+ VOIVOD
Viernes 25 de noviembre de 2022 – La Riviera – Madrid
2022 está siendo un año fructífero, recuperando la rutina de conciertos, repleto de giras, incluso aunando muchas de ellas en un solo espectáculo, con lo que la complejidad en cuanto a elegir a qué eventos asistir dentro de la vorágine de fechas, supone una gran dificultad. Sin embargo, fuimos mayoría los que la pasada noche de viernes elegimos asistir a uno de los “bolos” del año.
Y es que, si quieres ver a OPETH en directo, ésta es la gira ideal. Trece canciones, una por disco, conmemorando su carrera con un repertorio votado por sus fans, acompañando todo de un espectáculo visual hermoso.
Por si la propuesta no fuera ya de por sí lo suficientemente atrayente, los suecos se están haciendo acompañar de VOIVOD como teloneros, con lo que la noche era idónea para el disfrute, con un público que “petó” La Riviera como hacía muchísimo tiempo que, al menos yo, no veía.
Con puntualidad canadiense aparecerían en escena Snake (voz), Blacky (bajo), Away (batería) y Chewy (guitarrista, con el que por cierto, me hice una foto en el puesto de merchandising tras su concierto) para dar buena cuenta no sólo de su último lanzamiento, sino de algunos de los temas más relevantes de su dilatada discografía.
Pese a su buen sonido y mejor actitud, la verdad que les costó coger las riendas del concierto, con un público excesivamente frío al principio, aunque poco a poco fuera mostrándose cada vez más participativo.
Soy consciente de que VOIVOD no son una banda de fácil escucha, que su mezcla de metal con thrash y psicodelia no se digiere de primeras, pero bueno, venían teloneando a otra banda que, pese a su éxito (y llenar una sala como esa en la noche del viernes), tampoco lo es. Con lo que la ecuación OPETH + VOIVOD se me antojaba de perfecto resultado.
No obstante, ya digo que les costó ganarse los parabienes del respetable, aunque salieran triunfadores del complejo lance. Canciones como “Experiment”, “The Unknown Knows” o la genial “Synchro Anarchy” que da nombre a su no menos increíble último disco, cayeron con más pena que gloria, sólo disfrutadas por aquellos incondicionales a los que nos encanta la banda. Y todo ello pese a los esfuerzos de un Snake divertidísimo, que no paraba de arengarnos, de moverse de un lado a otro del escenario y de convulsionarse con unos movimientos y muecas tan extraños en un músico de rock como propios de su interpretación.
Fue a partir de la animada “The Prow” con la que aquello se vendría arriba – sí, hizo falta un tema de rock&roll para animar al público del metal progresivo… ¡lo que son las cosas! – y con lo que la actuación de VOIVOD se convertiría en una fiesta durante la recta final, con lo que ya “Planet Eaters” tendría una respuesta más entusiasta.
Es curioso, pero recuerdo que, al principio de escucharlos, VOIVOD no me atraían lo más mínimo. Los vi en directo y lo mismo… hasta que tocaron su particular versión de PINK FLOYD, “Astronomy Divine”. Esa canción tiene algo que en su día ya me hizo pensar “creo que debería darles otra oportunidad” y esa fue mi puerta de entrada a la banda. Viendo la reacción de la gente el pasado viernes, creo que también puede que lo sea para muchos de los que allí estaban.
¿Y qué decir de OPETH? Fue el concierto soñado. Por repertorio, sonido, puesta en escena con unas pantallas y luces preciosos, luciendo unos montajes de vídeo idóneos en cada una de las canciones. Y con una banda alucinante, completada recientemente por el ex PARADISE LOST Waltteri Väyrynen a la batería.
Mención especial para Joakim Svalberg, quien rubricó un excelente trabajo no sólo con los teclados, sino también a los coros y armonías vocales, recordándome el por qué me gusta tanto la música en directo, en detrimento de las pistas de apoyo para poder reproducir las voces de estudio. Siempre defenderé que en la música haya una versión del disco y otra del concierto e interpretaciones como la de Joakim el pasado viernes, me hacen recordar el por qué.
Fue, además, un gran placer, compartir con un aforo casi completo una experiencia única, donde todos nos conocíamos cada uno de los muchos recovecos que contienen las canciones de Mikael Åkerfeldt, conocido aquí en España como Miguelito, para regocijo tanto propio, como de un público entregado que no paraba de llamarle por ese apelativo.
La fiesta comenzaría con el clasicazo “Ghost of Perdition”, a la que seguiría una poderosa “Demon of the Fall”, pasando rápidamente a su faceta progresiva setentera de mano de “Eternal Rains Will Come”.
“Under the Weeping Moon”, con una imponente luna en las pantallas, sonó tan lúgubre como maravillosa.
“Windowpane” fue el momento de recrearse en la belleza de una de sus más delicadas piezas, seguida de la no menos hermosa “Harvest”. Como contraste, “Black Rose Inmortal” nos transportaría a su etapa primigenia con sus veinte minutos de cambios, sin bajar un ápice la intensidad de una de las más grandes canciones de su discografía.
Fue emocionante poder escuchar “Burden” en directo. Y si bien es cierto que personalmente yo hubiera votado por “el comedor de loto”, no menos lo es el hecho de que cada vez que escucho esta preciosa balada me emociono y me trae muchos recuerdos. Desde sus hermosas melodías hasta esa pretendida melancolía que te lleva en volandas, a esos magníficos solos de hammond y guitarra… ¡De lo mejor de la noche!
Vuelta al death metal (aunque siempre con los matices propios de OPETH ) gracias a otro de mis temas favoritos de la banda, “The Moor”.
“The Devil’s Orchard” les quedó fantástica, engrandecida con respecto a su versión en el disco, con todo el público cantando, viviéndola al máximo.
Como pieza representativa de su última obra, los fans eligieron “Allting tar slut”, un total acierto, sobre todo gracias a esa parte final tan melódica e idónea para ser coreada (pese al idioma sueco) interpretada por el guitarrista Fredrik Åkesson.
“Sorceress” vino a poner de manifiesto que, en muchas ocasiones, la diferencia entre la actual etapa de OPETH y la anterior, es más una cuestión de cambio de sonido y estilo de voces. Y es que, ¿no pensáis que con una distorsión de guitarra y la inclusión de guturales no podría encajar en “Watershed”, por ejemplo? Yo desde luego así lo creo.
Pusieron punto final con su particular “Paranoid” (del cual sonaría el riff principal como amago), no sin antes tener unas tímidas palabras del bajista Martín Méndez como agradecimiento al público español.
Fue una grandísima noche.
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com
Twitch: dj_phoenix – Youtube
Fotos: Alvaro Ochoa
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OPETH
Hace mucho que Blacky dejó Voivod. Desde 2014 o por ahí andará. El bajista, actual es Rocky.