+ LACUNA COIL + INFECTED RAIN
Jueves 28 de Noviembre de 2019 – Sala Black Box – Palacio Vistalegre – Madrid
Con las melodías del que ha sido uno de los mejores álbumes del año para mí en mi cabeza (y con esto me refiero a “Ategnatos”, última obra de ELUVEITIE), me dirigía hacia la cita el pasado jueves con la incertidumbre de si serían capaz de llevar todas las sonoridades y sensaciones plasmadas en el disco al directo.
Antes de eso, me llevaría la primera desilusión de la noche al recordar que la sala interior de Vistalegre no es, ni de lejos, un sitio óptimo para disfrutar de un concierto cuando ésta se encuentra abarrotada de gente. Su disposición alargada y estrecha, repleta de columnas, hacen de ella un lugar en el que sólo los situados en una zona céntrica y cercana al escenario tienen opciones de ver bien con garantías. Sacrificando, eso sí, la opción de poder hacer otra cosa que no sea quedarse en el sitio donde están durante toda la velada, sin moverse y ateniéndose al calor sofocante por estar rodeado por doquier. Afortunadamente el sonido esa noche estuvo a la altura, con lo que no todo es negativo en cuanto a lo que al recinto se refiere.
INFECTED RAIN fueron los primeros en salir. Practicaban un metal muy estándar con chica al frente, combinando melodías limpias con guturales. Las comparaciones y referencias a JINJER estaban mas que presentes en cada compás, cada movimiento, pese a ser bandas contemporáneas, aunque a nivel de actitud ni calidad compositiva, éstos están a años luz de los capitaneados por Tatiana Shma
Con todo, Elena se esforzó por ser una inquieta y provocadora frontwoman, animando al publico y no parando quita sobre el escenario, moviendo sus trenzas al compás marcado por sus compañeros en temas como “Mold”, “Passerby” o “Orphan Soul”.
Venían presentando el que es su cuarto trabajo hasta la fecha, “Endorphin”, el cual tuvo la mayor representación dentro de su discografía para esa noche. “Lure” sería la siguiente, poniendo la rúbrica con la desquiciada “Sweet, Sweet Lies”.
LACUNA COIL llegaban a Madrid con nuevo disco bajo el brazo y una expectación máxima ante un numeroso puñado de fans deseosos de disfrutar de los italianos.
Creo que no tuvieron la mejor de sus noches. Eso o es que yo no terminé de conectar con ellos, todo sea dicho. Les vi demasiado planos, con la lección demasiado aprendida y sin salirse del guión. Demasiado basados en Cristina y con un Andrea en segundo plano, realizando algunos guturales, alguna voz de apoyo en los estribillos y poco más, con el resto de la banda siendo meras comparsas.
Salieron ataviados con el enésimo cambio de look que tienen en su historia como banda, con todos los músicos ataviados y maquillados como payasos salidos de una película de terror. Con Cristina y Andrea al frente, atacaron con un “Blood, Tears, Dust” que dejó demasiado frío al público, lo cual remediaron tirando del clásico “Our Truth” que sí consiguió sacar los primeros vítores del público, consiguiendo que el respetable coreara junto a ellos.
Con “Layers of Time” y “Reckless” comenzaron las referencias a su más reciente álbum, consiguiendo mejores resultados con la segunda de ella.
No deja de ser curioso que la canción con la que consiguieron una mayor respuesta fuera con una versión. Me refiero al archiconocido “Enjoy the Silence” de DEPECHE MODE. LACUNA COIL la llevan a su terreno respetando el original y en directo es toda una apuesta para ellos, consiguiendo que todo el mundo la cante al compás marcado por los italianos.
Continuaron con “Sword of Anger” y “Heaven’s a Lie”, encarando ya la parte final que llegaría gracias a “Veneficium” (como última representante de “Black Anima” y la declaración de intenciones “Nothing Stands in Our Way”, con la que toda la Black Box gritaba la icónica frase “we fear nothing” para deleite de los músicos que les miraban agradecidos desde el escenario.
Por su parte, ELUVEITIE dieron un señor concierto. Es una maravilla ver a nueve personas (dos guitarristas, bajista, batería, flautista/gaitero, violinista, zanfonista, cantante/arpista y cantante/laudista) sobre el escenario. Nueve grandes músicos tocando folk-metal e interpretando grandes composiciones, con un repertorio principalmente basado en “Ategnatos”, aunque sin dejar de lado algunos de sus temas más icónicos de álbumes anteriores.
Chrigel hizo de perfecto maestro de ceremonias, ataviado con su gorro de punto tras el que asomaban largas rastas, colgándose su laúd en momentos puntuales, animando al respetable y desgranando inusitada energía.
Aunque la persona que se hizo con las riendas de la actuación, aquella que lograba generar un antes y un después cada vez que se acercaba al micrófono y nos regalaba su hermosa voz y cuidada técnica de canto, era Fabienne. El salto de calidad que ELUVEITIE han dado, no sólo puliendo su estilo y sonido disco a disco, sino haciéndose además con sus servicios, ha sido enorme.
Ante el enorme telón con runas que cubría el escenario, saldría el sector femenino de la banda ataviadas con túnicas blancas, capuchas y máscaras, para cantar el ritual “Verja Urit An Bitus” mientras Fabienne portaba un estandarte con el cráneo de un animal incrustado en su extremo superior.
“Ategnatos” sería la primera en caer, con ese aire celta, esos tambores y flauta marcando el paso, esa manera de entrar poco a poco toda la banda, creando atmósfera, con una Fabienne radiante para dar paso al Armaggedon musical gracias a Chrigel arengando tanto a sus compañeros como al público.
“King” sería la primera mirada a su pasado discográfico, con Nicole marcando las melodías en el violín, seguida de una sentida y hermosa “L’Appel des Montagnes”.
Vuelta al nuevo álbum con mi favorita, la alucinante “Deathwalker” donde el dueto entre Chrigel y Fabienne en el estribillo me sigue pareciendo una pasada. Tuvimos a su vez la oportunidad de disfrutar de la interpretación de Michalina, erigiéndose como una de las protagonistas de la noche.
Tras la delicada “Quoth The Raven”, llegaría “The Slumber” y el momento de los contrastes entre las partes lentas dominadas por el arpa y el metal más pesado de sus estrofas, resolviendo en el estribillo con las cuidadas melodías de ambos cantantes. “Worship” seguiría por derroteros aún más duros y cercanos al death metal ante el excelente recibimiento de un público cada vez más atento y participativo.
Ante unas estáticas luces azules, creando ambiente, llegaría “Artio”, con Fabienne una vez más erigida como reina de la noche, mientras su compañero Matteo le acompañaba en algunos momentos a la flauta.
¡Qué mejor manera de romper el embeleso que con la divertida “Epona” que convirtió aquello en una fiesta folk a la vieja usanza! “A Rose for Epona”, continuando con la misma temática pero cambiando de estilo, nos llevaría a terrenos más mainstream.
Y llegó el momento para otra de las maravillas de “Ategnatos”. Me refiero al precioso “Ambiramus” que con esa melodía de flautas y sus delicadas notas de arpa, sus guitarras introduciéndose poco a poco, nos conquistó. Fue toda una fiesta con el público botando, gritando, al compás.
“Helvetios” y su evocador estribillo nos irían acercando al final y, tras un breve mutis, volvería toda la banda para encarar el último de los temas de su última obra, el vertiginoso “Rebirth”, poniendo punto y final con el clásico “Inis Mona”.
Como decía antes, ver semejante despliegue de músicos interpretando canciones de este calibre, fue una maravilla. Lástima que las condiciones para disfrutar del espectáculo no fueran las idóneas gracias a una sala que no está a la altura de este tipo de eventos.
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Fotos: Óscar Gil Escobar
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Parece que hemos estado en conciertos distintos, vamos por partes:
– La sala Black Box le da mil vueltas a la Moon Live. Mejor sonido, y mejor visibilidad (a pesar de las columnas, en Moon Live también hay una columna en el lado derecho que jode mucho la visibilidad).
– Comparar a Infected Rain con Jinjer porque en los dos grupos canta una chica es ir a la comparación simple. Jinjer ha evolucionado más a progresivo, e Infected Rain a Metalcore. Para gustos los colores, a mí me gusta mucho más el último disco de Infected Rain que el de Jinjer.
– Lacuna Coil no dio para nada un concierto plano. La puesta en escena estaba muy currada y sonaron como un cañón. En la primera canción chirriaba un poco la voz de Cristina Scabbia. Por lo demás, todo perfecto. Otra cosa es que el grupo guste más o menos, ahí ya no me meto.
– No creo que Eluveitie haya ganado con la incorporación de Fabienne Erni, o esa sensación me dio al escuchar en directo «The Call Of The Mountains». Escénicamente puede que con la formación nueva tengan un directo más vistoso, pero me quedo con la voz de Ana Murphy. Y que conste que Erni me parace una gran cantante.
– El concierto de Eluveitie sí que me pareció plano. Me esperaba algo más. Solo los había visto en el Leyendas del 2016 (en acústico y en eléctrico), y nada que ver con lo del otro día en Madrid. El solo de batería sobraba, podrían haber metido «Kingdom Come Undone» en su lugar. En resumen, muy planos y saliendo a cumplir y poco más (que es justo lo que se dice de Lacuna Coil en la crónica).
Saludos
Totalmente al revés de como lo vi yo, lacuna coil lo más soso que he visto en años, y el batería hubo un momento que casi le meto el chino por el culo, todo medios tiempos de » chocho» metal.
Eluveitie pues master class de fabiánne, por cierto el solo de batería lo llevan haciendo desde helvetios para la intro del havoc, leyendas incluido….
Pero bueno para gustos los culos no?
Por cierto no he visto crónica de brainstorm? Va a haber?
Es bueno que haya diversidad de opiniones.
O todo seria muy gris.
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RafaBasa