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Martes 10 de Marzo de 2020 – Sala Santana 27 – Bilbao
Bajo un ambiente enrarecido por la crisis global del COVID-19 que nos inquieta y nos estremece con la sucesión de noticias que evolucionan, acudimos a la sala Santana27 para comprobar en qué medida alteraba el normal funcionamiento del circuito de conciertos. Adicionalmente sabíamos de antemano, sobre la cancelación del bolo programado para Madrid y donde habían registrado con antelación “sold out”.
MASVIDAL
En un horario relativamente anticipado y lógico por otro lado, debido a la estrechez de horarios salía con su propuesta intimista el puertorriqueño de origen cubano, MASVIDAL conocido por haber fundado anteriormente la banda de metal progresivo Cynic.
El músico aprovecha esta gira para introducir en solitario algunos de los trabajos que recorren parajes recónditos de su lado más interior y que logra expresar de forma tan singular con piezas como “Hand To Mouth” o “Parasite”.
El tempranero momento de su actuación propició además de las causas expresadas anteriormente que solo un puñado de personas visionase su show.
RENDEZVOUS POINT
En un tono mucho más animado y derrochando energía por doquier irrumpió en escena el combo noruego. Cimentados sobre un metal progresivo con tintes modernos aprovecharon su hueco para dejar su sello, a pesar de que la concurrencia aún escasa en esos momentos tenía bien claro a quién quería ver.
Estuvieron continuamente comandados por su inefable vocalista Geirmund Hansen que se dejó la piel en el escenario para transmitir la esencia de su música, mientras sus compañeros bastante inertes toda la comparecencia, se esmeraban en niquelar sus enrevesadas melodías.
Aprovecharon para repasar su más reciente trabajo Universal Chaos a la par que entremezclaban las piezas clave de su otro álbum Solar Storm. Descargaron con acierto cortes como “Apollo”, “Digital Waste” y las ineludibles “Wasteland” y “Mirrors”.
ANATHEMA
La actuación de los británicos ANATHEMA eclipsaba cualquier otra historia que pudiera sobrevolar esa noche y si tenemos en cuenta que su repertorio se dividía en el repaso íntegro de su exitoso trabajo We’re Here Because We’re Here con una segunda parte compuesta con favoritas que sobrepasaba con holgura los ciento veinte minutos, nada podía salir mal.
El mérito de los hermanos Cavanagh es digno de ser ensalzado. Comenzaron engendrando el doom metal junto a compatriotas británicos como PARADISE LOST y MY DYING BRIDE para evolucionar a sonidos progresivos y siempre con una elegancia inusitada.
Tras la pertinente introducción que sirvió para introducirnos en su particular universo, abrieron la veda con la majestuosa “Thin Air”. Las expresiones dibujadas en los rostros de los seguidores que se agolpaban en las primeras filas, ponían de manifiesto la grandiosidad de sus melodías. Proseguirían inmensamente concentrados con “Summernight Horizon” y donde observamos por primera vez la complicidad y grandiosidad que surge de entremezclar las voces de Vincent junto a la incomparable Lee Douglas que cada vez que se acercaba al micro sumaba enteros el recital.
De esta guisa fueron desvelando cortes como “Dreaming Light”, “Everything” o la emotiva “Angels Walk Among Us” firmadas con inmaculada precisión. La experiencia se acrecienta con una pantalla de fondo y unos cilindros de luz que combinan con los complejos ritmos que marca el guión.
El ochenta por ciento del rectángulo estaba ocupado por los hermanos Cavanagh y sus instrumentos que ocupaban buena parte, dejando un escueto lateral para los otros tres integrantes que se acumulaban en fila. Incluso la pedalera del bajista yacía en perpendicular al escenario, como si interpretase para los hermanos en vez de la audiencia.
Sin rebajar un ápice la intensidad culminaron el repaso a la obra con las correosas “Get Off, Get Out”, “Hindsight” y la brillante puntilla con “Hindsight”. Un espectáculo fenomenal digno de disfrutarse de principio a fin y que sólo tuvo como única gris un breve lapso de inicio donde falló la ecualización del sonido. Momentos en los que Daniel estuvo siempre atento para enderezar el rumbo.
Con la animosidad y buen rollo que les caracteriza, inundaron nuevamente el recinto de grandiosas melodías con la vetusta “Can’t Let Go” donde el rollo más experimental cobra también su protagonismo. Incluso hubo hueco para preguntar en tono jocoso si nos habíamos lavado las manos. El nivel continuaba incrementándose con otra acertada interpretación de mano de “The Lost Song, Part3” cuyos ritmos muy ajetreados nos golpeaban sin contemplación.
Manteniendo el exigente nivel fueron despiezando sin fisuras otras favoritas como “Springfield”, la futurista “Closer” o la espectacular “Distant Satellites”. Las ovaciones no cesaban de sucederse y parecía imposible mejorar lo previo, pero aún quedaba más arsenal para los de Liverpool.
El triplete compuesto por la excelente “A Natural Disaster” y la inexpugnable “Untouchable” desmembrada en dos pedazos hizo sucumbir a los aficionados al género ante su calidad, erigiéndose quizá como el momento más álgido de toda la sesión. A su conclusión los ingleses se apearon brevemente, ante la demanda de la concurrencia para retornar con premura e interpretar un bis o una especie de premio, ya que el corte que usaron de colofón en clave de cine fue un nuevo tema que versionean del autor Hans Zimmer “Day One”.
Una forma perfecta de culminar esta estupenda noche.
Setlist:
- Storm (Godspeed You! Black Emperor song)
- We’re Here Because We’re Here
- Thin Air
- Summernight Horizon
- Dreaming Light
- Everything
- Angels Walk Among Us
- Presence
- A Simple Mistake
- Get Off, Get Out
- Universal
- Hindsight
- Can’t Let Go
- The Lost Song, Part 3
- Springfield
- Closer
- Distant Satellites
- A Natural Disaster
- Untouchable, Part 1
- Untouchable, Part 2
BIS: - Day One (Hans Zimmer vers)
- Twist and Shout (The Beatles song)
Texto: Txema Garay
Fotos: Carlos Fabian
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