+ SKÁLMÖLD + BRYMIR
Martes 29 de Noviembre de 2022 – Sala Mon – Madrid
Una vez más nos acercábamos a la capital un martes laboral, con expectativas, ilusión y deseosos de comprobar si Madrid puede arder un día de diario. Las cerillas que causen el caos en esta ocasión eran nada más y nada menos que los veteranos FINNTROLL, acompañados de unos nuevos referentes del metal más épico como SKÁLMÖLD y unos, al menos para mi desconocidos a excepción de su último trabajo, y a pesar de su larga trayectoria, BRYMIR, quienes fueron los encargados de abrir la esperada noche, y digo esperada, porque la gira se ha ido posponiendo en varias ocasiones debido a la pandemia…una de esas visitas que parecía que nunca se materializarían, con lo cual el hype que ha ido generando la larga espera ha sido máximo. La sala Mon sería la anfitriona del evento de nuevo. Un emplazamiento que siempre alberga conciertos que dejan, al menos a nivel sonoro y técnico, una buena sensación, esperando que esta noche estuviese a la altura de las circunstancias.
BRYMIR nacieron en Finlandia, curiosamente como una banda de covers de otras formaciones del metal con tintes folk, viking o death, siendo una versión de Ensiferum y su reconocimiento en un certámen el motivo por el que los nórdicos deciden llamar al grupo como tal y lanzar, en 2011, su primer larga duración. A día de hoy ya tienen cuatro discos editados, siendo Voices in the Sky su obra más reciente, de este mismo año, auspiciado nada más y nada menos que por Napalm Records, y que esta noche presentarían en Mon a un público realmente acorde a lo que vinieron a ofrecernos, aunque estos nos azotasen con un death metal lleno de melodía (pagana) y ese sentimiento más power de algunos de los tramos de sus temas, que parecieron agradar al máximo a los más exigentes.
Público que aunque escaso, gozó de una banda entregada, de sonido poderoso aunque con algún altibajo en cuanto a las guitarras, que en algún punto sufrieron algún desajuste mínimo sin importancia, y que no hicieron desmerecer temas como "Landfall", que entretuvieron a algunos entregados, entre los cuales seguro surgió algún nuevo seguidor. Obviamente, siendo Viktor Gullichsen, su frontman, el que lleva parte del show a sus espaldas, el resto de la banda, salvo su batería Patrik, llevan a su lado desde sus inicicios, y ejercen su rol de un modo magnífico. Hay que decir que el line up suena cohesionado, profesional y saben lo que hacen y para quién lo hacen…y aunque sin atrezo o indumentarias especiales, la coordinación de movimientos, como en el puente de "Ride On, Spirit!" de su último trabajo, se contagiaba fácilmente.
Quizás pusieron el punto más "serio" de la noche, y precisamente tuvieron fácil agradar con temas de su nuevo lanzamiento. Apuestan mucho por él, y no es para menos (ahora que lo he degustado), con temazos como "Borderland" o "Fly With Me", despidiéndose de Madrid con un hímnico "Wings of Fire" del álbum de mismo título, dejando un buen sabor de boca, demostrando coherencia respecto a su propia propuesta y a la de las demás bandas del cartel de la gira.
El otro motivo principal del cartel de gira…ese que a muchos atrajo a Mon y así quedeba patente a juzgar por el merchan entre asistentes y respuesta general, fue el de la visita de los islandeses SKÁLMÖLD , que con su folk/viking metal nos regalaron cerca de 40 minutos de un sonido correctísimo, casi sobresaliente, así como un gran despliegue de energía, ganas de conectar y buen rollo.
Los maestros Snæbjörn Ragnarsson y Björgvin Sigurðsson (bajista y vocalista/guitarra respectivamente), acompañados por todos sus compañeros desde que se iniciase la banda discográficamente en 2010 (algo que por otro lado dice mucho de ellos), salían a las tablas, algunos de ellos descalzos, para hacernos disfrutar a tope con su particular fiesta. "Gleipnir" de su Börn Loka de 2012 comenzó sonando fantástico.
Su ritmo folk, voz ruda y sobre todo, la actitud de la banda, puso a bailar a Mon desde el minuto uno de su actuación, que estuvo tocada por la varita en todo momento, demostrando que no hacen falta demasiados atuendos, pinturas y antorchas para crear un ambiente netamente auténtico. Aluciné con la destreza a la guitarra de un Þráinn Árni Baldvinsson soberbio, que entre sonrisas, y con su Stratocaster Yngwie Mamsteen Signature de trastes escalopados (con una fecha escrita en el borde inferior de la misma y el nombre de Blackmore en el perfil de la pala…¿pertenecería a alguna subasta ganada?), ofreció una masterclass de virtuosismo controlado, algo que también hizo un simpático Gunnar Ben con su teclado Nord, que, ataviado con su falda, asumió mucha responsabilidad en el sonido, es decir…la parte más folkie, que fue realmente soberbia.
Con "Brúnin" viajamos al gélido Sorgir, y esa parte más ruda asomó entre el público, que empezó a bailotear sin parar y a disfrutar del bolazo que iban desarrollando SKÁLMÖLD, esta vez con un himno menos "simpático", pero de buena vibra. Si me permitís, decir que "Narfi", mucho más pausada, pero más folk en su concepto, levantó el cántico del público al cielo, con unos excepcionales coros y un estribillo solo apto para gente con ganas de disfrutar.
Sonido de diez, actitud amigable y público entregado…¿algo más se puede pedir?. De nuevo volvimos a su último trabajo de estudio con "Mara", que fue precedida por uno de los momentos más únicos de la noche. “Miðgarðsormur” me encantó en toda su extensión, combinando voces, y generando un auténtico e intenso logro musical de épica y magia. Más pesada y heavy fue "Niflheimur", que pese a su sencillez, logró mantener la atención de la segunda y tercera fila, que eran los que estaban animando el cotarro…y quizás "Móri", con sus desarrollos, texturas y mayor complejidad, fue la que frenó la euforia, antes de un sprint final colmase su show, conformado por "Niðavellir", "Að vetri" y el bailable himno de la banda, "Kvaðning".
La respuesta de toda la sala fue una ovación más que merecida, hacia una banda que estoy seguro ya tiene una base de fans contentos de haber asistido a su concierto, que llenarán la sala a su próxima visita. ¡Enormes SKÁLMÖLD!. Un tutorial completo de como llevar un repertorio con las mayores de las gemas del espectáculo. La simpatía, la cercanía y los grandes temas.
¡No os imagináis las ganas que tenía de ver a FINNTROLL!. Desde que escuché el lejano Jaktens Tid hace más de 20 años, siempre me ha parecido una banda única, que he ido siguiendo, y que a día de hoy me parece realmente única, porque…¿quién es capaz de definirlos?..¿folk-black?…a ellos no les gusta que se les catalogue como "folk metal", y lo veo totalmente loable y normal. Ni un bajón en su enorme discografía, y varios aplazamientos, nos llevaron al escenario de Mon, que, con una entrada más que numerosa para ser martes, y un bonito escenario con decoración basada en su último disco, una inmensa batería y un micro caprino con una sujección de mango de pistola (por definirlo de alguna manera), sonó la intro "Att Döda Med En Sten" y ya estábamos como niños con zapatos nuevos.
Curioso, cuando vimos que salía a tocar de nuevo, pero caracterizado, Baldur Ragnarsson, guitarrista de SKÁLMÖLD, que haría doblete sustituyendo a Mikael Karlbom…¡incombustible!. Verles salir, con un sonidazo inmenso desde que comienza "Nedgång " de Ur Jordens Djup, y ya podemos estar tranquilos…respirar. Esto marcha. Todos con sus atuendos, actitud blacker a tope de Mathias «Vreth» Lillmåns, que imprime un carácter más oscuro a la banda (recordándome incluso a Eric Danielsson de Watain en su puesta en escena), y un simpático troll llamado Samuli «Skrymer» Ponsimaa, en mi opinión, alma de la banda, que se mostró enorme con su Epiphone Explorer, humilde y profesional como pocos…¡grandísimos riffs, tocados de forma impoluta!. El repertorio de este hombre es infinito…y os lo digo, porque me coloqué justo a su lado, frente a él y pude observar la destreza, facilidad y ánimo con que despliega su artillería con la púa. Un titán del género.
Observamos como las partes más folk eran disparadas…¡y qué más da!. La fiesta ha empezado, con un sonido de narices, y esto no lo para nadie. Cayó "Ylaren" de su más oscuro Vredesvävd, y para entonces, ya se habían ganado al gentío como nadie, pero los clásicos son los clásicos, y "Den Frusna Munnen" de Nifelvind levantó toda la polvareda que pudo y más, como la siguiente "Solsagan" del mismo álbum. De impresión, por cierto, el trabajo de Samu Beast Ruotsalainen, que no dejó un solo elemento de su batería sin golpear durante todo el show.
Tras otro interludio (que fueron hilo conductor del show) "Svartberg" miró atrás en el tiempo, a Midnattens Widunder concretamente, y a partir de aquí, se respiró tanta nostalgia como muestras de que el pasado de FINNTROLL es realmente glorioso, especialmente cuando miramos hacia Jaktens Tid y vemos como la sala se vuelca con "Slaget vid blodsälv".
Una interpretación perfecta, y la banda en plena sinergia con su gente. Son inteligentes confeccionando el set, porque de la que más disfruté, sin duda, fue de "Fiskarens fiende" de su impresionante Nattfödd. El tema contiene multitud de texturas, cambios, folk por doquiee, mezclado con partes black, y una diversidad de giros musicales que funcionan a la maravilla en directo…¡un himno!. Todo un resúmen de lo que significa el sonido FINNTROLL , en un solo tema. "Ormfolk" volvió a su presente más actual, dejándonos comprobar como los nuevos temas conviven en plena armonía con los más clásicos sin problema. Todo temazos…uno tras otro, sin descanso.
El siguiente tramo del espectáculo fue de primerísimo nivel. Megatrón a tope, y empiezan a caer canciones estelares, una tras otra. "Nattfödd" marcó el punto más intenso y atmosférico del final, mientras que la fiesta pagana volvió a ser la dueña de Mon a través de la archiconocida "Trollhammaren". Sonidazo, cada nota en su sitio, y la gente como loca…la espera, ha mercido la pena, solo por poder disfrutar de semejante pieza en la capital. Aunque lo que me resultó tremendamente extraño, fue comprobar que únicamente interpretasen "Skogsdotter" y el tema final, de su gigantesco álbum Blodsvept…cuestión de tiempo, supongo.
Tras la intensa "Mask" de su último álbum, llegaron los bises tras los cánticos del público, que reclamaba a la banda una y otra vez. Ellos, como no podía ser de otra manera, respondieron de maravilla, saliendo a las tablas de nuevo a interpretar "Under Bergets Rot" de Nifelvind, la impresionantemente pegadiza "Jaktens Tid" y la otra representación de Blodsvept del set, "Midvinterdraken", finalizando un espectáculo cargadísimo de buen ambiente, musicalidad y una banda en total estado de gracia, que lo dio todo en Madrid, despidiéndose emocionalmente de nosotros, y habiendo desplegado un concierto inolvidable, que las dos bandas anteriores se encargaron de adornar todavía más con su presencia y sus buenas actuaciones. Tres de tres.
FINNTROLL, un diez…grandiosos. Así no importa desplazarse entre semana una y mil veces. Y si vienen mañana de nuevo, yo me apunto.
Texto: José Rojo
Fotos: Alvaro Ochoa
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FINNTROLL
SKÁLMÖLD
Una banda como Skalmold sería un caramelito tremendo para el Leyendas…
Me huelo que la próxima vez vienen de cabezas de cartel…