Viernes 23, Sábado 24 y Domingo 25 de Junio – Parque El Batel – Cartagena – Murcia
Sábado 24 – Primera parte
SKULLMANIA + THE BIG DEAL + THE BLACK TREE
+ CHEZ KANE + MIDJUNGARDS + METALITE
+ BLOODHUNTER + THE NIGHT FLIGHT ORCHESTRA
+ CRYPTOSIS + H.E.A.T. + IRON CURTAIN + EUROPE
THE BIG DEAL
Arrancaba la segunda jornada del ROCK IMPERIUM FESTIVAL con los serbios THE BIG DEAL pisando el escenario Estrella Levante. Conocí a la banda a raíz de su confirmación en el festival y llamaron mi atención con su hard rock melódico.
Ndr.: No pudimos ver a SKULLMANIA, pero si hay algunas fotos al final del artículo.
La banda fue creada por el guitarrista Srdjan Brankovic y su mujer, la teclista y vocalista Nevena Brankovic, quienes fueron reclutando miembros hasta contar con la voz principal de Anna Nikolic y en 2022 publicaron su debut “First Bite”.
Ante un sol de justicia el quinteto fue recibido por un tímido público que se dividía entre las primeras filas y los que buscaban cobijo bajo la sombra, teniendo una recepción algo fría. Aún así la banda salió dispuesta a darlo todo y comenzaron su concierto con “Lady Of The Night” donde la melódica voz de Anna ya nos hacía intuir hacia qué dirección iban a ir.
Gozaron de un buen sonido y fueron desarrollando su show a golpes de rock melódico de facturación más comercial con estribillos muy de radio fórmula, como “Bad Times, Good Times” donde ya se notaba que la formación todavía necesita curtirse en directo, mostrándose algo estáticos sobre el escenario. Es cierto que en ocasiones las dos vocalistas se iban alternando a las voces, ganando algo de dinamismo, pero les falta algo de garra, sobretodo a Anna, quien necesita mejorar sus funciones como frontwoman.
“Power On” fue el corte más duro que ofrecieron, con más protagonismo de la guitarra y con el que el público pareció reaccionar mejor y con “Wake The Fire” volvieron a la melodía pegadiza, dando en ocasiones la sensación de que sonaban demasiado planos con temas muy parecidos entre ellos.
Fue en sus últimos coletazos donde nos ofrecieron “Never Say Never”, uno de sus singles y canción más comercial y por último “The Big Deal” con la que se despidieron, dejándome algo indiferente ante su propuesta y siendo una de las decepciones del festival. Es cierto que el horario y el abrasador sol jugaron en su contra y no sonaron mal, pero necesitan algo más de empaque y mejorar su puesta en escena para lograr convencer a un público que pareció reaccionar igual que yo.
Contaron con Alessandro Del Vecchio al bajo, quien ha sido su productor, como de otras bandas del sello Frontiers, y quien también colaboró la anterior noche con TYGERS OF PAN TANG.
Texto: Alejandro Alapont
Fotos: Pedro J. Delgado
CHEZ KANE
Por la carga de Hard Rock / AOR y, en general, sonidos más clásicos y/o melódicos, el sábado era el día que con más ansias esperaba. Personalmente, creo que elecciones como THE BIG DEAL, CHEZ KANE , THE NIGHT FLIGHT ORCHESTRA o H.E.A.T (y eso, solo en la segunda jornada), estilos más complicados de ver en los grandes festivales de por aquí, el ROCK IMPERIUM se ha apuntado un buen tanto, consiguiendo un plus de distinción, exclusividad y sobre todo, a favor de la variedad respecto a los demás, dejando un cartel que fue una auténtica golosina para quienes nos encanta este rollo.
Ndr.: No pudimos ver a THE BLACK TREE, pero al final del artículo podéis ver algunas de sus fotos.
Y qué mejor botón de muestra que CHEZ KANE, una de las artistas revelación de los últimos años en lo que a Hard melódico se refiere. Ya militó unos cuantos años en la banda Kane’d, pero no fue hasta hace unos años que el sello de Frontiers posó su mirada sobre ella… y su carrera, literalmente, salió disparada en esta nueva andadura en solitario. Si bien realmente no ha hecho nada que no hiciesen en su día infinidad de artistas de los 80, ha sabido aprovechar la ola de la corriente nostálgica que este género vive desde hace unos años, y además, lo ha hecho con un gusto extraordinario. A la vista están algunos datos: dos discos en dos años, y levantando una expectación que ya quisieran bandas con décadas de carrera, algo que por una parte se debe al potente apoyo que lleva detrás, pero por otra, no se puede negar que sus dos discos, y su figura en sí misma, poseen un gran atractivo. Por supuesto, se erigió como la gran estrella del concierto, con el público de su parte, y parecía que ya lo tenía todo ganado. Pero no por ello dejó de pelear para conseguirlo.
Saltó como una flecha al escenario, acompañada de los buenos músicos que la rodean, cargada de energía y dando los primeros agudos de I just want you, que de forma casi instantánea nos encandiló con su gran melodía, que contrastaba con la potente forma de tocar de su batería Jay Haines, con el sonido a su favor. En general, fue bastante suave, sin estridencias, y algo bajito si nos ponemos tiquismiquis, pero totalmente apropiado. Lo que sí me faltó fue un sexto músico, para dejar de llevar todas las teclas disparadas y, tal vez, un mayor volumen en las guitarras. James Ready fue, quizá, el segundo en la lista a la hora de atraer las miradas. Con gran actitud y pisando fuerte, en primera línea de escenario, disfrutó desarrollando sus solos en temas como Too late for love o All of it, levantando esta última todas las voces posibles del recinto en el estribillo, sin olvidar los buenos coros… y alguna que otra voz pregrabada.
El bajista Keiran Ready, más discreto al principio, también iba cogiendo ánimos, y se ponía frente a su hermano James en la parte del solo. Lo de CHEZ KANE son melodías refrescantes, inmediatas, temas que son puro azúcar y entran directas, incluso aunque no las hayas escuchado en tu vida. Y para eso, también hay que tener un mínimo de talento. Algo que se puede aplicar a cortes como Nationwide o especialmente, a Better than love, en la que la cantante conectó con el público tirando de encanto, de sus gestos, miradas y magnetismo, pero muy por encima de eso, con su amplio registro, capaz de alcanzar notas altísimas, sonando prácticamente idéntica al disco.
La vocalista galesa abandonaba unos segundos el escenario, para reaparecer en seguida llevando unas gafas descaradamente ochenteras, mientras sonaba la introducción de (The Things We Do) "When We’re Young in Love", paseándose y contoneándose con mucha gracia por el escenario, acercándose a sus compañeros, y afinando realmente bien, lanzando unos notables agudos en "Love Gone Wild", de cuyo solo, por cierto, se encargó esta vez Harry Scott Elliott. Pero si hubo una que me flipó a lo bestia, uno de esos momentos que quisieras que no terminaran, fue la “desmondchildiana” Ball N’ Chain, con CHEZ KANE cantando de auténtico lujo esa melodía que te secuestra hasta no poder parar de bailar con ella, pura esencia 80s tanto en la música como en atuendos y movimientos.
Algo más floja, para mi gusto, la siguiente Get it on, demasiado comercial y falta de fuerza. Había opciones mucho mejores para el directo, como Guilty of love o, casi en la misma línea empalagosa, Rock you up. Pero fue solo un desencanto puntual (y personal, claro), porque lo de Powerzone, a continuación, volvió a ponernos a 100, ardiente, Heavy, con ambos guitarras ya haciendo coros, ya dando armonías codo con codo, y allanó en terreno para el último cartucho, la facilona pero eficiente "Rocket on the radio", durante la cual Cheryl presentó brevemente a su banda, nos hizo cantar a conciencia, y se despidió de nosotros con sonrisas y miradas penetrantes.
Por mi parte, bravísimo, un concierto divertido y disfrutable, justo lo esperado, una inyección rápida de melodías edulcoradas, de esas que te dejan bien motivado. En su recientemente anunciada gira, para principios de 2024 en nuestro país, pienso volver a verles de cabeza.
Texto: Javi Estan
Fotos: Cesar Valiente
MIDJUNGARDS
Para mi MIDJUNGARDS fueron una de las sorpresas del escenario tres. La banda procedente de Finlandia, liderada por el guitarrista y cantante Tony Cano (HELL TRAIN), un valenciano afincado en Finlandia desde hace años, nos maltrató con su metal corrosivo con pinceladas de SLAYER, SODOM, VENOM y algunos toques de ENSIFERUM y otras bandas de metal vikingo.
Lo cierto es que la descarga fue frontal y directa, y aunque el sonido no fue excesivamente bueno, Tony, ayudado por el guitarrista principal Israel Real, de origen mexicano, dieron "cera".
El nuevo disco de MIDJUNGARDS "From Scandza", aparecido el 17 de marzo a través de Dark Rails Records, fue presentado ante el nutrido puñado de metaleros que se acercaron a verles. Mazazos como "Hordes of Hate", llena de rabia, "Dark Streets", "From Scandza To Covadonga" o "Hiden Fatality" fueon parte de sus argumentos sonoros.
MIDJUNGARDS amenazan con volver a España. De hecho han anunciado tres fechas a primeros de octubre en Madrid, Barcelona y Vitoria, abriendo para AVALANCH.
Texto: Rafa Basa
Fotos: César Valiente
METALITE
Después del buen sabor de boca que en su pequeña gira por tierras hispanas nos dejaron los suecos METALITE, volvían por la puerta grande esta vez en el escenario principal del ROCK IMPERIUM, eso sí, a una hora donde los nórdicos y el público congregado volveríamos a soportar el sofocante calor del mediodía Cartaginés. Bastante expectación creada alrededor de los 5 músicos noreuropeos, al ser uno de los grupos punteros dentro de las nuevas corrientes por donde transita el metal más actual, con la típica carga de sintezadores y samplers, mezclados con los ritmos pesados de guitarras y una súper-vocalista como Erica Ohlsson.
En un preludio al inicio podíamos ya observar por los laterales del escenario las idas y venidas de los METALITE , pero fue Alfred Fridhagen (sustituto de Lea Larsson en la batería) quien hizo acto de aparición baquetas en mano para abrir el show a golpe de parche con “Héroes IN Time”dando paso a sus compañeros e irrumpiendo finalmente una Erica totalmente enfundada en cuero y encaje.
Algunos desajustes en el sonido, sobretodo con un pobre volumen en las guitarras, nos dejaron un poco desconcertados al igual que en la genial “Far from the Sanctuary”, donde tanto Edwin Premberg como Robert Ornesved hicieron lo que pudieron para arreglar el deficiente sonido de sus guitarras.
“Beyond the Horizon”y “Apocalypse”transcurrieron entre ajustes de sonido y una Erica controlando a los técnicos para que nivelaran un poco la saturación producida, a la vez que brillaba por si misma con su potencia y calidez vocal. “We’re like the Fire”niveló un poco la balanza a favor de los suecos, donde ya podíamos diferenciar el bajo de Robert Majd, a parte de algún solo a cargo del otro Robert.
La gente disfrutaba aunque hasta que no comenzó “Cloud Connected”no Pudimos saborear de verdad la música bien definida de los METALITE. Continuaron “Black Horse Rider” y “Afterlife”para reconciliarnos totalmente con la actuación, misma reacción que los músicos imprimieron desde aquel momento hasta el final, con la batería de Alfred pegando a la perfección y se empezaban a generar las carreras de los Roberts de un lado a otro del escenario, así como Erica empezaba a conjugar perfectamente sus poses con el tremendo poder de sus agudos, al igual que Edwin y Robert marcaban en sus punteos con las seis cuerdas.
El público ya se lo estaba pasando en grande, además para nuestro deleite y refresco las mangueras de agua que el amable personal de la organización dirigían hacia nosotros, provocaba aún más jolgorio y diversión. “Eye of the Storm”Y “Peacekeepers”fueron de las más bailadas por el personal que ahora sí conectaba a la perfección con el grupo, dándoles alas a los suecos para bordar un fin de actuación con “We Bring to the Stars”que nos dejó claramente el espectáculo que los METALITE habían deseado en todo momento, con una Erica sublime y los demás integrantes subiéndose al carro del triunfo.
Lástima la pérdida de sonido en los primeros compases del show, porque de no ser así hubiera sido una de las mejores actuaciones del ROCK IMPERIUM, no obstante, el personal quedó satisfecho con uno de los grupos más en boga de los últimos tiempos en toda Europa. Hasta la próxima, METALITE.
SetList:
- Héroes In Time
- Far From the Sanctuary
- Beyond the Horizon
- Apocalypse
- We’re Like the Fire
- Cloud Connected
- Black Horse Rider
- Afterlife
- Eye of the Storm
- Peacekeepers
- We Bring You the Stars
Texto: Alfonso Martinez
Fotos: Pedro J. Delgado
BLOODHUNTER
Tocaba desplazarse al escenario Festivales Región de Murcia para adentrarme en sonidos más extremos y disfrutar del concierto de BLOODHUNTER, a quienes no veía desde 2018 y que desde entonces han publicado un nuevo trabajo, “Knowledge Was The Price”.
Era un buen número de seguidores de la banda los que estaban ya en las inmediaciones del escenario preparados para la descarga que se avecinaba y desde luego cumplieron con lo esperado y estuvimos ante un auténtico vendaval de death metal melódico.
Con la intro sonando la banda fue haciendo su aparición y dieron inicio con “A Twist Of Fate To Come” del citado nuevo trabajo y con el que ya se apreció un sonido que pudo ser mejorable y que en algunas ocasiones se opacaba con la caja de la batería. Eso no impidió que BLOODHUNTER lo dieran todo, con una Diva Satánica que estuvo en todo momento genial a la voz y encargándose de animar a un público que no tardó mucho en reaccionar.
“Let The Storm Come” nos llevó al segundo disco de la banda “The End Of Faith” sonando más pesada y densa, con un Dani Arcos brillante a la guitarra y con “Spreading Your Disease” llegaron los primeros moshpits del concierto. Decir que durante uno de ellos uno de los participantes acabó con una herida en la cabeza, sangrando de forma preocupante y siendo atendido en la zona de cruz roja, y al terminar el concierto se le vio saliendo con la cabeza vendada pero al parecer se quedó en un susto.
“Never Let It Rest” hizo honor al título y no dejó descansar a nadie, siendo una pieza en la cual en su versión de estudio colaboró el gran Ripper Owens a la voz y que espero que con cosas como esas la proyección de la banda aumente, ya que con el nivel que tienen, se merecen estar tocando en otros festivales europeos.
Diva Satánica no paró de animar a una audiencia entregada que siguió dándolo todo y en “All These Souls Shall Serve Forever” se formó un wall of death que sirvió para aumentar la ya elevada temperatura y demostrar que BLOODHUNTER tienen una gran capacidad de congregación, siendo uno de los mejores momentos de su concierto.
“The Eye Of The Serpent” fue la última referencia al nuevo disco para después retroceder a su primer trabajo homónimo y ofrecernos “Embrace The Dark Light” y “Bring Me Horror” en un concierto intenso que pese a su brevedad y las incidencias estuvo a la altura de lo esperado.
Texto: Alejandro Alapont
Fotos: Pedro J. Delgado
THE NIGHT FLIGHT ORCHESTRA
La mañana, a pesar del insoportable calor (y gracias a esas regadas desde el foso que nos aliviaban un poco de vez en cuando…) iba a dar otro paso in crescendo. Llevo ya unos cuantos años enamorado de estos suecos, y hay ocasiones que, sencillamente, no se pueden dejar pasar. De hecho, si tuviese que nombrar solamente a una banda por la que me decidí inmediatamente a acudir a este ROCK IMPERIUM, esa sería, de todas todas, la de los majestuosos THE NIGHT FLIGHT ORCHESTRA, un viaje en el tiempo, con pasaje de solo ida, hasta el corazón de los años 70 y 80.
La asistencia no fue demasiado concurrida, pero ya se notó un aumento considerable, respecto al anterior concierto, y respecto al viernes en general. Y la expectación era bastante alta, se respiraba en el ambiente, había muchísimas ganas de verles en directo. No tuvimos que esperar demasiado hasta que Björn Strid, ataviado con una capa dorada, y sus huestes, se hiciesen con el escenario para desplegar toda su magia, y acto seguido, sonase una intro grabada antes de meterse de lleno en “Midnight Flyer”.
A primera vista, las dos coristas, Anna Brygård y Åsa Lundman y el teclista John Manhattan Lönnmyr, sentado ante su instrumento, ya imprimían al conjunto un aire clásico, añejo, elegante, de la escuela de bandas como Toto, Strangeways o Survivor, y precisamente por ahí van los tiros en cuanto a lo musical. Pero no quedó ahí la cosa ni mucho menos, ya que la actuación fue un desfile interminable de detalles y sorpresas, como precisamente esas ‘azafatas’ dándonos la bienvenida al ‘vuelo’ llenando sus copas de champán y brindando con nosotros en “Sometimes the World ain’t Enough”, todo muy 70, los integrantes vestidos con trajes blancos, motivos dorados en instrumentos y vestimentas… una auténtica gozada. Muerte al falso AOR, que dirían ellos mismos.
El primer gran clásico de la tarde fue “Divinyls”, con apertura de teclas y punteos, que nos puso a absolutamente a todos a bailar, pero a bailar de verdad, dejándonos llevar por su ensoñadora melodía, por esos compases tan rítmicos. Tal vez en cuanto a sonido se echaba de menos algo más de fuerza en las guitarras, pero por otra parte, los platos de Jonas Källsbäck sonaban de maravilla. Hay que decir que la banda llevó una ecualización muy distinguida y personalizada respecto al resto de las bandas, de ahí ese sonido tan particular. Gran sorpresa en el setlist la inclusión de “The sensation”, single más reciente de la banda de la que, si no me equivoco, tuvimos el privilegio de ver su primera presentación directo.
Armonías vocales muy en primera línea y un buen solo de Rasmus Ehrnborn, que les acompañaba en directo. Su vocalista demostró un gran carisma y capacidad de comunicación con el público, presentando algunos temas como “Burn for me”, uno de los pocos cortes que sonaron del “Aeromantic II”, un trabajo que me vuelve loco, y que para mí estuvo demasiado poco representado. Eso sí, consiguieron hacer vibrar, de nuevo, a todo el mundo, casi al mismo nivel que con “Gemini”, en donde el vocalista se lució con un gran agudo, aclamado incluso por las coristas. Y es que, si en disco va sobrado de voz, en directo es impresionante en cualquier registro, desde los más exigentes hasta los más suaves y dulzones, como sucedió interpretando “Something Mysterious”, otro viaje en el tiempo a esos 80 de luces de neón.
Por supuesto, las teclas jugaron un papelón en esas ambientaciones, en se rollo tan AOR de temas como “Satellite”, con desparrame de clase incluido por parte de los guitarristas Rasmus Ehrnborn y Sebastian Forslund. Este último, además, se escapó a tocar los bongos durante “Paralized”, otra de las grandes triunfadoras del momento, con ese rollazo disco tan guapo que forma parte indivisible de la amalgama de sonidos que toca el conjunto, reflejado también en los hipnóticos y adictivos movimientos de sus coristas, también conocidas como las “The Aeromanticas”. Hasta de pie se ponía el teclista para tocar uno de sus grandes últimos hits, momentazo inolvidable con la (extremadamente) bailable “White Jeans”.
Todo deslumbró, los imprescindibles bajos de Mats Rydström y su contagiosa forma de bailar, los detalles y parones por parte del batería Jonas Källsbäck, y sobre todo, el grandioso chorro vocal de Björn Strid, siempre al frente del escenario, siempre ganándonos un poco más. Más que merecido ese ‘oeoe’ desde el respetable antes de la marchosa “Stiletto”, que ya anunciaba el final del concierto, aunque era más que obvio que nadie quería que eso sucediese. Antes de sonar esa última “West Ruth Ave”, en la que las coristas se pasearon alegremente por todo el escenario, Björn volvió a tirar de más alardes vocales, presentando el corte a ritmo de puro soul, con frases cantadas y habladas que, al menos a mí, me dejaron estupefacto. Uno de esos conciertos de los que es imposible salir sin una sonrisa de oreja a oreja, una evasión total de cuyo viaje costó regresar.
Texto: Javi Estan
Fotos: Cesar Valiente
H.E.A.T.
Tenía muchísimas ganas de ver de nuevo a mis queridos H.E.A.T en directo y que junto a CHEZ KANE eran las dos bandas que más me motivaban en esta segunda jornada de festival y para mí, fueron las dos triunfadoras del día, pero los suecos estuvieron por encima de todas las demás.
Ndr.: No pudimos ver a CRYPTOSIS, pero si podéis ver fotos de ellos, al final del artículo.
Ni el calor pudo con una banda que salió dispuesta a comerse el festival. Era la primera vez que los veía con el vocalista Kenny Leckremo al frente y tenía mis dudas respecto a si sería capaz de llenar el tremendo vacío que Erik Grönwall había dejado (otro fuera de serie que al siguiente día nos dejó alucinados al frente de SKID ROW) pero me bastaron unas pocas canciones para darme cuenta que su retorno ha sido la mejor decisión que la banda ha tomado, ya que se cargó a los hombros la responsabilidad de ejercer de frontman y meterse en el bolsillo a todos y cada uno de los que estuvimos viendo el concierto.
“Back To The Rhythm” de su último plástico “Force Majeure” inauguró el repertorio de unos H.E.A.T que están en un excelente estado de forma y que llevan años siendo un referente en el hard rock melódico. Leckremo no sólo hizo un gran papel como frontman, sino que también estuvo magistral a la voz, mejorando mucho respecto a lo que había escuchado en los dos primeros álbumes en los que cantó y llegando a unos registros vocales inesperados. En los temas que él ha grabado se le ve más confiado, pero también defiende a la perfección aquellos en los que Grönwall fue vocalista, como el caso de “Dangerous Ground” cantando y moviéndose por el escenario como si fuera suyo, luciendo una chaqueta de cuero y unos pantalones ajustados que de verlo me entraba todavía más calor, pero que él lucía con total normalidad.
“Rock Your Body” estuvo bien apoyado por los coros Jimmy Jay y por un público que no paró de cantar cada tema como fue el caso de “Come Clean”, pieza más melódica y pegadiza donde el teclado de Jona Tee estuvo más presente. “Redefined” fue la única referencia al controvertido disco “Into The Great Unknown” que pasó un poco sin pena ni gloria pero rápidamente con “Hollywood” volvieron a ponernos a todos en pie, con Leckremo bajándose al foso y cantando con las primeras filas, mostrando que este tipo es imparable y que encima se defiende bastante bien con el castellano, pudiendo conectar mucho mejor con un público que ya estaba totalmente atrapado bajo la influencia del cantante.
“Tainted Blood” siguió desgranando el último trabajo de los suecos que está funcionando bastante bien y que volverán a presentar por España en noviembre y que seguro que tras este concierto tendrá mucho éxito. “One By One” fue otro de los mejores momentos de su actuación, siendo un corte que funciona bien en directo al igual que “Beg Beg Beg” donde de nuevo Leckremo tiró de recursos para hacernos cantar a todos.
“1000 Miles” nos hacía retroceder al álbum homónimo y darle una reinterpretación más dura y darle más gancho, recuperando canciones pasadas por el nuevo filtro sonoro de la banda. “Breaking The Silence” y “Living On The Run” repasaron el disco “Adress The Nation” y para la recta final remataron con “Nationwide” donde Dave Dalone y Crash pudieron lucirse mejor a la guitarra y batería y el colofón llegó con Leckremo totalmente entregado, de rodillas a pie de escenario cantando a pleno pulmón las primeras estrofas de “A Shot Of Redemption” dejándonos a todos con la boca abierta para que luego se le unieran el resto de la banda y cerrando un show excelente.
H.E.A.T son imparables y en esta nueva andadura van a darnos muchas buenas sorpresas. Desde luego tras este concierto han despejado toda duda que pudiera tener sobre el cambio de vocalista y se convirtieron para mí en los indudables triunfadores del día.
Texto: Alejandro Alapont
Fotos: Pedro J. Delgado
IRON CURTAIN
No me los podía perder, es más, tenía muchas ganas de verles, y me gustaron.
IRON CURTAIN llevan años peleando desde la escena underground, desde su tierra natal, Murcia, de la mano de un gran luchador como es Mike Leprosy, quien estuvo arropado por los habituales Moroco a la batería, Joserra, al bajo, y Juanma a la guitarra.
Están a punto de editar un nuevo álbum, tras el verano, que llevará el titulo de "The Aftermath", mezclado en Moontower Studios por Javi Félez y masterizado en Orgone Studios por Jaime Gómez Arellano . El disco promete.
De momento, ofrecieron una show altamente metalero y poderoso, cargado de caña y garra, que arrancó con "Jaguar Spirit" el tema que daba título a su álbum de 2013,
Siguieron dando metralla con "Stormbound", del EP titulado “Metal Gladiator”, "Outlaw" de su “Guilty As Charged” y "Satan Race", que me recordó a los míticos MOTORHEAD, que tanto echamos de menos muchos.
Me gustaron esoecialmente las guitarras de Leprosy y Juanma, y las ganas escénicas que le echaron, viviendo el show y trasmitiendosolo al público, impregnado por su heavy metal enérgico.
La tralla guitarrera daban inicio a uno de sus más directos himnos: “Metal Gladiator” del mismo EP, que tiene un estribillo de los que todo el mundo disfruta y canta con al puño apretado en alto.
Todo un acierto que IRON CURTAIN tocaran en el festival. Ojalá les vaya muy bien con su "The Aftermath" y den un gran salto.
Texto: Rafa Basa
Fotos: Pedro J. Delgado
EUROPE
El año pasado, la cancelación de WHITESNAKE por motivos que todavía nadie parece tener claros del todo, fue un brutal varapalo que a muchos nos arruinó gran parte del festival. Sin embargo, una de las bandas que consiguió reavivar ese espíritu que muchos teníamos tan tocado fueron los suecos EUROPE. Alargando su concierto, posicionándose como cabezas de cartel, y con una selección exquisita de temas, nos hicieron olvidar en gran parte el desgraciado incidente. Este año, doy fe, volvieron a triunfar por todo lo alto.
El primer trío de temas en sonar, “Walk the earth”, la frenética “Seven doors hotel” y el eterno hit “Rock the night”, fueron como una perfecta muestra sintetizada de lo que nos iban a ofrecer a lo largo de su actuación, desde lo más actual (aunque en verdad, hace 6 años que no nos traen novedades discográficas) hasta lo más clásico y reconocido, pero también algún caramelito en forma de tema menos habitual. Tras jugar con el público en el último corte mencionado y tomarse unos minutos para saludarnos, “Scream of Anger” llegó como un aluvión de caña y doble bombo, desde su etapa más Heavy, desde un “Wings of Tomorrow” que volveríamos a disfrutar más adelante.
Nunca me apasionó su etapa post-hard rock, pero he de decir que con el tiempo he aprendido a apreciar y disfrutar mucho de temas como “Last look at eden” (presentado con su misma introducción). Pero nada es comparable, desde mi punto de vista, a ese impulso en la espina dorsal que provocan las primeras notas del teclado de Mic Michaeli en “Sign of the times”, una sensación increíble al escuchar esas guitarras tan contundentes y la espectacular tanda de solos que Norum se marcó, adelantando su posición y con el mástil en alto. Pero también Joey Tempest sabe vacilar sobre el escenario, aunque siempre dentro de la elegancia, como lo hizo en “Firebox”, cogiendo posteriormente su aro para terminarla.
En principio, tenían mucho a su favor. Un sonido excelente y alto, una cantidad de público que, literalmente, se triplicó respecto al anterior concierto y por supuesto (esto lo traen de casa) unos músicos descomunales. Pero no todo iba a ser caña. “Carrie” puso la primera nota romántica en el setlist, e incluso dio pie a bailes en pareja, ante miles y miles de voces cantando su estribillo. La interpretación de Tempest fue especialmente sentida, y es que, pese a los tonos que le ha ido robando el tiempo, sigue teniendo una voz envidiable. No es que sea una de mis favoritas, pero reconozco que “Love is not the Enemy” me motivó mucho por lo inesperada que resultó, y es que hacía tiempo que no les veía tocar nada del “Secret Society” (aunque me habría molado más un Always the Pretenders). John Levén, bastante quieto hasta ahora, comenzó a acercarse al público y a dirigirle algunos gestos.
Una vez más, las teclas de Mic Michaeli se hicieron dueñas y señoras del momento con “Heart of Stone”, que en directo sonó muy contundente, con sus memorables riffs tan bien ejecutados por Norum. La pantalla de fondo proyectaba imágenes bastante espectaculares, como sucedió durante “War Kings”. Y es curioso, porque a pesar de la clarísima diferencia de tono y sonido entre los temas de ambas épocas, en directo cada cosa está en su sitio, y aunque Norum sí suele cambiar su instrumento, no hay un salto incómodo de tesituras. Dicho esto, “Stormwind” sonó como un auténtico cañonazo, y la actitud más Heavy de Tempest se hizo de notar, balanceándose con ese eterno soporte blanco de su micro, y peleando con esos tonos altos.
El mismo, nos contaba, a propósito de la siguiente actuación, su gran experiencia con DEEP PURPLE y sus recuerdos de la gira del Perfect Strangers, justo antes de colgarse la guitarra acústica, en la que posiblemente sea mi balada favorita de la banda, una “Open your heart” que me puso los pelos como escarpias con sus arpegios y en el solo, durante el cual ambos guitarristas se encararon. El humo que invadía el escenario se disipaba lentamente mientras sonaban los primeros golpes de batería del astro Ian Haugland para “Let the Good Times Rock” y todos alzábamos el puño al ritmo, suponiendo una contagiosa bocanada de energía, y escuchándose de fábula los bajos de Levén y ese shredding de John Norum, brillantes cada uno con su instrumento. Todavía tenían tiempo para explayarse, como lo hizo Joey Tempest con su guitarra eléctrica colgada, antes de meter cera con “Ready or not”, y vaya si se notaron, gracias una vez más al excelente sonido, esas cuerdas extra. En ella, tiraron a tope de coreografías y posturas de lo más Heavy, especialmente Norum, que se vino muy arriba. Y no se limitaron a tocar “Superstitious” sin más (aunque sabemos que habría triunfado igualmente), sino que la introdujeron debidamente con una parte instrumental y metieron en mitad del tema snippets de otros como el “With or Without You” de U2, el “Here I go Again” de WHITESNAKE y el “No Woman no Cry” de BOB MARLEY.
Unos minutitos de descanso, y volvieron ya con los bises, en los que el concierto alcanzaría una intensidad que no se vive todos los días. Y es que a ver quién es el guapo que se resiste a cantar un “Cherokee” con toda la energía acumulada de tamaño conciertazo, y por supuesto, el tema que por el que todos babeábamos: “The Final Countdown”. Y es que, por muy manido que esté, es imposible que no te invadan miles de sensaciones y recuerdos a través de esa letra, de las poses de Norum, y por supuesto, por esos legendarios teclados de Michaeli que les encumbraron y les hicieron sonar en las radios de todo el mundo. Sobró, eso sí, la insufrible marabunta de móviles grabando el momento, pero igualmente, fue un final de fiesta de apoteósico.
Texto: Javi Estan
Fotos: Cesar Valiente
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SKULLMANIA
Fotos: Cesar Valiente
THE BLACK TREE
Fotos: Pedro J. Delgado
CRYPTOSIS
Fotos: Cesar Valiente