+ GRAVEYARD + KAMCHATKA
Miércoles 11 de Diciembre 2019 – Sala But – Madrid
Tardía, rara y concurrida en lo que a agenda se refiere. Así afrontábamos una fecha marcada en rojo en nuestro calendario como la que nos traía de vuelta a CLUTCH, la primera de las 2 que tenían previstas en Madrid, coincidiendo un frío miércoles nada menos que con GHOST en el Wizink Center y con JINJER en la Mon, además de con el Atlético de Madrid y su partido decisivo de Champions League, que colapsó la A2 y el barrio de Canillejas, y nos impidió disfrutar del concierto de KAMCHATKA más allá del último tema, aunque habíamos salido con bien de tiempo. Una verdadera pena, porque la banda de Per Wilberg (ex- OPETH), aparte de acabar de editar uno de los discos más interesantes de su género en este 2019, «Hoodoo Lightning», completaba un cartel de infarto junto a GRAVEYARD, a quienes no voy a negar que a estas alturas se me hace extraño ver abriendo un concierto para nadie. No quiero decir que la banda de Joakim Nilsson sea más grande que los propios CLUTCH, ni mucho menos, sino que habiendo hecho ya montones de giras como cabecera encuentro raro verles de teloneros, aunque sea de los propios americanos.
Sea como fuere, y tras el intensísimo final de KAMCHATKA, pura clase, hubo un breve receso, bastante corto, y los de Göteborg salían sin pompa ni tiempo que perder colgándose guitarras y bajo a ritmo de «Walk On», que viene abriendo todos los conciertos en la gira de «Peace» (2018), que deben de estar a punto de liquidar. Después de haberles visto en los últimos 10 años no menos de una docena de veces, creo que he aprendido a distinguir si la versión de GRAVEYARD que toca es la difuminada o la más abrasiva y rockera, la que más nos gusta, en función de cómo sale Joakim al escenario, y desde ese inicio parecía claro que tocaba día bueno.
Los suecos han tenido épocas muy apáticas en directo, es así, pero tanto el pasado miércoles en Madrid como en Agosto en Portugal demostraron que han despejado dudas y han vuelto a recuperar ese poderío en vivo que nos vuelve locos desde hace años, esa esencia del ‘rock’ sencillo y directo con influencias de los 70’s que siempre les ha funcionado espolvoreadas con su particupar visión del ‘blues’. Eso sí, creo personalmente que, a quien fuera, se le fue un poco la «olla» con el bajo de Truls Mörck, que nos atacaba directamente al estómago.
Fue un concierto que por lo demás sonó bastante bien, muy directo, y que se nos hizo corto y raro por lo que comentaba al comienzo. Además, la banda aprovecho para tocar un par de temas poco habituales, como «From A Hole In The Wall», del «Innocence & Decadence», y «Bird Of Prey», del último, y por supuesto también un par de cortes lentos marca de la casa, ya clásicos, como «Uncomfortably Numb» y «Hard Times Lovin'», donde como es costumbre la banda aprovechó para improvisar un poco sobre ellos interpretándolos de un modo más libre. Bien Nilsson, cantando muy roto y muy centrado, nada abstraído, como le hemos visto en alguna ocasión…
El final fue cantado con «Hisingen Blues» y «The Siren», con una sala rebosante de ‘sold out’ y un ambiente que se ajustaba a la ocasión. Sin paliativos.
Setlist GRAVEYARD:
- Walk On
- Thin Line
- From A Hole In The Wall
- Uncomfortably Numb
- Bird Of Paradise
- Hard Times Lovin’
- Hisingen Blues
- The Siren
Hubo que esperar un rato más largo, mientras algunos fluídos salían y adquiríamos otros para que entrasen, hasta que el combo de Maryland apareció en escena con todo el puñetero ‘groove’ de este mundo que proporcionaba el «How To Shake Hands», un tema glorioso para comenzar, que parece concebido para ello, y con el que la banda nos cayó encima con todo su peso. Simple logo clásico de fondo, un sonido que nos peinaba para atrás, y una sala desbordada de gente un miércoles cualquiera de Diciembre fueron los ingredientes de un cóctel molotov que, tenía que suceder, terminó por explotar. La banda americana nos pasó por encima. Literalmente.
Sin trucos, trampa ni cartón; solo con 50,000 toneladas de actitud, un repertorio ganador, y un Neil Fallon ejerciendo de la maldita estrella del rock que es, respaldado por un Tim Sult tocado por la varita en las seis cuerdas, y unas bases que fueron el hilo conductor y martillo pilón con Dan Maines al bajo y la exhibición de Jean- Paul Gaster a la batería. Fin. No hubo más, ni menos. Bueno sí, las colaboraciones esporádicas de Per Wilberg en los temas que pedían teclados, aprovechando su presencia en la gira. No es una novedad, ya que el teclista sueco giró con ellos en varias ocasiones en 2008, y posteriormente también, si mal no recuerdo.
El suyo fue un concierto frenético, con personal de seguridad en la primera fila, algo que no recuerdo ni de la But ni de otras salas similares, por el miedo de la banda al ‘stage diving’, con varios carteles advirtiendo de su prohibición por todo el recinto, algo que se evitó finalmente. Aun asi, abajo el movimiento era constante, y es que la banda estadounidense apenas no dejaba descanso. «The Mob Goes Wild» fue una locura, justo antes de la primera aparición de Wilberg en escena con «Brazenhead», seguida de «Spacegrass» primero y «A Quick Death In Texas», de uno de sus mejores trabajos de la época más reciente como es «Psychic Warfare».
Poco después, con «X-Ray Visions» precisamente, comenzaría la traca final que con CLUCTH fue casi medio concierto, un no parar que nos dejó exhaustos. Leña al «Blast Tyrant», como no podía ser de otro modo, disco que por cierto acaparó la mayoría de temas del repertorio, y nos dejó un rato glorioso con «Ghost», «Worm Drink» y «The Regulator», uno de los temas más queridos de siempre en España. Ya fuera con la guitarra colgada, o micro en mano midiendo el escenario, Neil Fallon destrozaba todo a su paso, incluídos a los asistentes. Turno después para «Gimme The Keys», y la celebradísima «10001110101», única referencia al «Robot Hive/ Exodus», lamentablemente.
Para los bises no hubo que esperar casi nada, y tanto «Eléctric Worry» como su versión del «Fortunate Son», editada hacía escasas dos semanas, fueron los fuegos artificiales que todo el mundo esperaba. Todavía hubo quien después se quedó un buen rato por allí comentando las mejores jugadas, y quien no, salía de allí cantando «vámonos, vámonos», exactamente igual que en los grandes dias de concierto. Este desde luego lo fue…
Setlist CLUTCH:
- How To Shake Hands
- Mercury
- The Mob Goes Wild
- (In the Wake Of) The Swollen Goat
- Brazenhead (con Per Wiberg)
- Spacegrass
- A Quick Death in Texas
- In Walks Barbarella
- Evil (versión Cactus)
- X-Ray Visions
- (Eulogy for a) Ghost (con Per Wiberg)
- Worm Drink
- The Regulator
- Gimme the Keys
- 10001110101 (con Per Wiberg)
- Electric Worry (bis)
- Fortunate Son (versión Creedence Clearwater Revival) (bis)
Texto y Fotos: Jorge del Amo Mazarío (Jorge_del_amo@rafabasa.com) – Twitter: @Jorge_del_amo
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CLUTCH es una de esas bandas que no termino de pillarle el punto en disco pero que me encantan ver en directo.