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+ A DAY TO REMEMBER + POORSTACY + STATIC DRESS
Sábado 18 de Febrero 2023 – Palacio Vistalegre – Madrid
Menuda semana llevan algunos y algunas… Y es que por azares de la vida, en el periodo de tan sólo una semana, se han juntado en la capital las giras de varias de las bandas más notables que abanderan el sonido ‘core’ en la actualidad, un mini Resurrection Fest de época compuesto por nombres de la talla de ELECTRIC CALLBOY, BULLET FOR MY VALENTINE, BRING ME THE HORIZON, A DAY TO REMEMBER o ALL TIME LOW, todo como digo concentrado en una sola semana, lo que también ha obligado a elegir a mucha gente como viene siendo habitual en estos tiempos en los que cada vez están más saturados los calendarios como consecuencia aún de la pandemia, ya cada vez más disipada. Así, nos plantábamos en el Palacio Vistalegre el pasado sábado 18 de Febrero para disfrutar del directo de unos BRING ME THE HORIZONque llevan sobre sus espaldas la responsabilidad, junto con otros pocos, de mantener viva la llama del metal entre un espectro de edad bastante joven, a menudo inaccesible para otras bandas. Después de un aplazamiento, el llenazo absoluto y la fiesta que vivimos de la mano de la banda británica fue incontestable, también gracias a un cartel de auténtico lujo bien secundado por A DAY TO REMEMBER, POORSTACY y STATIC DRESS, bandas que aseguran un futuro más que prolífico para un sonido cada vez más en auge en nuestro país.
Nada más entrar, cuando POORSTACY llevaban apenas un par de temas, pudimos comprobar el tremendo ambiente que había desde primerísima hora a pesar de lo complicado del aparcamiento por la zona de Carabanchel. El día acompañaba, y varios miles de asistentes ya disfrutaban de la banda del jovencísimo CJM, quien con tan solo 23 añitos se está haciendo ya un hueco en la escena norteamericana y utilizan actualmente esta gira como perfecto trampolín hacia Europa.
Muy buen ambiente, con gente que no paraba de entrar tanto en los graderíos cada vez más llenos como en pista, para presenciar un directo que personalmente me dejó bastante frío tanto en su puesta en escena como incluso en lo musical, con una propuesta bastante inclasificable situada en algún lugar entre el rap con tintes ’emo’, el metal industrial o el post-punk, todo presentado de un modo bastante frío y sin demasiada cohesión. Además, comentar también que un sonido bastante pobre no ayudó a meternos en su concierto, con unas percusiones bastante mal sonorizadas y una voz muy poco audible. Una pena no haber llegado a tiempo para STATC DRESS un rato antes, aunque todo mejoraría a partir de unos A DAY TO REMEMBER para los que me atrevería a decir que había tantas ganas o más que para BMTH. No se hicieron esperar demasiado.
Antes de comentar el gran concierto que se marcaron los ADTR, no quisiera pasar por alto un detalle que podría parecer una chorrada, pero que a mí personalmente me parece muy relevante como es la publicidad que justo después de cada actuación se proyectaba en la pantalla trasera del escenario, en este caso de videojuegos de realidad aumentada. Está claro que los tiempos están cambiando en lo que a espacios publicitarios se refiere, pero aun así me sorprendió una publicidad tan directa al ‘Target’. Total, quizás tampoco sea tan distinto que la publicidad que nos ponen en el cine; lo raro es que esto no hubiera llegado antes…
Dicho lo cual, llegaban también desde Florida los ADTR encabezados por Jeremy McKinnon y se acababan los experimentos. Enorme el ambiente para recibir a una de las bandas más queridas del ‘metalcore’ en este país, que cada vez que van al Resu son de lo más recordado, y que en esta gira ‘Route to Resurrection’ no podían sino dar una lección de magnetismo y solvencia ante un palacio lleno que vibró con ellos de principio a fin. Abrieron fuego con “The Downfall Of Us All” entre luces flasheantes y un público entregadísimo botando sin parar, y de ahí hasta el final decir que su concierto se fue en un suspiro. Es verdad que el cuarteto, que este año celebra su 20 aniversario, está ya para más que para abrir para otra banda, aunque se trate de BRING ME THE HORIZON , pero lo cierto es que la ocasión era espectacular para ellos; no en vano, el propio Jeremy mencionó en un momento dado que estaban ante el concierto más multitudinario que jamás habían dado, por lo que la ocasión fue realmente especial para ellos y se notó en un vocalista que llevó a su antojo el peso de la actuación, a un nivel vocal estratosférico cantando como en sus trabajos de estudio, y un grupo enormemente conjuntado, como un bloque, que funcionó a las mil maravillas a pesar de que el sonido no fue perfecto, pero ya por las propias características del emplazamiento, con ese eco o sonido hueco tan característico que también sufriríamos con los BRING ME THE HORIZON .
Su set fue conciso y muy al grano, casi sin tiempo que perder, e incluyó grandes momentos como con “Paranoia”, donde vimos el primer gran ‘circle pit’ de la noche, o en “2nd Sucks” justo después, donde nos rompimos el cuello a golpe de ‘groove’ apareciendo el humo que tan épico queda siempre, o “I’m Made Of Wax…”, que fue un absoluto fiestón ya hacia el final de su actuación, poco antes de “If It Means A Lot To You” a dos guitarras acústicas, momento balada de la noche donde hasta el apuntador sacó la linterna del movil, para terminar con un himno como “All Signs Point To Lauderdale” como ‘grand finale’ para un concierto que iba a dejar el listón muy alto. Seguramente no se pudo dar más en menos tiempo, un concierto vibrante, entrañable por momentos, que tuvo de todo, que supo conectar con el público y que, eso sí, supo a poco. Y todavía quedaba el plato fuerte…
Después de otra tanda de anuncios, y una espera de alrededor de media hora, por fin llegaba el momento del último apagón y con él, el espectáculo de unos BMTH que comenzaban fuerte con un “Can You Feel My Heart” que sembró la locura entre una pista y grada completamente volcados, cantando a garganta rota cada estrofa, y dejando ver por primera vez un escenario absolutamente espectacular, a la altura de las circunstancias. “Happy Song” no fue menos, y levantó el primer ‘circle pit’ abajo, que después serían dos, siempre entre el griterío de los miles de fans que abarrotaban Vistalegre cada vez que en la pantalla de leds trasera se adivinaba el tema que venía a continuación, algo que resultó ser verdaderamente divertido a lo largo de la velada.
A nivel de sonido, ya hemos mencionado antes que el palacio dio todo lo que pudo dar de si, teniendo en cuenta que la cubierta se mantuvo cerrada. Con la banda británica liderada por Oli Sykes se mantuvo ese leve eco, ese sonido hueco ineludible que quienes llevamos años yendo por allí conocemos bien, y que en cualquier caso no impidió disfrutar de un concierto que en líneas generales fue muy satisfactorio, realmente entretenido a pesar de que al principio la electrónica sonaba poco, algo que se fue corrigiendo progresivamente conforme avanzaban los primeros temas. Y la gente no aflojaba. “Teardrops” volvió a desatar la locura a salto limpio entre el público, algo cercano al fenómeno fan que transmitía una emoción difícil de explicar entre un público en el que se notaban las tremendas ganas de verles, también provocadas por la larga espera. No había demasiado tiempo que perder; el quinteto no es una banda demasiado amiga de discursos ni parones, así que nuevamente la pantalla trasera nos mostraba una serie de acertijos y pistas que avisaban de la llegada de “MANTRA”, momento tras el cual si que echarían un poco el freno después del inicio arrollador.
Mención aparte de un buen apartado musical, merece la puesta en escena de la banda. Personalmente era la primera vez que les veía fuera de festival, y sinceramente tenía muchas ganas de ver cómo se las gastaban como cabezas de cartel en un espacio eminentemente suyo, y decir que superaron con creces mis expectativas. Su concierto fue un recital de luz y color, una experiencia endiabladamente inmersiva en la que tuvimos en todo momento la sensación de estar en un ‘lyric video’ y hasta en un videojuego por momentos, con las letras pasando constantemente en los momentos más clave, permitiendo a todo el mundo cantar en todos y cada uno de los temas, y metiéndonos con sus videos distópicos de lleno en los temas y por ende en el concierto de la mano de una banda volcada, que nos dio la sensación de estar viendo en varias dimensiones extra. El escenario, aparte de con la pantalla trasera, contaba con varias plataformas que tenían a su vez pequeñas pantallas que se complementaban entre sí y permitían a los músicos interactuar, si bien es cierto que cada uno se mantuvo bastante en su espacio.
Esa experiencia completamente inmersiva fue muy patente en “Dear Diary,” y “Parasite Eve”, donde la banda nos situó en un mundo apocalíptico y de pandemia, quizás no demasiado diferente de lo recientemente vivido, volviendo un gigante ‘circle pit’ a aparecer como borrasca en invierno y miles saltando como auténticos locos. “sTraNgers” fue realmente especial, uno de los temas con mejor acogida de la noche, mientras que el inicio de “Shadow Moses” fue brutal con todo el mundo cantando para volver a desatarse la locura, mientras casi sin saberlo la noche se iba apagando. Musicalmente la banda me pareció que estuvo más que correcta. Ya hemos hablado del sonido, pero en lo interpretativo, decir que la banda ofreció un directo trabajado, genialmente liderado por un magnético e idolatrado Oliver que superados sus problemas vocales de 2019, dio un concierto muy sólido y sin guardarse nada tanto en registros más rotos y exigentes como en limpio en registros más pop, donde sin duda está más cómodo (lógico). Uno de los momentos más bonitos de la noche llegó al final precisamente, justo después de una sorprendente para muchos “Kingslayer” y “DiE4u”, con una versión en acústico de “Follow You” tremendamente emotiva que vino seguida de “Drown”, para cerrar en medio del apoteosis el grueso del concierto con un Oli saludando entre las entregadísimas primeras filas, dando abrazos y firmando pancartas aquí y allí.
El final, a su regreso, estaba cantado con “Obey” primero, ese gran himno como es “Sleepwalking” después, y para terminar la incontestable “Throne” que ponía el punto final a algo menos de una hora y cuarto de concierto, que era lo que muchos esperábamos, aunque a otros les supiera a poco. Fue, no obstante, todo un espectáculo de luz y sonido, todo un ‘arena show’ a cargo de una banda crecida, y del que el público fue una parte absolutamente determinante. Y sí, la verdad; qué alegría ver tantísima gente tan joven escuchando y vibrando con música metal, sea en la variante o estilo que sea…
Setlist BRING ME THE HORIZON :
- Can You Feel My Heart
- Happy Song
- Teardrops
- MANTRA
- Dear Diary,
- Parasite Eve
- sTraNgeRs
- Shadow Moses
- Itch for the Cure (When Will We Be Free?)/ Kingslayer
- DiE4u
- Follow You (acústico)
- Drown
- Obey (bis)
- Sleepwalking (bis)
- Throne (bis)
Texto: Jorge del Amo (jorge_del_amo@rafabasa.com)
Fotos: Óscar Gil Escobar
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Es flipante. Los seguidores del Metal de toda la vida no tienen ni idea de lo que escuchan los metaleros 20 años más jóvenes. Se preguntan si va a haber un Motörhead 2, tienen bandazas súper top delante de sus narices y no las escuchan por pura pereza. Prefieren ir a ver WASP o Whitesnake (lo que queda de ellos, vamos) que esta gira.
No es que yo sea muy true,pero si estos son los que tienen que mantener viva la llama del metal,vamos listos.
Yo los vi en el 2015 en La Riviera. Me lo pidió mi hija, menor de edad, como regalo de Reyes, y alla fuimos desde Asturias.
Pero yo, Metalpaco de libro, lo disfruté, y mucho. Mereció la pena el viaje.
Eso sí, solo recuerdo un único solo de guitarra, en la última canción.
A mi que ya tengo cierta edad y ya pasé los 20 y los 30 hace bastante tiempo me pareció un conciertazo, sin entrar en cuanto llevan grabado detrás o no (que lo llevan) el ambiente en vista alegre fue tremendo con todo vendido hace 2 ańos y sinceramente yo creo que tanto bring me horizon como a day to remember tienen a día de hoy una colección de canciones tremendas que pueden competir casi (y digo casi) con cualquier banda clásica…lo que digo siempre, si miramos los últimos 20 ańos quién tiene mejor catálogo? Porque las bandas clásicas en general no nos han dejado muchos clásicos estos últimos 20 o 23 ańos pero estos no han parado de sacar hits y de subir y subir desde una Riviera a petar a una vista Alegre llena en pocos años…no sé si son el futuro pero pinta que si, luego ya sobre gustos….
En realidad, Bring Me The Horizon, se puede decir que ya es presente.
La verdad que si….
Como que cada vez que ADTR van al Resu son de lo mas recordado??
Si no han venido NUNCA