menor de los entarimados para poder ver el show de los incombustibles TYGERS OF PAN TANG, legendaria banda de la Nwobhm, donde actualmente sólo milita un componente de la banda original de los ochenta como es el guitarrista Robb Weir.

A una hora más fresca y con un público expectante, hacen acto encima de las tablas los TYGERS, abriendo su set con la antológica “Euthanasia”la cuál arrancó los primeros gritos y brazos en alto de la velada.

Continuando su repaso al extenso repertorio “Keep Me Alive”de su siguiente disco en orden cronológico nos acabó de despertar gratamente, destacando el gran fichaje de su nuevo guitarrista Francesco Marras, con una técnica brillante y muy limpia, lo que le daba a los temas un aire más fresco y actual.

Los éxitos se sumaban a la actuación uno tras otro, “París by Air”Y “Love Don’t Stay”eran un bálsamo para los que después de “siglos”volvíamos a escuchar en directo con una puesta en escena sobresaliente, tanto Robb como Jacopo Meille entregados al cien por cien, este último bordando los temas con alguna floritura vocal. Llegaba el turno de “Edge of the World” de su recientísimo “Bloodlines”, bien recibida por el público que pasó al momento en la legendaria “Gangland” a bailar con desenfreno el ritmo que marcaba la pareja formada por Brian West y Craig Ellis al bajo y a las baquetas respectivamente.

“Only the Brave”, conocida y coreada por todos dió paso a otra novedad del “bloodlines”como fue “A New Heartbeat”, en consonancia con lo viejo y lo nuevo. Espectacular Francesco, que no paraba de marcar unos punteos y escalas muy ricas en matices, a la vez que el maestro Robb llevaba el ritmo a la perfección.

Con esta tónica volvieron a intercalar la nueva “Fire on the Horizon” con la legendaria “Insanity”, dando cabida a la diversión de todo tipo de seguidores, tanto de diferentes épocas como gustos en la dilatada carrera de los británicos. Perfecto otra vez Francesco, sin dejar atrás a sus compañeros que estaban ofreciendo un recital espectacular. El tamiz del repertorio era espectacular, al igual que la interpretación de sus protagonistas, con Jacopo muy subido de registro y en la siguiente más pesado y de voz rasgada como pasó en “Slave to the Freedom” y “Back for Good” respectivamente.

Tras una breve celebración cantada por todos hacia Craig por su reciente cumpleaños, la recta final era evidente que estaba llegando  y así de esta manera acabaron de dejarnos sin las pocas fuerzas que nos quedaban con tres auténticos temazos de puro hard-rock como fueron “Suzie Smiled”, “Hellbound”y “Love Poison Number 9”,de sus tres discos estandarte de toda su numerosa discografía como son “Wild Cat”, “Spellbound”y “The Cage”en este orden, donde los británicos acabaron de reventar el ambiente, con el público totalmente satisfecho por la increíble y larga descarga de auténticos cortes al más puro estilo “old school”como de temas más actuales y con algunos recientísimos de su fantástico “Bloodlines”.

Una maravilla tenerlos aquí en el ROCK IMPERIUM FESTIVAL, lástima que no los ubicaran en uno de los escenarios principales, aunque con la categoría y profesionalidad de los TYGERS OF PAN TANG, ellos mismos hacen de cualquier escenario el más grande del lugar.

SetList:

1. Euthanasia
2. Keeping me Alive
3. Paris by Air
4. Love Don’t Stay
5. Edge of the World
6. Gangland
7. Only the Brave
8. A New Heartbeat
9. Fire on the Horizon
10. Insanity
11. Slave to Freedom
12. Back for Good
13. Suzie Smiled
14. Hellbound
15. Love Potion Number 9

Texto: Alfonso Martinez

Fotos: Cesar Valiente

 

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STRATOVARIUS

Los fineses tenían un papel difícil tras el apoteósico concierto de BLIND GUARDIAN y salir después de HELLOWEEN, con la gente ya cansada y el listón bien alto. STRATOVARIUS en festivales suelen dar una de cal y una de arena, pudiendo dar conciertos muy entretenidos o hundirse, pero en esta ocasión supieron dar la talla y ofrecernos una actuación más que digna.

Con su reciente álbum “Survive” bajo el brazo, la banda presentó algunas de sus canciones mezcladas con otras más clásicas con las que supieron tener atentos a un público aún numeroso pero naturalmente más reducido respecto a las actuaciones anteriores, con mucha gente ya cansada, algunos viendo el concierto sentados.

Sin muchas dilaciones arrancaron con la propia “Survive” gozando de un buen sonido y con una banda que pese a mostrar esa típica frialdad nórdica, dieron la talla. Timo Kotipelto fue el más comunicativo y que en esta ocasión estuvo a la altura de las circunstancias, cantando muy bien y quitando la mala imagen que me dio en conciertos anteriores donde lo vi más justo.

“Eagleheart” fue el primer clásico en hacer aparición y en lograr la comunión con el público. STRATOVARIUS al igual que sus colegas que habían actuado antes tienen una rica colección de himnos del power metal en su haber con las que te pueden llenar un repertorio, basta con que las interpreten y tengan una buena noche para salir triunfadores.

Lo mismo ocurrió con “Speed Of Light” la cual sonó genial y que fue ejecutada a la perfección por cada uno de sus miembros, los cuales hicieron un gran trabajo en sus respectivos instrumentos. “Paradise” continuó con el desfile de clásicos donde el público se encargaba de poner de su parte y ayudar a tirar del concierto calentando a una banda más estática.

“Broken” fue anunciada como una canción más progresiva del nuevo álbum y que bajó las revoluciones para que luego Kotipelto anunciara que la siguiente canción nunca la habían tocado antes en España, dando paso a “Glory Days” que al ser del nuevo disco era normal que no hubiera sonado antes, haciéndonos caer en la trampa.

“Winter Skies” y “World On Fire” fueron los momentos más aburridos de su concierto, bajando considerablemente un escalón en intensidad y que lograron recuperar con “Father Time” la cual el vocalista presentó como un regreso al power metal y donde Matias Kupiainen y Jens Johansson más se lucieron, mostrando su calidad y virtuosismo.

Un solo de bajo de Lauri Porra sirvió para introducir “Frozen In Time” y más tarde Johansson hizo lo mismo con “Black Diamond” que ayudó a poner en pie a un público notablemente agotado. La banda dejó el escenario para volver para rematar con los bises, siendo el primero “Forever”.

“Unbreakable” pese a ser un corte más actual ya es un himno más de la banda que fue cantado por muchos y como último cartucho “Hunting High And Low” que reanimó a más de uno y donde volvieron a esta costumbre de alargar canciones para hacernos cantar el estribillo y provocándonos con que en otros países la habían cantado mejor. Quizás a esas horas esa parte habría estado bien si la hubieran saltado, pero aún así se despidieron con los deberes hechos y logrando mantener el nivel alto en una primera jornada donde el power metal se alzó como el género triunfador del festival.

Texto: Alejandro Alapont

Fotos: Cesar Valiente

 

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ROTTING CHRIST

Dentro de las esferas más extremas del festival, y concretamente, dentro de los más tenebrosos círculos del Black Metal, había muy poco de donde escoger en el cartel de este año. Por lo tanto, se podría decir que la presencia de ROTTING CHRIST cobraba todavía más valor. Si a eso le añadimos que, además, es mi banda favorita del género junto a Emperor, ya estamos hablando de que ni las tardías horas, ni el cansancio, me iban a impedir disfrutar de un show tan exquisito y soberbio como el que siempre dan los griegos. Una banda con la que me cuesta ser objetivo, pero no creo ser el único que pensó que, literalmente, se salieron aquella noche.

La intro a base de cantos paganos creaba una ambientación tan negra como la noche que se cernía desde hacía horas sobre Cartagena, y los músicos se encontraban ya sobre el escenario, envueltos en humo y una luz tenue que presagiaba la inminente destrucción sonora. “666” nos puso a caldo ya de primeras, a agitar el cuello como animales, y también expuso uno de los aspectos más fundamentales que marcarían el bolo: el sonido era, incluso, mejor del que muchas bandas tuvieron en los escenarios grandes, contundente, estruendoso pero definido.

Y de los ritmos tan machacones y segmentados de la anterior, fueron directamente a matar con “Kata Ton Daimona Eaytoy”, con pasajes de devastadores blast beat, cambios de tempo a cada cual más salvaje, i guitarras afiladas como cuchillos. La actitud de Kostas Heliotis al bajo, y Kostis Foukarakis en la guitarra fue, en todo momento, agresiva, demoledora, con molinillos continuos, levantando el mástil de sus instrumentos, retorciéndose, encarándose al público y saltando al mismo tiempo con sus compañeros en temas como “Fire, God and Fear”, pudiendo apreciar en ella esas notas graves por parte del gran Sakis Tolis, que destacaban entre esa muralla sonora de cuerdas, y que también puso todo de su parte para que el ritmo no decayese ni un minuto.

“Dub-sag-ta-ke”, con tiempos muy bien cuadrados, que demuestran la experiencia y encaje entre sus músicos, dio paso, tras otra pequeña introducción pregrabada, a “Demonon Vrosis”, con un sonido de batería más rudo y Heavy, y a la cover que les acompaña desde hace tanto tiempo en sus directos, “Societas Satanas”, de Thou Art Lord, que terminó por desparramar la pasión de los asistentes, desatando unos moshpits de auténtico terror. Sakis Tolis intentaba chapurrear español con bastante acierto, y eso nos acercó todavía más a ellos. Y es que de carisma van sobrados, y más todavía de calidad musical y potencia, como la de ese doble bombo a piñón fijo durante “In Yumen-Xibalba”, para la que volvieron a emplear otra introducción. Un gustazo, por otra parte, ver a un público tan entregado a esas horas, y no hablo de impetuosidad alcohólica, sino del apoyo al grupo que se respiraba, sobre todo, entre las primeras filas. La sonoridad particular que otorga a sus canciones el idioma griego, es una de sus señas de identidad, pero también lo es el hecho de que, con cada álbum, se han ido alejando más y más del Black Metal más ortodoxo, introduciendo cantidad de pasajes góticos y étnicos, canciones plagadas de detalles musicales cada vez más amplios y desacomplejados.

Kostas Heliotis y Kostis Foukarakis, siempre flanqueando al líder de la banda, volvieron a entrar en estado de locura (exactamente igual que el público) durante “Grandis Spiritus Diavolos”, en mi opinión, uno de los grandes Highlights del concierto, casi el epicentro del terremoto, con el guitarra solista ‘colándose’ en medio del escenario para ejecutar el solo bien abierto de piernas. También se les da de fábula motivar, y con tan solo unos gestos, volvían a tenernos a todos puño en alto para “The raven”, de su último disco hasta el momento, el fantástico “The Heretics”. Muy buen rollo y coordinación entre Sakis y Kostis, hombro contra hombro, antes de presentar el último tema de la noche, “Noctis Era”, y con ella, nos incitaban al mismo tiempo a darlo todo, a terminar la primera jornada por todo lo alto, ya cerca de las 2:00 de la madrugada, con enfurecidos gritos de Sakis y una caña bestial en la batería de Themis Tolis que, para variar, sonaba prácticamente perfecta, tal como sucedió con todos los instrumentos durante todo el show. Sin duda, el mejor que les he visto dar junto al que ofrecieron el pasado año en la difunta Paberse Club de Valencia.

Texto: Javi Están

Fotos: Pedro J. Delgado

 

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SECRET SPHERE

 

Fotos: Cesar Valiente