+ ETERNAL PSYCHO
Sábado 29 de Agosto de 2020 – Teatro Egaleo – Leganés – Madrid
El Teatro Egaleo de Leganés está siendo uno de los centros más activos de Madrid en esta etapa tan rara y difícil para todos con su programación “Las Lunas del Egaleo 2020”, y el pasado sábado estuvo tocando allí uno de los grupos históricos de nuestro rock: MEDINA AZAHARA.
Además, sirvió como reencuentro especial porque el grupo de Manuel Martínez grabó hace 30 años en ese mismo escenario su disco En Directo (1990), que formaba parte de la gira de presentación de su álbum En Al-Hakim (1989).
Antes de seguir, es importante recalcar que el recinto cumplió todas las medidas de seguridad que se exigen en esta situación. Aparte de que se trata de un anfiteatro al aire libre, a la entrada había gel hidroalcohólico, todo el personal y público llevaba mascarillas y se mantenía siempre una butaca de separación entre persona y persona. Para cumplir con las restricciones de aforo, los laterales del Egaleo quedaron vacíos. La parte central acabó “llenándose” (teniendo en cuenta las butacas vacías que comentamos), así que, considerando que la capacidad del anfiteatro es de 1.520 personas, que ahora está limitado a como mucho el 75% del aforo, y que aun así había butacas libres, diría que llegó a haber entre 600 y 700 personas, nada mal para los tiempos que corren.
Incluso cuando alguien iba al baño, un guarda se aseguraba de que al salir la gente se echara gel hidroalcohólico en las manos. Muy bien por la organización. Esto hay que tomárselo en serio y así lo hicieron. Igualmente, el público estuvo de diez: todo el rato sentados y con la mascarilla puesta, a pesar de que el estilo de música y que la bajada de temperatura invitaban a saltar más que otra cosa.
Se encargó de inaugurar la velada el grupo local ETERNAL PSYCHO, que practica un metal moderno con tintes variados que van del industrial, pasando por el hardcore hasta incluso el punk.
Encabezados por la vocalista Beka Bioskes, presentaron los temas de su hasta ahora único disco en el mercado, Your Demons Are Real (2019), con una puesta en escena sencilla pero cuidada. Beka apareció con una capucha y un atuendo muy rockero y sus compañeros totalmente de negro.
Le dieron bastante uso a una plataforma que primero estaba en el centro del escenario y que luego dividieron en dos, así que tanto Beka como los dos guitarristas y creadores de la banda, Lucky y Jorge, tuvieron donde subirse para sumar actitud en el escenario. Y fue precisamente eso lo que más me gustó de su actuación, la actitud. Tocaron muy bien, pero se comieron el escenario, especialmente Beka, que se nota con muchas tablas. Interactuó en todo momento con el respetable, no dejó de animar ni moverse y cumplió genial con su papel de frontwoman.
Empezaron con “Typical of Me”, un tema en el que esa mezcla de voces guturales y melódicas, un groove genial y unas pegadizas armonías de guitarras acabaron cosechando un gran aplauso del público.
Siguieron desgranando temas como “Dirty System”, “My Demons”, “Do You Believe in Yourself” o “Tonight”, en el que, si no me equivoco, aparecieron dos bailarines, chico y chica, con una camisa de fuerza para hacer una performance mientras la banda seguía tocando. Muy bien por esforzarse con extras que aportan mucho al concierto.
Beka agradeció a todos por asistir y a Leganés “por contar con un espacio así para la cultura y con seguridad”, y concluyó: “estamos aquí poniendo voz a la cultura”.
Aunque su estilo no pega nada con el de MEDINA AZAHARA, la gente supo apreciar la entrega de ETERNAL PSYCHO, que dieron un gran concierto.
Menos de media hora después, y tras haber hecho todo el cambio de backline, comenzó a sonar la misma introducción que podemos escuchar en ese En Directo de MEDINA AZAHARA, y, para rematar el viaje al pasado, comenzaron también con la misma canción: “Al Hakim Otro Lugar”.
Gozaron de un sonidazo desde el primer momento y aunque la temperatura seguía bajando, la gente estaba con muchas ganas, así que había un gran ambiente para escuchar a los cordobeses.
Me pareció bastante curiosa la disposición de los integrantes en el escenario, con el teclista Manuel Ibáñez al frente del todo, en primera línea junto a Martínez, Paco Ventura y Juanjo Corbacho. Al fondo, y con una gran separación sobre sus compañeros, el baterista Nacho Santiago, que, a juzgar por sus caras, se lo pasó pipa durante el concierto.
“Hace 30 años empezaba todo aquí en el Egaleo”, decía Manuel Martínez después de darnos las buenas noches. Explicó que parte del repertorio se iba a basar en rememorar aquel disco en directo, aunque también repasarían el resto de su carrera.
Me gustó mucho el set que eligieron y el orden en el que lo fueron interpretando. Fue un recorrido por toda su trayectoria muy completo y un absoluto despliegue de clásicos de la formación, con un ritmo genial y sin apenas parar entre canción y canción. Eso sí, para poder hacer un repaso más amplio, recortaron algunos temas, algo lógico teniendo en cuenta que son más de 40 años de trayectoria. Entre eso y que supieron intercalar muy bien los temas rápidos con los medios tiempos y con alguna balada, me pareció un concierto muy dinámico y que se hizo muy ameno (y eso que algunas épocas de la banda a mí me quedan muy lejanas).
Todo el anfiteatro acabó cantando su mítico “Paseando por la Mezquita”, que fue la segunda canción en caer, lo que demuestra que si ya desenfundas un clásico tan pronto, la cosa solo puede ir a más.
“Palabras de libertad” sonó arropada con las palmas del respetable, “Velocidad” sigue siendo una de mis favoritas en directo y de las que mejor le quedan ahora al grupo gracias a ese puntito de crudeza extra que le dan a la base rítmica, y los coros de “Qué difícil es soñar” me gustaron especialmente, aunque lo cierto es que estuvieron a un gran nivel durante toda la noche y vistieron genial las pegadizas melodías que siempre ha hecho MEDINA.
Ya lo dije cuando le vi con su proyecto en solitario en febrero de este año, pero qué gozada es ver tocar a Paco Ventura, uno de nuestros grandes guitarristas y al que creo que no se le tiene suficientemente valorado. Qué nitidez y qué elegancia tiene tocando y, además, se preocupa siempre de darle un aire fresco a los temas, con arreglos nuevos y más actuales. Vamos, que no se limita a tocar lo que grabó hace décadas, sino que intenta darle una vuelta a las canciones y adaptarlos a su manera de tocar de ahora.
El que sigue incombustible a sus 69 años es Manuel Martínez. Me parece una barbaridad que cante a tan alto nivel durante casi hora y cuarenta y cinco minutos y que no pierda ese timbre y ese deje flamenco tan característico. Es cierto que sus compañeros le apoyan con voces en todo momento y él sabe dosificar bien en cada parte, pero que sea capaz de emocionar como lo hizo en “No quiero pensar en ese amor”, un tema que se nota que le gusta especialmente, y que no deje de hablar ni moverse ni interactuar con el público me parece admirable.
Hubo momentos muy especiales, seguramente porque muchos nos reencontramos con la música en directo esta noche, pero también porque MEDINA es un grupo que ha llegado a generaciones diferentes y tiene el poder de unirnos a todos a través de sus canciones. Fue emotivo escuchar cómo la gente terminaba de cantar a capella “Tierra de la libertad”, un corte cañero y heavy que acabó con la voz del público acompañada con el piano de Ibáñez.
Como es habitual en sus conciertos, en “La Tierra Perdida” Manuel pidió que las chicas hicieran la melodía del teclado y que los chicos dieran el grito de “O.U.A”, que hizo que, si quedaba alguien por cantar hasta ese momento, se animara finalmente.
Después de tocar “Trece Rosas”, tema que da nombre a su último disco de estudio, que publicaron en 2018, llegó la anécdota divertida de la noche con “Córdoba”. Hay que decir que Manuel Ibáñez tuvo algún que otro problema técnico con el teclado a lo largo de la noche y quizá por eso estaba pendiente de otras cosas, pero justo después del principio de la canción, es el piano el que da paso a la voz de la estrofa. Se despistó y no le dio la entrada, y a Manuel Martínez le dio por reírse después de un “¿Qué haces que no empiezas?” en tono de broma, así que volvieron a empezar de nuevo, y entonces sí, clavaron su icónico tema dedicado a su ciudad. Fue un momento gracioso en el que todos nos reímos y sirvió para ver que en la banda hay buen rollo.
“Vamos a tocar ahora una de las canciones que más veces ha sido número uno en las emisoras”, explicaba Martínez, y arremetieron con la bonita balada “Otoño”, que creo que nunca les había visto en directo. Les quedó genial y el público la aplaudió mucho.
Sin tomarse un respiro siguieron tocando temas como la cañera “El pozo de mi sed”, “Solo un camino” o la más flamenca “Al Padre Santo de Roma”, aunque quizá uno de los momentos álgidos de la noche fue ese homenaje al rock andaluz con las versiones de “El Lago” y “Abre la puerta” de TRIANA, que forman parte también de la historia de MEDINA y que sonaron muy, muy bien.
Remataron con “Necesito respirar”, el clásico quizá más conocido de la banda cordobesa, que hizo que todo el mundo cantase, y aunque quizá muchos pensaran que era el final, pronto el público empezó a gritar “EH, MEDINA, así no se termina” y no se hicieron de rogar mucho para terminar con los bises.
Manuel Martínez salió para agradecernos a todos la asistencia y el comportamiento, y dijo: “Mucha gente cree que los rockeros no somos personas y aquí se demuestra que somos mejores que otros que tienen mucho dinero y se lo gastan en corridas de toros, por ejemplo”, que desató una gran ovación del público.
A continuación tocaron su último single, que compusieron y grabaron durante el confinamiento, “A Metro y Medio de Ti”, una balada emotiva que habla de la situación actual. Para acabar, tocaron el mítico “Todo tiene su fin” de los MÓDULOS, cuyo inicio cantó a capella el público, y cerraron por todo lo alto con “A toda esa gente”, que fue una de las mejor recibidas de la noche y sentenció un gran fin de fiesta.
Gran concierto de MEDINA AZAHARA, que sigue en un estado de forma envidiable y que es de los pocos grupos capaces de reunir a varias generaciones en un mismo lugar con un único nexo: el rock duro.
Setlist MEDINA AZAHARA:
- Intro/Presentación
- Al Hakim Otro Lugar
- Paseando por la Mezquita
- Palabras de libertad
- Por un poco de amor
- Velocidad
- Qué difícil es soñar
- Navajas de cartón
- Tierra de la libertad
- La Tierra Perdida
- Trece Rosas
- Córdoba
- Otoño
- No quiero pensar en ese amor
- El pozo de mi sed
- Solo un camino
- Al Padre Santo de Roma
- El Lago (versión de TRIANA)
- Abre la puerta (versión de TRIANA)
- Necesito respirar
Bises - A Metro y Medio de Ti
- Todo tiene su fin (versión de MÓDULOS)
- A toda esa gente
Texto: César Muela – Twitter
Fotos: Mikel Masa
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Ese señor usa peluca?
se ha dicho muchas veces que usa peluca, el morbo es muy humano, por que… ¿que importa si así fuera? en fin saludos!!!
Yo que soy de la cuidad de México, leo esta crónica y me emociona mucho, pero tambien me hace preguntarme cuanto tiempo más tendré que esperar para volver a verlos en concierto, además de que se cruza la maldita pandemia…
Ya lo he dicho varias veces y lo vuelvo a repetir: MEDINA AZAHARA son la banda española de heavy/rock que mejor está envejeciendo, como músicos siempre han sido muy buenos, pero ahora suenan mucho mejor que antes y sus discos son tambien mas elaborados.
Ni que decir de los discos en solitario de PACO VENTURA… uuufffff un delicia de guitarrista!!!!
La «pinta» de Manuel Martinez me encanta, le va muy bien y su voz es increible como ha soportado tranto tiempo en accion, sobre todo teniendo en cuenta que el cante-jondo es una técnica vocsal que por su misma naturaleza, desgasta la voz muchisimo más que el canto común.
Espero verlos pronto en México y sueño con que graben un DVD en mi país, a ver si se puede. Y por cierto, que gran set tocaron en este concierto, que envidia en verdad a los que fueron, y no es envidia de la «buena»…. jajajajajjaja. Saludos.
No quiero pensar en ese amor también es de los Módulos. Muchas gracias por la reseña el concierto muy chula
Muy grandes Medina. Les vi en directo hace unos años en Barcelona y salí muy sorprendido gratamente; sonido muy rockero, gran sonido y grandes temas, tienen tantos buenos que podrían tocar 4 horas de éxitos. No he escuchado el último pero lo bueno de ellos es que en todos los álbumes hay temas buenos – también algunos flojos y exceso de baladas – dignos de entrar en un set-list de concierto. A veces infravalorados porque en sus letras hay mucho buenismo y muchas baladas pero como compositores y nivel por encima del resto, ni por asomo Obús o Barón – a los que adoro en su etapa clásica ochentera – han mantenido ni la mitad de la mitad del talento compositivo de Medina en los últimos 30 años.