+ SUPERSUCKERS
Día 24 de Octubre de 2019 – Sala París15 – Málaga
El pasado jueves, 24 de octubre, pasará a la historia del país por razones que nada tienen que ver con la música, aunque quizás para algunas personas este mismo dia será recordado como el día que AIRBOURNE volvió a Málaga y arrasó en la Paris 15.
Aun con el dato positivo del sold out en Madrid y Barcelona en días sucesivos, el hecho de que en Málaga no se llegara a esas cotas no debe desalentar a nadie. La realidad es que la sala Paris 15 casi llega a doblar el aforo de la sala madrileña La Riviera y supera con creces la capacidad de Razmatazz, con lo que hacer un sold out en esta sala es algo altamente improbable.
Todavía con medio aforo por cubrir y siguiendo a rajatabla el horario establecido salía a escena la banda invitada de esta gira, los estadounidenses SUPERSUCKERS, la banda de rock más grande del mundo según su líder, Eddie Spaghetti. Venían a Málaga para presentar su disco “Suck It”, a la venta desde hace poco más de un año y que ha cosechado buenas criticas en la prensa especializada.
La formación de SUPERSUCKERS se ha mantenido estable en los últimos años, por lo que pudimos ver sobre las tablas a Edward “Spaghetti” Daly -líder de la banda, bajista y voz-, Marty “Metal” Chandler haciendo el trabajo de guitarra y Chris “Captain” Von Streicher aporreando los parches.
Empezaron el show con una buena tanda de temas del último disco. “All Of The Time” y “The History Of Rock ‘n’ Roll” fueron suficientes para que la gente empezara a bailotear al ritmo de SUPERSUCKERS. El ambiente en la Paris 15 era absolutamente festivo y la gente demostraba claramente tener muchas ganas de rock. Cerraron el bloque de “Suck It” con dos temas más: “Dead Inside” y “Breaking My Balls”.
La voz de Eddie sonaba excesivamente rasgada y en muchas ocasiones muy forzada y es que no podemos olvidar que Daly ha superado recientemente un cáncer de garganta que muy probablemente haya afectado a su capacidad para cantar, que no para rockear, de eso ya tuvimos constancia a lo largo del show.
Tras esta primera tanda, la banda completó su repertorio con algunos de los temas más conocidos de sus más de treinta años de carrera. Sonaron “The Evil Powers Of Rock N’Roll” del disco del mismo nombre de 1999 así como “Rock-n-Roll Records (Ain’t Selling This Year)” del “Motherfuckers Be Trippin’” de 2003.
Uno de los puntos álgidos de la actuación fue el momento de interpretar “Get The Hell”, quizá uno de los temas más conocidos incluido en su disco del mismo nombre de 2014. A estas alturas la sala ya registraba unas cifras de asistencia muy elevadas, superando de largo el millar de asistentes.
Cerraron el concierto por todo lo alto con “Pretty Fucked Up” y “Born With A Tail”, clásicos ya de etapas anteriores de la formación, ante un público entregado y bullicioso que no dudó en darles calor también cuando se bajaron del escenario.
Después de media hora para despejar el escenario y ajustarlo todo, les tocaba el turno a los cabezas de cartel de la velada, los australianos AIRBOURNE, que ya cosecharon un éxito rotundo en la misma sala tan solo un par de años antes (y un sold out en Sevilla el día después) presentando “Breakin’ Outta Hell”.
En esta ocasión llegaban a Málaga tan solo unas horas antes de la fecha oficial de salida de su nuevo trabajo, “Boneshaker” (viernes 25 de octubre). El disco se podría adquirir a partir del día siguiente en el merch de sus conciertos y en el caso de Madrid y Barcelona harían una ronda de firmas para promocionarlo. Mala suerte, en Málaga no pudimos disfrutar de esa contingencia, aunque si adquirir algo de merchandising del nuevo trabajo.
La gran ventaja de ver conciertos en la Paris 15 es que las bandas pueden desplegar normalmente su producción al completo, no así en otras salas de la región. Así, a ambos lados de la minúscula batería de Ryan O’Keefe se extendían dos “muros” de amplificadores Marshall y encima de ellos una fila de focos a su vez con cuatro pequeñas columnas verticales de luces. Detrás de todo esto, un inmenso telón nos avisaba de que la banda sobre el escenario era AIRBOURNE.
Tras la intro de siempre salían al escenario frenéticos para interpretar “Raise The Flag” ante el ya ansioso público malagueño. A continuación, una de las bombas de su repertorio -que nadie se esperaba tan temprano- y uno de los temas estandarte de la banda, “Too Much, Too Young, Too Fast”, de su primer trabajo. El público enloquecía con semejante declaración de intenciones.
Pero no estaban allí solo para deleitar a los asistentes con temas antiguos, también había que promocionar “Boneshaker” y fue entonces cuando interpretaron uno de los temas de este nuevo álbum, “Burnout The Nitro”, muy bien recibido por los asistentes.
Después de “Back In Game” llegaba uno de los momentos más esperados por los fans de la banda, ya que Joel lo lleva haciendo desde los inicios de su carrera. Durante la interpretación de “Girls In Black” O’Keefe se subió a hombros de uno de sus asistentes que lo llevó al centro de la audiencia y allí rompió contra su cabeza una lata de cerveza bañando a todos los que le rodeaban con tan agradable néctar.
“Bottom Of The Well” es ya uno de los temas inamovibles del repertorio de los australianos y ellos lo saben. El melódico estribillo fue coreado por toda la sala, que a estas alturas estaba ya en un muy bien inducido éxtasis rockero.
“Breakin’ Outta Hell” enlazada con “It’s All For Rock N’Roll” servían como recordatorio del anterior trabajo de la formación, que ya promocionaron sobre esas mismas tablas junto a sus compatriotas DESECRATOR.
En ese momento de la noche sacaban una pequeña barra móvil en la que se podía leer el texto “Lemmy’s Bar” con el logotipo de Motörhead. Sobre ella Joel preparaba varios vasos de Jack Daniels con cola, cóctel que ha sido bautizado como un “Lemmy” en honor al fallecido músico y se los daba a sus compañeros para brindar por él. Inmediatamente después interpretaban “Boneshaker”, el tema que le da título a su recién publicado nuevo disco.
Ryan sería el encargado de darle cuerda a una sirena de manivela que habían instalado en el centro del escenario para iniciar “Live It Up”, que Joel interpretaba en parte desde encima de los altavoces en un lateral. Tras “Stand Up For Rock ‘N’ Roll” la banda se despedía y se bajaba del escenario.
Su despedida no estaría vigente durante mucho tiempo, porque inmediatamente saltaban de nuevo al escenario para que Joel interactuara con el público con la conocida melodía de “Ready To Rock”, en la que los asistentes interpretaron su parte en los coros de manera sobresaliente. El show finalizaba con un “Runnin’ Wild” alargado hasta la extenuación. En el desarrollo del tema, Joel y Matt Harrison alentaban al público a cantar “oe, oe, oe”, algo que gusta mucho a las bandas de fuera y que curiosamente siempre confunden con “ole, ole, ole”. También pedían al público que se sentara en el suelo para después ir subiendo hasta saltar.
El concierto terminó con un loco Joel corriendo por el escenario y casi desfalleciendo.
Sin duda un éxito de asistencia y un gran concierto de una gran banda que nunca, repito nunca, te debes perder si visitan tu país.
Texto y fotos: Alex Márquez
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