+ DARK FUNERAL + INGESTED + STORMRULER
Viernes 17 de Marzo de 2023 – Sala Razzmatazz – Barcelona
Ni a principios de los 90, en plena época dorada del death metal, nos hubiéramos imaginado que una banda tan brutal como CANNIBAL CORPSE hubiesen podido llenar la sala más mítica de Barcelona. Han tenido que pasar décadas para que esto se hiciese realidad. ¿Por qué justo ahora? Cierto es que tras la pandemia todos andábamos ansiosos de conciertos y ha sido de agrado ver que tanta saturación e incluso solapes no se han traducido en una menor audiencia. Pero sobre todo, y eso volvimos a contemplar esta noche, después de la obligada recesión ha surgido una abundante nueva generación de público joven aficionada al metal extremo que empieza a asistir a los conciertos y que augura una prometedora y necesaria revitalización de la escena.
El cartel quedaba repartido a partes iguales entre el death y el black metal, con las propuestas consagradas de CANNIBAL CORPSE y DARK FUNERAL , y las más modernas de INGESTED y STORMRULER.
Los americanos STORMRULER dieron el pistoletazo de salida con su black metal melódico que bebe de evidentes influencias nórdicas como DISSECTION. Pese a ser unos desconocidos en nuestras tierras, causaron una buena impresión gracias a la convicción de su cantante-guitarrista Jason Asberry y a la actitud imparable de su bajista Derek Engemann, que ha militado en bandas como Scour o Philip H. Anselmo & The Illegals. Temas largos con multitud de pasajes con riffs épicos y crudos blast beasts donde también merece una especial mención la labor del batería Jesse Schobel, quien junto Jason forman el duo compositor de la banda. Canciones como “Reign Of The Winged Duke blast”, “Sacred Rites & Black Magick” o “Internal Fulmination Of The Grand Decievers” sirvieron para acaparar la atención de una gran parte del público.
Aunque empezaron siendo una banda de death metal, INGESTED han ido cada vez derivando su estilo hacia el deathcore o más concretamente al slam, convirtiéndose en uno de los grupos más representativos del estilo a nivel europeo. Brutalidad sin florituras. Desde las iniciales “Rebirth” se metieron al público más joven de la sala en el bolsillo y a partir de ahí los circle pits fueron relevándose sin piedad.
En gran parte, gracias al carismático cantante Jay Evans, que no paró de animar e incitar al público en todo momento, sin olvidarnos del brutal Jay Evans, soberbio en cortes como “No Half measures”. Los de Manchester pusieron Razzmatazz de patas arriba: el wall of death que predeció a “Shadows in Time” fue de los grandes, el público botando en “Invididous” y el colofón con los riffs machacones de “Echoes of Hate” fueron algunos de los puntos álgidos de su actuación.
Hay muchas bandas en las que la imagen supone un punto imprescindible y diferencial, como es el caso de DARK FUNERAL . A veces, para suplir otras carencias. Si bien es cierto que el último trabajo de los suecos ha causado bastante decepción entre los seguidores del black metal y que en anteriores visitas han realizado conciertos bastante tediosos, esta vez Lord Ahriman y sus secuaces firmaron una más que notable actuación.
Tras los amplios telones central y laterales que adornaban el escenario fueron apareciendo los miembros de la banda con pose seria y con una despiadada soberbia se sacaron de la manga una “Hail Murder” que sonó deliciosamente infernal.
Curiosamente, y para asombro de muchos, los temas clásicos se esgrimieron en la primera parte de su actuación, como “The Secrets of the Black Arts” o “My Funeral” para posteriormente centrarse en su repertorio más actual. Heljarmadr volvió a convencer y se mostró muy versátil y efectivo sobre el escenario sin dejar de lado la provocación, empuñando un cristo invertido antes de “Nail Them to the Cross”.
El guitarrista Chaq Mol y el bajista Adra-Melek fueron los perfectos escuderos del incombustible y alma mater de la banda, Lord Ahriman. Con “Unchain My Soul” bajaron un poco de revoluciones, Jalomaah se permitió un breve solo antes de hacer retumbar los parches en el inicio de “Let the Devil In”, mientras que, hoy sí, cobró más sentido ondear la bandera de la victoria final con “Where Shadows Forever Reign”.
CANNIBAL CORPSE son los capos del brutal death metal. Posiblemente sea la banda que más veces he visto en directo, concretamente desde 1994 todavía con Chris Barnes en sus filas. Con 35 años de profesionalidad y constancia a la espalda, que se dice rápido, son toda una leyenda.
Habituados anteriormente a verlos cada par de años girando por nuestras tierras y el viejo continente, había muchas ganas de que nos visitasen de nuevo. Puntuales, salieron a comerse Razzmatazz. No había empezado el primer tema y ya teníamos a George ‘Corpsegrinder’ Fisher calentando su mastodóntico cuello, enfundado en una camiseta de The Black Dahlia Murder que homenajeaba al tristemente desaparecido Trevor Strnad.
El punto de salida fue de órdago, con “Scourge of Iron” y “The Time to Kill Is Now” como vaticinio de lo que se nos venía encima. “Inhumane Harvest” fue la primera mención al excepcional último trabajo de la banda. Por fin pudimos ver de nuevo a Erik Rutan en escena y es que la incorporación del guitarrista y productor ha supuesto un repunte para la banda.
Tras la sanguinaria “Code of the Slashers” pudimos deleitarnos con un ‘Corpsegrinder’ que afablemente recogía un peluche de regalo entre el público para seguidamente dedicar a todas las mujeres de la sala “Fucked With a Knife”. Y es que la censura y la polémica son parte de la historia de CANNIBAL CORPSE, y las vísceras y el gore el plato de cada día.
El setlist fue todo un repaso a la trayectoria de la banda y en todo momento se fueron alternando temas de todos sus discos. “Gutted” y “I Cum Blood” saciaron a los fans más veteranos. Alex Webster se mostró comedido pero certero destripando cada cuerda de su bajo y demostrando que es parte fundamental del sonido de los americanos. Paul Mazurkiewicz cumplió sin más a la batería, tal como nos tiene acostumbrados, mientras que Rob Barrett fue el más soso y ausente.
Por momentos, Erik Rutan parecía hacerle competencia a ‘Corpsegrinder’ a la hora de agitar su melena pero cuando estás frente al hombre-cuello eso es una batalla perdida desde el minuto cero. “Condemnation Contagion” y “Necrogenic Resurrection” son dos nuevos temazos que en directo recibieron las mismas ovaciones que el material clásico. “Devoured By Vermin” fue una burrada, seguida de los ritmos más thrashers de “A Skull Full of Maggots” que dio paso a unos bises de lujo: “Stripped, Raped and Strangled” y, como no, la inevitable “Hammer Smashed Face” que supuso el mazazo definitivo a nuestro cráneo.
Sí, CANNIBAL CORPSE son los putos amos. Lo volvieron a demostrar en Barcelona ante 1.300 personas. Y lo mejor de todo es que todavía siguen estando en un estado de gracia imperecedero.
Texto y fotos: Carlos Oliver (@carlosoliverphotography)
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Los putos reyes del death por derecho propio, grandes cannibal.