Crónica y fotos de AMON AMARTH + ARCH ENEMY + HYPOCRISY en Madrid

+ ARCH ENEMY + HYPOCRISY

Sábado 23 de Noviembre 2019 – Palacio Vistalegre – Madrid

BERSERKER WORLD TOUR 2019 

El sábado teníamos una de esas citas señaladas en el calendario con bastante antelación. Una de las giras más atrayentes de los últimos años con tres grandes bandas de metal extremo, cada una de ellas dentro su vertiente pero a la vez perfectamente conjuntadas entre sí.

Con todas las entradas de pista vendidas y la mitad del aforo de gradas habilitado (aunque se veían bastantes huecos en los asientos), el ambiente, pese a las gélidas temperaturas imperantes tanto fuera como dentro del Palacio Vistalegre, era el de las grandes citas.

HYPOCRISY se encontraban en la idiosincrasia de ser para los más duchos dentro del death metal su principal reclamo, a la vez que los más desconocidos para el resto del público, por lo que salieron cuando apenas había llegado el 50% del aforo vendido.

Los de Peter Tägtgren sonaron muy bien y tocaron aún mejor. Aprovecharon el escaso tiempo del que disponían dando representación a prácticamente la mitad de sus discos, tocando al menos un tema de ellos.

Alternaron temas más lentos, incluso ambientales como el inicial “Fractured Millenium” con otros más veloces como “Adjusting the Sun”, en contraste a la densa “Fire in the Sky”.

Parcos en palabras, presentando algún tema y poco más, conscientes de que su tiempo era limitado, atacaron con una potente “War Path” que sonó atronadora, veloz.

Remataron una notable actuación con “The Final Chapter” y “Roswell 47”, dejando una más que buena sensación, tanto entre sus acólitos como también en muchos para los que la banda era desconocida hasta aquel momento.

Lo de ARCH ENEMY es un no parar con cada año que pasa. Su estatus como banda no para de crecer. Han conseguido la fórmula con la que aunar el heavy metal tradicional con una base rítmica más rápida y contundente, meter sus famosas melodías y rematar con voz gutural. Llevan así, puliendo su manera de componer, desde “Wages of Sin”, participando en los mejores festivales, haciendo giras cada vez más exitosas, tocando en más países así como en recintos cada vez mayores.

Visualmente, son todo un referente, con la simpar Alissa White-Gluz al frente. La vocalista ha hecho suyo el puesto dejado por su predecesora hace ya varios años, conquistando los corazones de una audiencia dispuesta a darlo todo cuando ella así se lo requiera. Su enérgica actuación no deja indiferente a nadie y es que Alissa no para de comerse el escenario, utilizando cada uno de sus numerosos recursos, sin estar quieta ni un segundo, arengando al personal a cantar junto a ella y haciendo un perfecto combo junto a sus compañeros.

Abrieron con “The World is Yours” para el regocijo general. Y ya desde primeras, con el público metido en el bolsillo.En el momento de la armonía en el solo, vimos a Michael Amott y Jeff Loomis ejecutándolo espalda contra espalda mientras la frontwoman abría sus brazos para mostrar las alas de murciélago que formaban parte de su traje.

Con un rotundo “we are ARCH ENEMY and this is waaaaar!” llegaría la pieza que bautizaba a su anterior álbum.

“My Apocalypse” supuso el momento idóneo para hacer corear a todos su parte central melódica, tras la que llegaría la que probablemente sea mi canción favorita de ellos, la veloz y técnica “Ravenous”, que les quedó genial con ese duelo de solos con la parte melódica de Michael y la más técnica por parte de Jeff, calcada a cómo el pequeño de los Amott la registrara en su día en el estudio. “Under Black Flags we March” fue otro de los momentos clásicos, con la cantante ondeando la bandera negra con el logotipo de la banda.

“The Eagle Flies Alone” fue uno de los momentos álgidos de su concierto, con el público tarareando la melodía del arpegio inicial. Se nota que ARCH ENEMY tienen buena mano para crear este tipo de canciones y en directo les funcionan a la perfección.

Tras una nueva mirada a su más reciente obra con “First Day in Hell”, llegaría otra maravilla del anterior, la vertiginosa “As The Pages Burn”.

“No Gods no Masters” fue una vez más ese himno reivindicativo que todos coreamos al unísono. Momento tras el cual, Michael reclamó el centro del escenario para iniciar el riff de “Dead Bury Their Dead”.

Como colofón, no podía faltar su clásico “Nemesis”, poniendo aquello patas arriba por última vez y esperando que no tarden en volver, supongo que ya con nuevo disco bajo el brazo.

Fuego, plataformas hidráulicas y mucho metal de temática vikinga. Eso es, a grandes rasgos, lo que nos vamos a encontrar a día de hoy en un concierto de AMON AMARTH. Los capitaneados por Johan Hegg han llevado su propuesta de directo al nivel de espectáculo para pabellones y la apuesta les está saliendo que ni pintada. Han avanzado a pasos agigantados y el público está respondiendo positivamente ante ello.

Tras la introducción instrumental precedida de un fragmento de “Run to the Hills” a todo volumen, caería el enorme telón que tapaba el escenario para mostrarnos la impresionante batería donde se ubicaba Jocke Wallgren subida sobre un casco vikingo con sendos cuernos a los lados.

No tardarían en caldear el ambiente (algo que se agradeció ya que aquella noche hacía un frío de cuidado, tanto fuera como dentro del recinto) a base de fuego y llamaradas disparadas hacia el techo tocando “Raven’s Flight”. Para encarar el último estribillo, Johan se subió a una de las cuñas frontales mientras una nube de humo le cubría, expelida desde la parte inferior.

En “Runes to my Memory”, tendríamos dos grandes runas clavadas a izquierda y derecha ardiendo, continuando con “Death in Fire”, sin parar ni un momento de salir llamas por doquier.

En “Deceiver of the Gods” todo el público entonó la melodía del inicio, mientras un enorme guerrero cubierto de pieles y con luces verdes saliendo de los ojos de su casco se paseaba con una lanza por todo el escenario.

“First Kill” fue todo un cañonazo. Tras ella, “Crack the Sky” supondría la combinación de pólvora y confeti idónea para el regocijo general.

Anunciando que era el momento de tocar un tema que no se había prodigado mucho en sus directos, aparecería “Prediction of Warfare” con la plataforma de la batería alzándose varios metros por encima de nuestras cabezas; y ahí que se quedó hasta la última canción, de hecho.

Preguntándonos por las bandas anteriores, si éstas nos habían gustado y que qué opinábamos de la invasión sueca de esa noche, llegaría “The Shield Wall”.

¿Y qué decir de “Guardians of Asgaard” que no se haya dicho ya? Es uno de sus temas icónicos por excelencia y esa noche volvió a poner a miles de personas a cantar juntas. Fue tal la comunión entre público y banda que tras ella, era el momento idóneo para que los músicos sacaran sus cuernos y brindaran junto a nosotros antes de acometer “Raise Your Horns”.

Breve mutis para el descanso de la banda, tras el que volverían para interpretar “The Pursuit of Vikings” en el que bajo y batería marcarían la base para que Johan nos instara a cantar el estribillo Incluso nos diría, tirando de humor sueco, que tampoco importaba si nos sabíamos la letra o no, ya que eso era death metal y era lo de menos.

El final fue por todo lo alto con “Twilight of the Thunder God” con rayos, truenos, explosiones y una enorme serpiente hinchable que apareció justo por detrás de la batería a la vez que esta bajaba de nuevo para situarse a ras del escenario.

Sin duda, una noche para el recuerdo.

Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com

Fotos: Óscar Gil Escobar

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