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Jueves 27, Viernes 28, Sábado 29 y Domingo 30 de Abril
Barroselas – Viana de Castelo – Portugal
NUCLEAR WARFARE + AMKEN + CRISIX + SADISTIC INTENT
+ HIDEOUS DIVINITY + BLEEDING DISPLAY
+ SUFFERING HOUR + GRAVEYARD + GALLOWS RITES
+ MORTIFERUM + PROFANATICA + HORNA
+ PIG DESTROYER + ROTTEN SOUND + HIMURA +
+ BAS ROTTEN + NAGASAKI SUNRISE + GUTALAX
+ IMPERIAL TRIUMPHANT + KRYPTO + MASTER BOOT RECORD
+ ADRIFT + ESOTERIC + HELLHAMMER
La espera se hizo larga pero finalmente la cita llegó puntual como cada último fin de semana de Abril. El SWR BARROSELAS METAL FEST volvía a congregar por vigésimo-tercer año consecutivo a las huestes del metal extremo provenientes de todo el territorio portugués, Galicia e incluso de algunas zonas de España bastante más alejadas. Las ganas de metal extremo eran patentes desde la primera jornada en unas entusiasmadas caras, sedientas de una edición normalizada tras la versión “lite” del año 2022. El Barro se presentaba este 2023 con un cartel completo, con cuatro jornadas (una previa, la del jueves) y con algunos cambios organizativos que fueron juzgados con mayor o menor énfasis según a quien se le preguntara.
Lo más llamativo es que la organización decidió recortar de tres a dos el número de escenarios. De esta forma, en la gran carpa conocida por todos los asistentes que acuden cada año, solamente se situaba el escenario principal (Abyss Stage), por dónde pasarían las bandas de mayor relumbrón dejando así más espacio para los puestos de merchandising. El escenario, más pequeño, que solía estar también dentro de la carpa, en esta ocasión fue eliminado y esas actuaciones pasaron al escenario exterior (Arena Stage) que en años anteriores se utilizaba para que actuasen hasta cinco bandas por día y que era de libre acceso para aquellos que acudían entrada. Por lo tanto este año se acabó el ver conciertos gratis, pero los asistentes con ticket se vieron favorecidos de un mayor dinamismo y una mayor comodidad. El invento funcionó porque este año, milagrosamente, la meteorología fue más bien veraniega. Si hubiese llovido, como es costumbre, otro gallo cantaría. Decir en último lugar que este escenario exterior fue también el elegido para las cuatro actuaciones de la jornada de apertura que amenizaron la estancia a los primeros campistas el jueves 27 de Abril. Poco puedo decir de lo que ofrecieron las bandas portuguesas PRAYERS OF SANITY, PLEDGE, HUNTED SCRIPTUM y NAGASAKI SUNRISE, porque la presencia de nuestro medio en Barroselas se extendió de viernes a domingo. Como decía el sabio, para ir al Cielo nunca hay ganas pero para ir al Infierno tampoco hay prisa.
Otro de los cambios significativos fue la sustitución de la moneda del festival, los populares steelers (que han pasado a ser material de coleccionista) para utilizar el sistema cashless que ya estamos viendo en muchos festivales. Esto ocasionó algunas retenciones a la hora de adquirir las consumiciones al tener que cargar la pulsera, algún que otro pequeño problema técnico, etc,…pero en general todo el mundo acabó adaptándose. ¡La birra es lo primero!
Thrash Metal: el regreso del género amado
Géneros como el Thrash Metal y el Heavy Metal (casi siempre en su variante speed metal) no son precisamente los que más protagonismo tienen en el cartel de cada edición del SWR BARROSELAS METALFEST, mucho más centrado en el death metal y el black metal. Y aunque siempre hay alguna referencia importante, este año sí que hubo una mayor oferta para la hinchada thrasher (no tanto para la heavy) y lo que es más importante, fueron algunos de los conciertos más destacados de este año. Esto ya lo notamos en la jornada del viernes que arrancó con los alemanes NUCLEAR WARFARE, un trío que nos despachó una variante del genero propio de la escuela teutona y que no solo nos hicieron pasar un rato muy divertido si no que ellos también disfrutaron encima del escenario, entusiasmados por tocar en un lugar tan emblemático para el metal extremo como es Barroselas. Esa actitud se contagió muy rápido entre unos asistentes que empezaron a darse golpazos desde primera hora al ritmo de temas extraídos de discos como “God of agression” o “Lobotomy”.
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La apuesta de los alemanes la subirían todavía un poco más y en la misma jornada los griegos AMKEN que si bien empezaron algo timoratos, hacia el tercer tema ya tenían allí a un buen nutrido de metalheads haciendo de las suyas. Sonido más enconado hacia la escuela de la Bay Area, de riffs contagiosos y rompe-cervicales. En Grecia están surgiendo propuestas interesantes dentro del género Thrash Metal y estos AMKEN apuntan alto. La formación, solvente y seria en todo momento, nos presentó algunos temas de su nuevo redondo, “Passive agression” (“I am the man” o “Dead man´s land”), pero también encontraron hueco para despachar munición de unos inicios más crossover (“Soul´s crypt”, “The Li(f)e we lead” y “Shattered sanity”) del “Theater of the absurd”.
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El broche thrasher de la noche del viernes corrió a cargo de los catalanes CRISIX que además desempeñaron el papel otorgado de banda destacada del cartel. Los de Igualada se encuentran en el mejor momento de su carrera y en Portugal se les esperaba con cierta ansiedad. Desde el arranque con “W.N.M United” y “Macarena mosh” del más reciente “Ultra HD”, la carpa se volvió loca con incesantes circle pits que dieron muestra de cuan locos están algunos paisanos que no tienen miedo a salir trasquilados de una de esas incursiones que hacen al frente de batalla. Tanto encima como debajo del escenario se vivían escenas de mosh virulento que aumentó toda vez empezaron a caer temas ya clásicos del thrash metal patrio como “Brutal gadget” o “Get out of my head”. El medley en el que despacharon breves extractos de temas de METALLICA, PANTERA y ANTHRAX encendió la mecha para un final de infarto donde destacaron piezas imprescindibles de la discografía de la banda como “Ultra thrash” y “Bring ´em to the pit”. Gran show de CRISIX y buen feedback entre banda y público en esta borrachera del mejor Thrash Metal que se factura en la península.
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Si bien el sábado y el domingo la cuota thrasher disminuyó ostensiblemente, cabe destacar los shows de SADISTIC INTENT e INSANITY ALERT. Los primeros actuaron el sábado como uno de los platos fuertes, una de esas formaciones que a los organizadores del BARROSELAS siempre gusta de traer porque reflejan a la perfección la idiosincrasia del festival, muy casado con aquellas bandas de culto que no tienen muchas intenciones de abandonar el subterráneo del metal así posean una calidad técnica superlativa. Si tenemos que ser fieles a la verdad, SADISTIC INTENT son una formación que tendríamos que englobar más en el death que el thrash aunque ese rollo a lo POSSESSED (tres de los integrantes formaron parte de la mítica banda americana durante algún tiempo) me hace meterlos en esta parte dedicada al género mosher por excelencia.
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El show de los californianos fue intenso y apabullante, una ejecución con una sangre fría a prueba de atracos. La batalla que se montó entre el público fue de alta intensidad. Algunos teníamos un ojo en el concierto y otro en sacar el paraguas anti-sopapos. Por allí cayeron las infaltables “Numbered with the dead” o “Condemny in misery” entre muchas otras pertenecientes a una discografía gobernada por Ep´s y splits donde no figura ningún larga duración desde 1988. Hay que tenerlos bien puestos y ser muy buenos para congregar multitudes con esta premisa.
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Una de las grandes sorpresas de este año fue la actuación de los austríacos INSANITY ALERT, con un Kevin Stout a las voces que se ganó el premio a personaje de la edición. Esta banda de crossover thrash metal ofreció un show muy intenso donde thrash y actitud punk se dieron de la mano. Excelentemente llevado por su vocalista y por unos motivados músicos, este concierto nos recordó mucho al desfase que suelen armar bandas de este rollo como MUNICIPAL WASTE o IRON REAGAN.
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Que ya anduviéramos un tanto cansados a esas horas del domingo, no fue ápice para seguir el rollo del cuarteto centro-europeo. Píldoras de apenas minuto y medio dónde el vocalista nos incitó a cantar cada uno de los estribillos, auténticas proclamas de la old school thrash metal en la mayor parte de los casos. Brillante fue el momento en el que adaptaron el famoso “Run to the hills” de IRON MAIDEN al modo thrash metal bajo el título “Run to the pit”.
Death Metal: el triunfo de la vertiente más técnica
El género death metal es uno de los que más cabida tiene en cada edición de Barroselas y si algo se viene notando en los últimos años es que al público le atrae aquellas bandas que llevan el apéndice technical en la etiqueta. Este año hubo grandes propuestas que dejaron más que satisfechos a los demandantes de estas corrientes.
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Los italianos HIDEOUS DIVINITY, que congregaron a un numeroso público en la primeras horas del viernes, dieron cuenta de que su crecimiento no es casualidad y que discos como “Adveniens” o “Simulacrum” no son flor de un día. Se les ve capacitados, enérgicos y tremendamente técnicos aunque hay que estar muy metido de lleno en esta corriente que ABORTED o CATTLE DECAPITATION han llevado a la primera división del metal para asimilar tantas notas por minuto.
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En el mismo sentido aunque un poco más crudos tuvimos a los portugueses BLEEDING DISPLAY que el sábado se chulearon ante su parroquia tocando en el escenario principal con un show contundente y muy visual donde la sangre fue el principal reclamo. El domingo el plato fuerte en esta corriente correría a cargo de unos GOROD que juegan en una liga mayor, la que diferencia a las bandas técnicas de las virtuosas. Defendieron el último disco “The orb” ante un público absorto y entusiasmado por ver delante suyo a una de las principales referencias mundiales del death técnico.
El death metal en su versión más ofuscada, tradicional y salvaje tuvo un mayor protagonismo en el Arena Stage, un escenario más acorde por sus pequeñas dimensiones, a este tipo de propuestas. Así, pudimos ver buenos shows, más opresivos en cuanto a su despliegue que los anteriormente mencionados como pudieron ser los de SUFFERING HOUR, GRAVEYARD o el de unos GALLOWS RITES que el viernes sustituyeron a NECROBODE que se cayeron a pocas horas del inicio del evento. Bandas que tienen un pie en el death y otro en el black y que no suelen defraudar a los amantes de la ambientación más clásica del metal extremo.
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Pero si tengo que destacar un show de death metal, que podamos englobar también en un rollo más crudo, este sería el de los americanos MORTIFERUM que tocaron en el escenario grande y que dieron una lección magistral del death metal varado en las pantanosa ciénaga del doom metal. Nos llevaron a su particular universo de pesadilla dónde pareciera que rindieran tributo a los temas más lentos de MORBID ANGEL O IMMOLATION. Comparaciones a parte esta es una banda que además de ejecutar su música con una precisión perfecta, sabe recrear unas atmósferas profundas y opresivas que le otorga una identidad reconocible. Esta variante del death metal es por norma general un poco defenestrada por su difícil asimilación, acotada a un público más underground, pero en BARROSELAS siempre encuentra el apoyo de cientos de incondicionales con sed de sonidos turbios y malévolos.
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Black Metal: la niña bonita jugando al escondite
Otro de los géneros especiales que ha hecho que SWR BARROSELAS METALFEST sea cada año motivo de peregrinaje para los amantes de los sonidos extremos es el black metal. La nutrida cosecha de otros años se vio algo reducida en la presente edición, con algunas bandas a medio camino entre el black y el death y muy pocas de las denominadas pura-sangre del género. Entre estas últimas habría que destacar el concierto de PROFANATICA, otra de esas bandas de culto cuya presencia fue motivo de celebración. Los americanos llevan muchos años sentados en el trono del underground blacker americano dónde destaca el protagonismo de su batería Paul Ledney que también es el vocalista dando al show un toque muy especial. En lo personal me dejaron algo frío. Quizás se habría agradecido que Ledeney ocupase un lugar más adelantado en el escenario al ser el principal foco de atención. Otro de los conciertos que congregó a la multitud con ganas de ofuscación y abstracción obscura fueron los finlandeses HORNA que dieron un concierto mucho más dinámico y fiero con todas las premisas propias del black metal nórdico: buena performance, buenos maquillajes y mucha zapatilla.
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Grindcore: la batalla campal anual
Las propuestas enconadas hacia el grindcore, desde la versión más caustica hasta la más festiva fueron, junto las del thrash metal, las que provocaron los mayores cirios de esta edición, aunque con el perfil del personal presente no era algo que supusiera una gran sorpresa. Los americanos PIG DESTROYER, toda una leyenda del género grindcore, dejaron secuelas físicas para el resto del fin de semana en aquellos asistentes que decidieron entrar al trapo de la desfasada propuesta de esta gente.
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Ofrecieron un concierto en el que tocaron gran parte de su disco emblema y clásico del género “Prowler in the yard” y el personal se volvió literalmente majara a la que iban cayendo uno tras otro hachazos de este disco. Pausas entre tema y tema bastante prolongadas propiciaron cierto descanso tanto a los que participaban activamente en el pit como los que veían el concierto con más mesura y sobre todo para a unos fotógrafos que no tuvimos fácil la tarea de retratar el concierto debido a las continúas avalanchas de miuras desbocados que impactaban en zonas perimetrales. La batalla contra una horda de zombies desbocados estaba perdida de antemano. Vaya berenjenal. En la misma onda descargaron también en el Abyss Stage los finlandeses ROTTEN SOUND como broche final del festival presentando el recién estrenado “Apocalypse”.
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Por otro lado, en el Arena Stage destacaron las descargas de los españoles HIMURA y especialmente la de los locales BAS ROTTEN, una formación a medio camino entre el hardcore más bruto y el grindcore en el que se subieron una buena muestra de vocalistas de otras formaciones, entre los que reconocí al de NAGASAKI SUNRISE, que hizo del concierto una auténtica fiesta de la adrenalina.
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Mención especial merecen los checos GUTALAX que ofrecieron su particular versión escatológica del grindcore/goregrind. Fiesta. Como cabía esperar, mucha gente se disfrazó para la ocasión, muchos trajes de baño y papel higiénico que voló incesante sobre nuestras cabezas. El escenario fue invadido bastantes veces y los responsables de seguridad hubieron de poner orden dentro de un caos que se prolongó cincuenta minutos. Sonido muy contundente el de esta formación cada vez más conocida gracias en parte a sus chirriantes videoclips o a algunas actuaciones en directo que cuentan con millones de visitas. No faltaron ninguno de los hits de la banda: “Robocock”, “Assmeralda”,”Shitbusters” o “Toy toy story”.
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La extraña levedad de lo extremo: un oasis de paz
Encontrarse en Barroselas con bandas algo más extravagantes ha dejado de ser una sorpresa pero no es la norma ni mucho menos. Este año la organización apostó nuevamente por una banda que ya había causado una grata impresión en 2019 como es IMPERIAL TRIUMPHANT que en esta ocasión tocaron en el escenario principal. El crecimiento de los neoyorquinos ha sido espectacular en los últimos años y sus discos son verdaderas reliquias dentro de lo que podemos considerar avantgarde metal. Esa mistura entre el metal y el jazz puede resultar un poco indigesta pero la verdad es que congregaron a un numeroso público ávido de presenciar la curiosa performance de estos enmascarados. Actuación de altos vuelos, intrigante en todo momento y de sobresaliente factura técnica, sobre todo las del bajista Steve Blanco y la del batería Kenny Grohowski (ojo a “Metrovertigo”). Claro protagonismo para su último disco y uno de los más destacados dentro del metal del pasado año “Spirit of ectasy”. Hubo champagne para los de las primeras filas y lluvia de confeti dorado. Si hubiesen proyectado los impresionantes videoclips de “Tower of glory, city of shame” o “Maximalist scream” habría sido muy épico.
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En un escalafón sin tanta expectación pero que también resultaron ser propuestas más frescas y atrevidas tuvimos a los portugueses KRYPTO con su metal alternativo más propio de otros certámenes con más pompa.
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La excentricidad del vocalista y un ritmo muy groovy nos mantuvo atentos en todo momento a este concierto. Tampoco podemos dejar de nombrar a MASTER BOOT RECORD que tuvieron el honor de finalizar el festival a altas horas del domingo con ese rollo entre industrial y guitarra virtuosa ni tampoco a los nacionales ADRIFT con su consabida contundencia en terrenos sludge metal. Quizás una de las decepciones de este año llegó con el funeral doom de los ingleses ESOTERIC. Reconozco que sus trabajos en estudio me habían estimulado bastante por su arriesgada propuesta pero el concierto se hizo bastante pesado y aburrido, la verdad.
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Thomas Gabriel Fischer: el triunfo de la muerte
El concierto clásico de esta edición llegó de la mano de TRIUMPH OF DEATH, una de las propuestas con las que está girando Tom G. Warrior que regresaba a BARROSELAS tras su actuación en 2010 con TRIPTYKON. En esta ocasión tributando el legado de HELLHAMMER (banda anterior a la fundación de CELTIC FROST) y eso son palabras sagradas.
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Con una formación totalmente engrasada y solvente en la que se hace acompañar de la bajista Mia Wallace (también de ABBATH), el guitarrista André Mathieu y el baterís Alessandro Comerio, el veterano e icónico personaje de la escena extrema Tom G Warrior se plantó encima del escenario principal de Barroselas para ofrecernos una borrachera de nostalgia. Los músicos le pegaron un sonoro repaso a los pocos trabajos editados por HELLHAMMER donde la contundencia y un sonido perfectamente ecualizado destacaron sobremanera. De hecho la pulcritud sónica chocó un poco con la suciedad primigenia de aquellos trabajos precursores en gran medida de todo el metal extremo posterior y que podríamos poner en un nivel similar al de los primeros trabajos de VENOM. El personal se lo pasó en grande haciendo corrillos y mosheando al contundente ritmo de los “Massacra”, “Blood insanity”, “Revelations of doom” o “Triumph of death”. El concierto estuvo en todo momento dominado por luces tenues por lo que en muchos momentos veíamos sombras encima de las tablas algo que de cara a crear ambiente siempre es efectivo pero que resta eficacia para quienes prefieren ver el concierto algo más lejos del meollo.
Han sido cuatro días muy intensos (tres en el caso de Rafabasa.com) en el que relatar los hechos concierto a concierto como se ve es un poco difícil, por no decir que es algo imposible querer abarcar la integridad de todos ellos. Como siempre, además del excelente nivel de las bandas contratadas, lo mejor ha sido el ambiente que se ha vivido en el pequeño pueblo de Barroselas en el que ningún incidente hay que relatar y en el que la mayoría de la gente participó activamente. Son veintitrés años ya de uno de los más grandes certámenes europeos que dan cabida al metal extremo; es en estos festivales donde uno adquiere conciencia de cuan contaminados estamos por propuestas más comerciales adecuadas a un público mayoritario y de cómo el underground y especialmente las corrientes de metal extremo, son las verdaderas placas tectónicas que desde el ostracismo hacen mover el Metal en su conjunto.
Texto y fotos: Ángel Silva
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
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