+ ARENDEL
Sábado 25 de Enero de 2020 – Sala Nazca – Madrid
El pasado 25 de Enero los madrileños teníamos una cita con el metal nacional de nueva factura en la Sala Nazca. BRIDGE TO NOWHERE y ARENDEL juntaban espadas, llamando a las armas para ofrecer al público en vivo lo mejor de sus recientes trabajos discográficos. Evidentemente, no podíamos faltar al evento. Con un recinto que presentaba una más que aceptable entrada, nos disponíamos a disfrutar de dos propuestas muy diferentes, pero de calidad. A un extremo del ring, el folk metal de tintes power. En el contrario, la brutalidad del death metal melódico combinada con toques sinfónicos.
Antes de que pudiéramos ver a ARENDEL salir a escena, la PA del recinto ya lanzaba himnos al público como "Enter Sandman" de METALLICA, que fueron animando al respetable. Sin embargo, solo habían transcurrido unos pocos minutos cuando comenzó a sonar "Viaje al más allá", la introducción que da el pistoletazo de salida al nuevo álbum de la banda, Infernalia. Al igual que en el CD, la velada arrancó con "El pacto del ángel", una de las canciones más directas y efectivas del grupo. Ya desde este mismo comienzo pudimos apreciar a una formación compacta, cómoda en ese metal melódico de tintes folk de bandas como CELTIAN. De hecho, estos últimos han colaborado con el grupo en alguna canción, y pudimos ver a Diego y Raquel entre el público.
Los cimientos del edificio ARENDEL están bien construidos, con bases rítmicas potentes que ganaron en luz gracias a abundantes guitarras armonizadas (muy buen trabajo en este sentido de Jaime y Edu) y los toques folk del violín o el whistle. Estos instrumentos iban apareciendo de forma intermitente, ya que es Adrían, su vocalista, el encargado de utilizarlos. A pesar de ello, la parte más celta es importante dentro del sonido del grupo y así se hizo notar en todo momento. En el escenario la banda mostró desde el comienzo del show una presencia interesante, pese a la juventud de varios de sus miembros. Pinturas tribales y máscaras adornaban a los músicos, que disfrutaban en el escenario mientras Adrián animaba a los asistentes. Además de su trabajo como cantante, en lo que respecta a las voces la banda cuenta también con la aportación femenina de Tamara Aradia. Esta diversidad provoca un contraste interesante entre los dos registros, que enriquece mucho las líneas melódicas de las canciones. Sin embargo, creo que esta no fue la mejor noche de la vocalista. Tal vez el sonido no fuera el mejor dentro del escenario (escuché en la prueba que había algún problema con su in-ear) y por culpa de ello no rindiera al 100%. Disfrutaremos más de ella en otras oportunidades, no cabe duda.
En cuanto al repertorio, ARENDEL desgranó mayormente su último trabajo discográfico. Nos presentaron canciones como “La Rosa Maldita” o “La última Carta”, que sonaron muy bien; aunque entre medias colaron algún corte de su álbum debut, Cuestión de Influencias, como “Noche de cuervos”. El momento íntimo de la velada lo pusieron Tamara y Adrián en la interpretación acústica de “Ella”, una bonita balada en la que solo escuchamos sus voces y la guitarra acústica. Para poner el colofón final, interpretaron la festiva “Fiesta Post-Mortem”, que animó mucho a los asistentes con su mensaje optimista. En resumen, un buen concierto por parte de una formación con mucho futuro. Desgraciadamente, el sonido no fue el mejor en muchos momentos y la banda tiene algunos elementos por pulir; aunque estoy seguro de que lo harán pronto.
Tras un breve descanso, tocaba cambiar totalmente de tercio para recibir a BRIDGE TO NOWHERE. La banda madrileña venía presentando un álbum realmente arriesgado, como es “Divine Tragedy”. Basado en la obra de Dante Aligheri, el CD nos lleva a través del viaje del poeta italiano del Renacimiento. La banda destaca por un marcado eclecticismo, y buena culpa de ello tiene la vocalista: Ana Rochas. Su voz es capaz de afrontar todo tipo de pasajes, desde las guturales más potente hasta los coqueteos con el metal sinfónico de bandas como NIGHTWISH o WITHIN TEMPTATION.
He de confesar que antes del concierto tenía mis dudas acerca de cómo iba a afrontar la banda su fuerte contraste en directo. Por suerte, estas se disiparon totalmente. Ana estuvo fantástica toda la noche en su trabajo vocal, rayando a un gran nivel. Vestida de rojo nos daba la bienvenida al infierno, para interpretar la primera tanda de trallazos que el grupo tenía preparados. El single “Descent” fue el primero en caer, seguido (en el mismo orden que presenta el álbum) de “Into the Hell” y “The Devil Jaws”. Estos primeros compases fueron los más potentes de todo el concierto, con la banda sonando realmente cañera. La base rítmica de batería y bajo estaba enormemente compenetrada con los riffs de César y Matías, que sonaban endiablados. Como conjunto, BRIDGE TO NOWHERE está más que engrasado.
Poco a poco, las revoluciones del evento irían bajando. Me gustó especialmente que la banda respetara el tracklist exacto del álbum, porque este tiene mucho sentido. Cuando un grupo es capaz de acercarse a matices tan distintos, es un peligro constante perderse en el camino y no llegar a ninguna parte. Sin embargo, la idea base de “Divine Tragedy”tiene mucha lógica. Conforme Dante va saliendo del infierno, la música toma tintes más sinfónicos, melódicos y corales para acompañar al personaje en sus nuevos terrenos. Romper en directo esta progresión, que parte del inicio más death metalero hasta la conclusión más melódica, hubiera sido un error. No cayeron en él. De hecho, Ana cambió su atuendo para afrontar cada uno de los tres bloques principales, acorde a los vaivenes musicales que iban sucediendo. Todo en este sentido estuvo muy bien medido, y es algo de aplaudir.
Antes de pasar al “bloque del purgatorio”, BRIDGE TO NOWHERE reservaba una sorpresa. Su antiguo guitarrista, Rubén Otero, saltaba a las tablas para acompañar al grupo al mando de las seis cuerdas. Con su presencia en el escenario era el momento de atacar dos temas de su primer disco, “Wars of Avalmeth”. Concretamente, “Ruins” y “Wars of Avalmeth Part I”. No desentonaron en absoluto acunados por los nuevos cortes, aunque tampoco resultaron en el momento álgido de la noche. No fue la única colaboración que guardaban en la manga, pues el bajista Ivan Martí de IGNIS ANIMA también tomaría las cinco (en este caso) cuerdas en “Ascent” un poco más tarde. Siempre es bueno ver a un grupo agradecido con sus antiguos componentes; ya que estos disfrutaron visiblemente con la oportunidad de volver a tocar con sus compañeros
La siguiente en caer sería “Regret”, con ese estribillo fantástico reluciendo. En este caso los coros serían sampleados junto a la voz en vivo de Ana. Aún así, sonaron muy bien. “Seven” mantendría el listón realmente alto, siendo uno de los cortes más melódicos del grupo; así como uno de los favoritos de quien escribe. Los registros más agudos de la voz en este tema son preciosos, y el solo de César no se queda atrás. Me encantó. Entre tema y tema, la vocalista nos iba introduciendo en la obra de Dante, explicando someramente el sentido de cada canción. Esto demuestra la pasión que tienen por la obra tratada, aunque es cierto que en algún momento tanta presentación pudo antojarse un poco excesiva. Prácticamente no tocaron ningún tema seguido inmediatamente de otro, lo cual influyó negativamente en el ritmo del show.
El final se iba acercando, pero aún quedaba pólvora en el cargador. La imponente “Rivers of Paradise” (de los temas favoritos de la banda, como ellos mismo señalaron) es una de las canciones que mejor cohesiona las diferentes variantes del producto BRIDGE TO NOWHERE. Ana tuvo algún problema durante la interpretación este tema, pero salió de él con solvencia. La banda anunciaba el final del show con la llegada de “Walking on the Stars”, uno de los temas más coreables. Funcionó muy bien, con ese coro demoledor. Sin embargo, la noche no podía terminar con un único tema de “Divine Tragedy” en el tintero. El público lo sabía y la banda también. Por lo tanto, en comunión, tocaba disfrutar de “Light”. Este corte merece una apreciación diferenciada, porque se codea con el metal sinfónico como ningún otro. En él, Ana roza los registros más operísticos y lo borda. Probablemente sea la mejor canción del grupo. Potente a la vez que melódica; directa y, a pesar de ello, llena de matices. Me encantó en el álbum, y en vivo sonó aún mejor. Un final muy acertado.
No cabe duda de que el metal nacional está lleno de propuestas interesantes que darán que hablar en el futuro. BRIDGE TO NOWHERE es una de ellas. Si todo sigue el transcurso lógico de los acontecimientos, pronto estarán varios escalones por encima de su posición actual. Su último trabajo tiene todos los elementos para cautivar, si se le da más de una escucha. No se puede negar que, salvo dos o tres temas, es un álbum denso; aunque pienso que, en gran parte, es lo que pretende. En directo su sonido es incontestable. Una gran noche que, tal vez, sea la primera de muchas.
Texto: Paco Sánchez (Bienvenido a RafaBasa.com!!!)
Fotos: Álvaro Carlier
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