DÈBLER – Crónica y fotos de su presentación en Madrid

Sábado 28 de Diciembre de 2019 – Sala Gotham  – Madrid

La pasada noche de sábado, tras el cambio obligado de sala, DÈBLER presentaron su gran “Adictium” en Madrid, logrando  congregar a unas 600 personas, por lo que yo personalmente me alegro, y mucho.  Aparte de la banda, los máximos protagonistas de la noche fueran sus fans, que apoyaron al grupo  al máximo, regalándoles sus voces, aplausos, participando con guirlandas iluminadas, tatuajes fluorescentes, confetis finales… Desde este artículo aplaudo a su público, especialmente a su club de fans NocSom.

Se trataba de presentar las nuevas canciones de su excelente “Adictium” en Madrid, y lo hicieron a lo grande, ofreciendo un gran concierto,  demostrando que saben hacer muy bien  lo que hace mucho yo les comenté: “Es hora para que voléis solos”, y ciertamente lo están consiguiendo por méritos propios, algo arduo complicado en nuestro metal patrio, donde difícilmente levantas cabeza, y menos si eres un grupo relativamente nuevo como DÈBLER. A base de tesón, trabajo y cabezonería, la banda de los hermanos García han abierto la puerta del éxito de par en par. Lo fueron haciendo poco a poco tiempo atrás, gracias al apoyo de Txus y MÄGO DE OZ, y ahora lo han conseguido  para aposentarse, por derecho, en la primera división de nuestro metal nacional. ¡¡Enhorabuena, chavales!!

La velada fue de lujo, pero no sé qué le pasa a este grupo, porque difícilmente logran sonar en directo como merecen. Me explico… Era la presentación en Madrid, con 600 fans expectantes, un decorado escénico nuevo, el estreno de “Adictium”,  pero  por alguna razón que desconozco, la banda no terminó de sonar como a todos nos hubiera encantado y a su medida verdadera. El volumen fue muy bajo. Al principio pensé que la sala tenía un limitador de decibelios, o falta de watios, pero no era así. El propio Luismi Villarubia, amigo desde hace años y responsable de la sala, me lo confirmó y me dijo que el mismo tampoco lo entendía.

La batería de Nelson sonó muy baja de  volumen, presión, ni pegada. La caja sonaba opaca, sin contundencia, ni siquiera el bombo sonó con  la presión necesaria, y no fue porque Valenzuela no pusiera todo su habitual empeño. La guitarra de Álex, -quien tocó de maravilla-, apenas tenía protagonismo sonoro, sonó sin poder ni garra, y así el resto. El violín solo se apreció con volumen en los fragmentos donde intervenía solo o casi… Felizmente, la voz de Rubén si sonó, y muy bien, en un plano alto, por encima del resto de la banda. Me fastidia enormemente decir esto, pero la labor de un periodista es muy compleja, y a veces me toca destacar lo bueno, lo muy bueno, y lo menos  bueno, como es el caso.

Por otro lado, la banda estuvo sobresaliente en lo musical, en  entrega, en puesta en escena, el montaje estuvo a su altura, con una pantalla trasera donde fueron proyectándose imágenes trabajadas y espectaculares, tema a tema, y les quedaron  muy bien las cuatro tiras de led,-a modo de espadas laser-, similares a las que podemos ver en su vídeo clip. La luces estuvieron geniales, los lasers…

Todos y cada uno, destacaron instrumentalmente y Rubén cantó muy bien, se movió como un verdadero líder, con seguridad, aunque aún le sigue costando dominar los tonos bajos y medios con misma soltura que si domina a la perfección los más altos y agudos, donde canta de portentosamente. En cuanto a indumentaria, todos lucieron las ropas que podemos ver en su vídeo y sus fotos promociónales, y como digo, los “5 DÈBLER” fueron los “5 Fantásticos”, los ”5 Súper Héroes” de la noche, que todos esperábamos. Un sobresaliente alto para la banda.

En cuanto a repertorio, la noche estuvo bien. Era obligatorio presentar las canciones de “Adictium”, y por eso sonaron muchas de éste, sin olvidar sus más poderosos hits anteriores.

La actuación comenzó con la sala repleta y el público expectante. En la pantalla se proyectó la introducción, con narración, “Tempus Fugit” y como siempre, Nelson, aupado en su batería levantó los brazos a modo de victoria, para que los fans empezaran a gritar. Poco a poco DÈBLER fueron apareciendo para tocar el tema más power de su nuevo álbum, “Recto hasta el amanecer”.  La banda salió a darlo todo, y así fue, con algún problema de voz, pero rápido Rubén subió el volumen y el tema sonó rodado, poderoso y fiel a su versión grabada, menos Leo que no apareció por ningún lado. Desde el inicio hasta el final, el  sonido fue protagonista “para mal”, en mi opinión. No voy a volver a recordarlo, pero tenía que decirlo. Salvando ese inconveniente, la banda explotó desde el principio, y más aún en el segundo tema “Polvo de Estrellas” donde todo el público cantó su pegadiza melodía que ya forma parte de nuestras vidas en cuanto a DÈBLER se refiere. Fue el primer tema de su nuevo Cd que empezaron a tocar en directo, y anoche fue de los más triunfales.

Kelsen agradeció a los responsables, que tras el precinto de la sala Cool Stage,  se movieran los hilos para poder tocar y no tener que aplazar el concierto, y dio las gracias encarecidamente al público, incitándoles a gritar hasta que los fans rugieron. Y aunque Rubén preguntó si querían sumarse a su “Adictium”, recordó que también iban a tocar material de anteriores etapas de DÈBLER, por ello se marcaron un buen “Renacer del Alma”.

Llegó la fiesta desmedida gracias a “A esta ronda invito yo”, uno de los temas “más MÄGO” de su disco, que hizo que todo el mundo saltara y cantara. Rubén pidió a los fans que siguieran diciendo “No” a todo lo malo y nocivo que nos rodea desde el “Mundo Adictium” y tocaron un potente “Grita que No”.

A renglón seguido, Rubén preguntó a los fans de dónde venían, y hubo gente que gritó que habían viajado desde Barcelona, Valencia… Y hubo alguien que dijo que desde Francia. Entonces, Sergio, el bajista, dijo: “Que esa persona de Francia suba al escenario y disfrute con nosotros”, y así fue. Una señorita subió a escena y disfrutó de un gran “Nunca Jamás”.

Llegó uno de los temas más bellos del nuevo álbum. El precioso “Me perderé en tu cuerpo” fue cantado con gran feeling por Kelsen, mientras parte de los fans mostraron unas guirnaldas luminosas que le dieron más vistosidad aún a la canción. Una gran balada, sin duda.  Fue el m momento más serio y delicado de la velada.

Tras este lujo, echaron la vista atrás a su anterior trabajo y todos disfrutamos de un gran “Nada nos podrá Parar” cantado por todo el público, donde la banda estaba en pleno éxtasis en todos los sentidos.

Tras éste, llegó el “momento Dani” donde el violinista, -que fue el elemento más activo escénico, como siempre desde el inicio, aunque hubo veces que no se le escuchó apenas-, nos deleitó con una mezcla de bandas sonoras, acompañado de imágenes que fueron apareciendo en la pantalla gigante trasera.  Partes de “El Señor de los Anillos”, “Star Wars” y “Piratas del Caribe” nos deleitaron a todos, y nos hicieron viajar gracias a la melodía que salía de las cuerdas del violín del gran Dani Fuentes.

Siguieron  con un jovial “Nuestra Revolución” donde Dani fue de nuevo protagonista, junto a la banda que estaba “de dulce” a estas alturas. Este tema dio paso a un solo de batería de Nelson, que estuvo muy bien, pero en mi opinión paró la dinámica del concierto en gran medida. Menos mal que el ingenio de Valenzuela lo arregló y más cuando invitó a tocar la batería de Rubén, a modo de duelo. Rubén hizo lo que pudo, -bastante bien-, mientras Nelson hizo prueba de su destreza percusiva tocando la caja y dos timbales base en primera línea del escenario. Hubo momentos espectaculares, y momentos divertidos. Un buen solo.

Tras éste, el concierto siguió su ritmo, y volvió la intensidad con “Violar y Rezar” y “Sentencia Final” que fue una fiesta bestial.  Este temazo reventó y explotó ante el agrado general y cerró el concierto en sí.

Los bises no se hicieron rogar, y llegaron gracias a  “La Profesión de los borrachos”, tras un divertido duelo entre los hermanos García.

El grandioso “Adictium” dio carpetazo a un gran concierto. El público participó en el final con confetis, luces de neón y un júbilo total de saltos, coros, palmas…

Es claro que DÈBLER viven un momento espectacular. Solo les faltó sonar mucho mejor. Espero y deseo que la banda reciba los premios que merece en directo, en una gira que en 2020 les va a llevar a muchas ciudades y festivales.

Texto: Rafa Basa

Fotos: Álvaro Carlier

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