Crónica y Fotos de Jorge Salan en Fuenlabrada
Viernes, 26 de noviembre – Sala Hora Rock, Fuenlabrada, Madrid
El mismo día que salía su nuevo álbum “El cielo es lodo”, en formato digital a través de A New Label , Jorge Salán, a la guitarra y voz, junto a sus dos fantásticos músicos y compañeros Pablo Romero a la percusión y cajón y voces y el bajista Nando Campos, tocaron el formato acústico, sonando de maravilla, en la Sala Hora Rock de Fuenlabrada.
Tenía muchas ganas de ver a Jorge, pues no coincidía con él, desde la actuación de AVALANCH en Madrid, el pasado 18 de enero de 2020.
Estuvimos hablando, me presentó a Pablo y Nando, y charlé con sus padres, lo cual siempre es un gran placer. Tras intercambiar opiniones con Isra Minaya y saludar a Ricky, dueño de Hora Rock, Emilio Ortiz y José Luis Saiz (exBEETHOVEN R.), quien publica en estos días “The Ripper (a conceptual metal story)”, el concierto comenzó.
El recital, estuvo repleto de calidad, sobresaliente sonido y buen hacer por parte de los tres.
Jorge Salán ha mejorado mucho como cantante, y eso quiero destacarlo. Su guitarra y voz nos hizo viajar a lo largo de un repertorio variado lleno de grandes canciones propias y versiones. Jorge fue presentándolas y contando historias y detalles sobre ellas.
Jorge y su banda fueron recibidos con gran aplauso. Me encantó que recuperara material de sus incipientes trabajos "One Way" de su primer "The Utopian Sea of the Clouds" de 2002, y "One More empty feeling", ambos mejorados vocalmente, donde Jorge demostró lo mucho que ha evolucionado y aprendido como cantante, sabiendo donde atacar los tramos más agresivos con su voz y como modular los más suaves, demostrando una técnica muy refinada y cuidada. A la guitarra fue el monarca ya conocido, mientras sus compañeros la acompañaban a la perfección.
Salán, afable, hizo a renglón seguido una versión muy buena del clásico de U2 "I Still Haven’t Found What I’m Looking For", cargada de matices y cadencias muy interesantes. El público dio palmas y participó activamente por primera vez.
“Viejos dinosaurios”, dedicada a la vieja guardia del rock, fue la siguiente y dio paso a un “Todo se me muere” de “Tempus”, donde el guitarrista volvió a explicar cómo Kutxi de MAREA le regaló tan buena letra.
Tras este emocionante tema, cantado con mucho sentimiento, llegó al versión de LOS SUAVES de “Dolores se llamaba Lola”, muy festejada, a la que siguieron “Face to face” de "The Utopian Sea of the Clouds" de 2002, tema que me encantó, y “Es momento de luchar”, compuesta a medias con El Drogas y donde Pablo Romero cantó las partes más canallas.
El show siguió con una versión de “Smoke on the Water” y una deliciosa “Subsuelo” donde Jorge habló de la letra compuesta por su padre y cómo contacto con el “maestro” Miguel Ríos para presentarle la canción; un tema muy en su onda, por cierto, donde Jorge se vació especialmente.
“Patrulla”, el nuevo single de su “El cielo es lodo”, sonó con brío y brilló intensamente, después que Jorge hablara de su letra, -de su escritor favorito, Manuel Vicent-, e historia, relacionada con la droga y las vueltas que da la vida.
Tras preguntar quién conocía al gran Paul Rodgers (FREE, BAD COMPANY…) tocó “Heart on Fire”, el tema de su disco “Now”, que a mí personalmente me gustó. Y fue encarando el final, con “Silencio” de “Tempus”, una alegre versión de Bryan Adams, de "Summer Of ’69" y el antirracista “Terrateniente”.
La recta final llegó con dos clásicos: “Summertime Blues” de Eddie Cochran, más tarde popularizado por THE WHO, y un montón de grupos más , y el mítico “Johnny Be Goode”.
Tras el concierto, puedo afirmar que la propuesta de Jorge Salán, junto a Pablo y Nando es altamente recomendable. Derrochan una calidad sin límites, sobre todo centrada en un Jorge que ha evolucionado muchísimo. Como guitarrista no vamos a cuestionar su enorme y contrastada categoría, me refiero a su faceta de vocalista. Jorge cantó anoche muy bien; se ha convertido en un cantante muy bueno, con muchos recursos y una voz única. Me encantó como cantó, sobre todo los temas en inglés, tanto los propios como las versiones.
Ahora, a disfrutar del resto de sus conciertos y su novedoso “El cielo es lodo”.
Texto y fotos: Rafa Basa