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Viernes 31 de Marzo de 2023 – Sala La Riviera – Madrid
Menos de un año ha pasado desde que Steve Vai nos dejase a todos fascinados en el Botánico de Madrid, ofreciendo el que para servidor fue uno de los mejores recitales dedicados a la guitarra del año, y por qué no decirlo…de su vida. Un contexto único, un Vai inspiradísimo (como siempre) y un inmenso disco como Inviolate bajo el brazo, fueron algunos de los factores que hicieron que los astros se alineasen para que aquella noche fuese perfecta e inolvidable para los que tuvimos el privilegio de vivirla.
Con ese muestreo previo y con la sensación de caminar hacia otra noche memorable, nos acercamos a La Riviera, encontrando una cola que doblaba la esquina, pero que luego se quedaría ahí…porque realmente no se llenó la sala, e incluso podría decir que había buen espacio entre fila y fila de personas, por el que casi podías pasear libremente, lo que me hace pensar que muchos de los que asistieron a su concierto del pasado año, no lo hicieron a este.
Puntualmente se apagaban las luces y sonaba el saludo de Steve a la audiencia, que casualmente fue el mismo que en el anterior tramo de la gira, simulando un "buenas noches" con su guitarra. Cosas que solo maestros como Vai pueden hacer con semejante clase, y que no generen un efecto de superioridad desmedida, ni sensación de hortera. Al contrario…es tal el cariño, pasión y simpatía con la que sale ante su público, que se contagia rápidamente, especialmente para todos aquellos que saben valorar su compleja, pero a la vez sencilla forma de entender la música.
Tras unas tiradas impresionantes de palanca, "Avalanche" daba la bienvenida al set, sonando de auténtico lujo, aunque quizás con menos nitidez que en el Botánico…un sonido más grueso, más pesado, que no resaltaba tanto los matices de la banda, aunque oye…sonidazo de todos modos, cargado de feeling y poderoso a rabiar. Diferente, pero de una calidad incontestable. Esa Ibanez con luces azules en los trastes, con cuerpo simulando un espejo, sería testigo de interpretaciones de auténtica locura, acompañadas por una súper banda que nunca defrauda. Llevar a tu lado de gira a Jeremy Colson a la batería, el eterno Philip Bynoe al bajo (mano derecha de Steve desde hace muchísimos años) y contar con nuevos talentos como el del multininstrumentista Dante Frisello, son sinónimo de espectáculo desmedido, virtuosismo, a la par que vistosidad.
Buena imagen como banda que se vio acompañada en todo momento por un elegante juego de luces y una pantalla trasera mostrando videos de muy alta resolución, como ya vimos en 2022. Tan pronto había una variante luminosa y modificada del logo del propio Vai girando, como evocadores paisajes, imágenes que iban al ritmo de la música o cualquier cosa que sumase enteros a las perfectas interpetaciones de la banda.
Ya asentado público y banda, empezaron a derrochar talento durante las siguientes dos horas y diez minutos. "Giant Balls of Gold" nos recordó, especialmente por la tonalidad verde de la camisa de Steve, a aquella majestuosa interpretación del Live at the Astoria, y también la del Alive in Ultra World. Riff pesado, embriagador, hilo conductor de una y mil maravillas en la guitarra de Steve. Impresionante como los temas nuevos son casi del mismo peso que los clásicos en su repertorio, como la casi hipnótica "Little Pretty", en la que brilla la potencia de los golpes de Colson, así como una textura diferente en el tema por la utilización de una guitarra Gretsch Archtop preciosa, que además, ya usó para grabar el tema en estudio, como el propio Steve me confirmaba durante la promoción de Inviolate. Caía el primero de los súper clásicos con "Tender Surrender" del fenomenal Alien Love Secrets…esa sucesión de notas tocadas con los dedos, de sonido limpio, son crema pastelera, y durante el tema, el sonido redondo, bonito y cristalino es una constante. Una locura para cualquiera que se detenga a escuchar matices y detalles.
Durante "Lights Are On" de su más reciente Modern Primitive nos hizo gozar del Vai más versátil, enlazando con "Incantation", momento en el que pudimos comprobar el buen rollo musical y personal entre Steve y Philip, que se marcaron un duelo guitarrero de élite, incorporando además colaboraciones de los técnicos de cada uno de ellos… gente como Douglas McArthur (técnico de Vai) o Nicholas Scout (técnico de Dante), y Dani G. (Técnico de Monitores) imprimieron una profundidad y buenas vibraciones bestiales a ese tramo del show, que fue la confirmación del gran respeto que Steve siente por su crew. Gesto maravilloso y emocionante por parte del americano.
Como en el grandísimo concierto del pasado año, Bynoe se marcó un entretenido y dinámico solo de bajo, con su caracterización en la pantalla, algo que fueron haciendo poco a poco el resto de músicos. Una vez más, Steve no quiere ser protagonista, y su elegancia, así como su saber estar, está por encima de egos, técnica o tiranteces…todo un ejemplo a seguir.
Volvemos al colosal Inviolate en "Candle Power", en la que los dedos de Steve fueron protagonistas, sin púa, mientras que durante el solo de Dante, guitarra roja como hacha, el sonido no fue todo lo cristalino que debiese, escuchándose chasquidos de fondo y con un tono mucho menos agradable al oído que el sonido redondísimo de la Ibanez de Steve. No obstante gozó de su momento de gloria y demostró no estar al lado del "master" por casualidad. A partir de este momento, el show ya fue demencial, empezando el camino a la locura con la impresionante "Building the Church", tema que abre Real Illusions, y que lleva siendo un constante de mis playlist del artista desde hace bastantes años. Una delicatessen solo digna del propio guitarrista.
"Greenish Blues", una de las favoritas de Vai de su nuevo álbum, cayó justo antes de "la canción de canciones", o al menos, para mí. "Bad Horsie" sigue teniendo esa impronta, poder…ese riff monstruoso acompañado del Vai más marciano que te puedas imaginar, que a cada nota, cada movimiento y cada segundo de tema, nos hace volar y seguir pensando después de todos estos años…¿cómo lo ha hecho?. Un mago de las seis cuerdas que en Madrid no recortó en recursos.
A pesar de que a muchos les pueda parecer tedioso un concierto dedicado únicamente al instrumento, la banda de Mr.Steve (y nombro a la banda porque son únicos en su especie) hacen que cada segundo de show sea especial, pero cuando el maestro nos deja momentos como el de la preciosa "I’m Becoming", el mundo se para…¡qué manera de transmitir!. Incluso cuando hace uso de "disonancias", el resultado es maravilloso. Nos acercábamos a las dos horas con "Whispering a Prayer", dejando uno de los grandes momentos "chill" de la noche. Cierras los ojos, te dejas llevar, y por un momento, todo se vuelve paz…tranquilidad, sosiego. Notas que se alargan, sonoridades que parece increíble salgan de una guitarra, y el saber quién está detrás de todas ellas, es realmente embriagador…una experiencia única. Para "Dyin’ Day" del excelso Fire Garden, Dante se colgó la acústica, y es que le vimos también tras el teclado…un buen as el que se ha sacado de la manga Steve con este chico, que esperemos se mantenga a su lado hasta el final de su carrera.
Llegó, como no, momento del gan Colson a la batería, que dio descanso al resto justo antes de que pudiésemos disfrutar del momento que todos esperamos en el Botánico, que nunca llegó, es decir, la interpretación de "Teeth of the Hydra" con Hydra entre las manos de Vai . Un instrumento de 3 mástiles diseñado exclusivamente para Steve por Hoshino, que sacó a paseo por el escenario para hacer una increíble interpretación del tema con el mismo fondo que se usó para el clip, dejándonos atónitos ante una pieza que reprodujo al milímetro con semejante mastodonte que muchos no sabríamos ni enchufar, ni encender. Impresionante es poco.
La recta final se compuso de la sensacional "Zeus in Chains" del Inviolate, en la que Steve nos sorprendió a todos con una Ibanez compuesta de micro-espejos, que le quedaba como un guante, mientras que el hombre de la gorra, momentos después, empezaba a tocar "Liberty" del Passion & Warfare, uno de los álbumes más influyentes y nombrados entre los mejores guitarristas de nuestro tiempo.
Un clásico atemporal que dejó su elixir en La Riviera de la mejor de las maneras, mientras que para "For the Love of God" volvió a salir a interpretar el estribillo a modo tenor, con especial presentación del propio Steve, el español Dani G. (ex- DARKSUN, LAST DAYS OF EDEN y técnico de monitores). Orgullosos de que un titán como Vai elija a uno de los nuestros para sus giras, y mucho más, para hacer acompañamientos en vivo, marcando el final la Suite dedicada a Fire Garden "Fire Garden Suite I – Bull Whip" , ante una audiencia que no quitó ojo del escenario durante cada segundo de las dos horas y veinte minutos que duró el concierto. Y eso, tratándose de música instrumental, solo lo puede hace Steve Vai y algunos privilegiados más.
Dos veces en un año, diferente contexto (¿con cual te quedas?) set parecido, mismos gestos, similares proyecciones e igual de emocionante…¿por qué?. Porque cuando eres profesional, respetas a tu público y te ganas el respeto, el resto viene rodado. Otro concierto memorable de mano del señor Vai y su banda. Y si decide volver dentro de cinco o seis meses…ahí estaré otra vez, disfrutando de todas sus virtudes y bondades.
Texto: José Rojo
Fotos: Manu Arcas
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Gran concierto, con gran sonido, por lo menos de mi situación se distinguían perfectamente todos los instrumentos y eso en La Riviera algunas veces no pasa.
Atención: las fotos no son de Madrid, son las de Bilbao, no es que vayan a variar mucho, pero acreditáis a otro fotógrafo o sea que en teoría las tenéis y es un error supongo
Gran concierto como era de esperar,precio de la entrada asequible,comunicación fluida con el publico y por supuesto profesionalidad y genialidad en el escenario.Para mi gusto toco demasiados temas del nuevo album que podia haber cambiado por otros de discos anteriores,
pero en general un Vai sobresaliente,acompañado de una banda de gran nivel (es especial Colson que es una martillo pilón) que respeta al respetable y que deja en evidencia a otros
como el señor Lawless que estafa a sus seguidores….
Quizas si sorprenda que no hiciese sold out pero bueno entiendo que su musica en general
es dificil de digerir pero solo ver interpretar Teeth of the hydra con semejante herramienta es
suficiente para pagar la entrada.9/10