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+ HOLLYWOOD UNDEAD + ICE NINE KILLS
Día 17 de Febrero de 2020 – Sala La Riviera – Madrid
Si Madrid tenía ganas de una buena dosis de rock y metal alternativo, el show del pasado lunes las sació con creces.
PAPA ROACH y HOLLYWOOD UNDEAD escogieron La Riviera para descargar toda la caña de sus últimos trabajos y sus obras clásicas. El público de la capital había respondido con creces, provocando el sold out de entradas con bastante antelación.
Teniendo esto en cuenta, todo estaba preparado y organizado para que se desatara el espectáculo.
Y los americanos no fallaron a su cita.
En primer lugar, me gustaría pedir disculpas a los seguidores de HOLLYWOOD UNDEAD. Debido a un problema personal, sumado a un pequeño retraso en taquilla, entré a la sala con unos quince minutos de retraso, cuando el grupo ya había comenzado su descarga.
Debido a esto, no pude disfrutar de las primeras tres o cuatro canciones; por lo que me perdí un temazo clásico como "Undead" y algunas de las visitas al último LP del grupo: "New Empire, Vol 1." El primer corte que pude ver en su totalidad fue "Comin´it hot".
Desde el primer momento observé a una audiencia entregada, disfrutando muchísimo con el concierto. Esto fue una constante durante todo el show, tremendamente divertido y con un sonido demoledor.
Es bien sabido que, históricamente, La Riviera nos ha dado cal y arena con bastante facilidad en lo que se refiere a ecualización, pero en este caso tocó cara en la moneda.
La banda, con sus contrastes constantes de voces (prácticamente todo el grupo aporta en este sentido) y ritmos, es un auténtico terremoto en directo. La fusión de rap, rock y metal funciona como un reloj encima del escenario, con una base rítmica realmente potente. Me encanta la originalidad de la propuesta, pues aunque no son ni mucho menos la única agrupación que apuesta por este contraste, el enfoque con el que lo hacen sí que es particular. Desgraciadamente, no se dejan ver demasiado por España. El groove electrónico de la mayoría de los temas enganchó con facilidad al personal, que coreaba sin cesar los estribillos ultra-pegadizos que fuimos desgustando. Por ejemplo, el de "War Child", que sería la siguiente en caer con esos "ooooh" irresistibles. Fue un auténtico cañón.
Tras ella, tocaba bajar un poco las revoluciones y cambiar de tercio para disfrutar de "Bullet", uno de mis temas favoritos del grupo. Me encantó en directo, con ese toque más acústico de buen rollo y diversión. Me encanta como combinan el puente y el estribillo. Se trata sin duda de una canción para cantar, animarse y disfrutar. Es única dentro del repertorio y aporta una variedad que siempre se agradece.
Para terminar, nos regalaron tres de esos temas que no pueden fallar. Apostaron a lo seguro, comenzando esta recta final con la genial "Day of the dead". Dejaron al público cantar el comienzo, y la pirotecnia apareció pronto en escena (ya lo había hecho en algún momento previo) para desatar la locura. Durante la interpretación de esta canción el grupo sacó una bandera de España, gesto que terminó de encandilar al respetable. Sin tiempo para reposar, el bombo nos introducía "Everywhere I go", rescatada de su primer álbum "Swan songs". Un temazo en toda regla, con ese riff de teclado omnipresente que imita la melodía del coro provocando una auténtica fiesta. "Hear me Now" fue el último disparo. Más melódica y directa, sonó estupenda.
Lamentablemente, no hubo tiempo para más. A pesar de las peticiones del público, y sin llegar a la hora de concierto, la banda debía desaparecer para que los técnicos prepararan la actuación de PAPA ROACH. Nos dejaron con ganas de más, y eso siempre tiene una lectura positiva. Los esperamos de vuelta pronto.
Tras un largo (quizás demasiado largo) descanso, pasadas las 21:00 se apagaban las luces del escenario, indicando que el plato fuerte de la noche se acercaba. PAPA ROACH tomaban el escenario, y lo hacían por todo lo alto. La introducción de guitarra de "Dead Cell" nos dejaba claro que no iban a hacer prisioneros. Es uno de los temas más cañeros y con tintes de rap que tiene el grupo, y sonó fantástico. De nuevo, todo el concierto ralló a un gran nivel en este apartado. La base rítmica de guitarra y bajo (qué bien sonaba Tobin) atronaba, y Shaddix cantó de una forma brutal toda la noche. En conjunto, PAPA ROACH es una apisonadora.
"Blood Brothers" mantenía el nivel muy alto, siendo uno de los clásicos que más gustan a los fans. El vocalista comenzó en este tema a pedir que abriéramos mosh-pits. Hay que reconocer que no tuvo demasiado éxito en esta propuesta, ya que La Riviera en sold-out no es precisamente un recinto que facilite estas prácticas. Aún así, sirvió para que el público se enganchara aún más al show. El primer contraste de la velada apareció con "Help!", una canción más reciente, rockera y alternativa que bajó un poco la velocidad inicial. Personalmente, es un tema que me encanta. Tiene un estribillo estupendo para el directo.
Sin embargo, volvimos pronto a "Infest" con otro de sus éxitos rotundos: "Between Angels and Insects", donde voló la cerveza por la sala como en las mejores noches. Antes de continuar, Shaddix (tremendamente agradecido durante todo el show por la energía de la audiencia) aprovechaba para explicarnos la ausencia del guitarrista Jerry Horton en la gira europea por culpa de una lesión. Su tarea a las seis cuerdas fue desempeñada esa noche por Anthony Esperance, hermano del bajista de la banda. Cumplió con nota.
Como podemos ver, la banda apostó por un primer tramo absolutamente directo y contundente. Esto provocó que el recorrido que realizaron alrededor su último trabajo, "Who do you trust?", llegara en la segunda mitad del concierto. No me pareció la mejor decisión, ya que interpretaron cuatro temas del mismo de forma casi continua.. De esta tanda gustó especialmente "Feel like home", que puso a todo el mundo a botar en masa. Sin embargo, es cierto que "Elevate" (con una gran base de rap donde Anthony tomó los mandos del teclado), "Renegade Music" y la versión acústica de "The Ending" provocaron que descendiera un poco el pulso del concierto. Esta última quedó muy bonita, pero hubo algún problema de acople con la guitarra que la deslució un poco.
Me gustó su último álbum, pero en directo algunos de sus temas no me convencieron tanto. Eso sí, entre medias colaron "Broken Home", otra imprescindible que no siempre interpretan. El vocalista aprovechó algunos de los descansos para recordar actuaciones pasadas en Madrid, como la del Download Festival; además de felicitar el cumpleaños a algunos fans de las primeras filas.
De este punto en adelante solo hubo tiempo para los mejores clásicos. El primero de la lista fue "Scars", que provocó el momento más bonito de la noche. Este medio tiempo se ha convertido en un auténtico himno, y como tal fue recibido. Palermo nos ofreció un buen solo de batería antes de "Getting Away with Murder", que volvió a desatar el delirio. Jacoby no cantó ni una sola de las frases título, dejando todas para el público, que cogió el testigo encantado.
Tras ella, el grupo se marcó como homenaje una gran versión de "Firestarter", tema icónico de THE PRODIGY. Les quedó muy bien, pero no terminé de entender su presencia en el set list cuando se quedaron fuera del repertorio algunos de sus himnos como "Forever". En este punto habrá discrepancias entre los seguidores. Personalmente, no comparto demasiado la idea de incluir versiones en conciertos no demasiado extensos, perjudicando así la presencia de clásicos que el público siempre quiere escuchar. De todos modos, creo que en líneas general la adaptación gustó bastante.
Antes de que la banda se marchara a backstage por primera vez, tocaba escuchar "To be Loved". La introdujeron con un pequeño guiño a los Ramones, y todo el mundo disfrutó con ese estribillo hardrockero. Me encantó. Como no podía ser de otro modo, tuvimos bises. Concretamente, tres. El primero de ellos sería "Who do you trust?", uno de sus últimos singles. Me gustaron mucho los efectos de Vocoder en este tema, similares a los del álbum. "Last Resort" era obligada, siendo probablemente el corte más emblemático de PAPA ROACH, con esos riffs endiablados.
Para poner el punto y final, "Born for Greatness", muy coreable y comercial. Me sorprendió que terminaran con un tema relativamente reciente, pero creo que fue acertado. Es una canción que en directo gana muchos enteros respecto a la versión de estudio.
En conclusión, disfrutamos de dos enormes conciertos. PAPA ROACH nos lo puso muy fácil, con una actuación de altísimo nivel. Fue una de esas noches donde se produce ese tipo de comunión entre banda y público tan buscado, provocando que todo marche sobre ruedas. A pesar de que ya no es una banda joven en absoluto, el grupo se mantiene a un nivel muy alto. Como punto negativo solo se puede señalar la duración del show. No llegó a la hora y media. Sé que esto cada vez es más común en los conciertos, pero no por ello es algo positivo. No costaba nada alargar 15 minutos más la noche con tres o cuatro clásicos de propina que se quedaron en el tintero en Madrid. Ojalá esto se revierta en algún momento. Los espectadores lo agradeceremos.
Texto: Paco Sánchez
Fotos: Óscar Gil Escobar
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