+ BLACK RAIN
Martes 22 de Octubre de 2019 – Sala Nazca – Madrid
Energía, rock pegadizo y un buen ambiente en Madrid por fin para recibir a KISSIN’ DYNAMITE. El por fin es porque KISSIN’ DYNAMITE han recibido el bautismo tan merecido en Madrid ante casi dos centenares de personas. La última vez que les vimos encabezando una gira fue en París hace tres años presentando su “Generation Goodbye”, gira en la que trabajando junto a ellos, nos comentaban que tenían una espinita clavada con nuestro país, porque saben que hay seguidores en España y les encanta nuestro país, pero su último tour por España fue un tanto desastroso, con mala promoción y muy poca afluencia de público, sin hablar del trato recibido.
Fue por ello que KISSIN’ DYNAMITE no estuvieron en España con esa gira, y fue gracias a la gira junto a Powerwolf y junto a Amaranthe que volvieron a sentir nuestro aliento, fechas en las que recibieron un apabullante cariño por parte del público, siendo además una grata sorpresa para parte del respetable que no les conocía y que se daba cita en la sala para esa primera hora de la velada. Giro de 180 grados, y KISSIN’ DYNAMITE están de vuelta, con su nuevo trabajo “Ecstasy” bajo el brazo, y con dos fechas en nuestro país, Madrid y Barcelona eran las agraciadas. La banda liderada por los hermanos Braun llegaban a una sala Nazca que registraba una buena entrada para una noche en la que KISSIN’ DYNAMITE pisarían junto a los franceses BLACK RAIN con mucha fuerza.
Tras problemas con las luces como nos comentaba el tourmanager de la banda alemana, y tras llegarse a plantear cancelar el show por ello, decidieron seguir adelante para no dejar tirados a sus fans a última hora, y con cierto retraso se abrían las puertas de la sala con ya una numerosa cola de gente sedienta de hard rock de calidad. Arrancaba la velada BLACK RAIN, combo que ya hemos podido observar en directo en Hellfest y en otra gira como banda telonera, y la verdad es que los franceses siguen subiendo peldaños en su directo.
Su hard rock con ese rollo glam/sleaze no deja indiferente a nadie, y en un show que fue de menos a más consiguieron divertir al respetable de lo lindo gracias a cortes como “Hellfire” o “Innocent Rosie”. Su puesta en escena es bastante buena, su presentación convenció a los asistentes que al fin y al cabo es lo importante, pero si nos ponemos a rascar, podemos ver algunas carencias técnicas considerables. Poco importa cuando pones el cien por cien de actitud en el escenario y haces saltar al público sin parar con “Blast Me Up” y la definitiva cover del “We’re Not Gonna Take It” de TWISTED SISTER, y aunque superaron nuestras expectativas esta noche, se siguen observando ciertas lagunas para dar un salto definitivo en su mercado. Aun así, la mejoría del combo galo es notable concierto tras concierto, anoche se llevaron y nos llevamos un sabor dulce de boca con su show, habrá que seguir pendientes de sus evoluciones.
Llegaba el momento, emociones a flor de piel para una banda que sabía que estaba ante su coronación en Madrid, lo que tantos años habían deseado. Un público enfervorecido desde la intro de “I’ve Got the Fire” era un magnífico presagio, y así accedían al escenario Hannes Braun a la voz, Ande Braun y Jim Muller a las guitarras, Steffen Haile al bajo, y Andi Schnitzer a la batería. El público coreaba ese estribillo tan efectivo, como el de “Somebody’s Gotta Do It”, y es que a pesar de pertenecer ambas al último disco, la gente se las sabía todas, la emoción en los ojos de Hannes mientras se dirigía al público era más que notable, lo habían conseguido. Mientras tanto, la pista gritaba “¡Dynamite, Dynamite!” y la banda se rendía a Madrid y viceversa, momento emotivo tras momento emotivo, ahora enlazando con una clásica “Love Me, Hate Me”, que no nos daba respiro, como ese “DNA” que supuso con su correspondiente disco “Megalomania” un cambio radical en su rumbo musical.
“Sex Is War” tiene esas guitarras más sleaze con las que conocimos muchos a esta banda, con una base sonando solidísima y un sonido y unas luces que parecían acompañar finalmente tras todos los problemas previos. Ahora Hannes nos quiere presentar a una chica, como intentaba decir en español, y ante una calurosa ovación aparecía en escena Anna Brunner, vocalista conocida por su labor en EXIT EDEN (además pareja de Hannes) con quien harían un magnífico dueto como en la versión original de “Ecstasy”, ¡y es que qué bien encajan sus voces! Brillante presentación cargada de fuerza, voracidad y garra.
Gritos ahora de “Anna, Anna”, ante lo que la banda iba pidiendo vítores para cada uno de los músicos ante la respuesta de los asistentes, y Hannes nos decía que para “Sleaze Deluxe” también cantaría junto a Anna, mostrando una grandísima profesionalidad sobre el escenario y apartando su vida personal de su vida profesional, chapeau por ambos. “Breaking the Silence” fue sin duda el momento más flojo de toda la noche, y es fácil de detectar cuando todo el resto del show es tan espectacular y apabullante, pero esta pieza es un tanto más densa y oscura que el resto, algo que no termina de enganchar al público en este caso.
Así llegábamos a otro de los momentos de la noche, en el que aparecía en el escenario de forma muy apretada un piano personalizado de la banda, al cual se sentaría Hannes, con Ande a la guitarra acústica para interpretar una preciosa “Heart of Stone”, el baladón mágico de este último trabajo de los germanos, con todas las luces de los móviles de la sala haciendo la labor de los antiguos mecheros e iluminando un club que se fundía en una sola voz con el grupo, algo que trasciende completamente de lo puramente musical, excelente.
Y tras este momento íntimo, tocaba saltar al ritmo de la divertida y pegadiza “Waging War”, contagiosa a rabiar y uno de los cortes más convincentes del último LP, de nuevo un estribillo fácil y exitoso. Nos acercamos al final y lo hacemos moviendo los brazos de lado a lado con un clasicazo como “Six Feet Under”, un medio tiempo melódico cargado de calidad que nos dejaba posteriormente con el tourmanager del grupo haciendo de sirviente de un Hannes disfrazado ya de rey, y cumpliendo todas sus órdenes sobre el escenario, animando al público y dejando definitivamente a Hannes sobre un imponente trono, desde el cual arrancaría otra de esas canciones que han hecho de KISSIN’ DYNAMITE lo que son a día de hoy, “I Will Be King”, coreada a rabiar. Así se despedían entre el mítico “oe, oe, oe” del público y el grito “Dynamite, Dynamite” que volvía a aparecer con fuerza.
La banda, de nuevo visiblemente emocionada, regresaba al escenario para los bises, comenzando con “You’re Not Alone” con la inestimable colaboración del respetable, que entraba en una simbiosis impresionante con el combo, para finalizar con una ya común en sus finales “Flying Colours”, en la que Hannes apoya sus pies sobre las piernas de Ande y Steffen alzándose en lo alto y creando un triángulo perfecto, regalando una instantánea maravillosa a los fans, para despedirse por todo lo alto, nunca mejor dicho. En mi opinión, el set aunque fue bueno, siempre es mejorable, y más teniendo en cuenta que en su anterior gira tocaban más tiempo y por lo tanto más temas, y echamos en falta cortes como “Fireflies”, “Money, Sex & Power”, “Ticket To Paradise”, “Deadly”, “She Came, She Shaw”, “She’s A Killer”…
No tuvieron todas consigo, no fue su mejor noche, no contaron con las mejores condiciones, pero hicieron arder Madrid de lo lindo, las impresiones de todo el público fueron inmejorables, ¡imagínense si los viesen con todo a favor! Tenemos entre manos una banda que lleva aportando calidad, trabajo y actitud ya bastante tiempo, y me alegra profundamente que por fin Madrid haya recibido como se merece a KISSIN’ DYNAMITE, esta noche la felicidad es enorme tanto en los fans como en la banda, KISSIN’ DYNAMITE han sido coronados definitivamente.
Texto y fotos: Óscar Gil Escobar
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Conciertazo de esta gran banda,fantastico frontman Hannes Braun y muy buena la aportación de Anna Brunner.Esta pedazo de banda tiene un futuro impresionante