+ ROTTING CHRIST + SILVER DUST
Domingo 3 de Noviembre de 2019 – Sala Mon – Madrid
Se ha convertido ya en una especie de tradición el asistir al concierto anual de MOONSPELL en Madrid por lo que, fieles a la costumbre, la tarde del domingo encaramos el viaje hasta la céntrica MON con ganas de disfrutar, una vez más, de los portugueses. La ocasión era especial ya que se hicieron acompañar de ROTTING CHRIST, lo cual hacía el cartel más atractivo si cabe.
Lo que no nos esperábamos era la gran y gratísima sorpresa que nos encontraríamos ya de primeras con unos SILVER DUST desconocidos para la gran mayoría -entre los que me incluyo- y que terminaron siendo la gran revelación de la velada.
Los franceses venían presentando su tercer disco hasta la fecha, una historia conceptual denominada “House 21” y lo hacían arropados por sus ropajes victorianos y el atrezzo entre el que destacamos una pantalla con forma de cuadro que interactuaba tanto con los músicos como con la historia que estaban contando. Su show estaba completamente medido, dando en el clavo con cada uno de los elementos.
Musicalmente, la influencia de MOONSPELL era más que evidente, llevando la propuesta un paso más allá en cuanto a barroquismo, sobre todo en referencia a arreglos sinfónicos y electrónicos.
Me gustaron mucho “The Unknown Soldier” y “House 21”, con las que iniciaron y engancharon a partes iguales a un público atento a todo lo que salía del escenario. En “Forever” añadieron una coral orquestal de fondo mientras una bailarina salida de una caja de música recorría el escenario con movimientos espasmódicos.
El momento desenfadado del show fue aquel en el que Lord Campbell se haría un pique con un teclista que apareció por el cuadro tocando un órgano de iglesia ataviado con una máscara de pájaro, como los médicos en la Edad Media, interpretando el “Tocata y Fuga en Re Menor” de Bach.
¡Y qué decir de ese momento festivo, medio punk, medio folk de “La La La La” con un científico loco bailando y gritando desde el cuadro en imágenes perfectamente sincronizadas con lo que los músicos hacían desde el escenario.
En definitiva, un gran concierto, una gran sorpresa y una nueva banda que seguir para el que firma.
Por su parte, ROTTING CHRIST hicieron lo que se esperaba de ellos, que no era otra cosa que interpretar su música fiera y blasfema para deleite de un público para el que en buena parte, ellos eran el reclamo principal de la noche.
Los hermanos Tolis y compañía sonaron bien, tocaron mejor y agradaron, haciendo partícipe a una gente entregada ya desde el inicio con “666”, “Dub-Sag-Ta-Ke” y “Fire, God and Fear”.
Con “Apage Satana” pusieron a todos a dar palmas mientras recitábamos junto a la banda la frase título, cual mantra satánico. “Dies Irae”, con su riff principal machacando y repetido hasta la saciedad, fue un mazazo y “Societas Satanas” hizo que toda la sala botara al unísono.
“In Yumen-Xibalba”, con sus inquietantes coros de voces en off precedió a “Grandis Spiritus Diavolos”, con la que todos coreamos al son marcado por los músicos, rubricando una notable actuación gracias a la declaración de intenciones denominada “Non Serviam”.
¿Y qué decir de MOONSPELL a estas alturas? Los lusos son toda una garantía en directo. Llevan su oscuridad con un señorío y una maestría que son santo y seña de una banda conjuntada a la que da gusto ver, capitaneados por un Fernando Ribeiro que es, como siempre, uno de los tíos más agradables y simpáticos del metal europeo.
Para la ocasión y, dado que ya era la tercera vez que visitaban Madrid en un año, prometieron regalarnos alguna perla especial “para no aburrirnos”, ¡y vaya si lo hicieron! No obstante, tampoco fueron mal recibidas piezas ya indispensables en sus repertorios como “Em Nome do Medo” (en esa fusión de las dos versiones, sinfónica y eléctrica, con Fernando portando un desvencijado candil), “1775” (con la máscara de pájaro puesta) o “In Tremor Dei”, que les quedó de lujo, con Ricardo Amorim haciendo coros y segundas voces.
“Opium” es el siempre ganador clásico que pone a todos a botar y cantar. ¡Nunca nos cansamos de escucharla! “Awake” por su parte, volvió a ser ese vals sobrecogedoramente oscuro que nos encandiló. “Night Eternal” terminaría por rubricar la tripleta de clásicos.
Lo prometido era deuda y tocaba interpretar un tema nada habitual. De esta manera llegaría una canción rescatada del álbum “Sin / Pecado”, “abYsmo”. Todo un regalo para sus seguidores más incondicionales.
“Breath” fue la única pieza perteneciente al que personalmente continúa siendo su mejor disco hasta la fecha, “Extinct”.
Y llegaría el momento de otra canción fuera de lo habitual, la simpar “Everything Invaded”, repescada de su álbum de 2003 “The Antidote”.
“Evento” nos devolvería a su más reciente obra, llegando tras ella el momento de invocar, rodeados de luces rojas a “Mephisto”.
Ataviados en túnicas con capucha y dedicada a los vampiros de Madrid, la atmosférica “Vampiria” les quedaría de lujo, poniendo aquello patas arriba con la siempre triunfadora “Alma Mater”.
“Todos os Santos”, ¡qué grandísima canción! Estoy seguro de que formará parte de sus repertorios durante muchos años.
Por su lado, “Full Moon Madness” pondría el punto y final a una gran velada de metal luso acompañado por otras dos bandas (la consolidada y la novedosa) estando todas ellas a la altura de un espectáculo magnífico que el público madrileño supimos apreciar.
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Fotos: Alvaro Ochoa
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