AS LIGHT DIES – The Laniakea Architecture – Volume II
Discográfica: Darkwoods
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Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que supimos de AS LIGHT DIES, pero ese abismo se siente aún mayor si miramos dentro y contemplamos todo lo que ha ocurrido entretanto. Seré muy sincero; no esperaba volver a disfrutar de un nuevo trabajo de la que para mí siempre será una de las mejores y más extravagantes bandas de metal extremo que ha visto nuestro país, y todavía hoy, de manera más o menos incomprensible, uno de sus secretos mejor guardados. No se nos escapa que la banda va camino de los 25 años de trayectoria, y como es lógico, las obligaciones y prioridades no son las mismas a los veinte que a los cuarenta; por eso quizás nos alegra tantísimo que la banda haya logrado salir una vez más del letargo discográfico ocho años después de “Gea” (2015), su último EP, y nueve desde “The Love Album – Volume I” (2014) -que de alguna manera necesitaba continuación-, recomponiendo su formación y consiguiendo ampliar su maravilloso catálogo una vez más. Quienes hemos seguido su trayectoria a lo largo de los años poco nos sorprendemos, sin embargo. AS LIGHT DIES es una banda perfeccionista hasta el extremo, y la banda liderada por Óscar Martín (NHT) no tiene ni ha tenido nunca la necesidad de plazos o fechas; y el momento es ahora. “The Laniakea Architecture – Volume II” ya está aquí de la mano de Darkwoods, y es lo que la mayoría esperábamos: lo inesperado y lo inseparable. Un trabajo con muchísimas novedades, sesudo, muy meticuloso, que comparte iniciales de una manera intencionada con su predecesor y en el que la banda le pone banda sonora a Laniakea, el inabarcable supercúmulo de galaxias al que pertenece nuestro maltrecho planeta, dentro de Vía Láctea.
Diferencias hay muchas en esta nueva etapa, casi podría decirse que demasiadas con respecto a un “TLA1” con el que el nexo es, creo, más bien algo figurativo, y casi todo son puntos a favor de un nuevo LP que ahonda en el universo ‘avantgarde’ de esta inclasificable banda que, incapaz de establecerse según las “reglas” de los estilos que vertebran el metal extremo, ha vuelto a entretejer un álbum estructuralmente muy complejo, pero que se disfruta en la misma medida en sus pasajes más extremos, donde hacen gala de un ‘black metal’ épico y técnico a partes iguales, como en los paisajes de inspiración más clásica enormemente evocadores de los que el disco hace gala, principalmente en sus interludios, pero también engrosando las innumerables capas de arreglos que componen cada tema de este disco, y que constantemente rozan la perfección. AS LIGHT DIES son desde sus inicios una formación de profunda raigambre académico-musical, y esa impronta sigue estando -quizás más que nunca- en sus nuevos temas.
En esta ocasión puede decirse que la banda ha trabajado un poco menos como banda, por así decirlo, y de una manera más centralizada en NHT, a quien corresponde la composición del grueso del material, y en cuyos Kadath Sound Studios se han grabado guitarras, voces y sintetizadores. También el alma del disco, la inspiración y la motivación; a la memoria de su padre, que nos dejó hace algo más de un año, y cuyo recuerdo ha dado vida a temas poderosamente emocionales, muy viscerales, que en ningún momento caen en la presuntuosidad ni nos desconectan del que seguramente es su disco más inversivo (creo que con diferencia) hasta la fecha, algo muy destacable siempre que hablamos de música progresiva. Además, los violines de Jesús Villalba siguen siendo el elemento más primigenio en la música de la banda, pero esta vez con un enfoque quizás más ambiental o estético digamos, menos protagonista que en sus inicios, donde casi llegaba a tener el tratamiento de una guitarra incluso. En esta ocasión, junto a otros instrumentos como ‘low whistle’ y hasta fados (Antonio C.H), la banda brilla en momentos donde un ‘folk’ oscuro e inquietante se eleva en la mezcla, algo que sucede a menudo y le da un giro experimental a sus temas absolutamente único.
Antes de profundizar un poco en lo que el disco tiene que ofrecer, que es muchísimo, sería imperdonable pasar por alto la participación por primera vez en AS LIGHT DIES de Andy C. a la batería, que ha grabado en los Cadillac Blood Studios. El trabajo que ha llevado a cabo el ex de WORMED o SARATOGA entre otros tiene un valor incalculable en la música de la banda, un impacto descomunal, y es lo mejor que he escuchado en muchísimo tiempo, llevando al grupo al siguiente nivel con un salto de calidad de proporciones olímpicas. Andy se desenvuelve con solvencia en cualquier registro, pero su desempeño en ‘blastbeats’ y pasajes extremos nos deja momentos de verdadero y puro infierno. Además, creo que la portada es un elemento también diferencial, algo siniestro y oscuro, como siniestra es la IA que la ha creado. Esto tenía que llegar y está llegando, por cierto, y dichoso el resultado.
El disco está articulado en cinco temas intercalados entre cuatro interludios, uno de ellos de más de tres minutos como es “Unveiling The Final Curtain”, que bien podría ser un tema de ‘darkwave’ en sí perfectamente. Esa disposición narrativa y una duración bastante comedida, de poco más de 45 minutos, hacen de “TLA2” un álbum tremendamente ameno, de una primera escucha accesible, sucesivas desafiantes, y sobre todo que puede disfrutarse por supuesto como un todo, como si de la banda sonora de un cuento de Lovecraft se tratase, pero también siendo desmembrado en temas de mayor o menor duración, pero que concentran una cantidad de detalles y destellos que algunos no consiguen en toda una trayectoria.
“Falling Apart” es el comienzo del disco, una pieza gigantesca y lúgubre que transmite una ira desmedida, casi irracional al principio, y algo parecido a la desazón y la melancolía después, en multitud de fases, giros y cambios, de las que el tema está plagado. Imposible enumerar los registros vocales que utiliza NHT, y la soberana amalgama de arreglos de guitarra que el tema lleva por detrás desde que empieza hasta que acaba. El tema suena a VOIVOD, a DHG, a ULVER, a ENSLAVED, a los CELTIC FROST de “Into The Pandemonium”, y qué se yo a qué más. Quizás por ponernos quisquillosos, y por rizar el rizo, echo un poco de menos una presencia más contundente de la guitarra en las partes donde el ‘riff’ puro y duro quiere ser protagonista, quedando incluso por detrás de la batería de un Andy, como decíamos con anterioridad, descomunal en todo lo que toca.
De todos los interludios que articulan el disco hay dos que destaco por encima del resto por su efecto trascendental en la deriva del mismo y su valor musical, uno ya mencionado antes al final del disco, justo antes de la pieza final, y el otro sin duda sería “Celephais”, una narración onírica y brillante que va cogiendo cuerpo entorno a una composición clásica a base de cuerda que nos transporta al universo ‘lovecraftiano’ de mismo relato, como preámbulo al primer tema en castellano que la banda nos entrega creo que desde “Ars Subtilior From Within The Cage” (2010), un tema que podría recordarnos un poco a los ARCTURUS más inspirados, con un peso de los violines mucho más preponderante, y donde ALD exploran una faceta más a medio tiempo, más tétrica todavía, e igualmente sobresaliente.
Después de “Épocas Venideras”, un interludio mucho más cortito con guitarra acústica y la voz de Cristina R. Galván, topamos con el tema que más influencias ‘folk’ tiene por la composición de sus melodías y el desarrollo del mismo, un corte de coros ambiciosos, despampanantes vocales tanto en limpio como en roto a cargo de NHT, y el tema que más podría encajar en cualquiera de los dos últimos trabajos de la banda, con desarrollos de puro ‘black metal’ épico y directo, que no deja de jugar con los cambios de tiempo y un constante ir y venir de voces y coros que son una verdadera pasada. Ya hacia el final, de los temas propiamente dichos “From The Scratch” es el tema más corto, pero para nada el más sencillo, sino más bien el que más elementos concentra en menos espacio. Nuevamente, nos topamos con una pared de guitarras agudas y al más puro estilo ‘blacker’ y ‘blastbeats’ caprichosos que van y vienen, que hacen de cama para voces esquizofrénicas y cambiantes, violines, y toda suerte de arreglos que le van dando forma a un tema inverosímil por lo camaleónico.
Después de la escalofriante “Unveiling The Final Curtain”, “To Finish” es el tema más largo del disco precisamente para finiquitarlo, y el que más se apoya en los sintetizadores como arreglo principal, con una voz femenina muy protagonista y una atmósfera que podría situarse en los páramos del ‘darkwave’/ ‘gothic” de guitarras y ‘riffs’ con marcada tendencia progresiva; un tema radicalmente distinto a lo que veníamos degustando hasta ahora, y que cierra de manera agónica y sinuosa, incluso hasta teatral, un disco que inmediatamente pide ‘repeat’, y que después de unos cuantos, todavía nos dejará superficie que arañar en su complejo tejido para llegar a disfrutarlo como bien merece.
Por algo acuñaron, ya hace mucho, el concepto de ‘eclectic mineral’ que ahora hasta a ellos parece quedarles pequeño. AS LIGHT DIES vuelven con un trabajo grandilocuente, inclasificable, libre de ataduras y experimental como ningún otro, que seguramente no llegará a oídos un espectro demasiado grande de público que les necesita y todavía no lo sabe. Para ti que has llegado hasta aquí, enhorabuena: tienes nuevo referente de la música extrema progresiva dentro del panorama nacional (e internacional). Pásalo.
Jorge del Amo Mazarío (Jorge_del_amo@rafabasa.com) – Twitter: @Jorge_del_amo
Lista de temas:
- Falling Apart
- Celephaïs
- La Ascensión
- Épocas venideras
- The Green
- Esus Agápē
- From the Scratch
- Unveiling the Final Curtain
- To Finish
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