+ IGNIS ÁNIMA
Sábado 22 de Febrero de 2020 – Sala Cats – Madrid
Si hablamos de metal melódico nacional, ÓPERA MAGNA es una de esas bandas que no pueden faltar en la conversación. Los valencianos llevan más de diez años en la pelea para terminar de ganarse, al menos a nivel de popularidad, el puesto que muchos pensamos que merecen. Además, lo han hecho como mejor saben: publicando siempre contenido de calidad, cuidado y bien tratado. Su propuesta de power metal sinfónico tiene todos los elementos para triunfar entre el público que gusta de este tipo de géneros, y los componentes del grupo derrochan un virtuosismo en el dominio sus instrumentos nada desdeñable. Sin embargo, siempre he tenido la sensación de que el grupo no terminaba de dar completamente ese salto hacia la primera línea, y me cuesta un poco entender el motivo Precisamente por esto, la cita del Sábado en Madrid se antojaba realmente importante. ¿Estuvieron a la altura de lo esperado?
Antes de responder a esta pregunta toca rebobinar un poco, porque los primeros en presentarse sobre el escenario de la Sala Cats esa noche fueron IGNIS ÁNIMA. Se trata de una banda joven, que mezcla el power/heavy metal clásico con ciertos tintes folk en una propuesta musical bastante interesante. Los descubrí en los días previos al concierto y me gustaron, pero en directo ganan un punto sobre los trabajos de estudio. Me sorprendió mucho la buena entrada que presentaba el recinto durante su actuación. La banda se dio un auténtico baño de cariño. El público estuvo de 10, apoyando al grupo, coreando los temas y animando el ambiente constantemente. Pudimos ver a muchos seguidores muy jóvenes que habían acudido a la sala principalmente por este concierto y no para el de ÓPERA MAGNA, lo cual es muy destacable.
Durante una hora escasa (hubo problemas de tiempo y debieron acortar un poco el repertorio) la agrupación fue desgranando sus dos obras de estudio publicadas hasta el momento. Comenzaron el concierto con “Cicatrices”, que tiene unas líneas vocales estupendas. David cantó muy bien en todo momento, correctamente arropado por la banda en las tareas instrumentales. Ambos guitarristas empastaban muy bien las armonías, presentando un trabajo bastante cuidado en ese apartado. Iván al bajo me gustó mucho, ofreciendo un gran sonido y líneas rítmicas muy trabajadas, con mucha presencia en la mezcla.
De los temas que interpretaron destacaría especialmente tres: “Heraldo del Hambre”, “Alma en llamas” y “Arde el Valhalla”. Esta última fue un auténtica fiesta, tiene un estribillo ganador para tocar en vivo. En general, los temas de IGNIS ÁNIMA son bastante directos.
La violinista Mercedes aporta a las composiciones del grupo un punto de frescura que les sienta muy bien, pero no pudimos escuchar demasiado este instrumento durante la actuación. En general, el sonido lastró un poco todo el show. No fue su culpa, porque la situación se repetiría con ÓPERA MAGNA. Aún así, es una lástima. A pesar de ello, la banda dio claras muestras de un futuro que será, como mínimo, prometedor. Ya tuvieron la oportunidad de tocar su tema “No es solo música” en el Leyendas hace dos años, y pronto comenzarán la grabación de su nuevo trabajo.
No había pasado demasiado tiempo cuando los altavoces comenzaron a reproducir la introducción sinfónica del primero de los tres actos que componen “Del amor y otros demonios”, señal inequívoca de que ÓPERA MAGNA iba a aparecer pronto sobre las tablas. El primer corte en caer fue “Por un corazón de piedra”, ya convertido en un auténtico clásico del grupo. Esta canción sirvió para enchufar a los asistentes desde el minuto uno, pero también para ponernos sobre aviso: Los problemas sonoros del concierto previo no iban a desaparecer. Siempre que he ido a Cats ha habido dificultades en este sentido y, desgraciadamente, no parece casualidad. La batería de Adriá Romero (especialmente la caja) sonó tremendamente contundente durante toda la actuación; suficiente como para comerse completamente el sonido del bajo y de la guitarra rítmica en graves. Fue una auténtica pena, porque Enrique Mompó y Alejandro Penella son un auténtico reloj, el pilar fiable y fundamental sobre el que se asientan el resto de los músicos. Personalmente, desconocía que el primero de ellos es el principal compositor de ÓPERA MAGNA. En directo es muy comedido y no acapara tanto protagonismo como sus compañeros. Un auténtico líder en la sombra.
Javier Nula y José Broseta (más presentes en las frecuencias altas) consiguieron salvar algo mejor las papeletas en cuanto a mezcla se refiere. Sobre ellos recae la mayoría del peso escénico de la banda. El guitarrista es probablemente el rey del “sweep-picking” en español a gran velocidad; uno de los mayores virtuosos del panorama, fantástico en todos y cada uno de los solos. Lo de Broseta, directamente, es algo espectacular. El cantante suele aparecer con frecuencia en las quinielas a mejor vocalista de metal melódico nacional, pero lo que ofreció en Madrid fue una auténtica lección. Afrontando los tonos altos siempre ha sido una auténtica bestia, pero ha mejorado muchísimo en garra y graves durante los últimos tiempos. De hecho, ha cambiado bastante su forma de encarar las composiciones desde ese estupendo “Poe”. Si actualmente es el mejor de la escena o no dependerá de los gustos de cada espectador; pero estuvo impresionante, y así hay que decirlo. Mejora con el tiempo, como los buenos vinos.
En cuanto a repertorio se refiere, el grupo cumplió totalmente con lo anunciado. Durante esta gira están interpretando “Del amor y otros demonios” en su totalidad, y con ese set-list se presentaron en Madrid. Pudimos disfrutar de los tres actos completos, incluyendo la instrumental “Rojo Escarlata”, donde el vocalista aprovechó para descansar. Esta premisa permitió que sonaran en directo temas no demasiado habituales, como “Oscuro amanecer” o “La trampa del tiempo”. Fue, por tanto, un concierto bastante sinfónico. Nacho, de SYSTEMIA, apoyó al grupo desde el teclado en todo momento. Se encargo de las orquestaciones y realizó varios solos de mucho mérito.
El repaso a los tres últimos Eps del grupo se fue desarrollando poco a poco, sin ningún incidente. Hubo canciones para todos los gustos, desde los estribillos directos de “La Herida” o “Para Siempre” hasta algunos momentos más veloces, como “Mi reino, el olvido” e “In Nomine”, uno de los mejores temas del Acto III. Me gustaría hacer una mención especial a “Después de ti”, ya que no es habitual ver a ÓPERA MAGNA bajando la velocidad, afrontando temas más pesados y con algún que otro tinte progresivo. Me encantó escucharla en directo, fue de los mejores momentos de la noche a nivel musical. “Donde latía un corazón” e “Hijos de la tempestad” también funcionaron realmente bien. La segunda es una especie de himno a la hermandad, engancha rápidamente, con toques juglarescos y medievales.
Tras escuchar “Lo soñado y lo vivido” terminaba el prometido viaje por su último trabajo. Aun así, la noche no podía estar completa sin una pequeña visita a sus dos primeros lanzamientos. “El último caballero” y “Poe” fueron CDs mucho más centrados en el power metal, con menos variedad, pero actualmente son auténticas joyas del género. Apenas pudimos recordarlos en esta ocasión, pero no los dejaron completamente fuera. En primer lugar, se lanzaron a interpretar un breve fragmento de “El último Caballero”, sirviendo esto como anticipo de lo que vendría a continuación. Sin abandonar el escenario (Broseta explicó que no eran demasiado amigos de los paripés) nos regalaron en bises una grandísima interpretación de dos de los mejores clásicos del grupo. “El pozo y el péndulo” sonó atronadora, con José totalmente desatado; aunque el punto y final vendría con “Horizontes de gloria”, coreada al unísono por todos los asistentes. Sigue siendo un auténtico cañón, más de diez años después. Este final supo quizás a poco, porque hay una gran cantidad de buenas composiciones en esos primeros trabajos que no pudimos escuchar. A pesar de ello, sabíamos perfectamente a lo que veníamos y el show tuvo una duración más que suficiente.
Como detalle, me gustaría señalar que, antes del show de IGNIS ÁNIMA, aquellos poseedores de la entrada VIP pudieron escuchar dos versiones semi-acústicas extraídas del primer álbum del grupo. A saber: “Largo viaje” y “El fuego de mi venganza”. Quedarán como un regalo para los presentes, pero fue realmente bonito escuchar a la banda en esta tesitura menos habitual. El grupo no tiene demasiadas baladas y es un terreno a explorar en el futuro. Creo que no desentonarían en el repertorio.
No sé si ÓPERA MAGNA terminará de dar el salto en algún momento al Olimpo del metal en castellano, pero hoy en día hay pocas bandas de power metal en este país con un directo tan cuidado (ojalá disfrutarlos en otro recinto más adecuado) y potente. Tienen el respeto de compañeros de la escena, crítica y público, porque así se lo han ganado. Veremos cómo nos sorprenden en su próxima obra. Sea lo que sea, merecerá una escucha.
Texto: Paco Sánchez
Fotos: Vicente Diaz (Bienvenido a la que ya es tu casa!!!)
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