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Crónica y fotos de GRIMA + PERENNIAL ISOLATION en Madrid

16 enero, 2023, 4:00 pm

+ PERENNIAL ISOLATION

Viernes 13 de Enero de 2023 – Sala Silikona – Madrid

Con un 2023 recién estrenado, llegaba el momento de asistir al primer concierto del año. Y ante tan pintoresca propuesta de terror gélido y atmosférico, ¿qué mejor manera que hacerlo en viernes trece?

Hacía muchos años que no pisaba la Silikona. Sala de pequeñas dimensiones que de vez en cuando alberga interesantes propuestas en su cartelera, como la que nos ocupa. No es el mejor recinto de la capital para ver conciertos y cierto es que al estar prácticamente llena (si no llegaron al sold out poco les faltó) la visión del escenario era cuanto menos complicada de conseguir. Aunque tampoco negaré el cierto encanto que tenía ver un show de estas características en semejante entorno. Máxime cuando servidor tuvo, tras la finalización del mismo, la opinión -compartida por aquellos con los que pude expresarla- de que GRIMAes una banda destinada a crecer paulatinamente con el paso del tiempo. Con lo que en el más que probable caso de que lleguen a saborear las mieles del éxito en un futuro no muy lejano, los que allí estuvimos podremos decir aquello de “yo les vi en la Silikona y los músicos pasaron al lado mío para llegar hasta el escenario”.

PERENNIAL ISOLATION - Sala Silikona - Madrid

Abrieron la noche los catalanes PERENNIAL ISOLATION, quienes venían presentando “Portrait”, su último álbum que data de 2021. Y lo cierto es que si en disco suenan bien, demostraron que su punto fuerte es el directo, donde los temas ganan enteros, sobre todo en cuanto a la energía que desprenden. Muy bien ejecutados, por supuesto, por una banda que se nota lleva años y kilómetros a sus espaldas.

Se quejaron varias veces – no faltos de razón, las cosas como son – de lo poco que se estaba jugando con las luces por parte de los técnicos de la sala, quienes dejaban un foco fijo “y a correr”. A cada vez que se lo pedían, el encargado de manejar la mesa tenía a bien cambiarles el color, pero de dejar algún loop en el que los focos fueran modificando el color e hicieran alguna rotación o dibujaran alguna forma incluso (acciones que son totalmente programables y no requieren de un gran esfuerzo ni dedicación… ¡doy fe!- no sólo no se hizo, sino que además, los cabezas de cartel “disfrutaron” de la misma “calidad” lumínica que sus teloneros. ¡En fin! ¡Cada uno, que saque sus propias conclusiones!

Canciones como “…And Then, Here Eyes Cried” (de su obra del 2016 “Epiphanies of the Orphaned Light”) calaron más que bien entre el respetable, si bien considero que donde la banda desgrana su máximo potencias es con las correspondientes a “Portrait”, entre las que destacaron aquella noche “The Solace”, “Embers in the Slumbering Threshold” y la final “Emanations From The Swallowed Twilight”.

Si aún no los conoces y el black atmosférico entra en tus preferencias, no te los pierdas. ¡Mucho menos si vienen a tocar a tu ciudad!

Lo de GRIMA fue un conciertazo en toda regla. Incluso con el handicap de la sala, lo pequeño del escenario, las dificultades para ver a los músicos y lo limitado del sonido de un recinto pequeño. Sobre las luces ya comenté más arriba.

Con los gemelos Vilhelm y Morbius al mando, se presentaron en Madrid con una curiosa alineación de tres guitarristas, sin tocar el bajo en directo.

Y lo cierto es que muchos dirán (y comentaban finalizado el concierto de hecho) que no entienden que esta banda esté en boga. Sin embargo, a mi me pareció una maravilla de concierto. No sólo son “un grupo de enmascarados con túnica más”. Me gustó la concisa y a la vez medida teatralidad, con el vocalista semi arqueando los brazos cada vez que podía liberarlos del mástil de su guitarra, la diversidad de pasajes y atmósferas que logran (el uso de las acústicas, su sonido, ecualización y efectos y las melodías que aplican sobre los arpegios son determinantes en ellas) y la gran cohesión entre sus músicos, destacando especialmente la de un batería excelente, con un estilo que aporta muchísimo a las canciones, más allá de los arquetípicos blast beats de recibo en el género extremo.

Con especial énfasis en los temas de su última obra de estudio, “Frostbitten” (del cual sólo les faltó por tocar dos canciones), dieron una descarga en la que en poco más de una hora apenas pararon de tocar.

Desde la genial “Gloomy Heart of the Coldest Land” que dio inicio a la lúgubre “Moonspell and Grief” o, una de mis piezas favoritas, “Winter Morning Tower” que les quedó de lujo.

Se desataron al final, con el vocalista desaciéndose de su guitarra y quedándose como frontman para encarar “Shrouded in Darkness” y “Siberian Sorrow” con la que pusieron la guinda.