DIO – Dreamers Never Die
Discográfica: BMG
En el año en que se ha cumplido el duodécimo aniversario del fallecimiento de Ronnie James Dio, parecía cuanto menos inverosímil que una de las leyendas más candentes de la historia del rock en general y del heavy metal en particular no tuviera un documental autobiográfico. Parecía seguro que llegaría, de eso no hay duda, pero ya empezaba a chirriarnos que una vida tan extraordinaria quedase sin ser llevada a la gran pantalla del mismo modo en que con tantos y tantos otros artistas se ha hecho, hasta que en Febrero de 2020 se hacía oficial el anuncio de que, por fin, un documental sobre la vida y obra del vocalista (y trompetista, pianista etc…) estaba en camino. La espera ha sido larga, o al menos esa esa ha sido mi sensación personal principalmente desde que tuviese lugar la ‘premiere’ mundial en Marzo de este mismo año en el SXSW de Tejas, pero ahora que la cinta ha caído en nuestro poder, puedo decir definitivamente que ha merecido la pena, y que la leyenda de Dio tiene (o tendrá muy pronto), un documento audiovisual a la altura de su legado.
Una vida tan inspiradora, que de por sí fue de película, se podría haber contado de muchas maneras distintas o haber puesto el foco en multitud de aspectos diferentes sobre la misma, pero bajo la magistral dirección de Don Argott y Demian Fenton, el documental se centra con sumo acierto en perfilar de un modo increíblemente cercano y humano, quién fue Ronald James Padavona, desde su niñez y primeros años, pasando por sus desconocidos y tempranos inicios en la música con los Redcaps e incluso antes, hasta por supuesto su irrupción y trascendencia ya dentro del rock y del heavy metal con RAINBOW, SABBATH y después en solitario. La narrativa se vertebra en entrevistas a figuras tan relevantes como su esposa y manager Wendy, a quien podemos considerar casi como el hilo conductor y quien además está detrás del proyecto, y otras figuras de mayor o menor importancia en la vida de Dio como Vinny Appice, Geezer Butler, Wendy Dio, Lita Ford, Rob Halford, Tony Iommi, Sebastian Bach, Damian Muziani, Eddie Trunk, Bill Ward o Jack Black, entre muchos otros nombres quizás menos conocidos fuera del sector como técnicos de estudio o antiguos amigos y compañeros de sus inicios que, entre todos, logran dar una visión 360 de qué clase de ser humano era Ronnie, de la pasión que sentía por nuestra música, y por qué nunca fue una estrella del rock convencional en absoluto ajustada a los clichés del “sexo, drogas y rock & roll”.
Con una duración de poco menos de dos horas, es obvio que muchos detalles o momentos de su vida se pasan de largo o de un modo muy tangencial, pero la intencionalidad de los directores va mucho más allá. En ese sentido, creo que esta película funciona de un modo complementario con la autobiografía editada por Mick Wall hace un tiempo, siendo este ‘biopic’ una pieza que como comentaba con anterioridad busca conmover al espectador entorno a la figura de un músico pasional, entregado, cercano y, por encima de todo, enormemente perfeccionista y creativo. El tono de la narración por su parte es muy cambiante, todo un acierto por parte del duo de directores y que a su vez hace que el largo sea muy entretenido y en ningún momento caiga en la monotonía. Así, al principio las escenas y entrevistas van sucediéndose de un modo muy dinámico, por momentos casi hasta humorístico en muchos aspectos referentes a sus primeros años, donde la cantidad de material inédito, anécdotas e información es abrumadora, mientras que conforme va avanzando la película, el tono va tornándose más serio, hasta terminar haciéndonos llorar.
Como decia antes, la forma en que se nos cuenta la historia es puramente cronológica, nada novedoso, y va desde la infancia hasta el final de la gira de HEAVEN & HELL en el año 2009. Posteriormente, la enfermedad de Dio se trata de un modo no demasiado pormenorizado, pero sí de manera muy respetuosa y que nos da una idea de la magnitud de lo que supuso su perdida para todo su entorno. Lógicamente, entre los testimonios vamos a echar siempre en falta algunos demasiado importantes como puedan ser Ritchie Blackmore, el propio Ozzy, Vivian Campbell o tantos otros que le hubieran dado al documental un plus de dimensiones considerables, aunque sinceramente tampoco creo que hubiera mucha gente que a estas alturas los esperase. Aun con todo ello, la forma en que se nos cuenta toda su etapa de RAINBOW y el paso a BLACK SABBATH es enormemente reveladora, así como el vacío que le dejó su ruptura con la banda de Tony Iommi y que dio origen a su renacer atístico con DIO, que fue como empezar de 0. Sí que lógicamente se echan en falta algunos detalles sobre momentos de su vida que quedan un poco más a la sombra, como por ejemplo la breve etapa en SABBATH que originó un maravilloso trabajo como “Dehumanizer”, o las etapas en DIO que comprenden los 90’s, donde principalmente en discos como “Strange Highways” y “Angry Machines” el vocalista vivió una época muy dura desde el punto de vista creativo y también de popularidad, los 2000’s donde DIO se recuperan hasta acabar con “Master Of The Moon” (2004), su último LP. Como explicaba antes, el foco y la intencionalidad de los directores están en otro punto, y pocos más peros se le puede poner a una película que sabe llevarnos a través de una montaña rusa de emociones, y que no puede dejarnos un sabor más tierno, y de admiración al mismo tiempo hacia un enamorado de la música, una de esas personas que saben contagiar lo que sienten, que les sale de manera natural, un verdadero comunicador como no habrá otro.
El documental estuvo en los cines estadounidenses (y algunos europeos) a finales de Septiembre/ Octubre de este mismo año, y acaba de estrenarse el 1 de Diciembre en la plataforma Showtime en EEUU. De momento se desconoce cuándo llegará a nuestro país, pero todo hace preveer que podría ser en la primera mitad del próximo 2023 con la llegada de la plataforma SkyShowtime al viejo continente. Ojalá esta gran obra sirva ya no sólo para que quienes hemos disfrutado con la música de Ronnie le recordemos y pasemos un gran rato, sino también para que el público generalista le conozca, llegue a su música, y se inspire con este soñador con alma de niño, que siempre vivirá en el recuerdo y en su imprescindible legado.
Jorge del Amo Mazarío (Jorge_del_amo@rafabasa.com) –
Twitter: @Jorge_del_amo
bravo por tu crónica, con ganas de ver el documental !
El más grande
Verlo sí o sí.
Gracias por la crónica.
Muchas ganas de verlo
Buena crítica, aunque un comentario; si las biografías o los documentales no los escribe uno mismo, no son autobiografícos, son biográficos a secas.
Salud y metal!
Muy chulo el vídeo.
Tras leer la crítica del docu de DIO, me fui a STREMIO y estaba el documental, así que me lo puse y la verdad, vale muchísimo la pena. Así que quien quiera verlo, no se arrepentirá. Está genial y se ve que los directores son fans de DIO.
¿Cómo lo encontraste? Soy nuevo en esto del Stremio y aunque lo veo ahí, no logro encontrar las addons para poder verlo?
No se comenta por qué el Ritchie no aparece en el documental, si es porque no quiso o directamente no se lo pidieron. Al fin y al cabo Rainbow supuso su explosión, creando algunos de mis discos preferidos de siempre.
Hay varios que no aparecen. Según comentan en el vídeo, Ritchie era para echarle de comer a parte.
Tampoco aparecen Vivian Campbell, el teclas de Dio, y muchos otros miembros de la banda en el Lock up the Wolves, etc,…
Supongo que la gente con la que terminó mal no han querido aparecer en el vídeo, como es normal. Al fin y al cabo, según comentan en el documental, Ronnie se convirtió en el Blackmore de Rainbow o en el Iommi de Sabbath, ordeno y mando. Pero esa historia supongo que la dejarán para la secuela, o no.
pues incidiendo en el detalle que ya ha anotado el crítico, me da que el docu adolecerá de algo de cojera, porque tipos como Blackmore, Campbell o Schnell fueron esenciales o cuando menos formaron parte importante de los años mas dorados de R.J.Dio… caerán mejor o peor a los responsables del trabajo, pero si se pretende fidelidad a su vida y obra no se puede -o no de debería, vamos- hacer como que gente que jugó un papel tan importante en aquella nunca hubiera existido. Para eso ya tenemos a la víbora Sharon con la discografía de Black Sabbath en la que no participó Ozzy.
Espero que por lo menos alguna referencia a Jimmy Bain hayan colado, aunque solo sea por respeto. y Goldie y Aldrich también merecerían su momento.
Sí, Bain, Aldrich y Goldie aparecen.
El docu está guay ,a me sobran los 20 minutos sobre la enfermedad y muerte,o quizás otro trato y no busca la lágrima si o si del espectador,se pasan mucho de melodrama