![]() |
+ EXODUS + DEATH ANGEL
THE BAY STRIKES BACK 2020
Viernes 28 de Febrero de 2020 – Sala Black Box – Madrid
Rememorando el movimiento localizado en el norte de California que durante los años ochenta revolucionó el mundo del metal y contribuyó de manera destacada a forjar una de sus más poderosas variantes, el thrash metal, el pasado viernes acudimos a la gira protagonizada por TESTAMENT, EXODUS y DEATH ANGEL.
Cientos de fans deseosos de empaparse de la música interpretada por tres de los más grandes exponentes de la Bay Area se apelotonaban ya desde primera hora para coger sitio en Black Box, sala que, como he dicho en varias ocasiones ya, es una de las peores opciones si lo que se quiere disfrutar de un buen concierto se pretende. Y lo es porque siempre está abarrotada (es una de las opciones cuando se programa un evento de máxima afluencia y La Riviera está ocupada), por su deficiente visibilidad “gracias” a las columnas y a la distribución alargada y estrecha de la misma y al mal sonido que tiene, con esos techos altos y esa longitud tan exagerada de sus dimensiones.
Una vez claras las expectativas en cuanto al recinto, sólo nos quedaba disfrutar lo mejor que pudiéramos de la música y el espectáculo, acomodándonos donde mejor se pudiera.
DEATH ANGEL serían los encargados de abrir la velada, puntuales y con todo el arsenal preparado para realizar una descarga memorable. Con Rob Cavestany y Mark Osegueda como principales maestros de ceremonias, destacando también en gran medida la presencia, entrega y actitud de Ted Aguilar, los de Daly City. Dieron un somero repaso a buena parte de sus álbumes, atesorando cada uno de los minutos que tuvieron para desplegar su sonido, comenzando por el que da título a su última obra de estudio, “Humanicide”, al que siguió, en contraste un tema de su ópera prima, con lo que dimos un considerable salto temporal gracias a “Voracious Souls”.
Tras constatar la sobresaliente acogida de su inicio por parte del respetable y proceder con los pertinentes saludos, continuarían sin bajar un ápice la velocidad de mano de “Claws in so Deep” y “The Dream Calls for Blood” con la que vi por primera vez a algunos miembros del público animándose a navegar por encima de los brazos del resto.
Con “The Moth” y “Seemingly Endless Time” se iban acercando a un final que llegaría con la esperada “Thrown to the Wolves” donde la locura terminó por ser desatada, dejando el pabellón por todo lo alto.
Máxima era la expectación con EXODUS y no se esperaba otra cosa que no fuera la continuación de la fiesta comenzada por DEATH ANGEL. Sin embargo y aunque el arranque (que por cierto inició con varios minutos de adelanto según lo previsto) con “Body Harvest” y “Blood In, Blood Out”, hacía presagiar que así sería, un fallo en la P.A. les dejó varios minutos parados, lo cual originaría una sensación de falta de continuidad de la que tardaron en reponerse.
Una vez solucionado el problema técnico, intentaron volver a caldear los ánimos con una versión del “Motorbreath” de METALLICA de la que todavía no estoy seguro si pretendían hacer una jam o es que sencillamente los nervios les hicieron tocarla atropelladamente. Tanto que se equivocaron, entraron a destiempo las voces con los solos y al minuto dejaron de tocarla para no llevar el desatino más lejos.
No sería hasta la coreada “Blacklist” con la que volverían a cogerle el pulso al concierto, tras unas regulares interpretaciones de “Fabulous Disaster” y “Deathamphetamine” que pasaron sin pena ni gloria.
“Bonded by Blood” nos recordaba por qué esta banda es tan apreciada y cuál era su verdadero potencial en directo, haciéndonos a todos bailar su peculiar “The Toxix Waltz” y poniendo la rúbrica con “Strike of the Beast”, por todo lo alto, haciéndonos casi olvidar todo lo acontecido en la primera mitad del show .
Estoy seguro de que cuando EXODUS vuelvan a Madrid, como prometieron que harían, se desquitarán a gusto del mal sabor de boca.
Poco tuvimos que esperar para tener una vez más sobre un escenario madrileño a TESTAMENT. Con nuevo disco pendiente de salir en poco más de un mes, venían para hacer un interesante repertorio apoyado en temas menos conocidos, dando a sus últimos discos casi tanta importancia como a aquellos que les encumbraron en los años ochenta, aunque sin olvidar también algunas de sus más reconocidas canciones.
Los de Billy y Peterson poseen una calidad incuestionable. TESTAMENT es sinónimo de calidad y profesionalidad a partes iguales. Cuidan sus directos hasta el punto de que mejoran algunas de sus canciones con respecto a cómo fueron editadas en disco; opinión totalmente personal y dirigida sobre todo a las de sus primeros álbumes. Por si fuera poco, siempre es un placer ver al maestro Skolnick tocando esos solos repletos de clase y técnica a partes iguales. La base compuesta por Di Giorgio y Hoglan, apabullante.
Comenzaron lanzando un dardo de nostalgia con “Eerie Inhabitants” y la simpar “The New Order”, sacadas ambas de su segundo lanzamiento, con la banda en su salsa, disfrutando y haciendo disfrutar a su público. Y es que siempre es una maravilla ver esas poses que, no por repetidas dejan de ser esperadas, con Billy atacando su acortado pie de micro como si fuera el mástil de una guitarra mientras sus compañeros ejecutan con precisión milimétrica.
“The Haunting”, protagonizada por ese maravilloso riff ascendente, conquistó a todos, llegando la gran sorpresa de la noche, una “The Preacher” que no estaba sobre el guión y que fue un regalo para el público madrileño. Aquello se convirtió en algo grande, muy grande mientras todos coreábamos ese pedazo de melodíadoblada a terceras tan característica.
Hicieron un guiño a su álbum del año 2012 con tres de sus temas: el que le da título (“Dark Roots of the Earth”) con el que se adentraron en terrenos más progresivos y densos; “The Last Stand for Indipendence” corto y directo, un in your face en toda regla ;“Throne of Thorns” más complejo y largo.
Continuaron reivindicando sus álbumes del nuevo milenio, esta vez haciendo el repaso a “Brotherhood of the Snake” con aquel que se llama igual que él, así como con el single “The Pale King”.
“The Fall of Sipledome” fue un gran guiño a aquel álbum denominado “The Gathering” con el que se miraron de tú a tú con el death metal 100% americano en cuanto a sonido. ¡Les quedó de lujo con Billy tirando de guturales sin bajar el nivel de su garganta un ápice!
Llegaba el momento de recordarnos que pronto tendríamos nuevo trabajo y que habían lanzado hacía pocos días el que era su primer single. De este modo tocarían “Night of the Witch” que casó perfectamente con el anterior tema. De hecho y a falta de escuchar el álbum completo, este tema nos ha recordado y mucho a aquellos coqueteos con el death de finales de los noventa.
Para el final, se acabarían las sorpresas y los repasos a otras épocas y se fueron a lo seguro, así como a lo que muchos estaban esperando. Y qué mejor manera de comenzar que invitándonos “into the fucking pit, Madrid”- con Chuck moviendo su pie de micro en círculos sobre su cabeza mientras sus compañeros atacaban “Into the Pit”.
“Practice What You Preach” necesita pocas presentaciones. Con todo el público metido en el bolsillo, coreando el estribillo a petición del vocalista, con Skolnick subido sobre la tarima interpretando ese genial solo… ¡Una pasada!
El final de libro, con “Over the Wall” y “Disciples of the Watch” dejando muy claro quiénes siguen siendo uno de los baluartes del thrash a día de hoy. Unos que no se han desviado del camino, sabiendo a la vez adaptarse a los tiempos y nuevos sonidos, recrudeciendo su propuesta en ocasiones, pero teniendo claro qué es lo que su público espera de ellos.
Gran noche con tres grandes bandas. Lástima los problemas técnicos por parte de EXODUS, aunque su desquite en la capital estoy seguro que será épico.
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Fotos: Alvaro Ochoa
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Galería de Fotos:
EXODUS
DEATH ANGEL
He de admitir que estuve, y no, no cogí el coronavirus… Respecto a los problemas de Exodus, no se pusieron a tocar una versión de Metallica, lo que pasó es que después del apagón del equipo, que les dejó sin sonido, tuvieron problemas con la otra guitarra (o bajo, no lo recuerdo bien) y ante la espera, se pusieron a tocar o a improvisar , pero eso no estaba preparado, es que estuvieron un buen rato sin guitarra…. Y por lo demás todo bien, una sala dentro de Vistalegre que no había visitado y tenía problemas como la altura, que es muy baja y los focos ciegan al personal, desde el fondo. Sonido? Muy mejorable, como casi siempre. Exodus fueron los que peor sonaron, con testament mejoró bastante (muy buen concierto).
Rabia no haber ido al concierto, sabiendo que DEATH ANGEL y TESTAMENT estuvieron brutales. Ambas bandas están mejor que nunca. Bravo por ellos.
Por cierto, felicidades por la gran crónica y fotazas.
Señor J J, he de admitir que entré en la noticia con ánimo de darle a usted un repaso como ya hice el otro día con su coleguita el ínclito redacto Del Amo.
https://www.rafabasa.com/2020/02/26/cronica-y-fotos-de-monster-magnet-y-capitan-booster-en-madrid/
Pero reconozco que los textos que usted ha escrito andan a la altura de lo que se debe pedir a una página de metal seria. Está claro que usted es un reportero que sabe lo que hace y que defiende, con su profesionalidad, la idea de que los metaleros no somos, precisamente, unos iletrados. Al menos no todos, y no quiero señalar a nadie, ínclito señor Del Amo, usted ya sabe lo que quiero decir.
Mis felicitaciones, caballero, por la calidad formal y de fondo de su reportaje, que me ha transportado a aquellos años en que yo era un jovenzuelo hirsuto de melena larga y litrona en ristre. Qué tiempos.
Quedo pendiente de sus próximas colaboraciones en esta distinguida página de metal que el no menos sobresaliente Rafa Basa dirige con el acierto que se puede esperar de su jefe: un menda que sabe lo que dice aunque uno no comparta su querencia por ir vestido como yo vestía en la época de Ronald Reagan.
Pero ya sabemos todos que el metal se lleva en el corazón, y si uno, además, quiere ir vestido como cuando le daban collejas en el instituto, es muy libre de hacerlo, y ahora me dirijo a usted, señor Rafa Basa, faltaría más. De todos modos, si algún día decide hacer algo con su frondosa melena y su no menos exuberante bigote, con mucho gusto le daré la dirección y las tarifas de mi peluquero.
Un saludo a los dos, al señor J J que firma este artículo, y también al señor Rafa Basa, que hace posible que nos enteremos de qué es lo que se cuece en el mundillo este del heavy metal, como decíamos en la época en que Ronald Reagan iba por ahí tocando los cojones al personal.
En cuanto al ínclito señor Del Amo, qué le vamos a hacer, saludos también para él. Sin acritud.