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+ ADAMANTIA
Viernes 22 Noviembre de 2019 – Sala Shoko – Madrid
Un Madrid frío, lluvioso y gris no fue suficiente para que la sala Shoko presentase un buen ambiente a sus alrededores. Y el motivo no era otro que la venida en solitario a salas, doce años después, de Jorn Lande, el que para quien escribe es uno de los más importantes vocalistas del hard rock y metal del Siglo XXI. Y es que por muchos proyectos en los que el noruego haya estado involucrado, jamás ha bajado su nivel interpretativo y standard de calidad, pues aún recuerdo cuando presenciando un concierto de unos recién estrenados MASTERPLAN (teloneando a HAMMERFALL en La Riviera…¡y parece que fue ayer!), me quedé con la boca abierta al comprobar el enorme talento que tiene este hombre. En reiteradas ocasiones he podido comprobar cómo su voz, así como su carisma y personalidad, dejaban atónitos a todos los que se acercaban a cualquiera de sus presentaciones en vivo, ya haya sido con la citada banda de Roland Grapow o AVANTASIA, dejando huérfanos de su música en solitario a modo de gira por locales cerrados, a casi todos sus seguidores nacionales, desde 2008, que se dice pronto, a excepción de una aparición festivalera muy puntual. Desde entonces han pasado muchas cosas en su carrera, y desde luego su discografía ha crecido a la par que su experiencia. Él ha ido haciéndose cada vez más notorio en la escena, nosotros hemos evolucionado con su música, y había unas ganas tremendas de disfrutar de su poderío después de tanto tiempo, espina que ya nos pudimos quitar en la capital. Por fin.
ADAMANTIA
Pero antes de ver al torbellino Lande, los madrileños ADAMANTIA salían a escena a presentar su segundo disco de estudio, "Pandora", que además de haber cosechado unas críticas estupendas en medios especializados, tenía una oportunidad de oro de sonar alto para un público que aunque escaso cuando empezaron a tocar, parecía entusiasmado con la idea de disfrutar los temas desde el primer minuto.
El logotipo de la banda en la pantalla central de la sala era el único atrezo con el que contarían, para dar pistoletazo de salida con "La Caja", la cual abre el nuevo álbum, y que servía para que todos pudiésemos presenciar cómo, siendo la banda invitada, gozaría de un muy buen sonido, en el que quizá la voz quedaba un poco eclipsada por el resto de instrumentos por momentos en los primeros temas, pero que dejaba contemplar el enorme potencial que tienen tanto el tema como la propia banda a nivel instrumental.
Fran Soler, capitán del barco, derrocha clase y calidad, demostrando su talento en todo momento y haciendo saber que ya se posiciona como uno de los grandes de las seis cuerdas del país. Con su tranquilidad sobre las tablas o su templanza, me recuerda al gran Jorge Salán, y su saber estar y concentración con el instrumento es digno de elogio. Por supuesto, la base rítmica conformada por el ya veterano José M. Pérez al bajo y Tato Bazán tras los parches es mucho más que solvente para la propuesta musical que presentan, muy superior a la del anterior álbum, U.N.O. , principalmente porque su vocalista Isra Gadea tiene una enorme voz, con un buen abanico de registros, que dosifica sin demasiado esfuerzo y haciendo de sus interpretaciones algo realmente entretenido de escuchar. Y si algo tengo que pedir a la formación, es más movimiento sobre las tablas para unos temas tan enérgicos, bien compuestos y del nivel de los mismos. Un poco más de adrenalina escénica, en especial Isra, que me pareció una de las grandes sorpresas de la noche, y su futuro está bien claro…¡ADAMANTIA han venido para quedarse!
Aprovecharon su momento para presentar su sensacional nuevo disco con "Deus Ex", que contando con formas muy europeas y una banda tan compacta como profesional en cuanto a sonido, levantó los primeros comentarios entre los afortunados asistentes. Son unos teloneros de nivel, y sus temas, que te pueden llevar a pensar de inmediato en Avalanch o Kamelot, calan hondo. "Vida", también de su segundo hijo, nos muestra a un Isra muy versátil, y el estribillo huele a futuro inamovible de su particular set, de lejos. Sensacional el juego de baquetas de Tato en el tema. No menos impactante "Las Cuatro Verdades Nobles", que presentada por un Fran Soler acertadísimo a las seis cuerdas, se convirtió, por ende, en uno de los mejores momentos de la noche.
Tesituras muy AVALANCH/ALQUIMIA, sobre todo en cuanto a lírica. Ese momentazo creció exponencialmente en "Hielo en la Sangre", tema en el que Carmen Xina subió a escena a derrochar carisma, voz y precisamente, aportar ese empujón escénico del que hablaba antes y que vendría como anillo al dedo a la banda…¡sensacional!. "Con Tierra Hostil" y un tiempo prudencial para una banda telonera en escena, los madrileños se acercaban al final de su actuación, dando carpetazo con "Lucha de Titanes", dejando muy claro quienes son, lo que tienen entre manos, y su fin como agrupación de nivel. Grandes ADAMANTIA.
JORN
Con la sala a rebosar, a punto del "sold out", un público caliente y muchas ganas de fiesta, el peculiar CrowMan motorizado de la portada de Life On Death Road esperaba la salida del vikingo más carismático del planeta tierra. Expectación, emoción y cierto nerviosismo por saber en qué basaría su set, el personal tenía hambre de rock…ansia de JORN. La banda se compondría de una formación conocida por sus fans, entre los que se encontraban Alessandro Del Vecchio a los teclados, Francesco Jovino a la batería, el titán Jorn Viggo (que para quienes conocemos su carrera, era el otro gran atractivo de la noche) y un Sid Ringsby al bajo que parecía haber salido directamente del corazón de Los Ángeles en cuanto a estética. Como sabéis, JORN no siempre se acompaña del mismo line up, y en esta ocasión, al menos en mi opinión, trajo a nuestro país a sus secuaces más acertados. Una formación que ya quisiesen algunos endiosados. Pero Lande, es Lande…querido por la escena, amigo de sus músicos y toda una personalidad.
Ahí salieron los chicos, a matar y a por todas con la propia "Life On Death Road" del disco homónimo. El sonido era sencillamente impecable, con la única salvedad de no dar demasiada cabida al teclado de Alessandro, algo que no entorpeció ni ensombreció el show en ningún momento. La pegada era tal, y la calidad de sonido tan brutal, que no hicieron falta los típicos temas "para calibrar". Todo fue colosal, emocionante y profesional desde que el primer miembro de la banda puso su suela en el escenario de Shoko. Y Jorn…¡no es humano!, ¡lo tengo claro!. Cualquiera que me haya leído en alguna ocasión sabrá que no es mi primer concierto, y puedo decir sin timidez que el pasado viernes presenciamos una de las mejores demostraciones vocales que he podido disfrutar en vivo. Esa mezcla de tonos, la voz aguardentosa que a veces sale de la garganta de Jorn…y la sensación de que el alma de Dio está dentro de él, en perfecta armonía con un poquito de la esencia del David Coverdale más inspirado, no se me va de la cabeza. Por otro lado, y ya entrados en el show, puestos en situación, asimilando la PERFECTA forma vocal de Lande, empezamos a analizar a la banda en "Traveler", y cualquier duda (si algún despistado la tenía) se disipó. El grueso riff del tema y el desarrollo de la canción, nos terminó de emocionar gracias a una banda colosal, en especial Viggo, que con su estética de "estoy aquí de paso", nos dejó boquiabiertos con su espectacular dominio del instrumento, Music Man en mano, combinando riffs y solos técnicos a la par que originales, con una limpieza y brillo de otro planeta, además, respetando cada parte de los temas originales…¡en mi top 10!. Vieja escuela cubierta de muchas tablas, la de Jovino, quien, acrobacia va, acrobacia viene, también se marcó un show al más puro estilo Aldridge/Rondinelli/Appice…¡impresionante!. A estas alturas del evento, solo puedo decir que pocos frontman han logrado, con solo dos temas, haberme generado un escalofrío que recorriese mi cuerpo desde la nuca a los pies, en pocos segundos y en varias ocasiones.
El primer álbum de JORN en solitario (sin contar la colección de "maquetas", Starfire), Worldchanger, es muy querido entre los seguidores de su vertiente más hard rock, y así lo demostraron dando respuesta al unísono a "Sunset Station". Jorn, que no paraba de moverse de un lado al otro del escenario, mostraba calidez cada vez que dirigía sus miradas al público, casi poseído por un jóven Coverdale durante toda la interpretación, y disfrutando cada minuto del espectáculo…como lo hicimos los asistentes, pues realmente resultaba contagiosa su pasión y tesón en que todo fuese perfecto. El aclamado Bring Heavy Rock to the Land también tendría cabida con la versión "Ride Like The Wind" de Christopher Cross (que también popularizaron Saxon), mientras que el único guiño hacia Masterplan fue precisamente hacia su última etapa junto a Grapow, de la mano de "Time To Be King" (aunque también lo regrabó para Bring Heavy Rock To The Land), que sonó mastodóntico y tremendamente poderoso. La formación estaba sonando como a pocos escuderos he oído…compacta, electrizante, coordinada…cualquier calificativo es absurdo e insuficiente ante la calidad que derrocharon durante la hora y tres cuartos de concierto, que bajó las revoluciones (que no la intensidad) a través de la preciosa "Rock and Roll Angel", un medio tiempo al más puro estilo Dio, que disfrutamos como enanos. Y el caso es que los recursos vocales de Jorn, a pesar de quedar muy al descubierto, los utiliza de un modo tan profesional y espectacular, que sobrecoge. Ni una nota desafinada, bajada de nivel o titubeo.
La siguiente fase del concierto fue como estar en el cielo y subir una capa más arriba. "Stormcrow" de su espectacular The Duke fue una de las más coreadas, y sonó clavada a la versión de estudio, con el factor a favor de un sonido aplastante de directo, y un Jorn Viggo desbocado que bordó el speedico, original y difícil solo del tema…¡flotando en el aire nos dejó a todos!, mientras que la intensa y también amada por los seguidores "Blacksong" (también del genial The Duke), puso un punto de elegancia al tramo de concierto. Más The Duke con la hard rockera "Are You Ready", que fusiona un brillo a lo Whitesnake con tonos incluso cercanos a Thin Lizzy. De nuevo el solo de Viggo supuso ser una auténtica locura, y el público gozó del tema por todo lo alto, que además fue la antesala del dinámico y entretenido solo del gran Jovino, que incluso con baqueteo en la cabeza conforme martilleaba el bombo, nos recordó cuáles son sus principales influencias musicales. "Out To Every Nation", del disco de mismo nombre (primero de JORN solista tras la entrada a MASTERPLAN), fue la siguiente en sonar, con Lande llegando a absolutamente cada tono de la canción, siendo el estribillo ensordecedor por parte del público, que parecía estar en fase de paroxismo total.
No debía quedar mucho para el colofón final, cuando Jorn anunciaba el momento AOR de la noche y el cover de Bryan Adams, "Lonely Nights", que efectivamente, fue el guiño edulcorado y más radiofónico del concierto. De Lonely Are The Brave cayó "The Inner Road", cuyo riff creó un headbanging generalizado que parecía un asentir masivo con la cabeza a lo que vendría después. "Walking On Water" fue el único tema representante de la obra de Lande junto a Trond Holter, Dracula, y fue sin duda alguna, el momento mágico de la noche. El estribillo, el feeling de la banda y sobre todo, la pasión volcada por Jorn al interpretar el tema, hicieron de los minutos que dura la canción algo para recordar toda la vida. Ensordecedor el público desde que empezó el tema, hasta que terminó, momento en el que la banda, tras anunciar Jorn que descargarían "Mob Rules" en vez de "Stormbringer" de Purple (como estaba programado en el set), Francesco marcó el inicio del mismo, y habiendo cambiado de bajo Sid segundos antes, se percató de que estaba afinado en otra nota, motivo por el que pararon de tocar, siendo Jorn quien se dirigiese al público hasta que se solucionase el contratiempo para así poder continuar con normalidad el show. Se despacharon un sensacional medley compuesto por clasicazos como "Mob Rules", "Heaven & Hell" o "Lady Evil" de Black Sabbath, y he de decir, que aunque animaban a la muchedumbre, porque obviamente, todo alma rockera debe conocer de su existencia, no fueron, ni de lejos, más celebrados que los temas propios de JORN, de los que no hubiese omitido ninguno del set, siendo una selección ideal para el momento, el lugar y el público al que estaba dirigido.
Con una banda entregada a sus seguidores, un público totalmente extasiado y ganas de cinco horas de JORN si fuesen necesarias, la banda se despedía con "Lonely Are the Brave" y la cañera "Ride To The Guns", llevándose una de las mayores ovaciones que recuerdo en los últimos años en una sala, saliendo todos los miembros de la banda a saludar al escenario, tirándose fotos con su apasionado público español tras ellos, y habiendo grabado en nuestras memorias y en la de Madrid uno de esos conciertos que se tatúan a fuego en lo más profundo de nuestros recuerdos y nuestros corazones. Y es que estoy seguro de que a estas alturas, a casi todos los asistentes todavía les dura el subidón de lo que vivimos el fin de semana en la Sala Shoko.
No sé si irrepetible, pero sí inigualable. Ya cuento las horas para la próxima venida de JORN y su banda a nuestro país.
Texto: José Rojo
Fotos: Mikel Masa
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Con el guitarra de pagans mind que fuerte ,son noruegos los dos las giras cortas es mejor com músicos locales
Conciertazo de Jorn Lande,impresionante voz e increible guitarrista Jorn Viggo.