TONY MARTIN – Thorns
Discográfica: Battlegod Productions
A veces el paso del tiempo y los avatares del destino hacen cambiar la perspectiva de los acontecimientos, pero mirando con perspectiva la trayectoria de los míticos BLACK SABBATH resulta que Tony Martin es el segundo vocalista que más tiempo ha estado al frente de la formación británica , siendo superado únicamente por su frontman original Mr. Ozzy Osbourne. Tal vez su trabajo ha quedado empañado debido al prestigio y a la personalidad de otros vocalistas que pasaron por el seno del combo de Birmingham: Ronnie James Dio, Ian Gillan, Glenn Hughes…, – pero Martin dejó muestras de sus facultades vocales y su talento en obras importantes dentro de la trayectoria de Sabbath como “The Eternal Idol”, “Headless Cross” en el tramo final de los ochenta, y ya en la década de los noventa en dos etapas diferentes facturando obras como “Tyr”, “Cross Purposes” y el menos inspirado “Forbidden”. Pero dejando a un lado sus trabajos con THE CAGE, GIUNTINI PROJECT, EMPIRE, y las diferentes colaboraciones posteriores cabe remarcar que la carrera en solitario de Tony Martin se inicio en 1992, -cuando dejó BLACK SABBATH por primera vez para ser reemplazado por Dio-, con “Back Where I Belong” y prosiguió muchos años después con “Scream”, ya bien entrado el siglo XXI.
De forma solemne, conjuntado magistralmente majestuosidad y contundencia, esta nueva entrega en solitario de Martin se inaugura con el corte que sirvió como carta de presentación para el álbum “As The World Burns”, y uno rápidamente puede percibir las innegables conexiones con su pasado “sabbathico”, combinando su característico timbre, los pasajes más lentos y cadenciosos y unos riffs compactos, rotundos y tiznados de esa oscuridad que todos los seguidores de la banda que capitanea el guitarrista zurdo más legendario del heavy metal amamos. Ese halo mistérico será el que marque piezas como “Black Widow Angel”, que con su apuesta por la sobriedad y sencillez de un riff certero, potente y de esencias noventeras, en el que se pondera el tratamiento de su sección rítmica, con las lineas del bajo de Magnus Rosén totalmente desatadas en su pasaje central,- se acabará convirtiendo en uno de los cortes que mejor define la propuesta del vocalista británico de cara a este retorno discográfico.
Mucho más introspectivo, con arreglos corales incluidos, resulta el arranque de “Book Of Shadows”, con Martin firmando una interpretación repleta de feeling, mientras que musicalmente el tema irá ganando en intensidad y pegada para dejar que a los mencionados arreglos vocales se les acaben sumando una sección de cuerda que hará crecer la sensación de dramatismo. La emotividad acústica será la que impregne los compases iniciales de la emocionante “Crying Wolf”, que la que sin echar mano de la habitual contundencia que dictan los rotundos riffs si que consigue transmitir otro tipo de intensidad, aunque en esta ocasión pasada por los tamices acústicos con Martin ejerciendo como protagonista absoluto, subiendo tonos en una sentida interpretación que destila aromas setenteros por los cuatro costados.
Las comparaciones siempre resultan odiosas. Es más a lo largo de su carrera Tony Martin ha tenido que lidiar constantemente con las comparaciones. Pero lo cierto es que cuando a uno se le compara con algunos de los vocalistas más carismáticos de la historia del heavy metal, eso no puede ser malo. Y es que es precisamente a lo largo del compacto y rocoso medio tiempo “Damned By You”, con saxofón incluido, cuando podemos apreciar las tesituras más “Dio” de Martin, además de podernos deleitar con el fantástico trabajo solista de Scott Mcclean, quien además ha escrito la mayor parte del material de este “Thorns” junto al propio Martin. Una vez más, los riffs volverán a sonar más intensos, infecciosos y agresivos a la hora de atacar “No Shame At All”; que con sus inclinaciones groove noventeras pasa por ser una de las piezas más directas y efectiva gracias al punch de un estribillo en bucle que resulta de lo más coreable.
Los aromas ocultistas se encargarán de envolvernos durante los compases iniciales de “Nowhere To Fly”, volviendo a confiar para su desarrollo en un tempo cadencioso, de guitarras rugosas, para dar forma a una ambientación intimista e introspectiva que acabará desembocando en una estribillo repleto de intensidad y, por supuesto, no exento de épica metalera. Las influencias del metal-groove que marcaron la segunda mitad de la década de los noventa se dejarán notar durante el contundente y entrecortado riff de “Passion Killer”, que se desmarca de la tónica habitual del plástico para acabar redondeando una pieza que de seguro funcionara a la perfección en sus descargas en directo.
Con un ritmo y unas tonalidades de guitarra que recuerdan, inevitablemente, a los temas más rápidos de Sabbath arranca “Run Like The Devil”; que con su dinamismo aplastante y gracias a la voracidad de sus estribillos seguro que acabará conectando con todos los seguidores de Iommi & Cía. El cambio de tercio llegará con los aromas acústicos, y la ambientación casi western, de la marchosa “This Is Your Damnation”. Mientras que la elegida para poner el colofón definitivo a esta nueva entrega de Tony Martin será precisamente la pieza que le presta título “Thorns”, en la que el vocalista británico deja a un lado la contundencia para adentrarse de lleno en tesituras más melódicas y comedidas, dando una aire más variado a este último tramo del disco.
No voy a engañaros, un servidor no albergaba demasiadas expectativas cuando pinchó por primera vez “Thorns”; pero ya desde su primera escucha el disco te va ganando y acaba conquistándote irremediablemente. En definitiva, que Tony “The Cat” Martin ha decidido tomar cartas en el asunto, ya que mientras todo el mundo se dedica a entronizar a los Black Sabbath de Ozzy mientras añora la etapa del malogrado Dio, parece que Mr. Martin ha querido reivindicarse con el que, personalmente, creo que es su mejor trabajo en solitario hasta la fecha contando con una banda compuesta por músicos con experiencia y sobrada solvencia.
Alfonso Díaz
Lista de Temas:
- As The World Burns
- Black Widow Angel
- Book Of Shadows
- Crying Wolf
- Damned By You
- No Shame At All
- No Where To Fly
- Passion Killer
- Run Like The Devil
- This Is Your Damnation
- Thorns
Coincido en que es lo mejor que ha sacado desde Forbidden. Y mira que ha sacado cosas!
De paso reivindico el disco Forbidden. Tiene canciones muy buenas!
Muy buen disco este Thorns, también tenía muy bajas las espectativas, pero es genial.
Me ha gustado mucho la crítica, excelente labor la del reseñista. Siempre me ha parecido superlativa la discografía de Black Sabbath con Tony Martin; discos como ‘Headless Cross’ los considero de lo mejor editado nunca por los de Birminghan y el Sr. Martin tuvo mucho que ver en ello. Tampoco tenía demasiada expectativa con el estado actual de su voz pero lo que escuché de este ‘Thorns’ (¿Homenaje al tema ‘Crowns of Thorns’ del ‘Cross Purposes’?) deja claro que, al menos en estudio, tiene aún mucho que ofrecer.
Muy bueno Discazo
Mucho mejor de lo que me esperaba, la verdad, quizás como dice Palowar, las expectativas no eran en mi caso muy elevadas.
Me siguen sobrando canciones, me parecen muchas 11, pero anda muy bien de voz, y me ha gustado.
Por si no lo conocen, les recomiendo el disco de Rondinelli «Our Cross, Our Sins» editado el 2002, con Tony Martin, Neil Murray y Bobby Rondinelli, muy en la onda del «Cross Purposes» de Sabbath, es buenísimo. Este nuevo de The Cat me está gustando bastante, sin duda Martin es un gran cantante y me encantan sus discos con Sabbath, pero en vivo no era tan bueno, al menos la única vez que lo he podido ver en vivo estaba con la voz justita, eso fue en 1994, cuando Black Sabbath tocaron en Chile junto a Slayer y Kiss, y la formación de Sabbath estaba integrada por Geoff Nichols, Tony Martin, Geezer Butler, Tony Iommi y Bill Ward, es decir, con 3 miembros originales, pero en honor a la verdad, hubiera preferido verlos con Rondinelli en la batería, porque Bill destrozó tristemente temazos como ‘Headless Cross’, ‘Cross of Thorns’ y otros, tocó horrible.
Gracias por la recomendación. Sabía de la existencia del disco de Rondinelli, pero no sabía que era con Martin. Hoy me lo pongo