+ DESTRUCTION + FLOTSAM AND JETSAM + REZET
Sábado 13 de Septiembre de 2019 – Sala La Riviera -Madrid
Tralla, caña, zapatilla, thrash metal matador, divertido, aniquilador, depredador, asesino…¡¡Kill Fest en Madrid!!
Lo del pasado viernes en la capital fue una tempestad sonora de gran nivel. A priori, el tema apuntaba maneras, y todo indicaba que el público iba a reaccionar masivamente ante tres colosos del thrash metal mundial y los prometedores REZET, y así fue. La Sala La Riviera mostró una entrada sensacional, rozando el lleno con gente de Madrid y decenas de viajeros de otras partes del país. Me encontré con gente de Almería, Granada, Euskadi, Cantabria… ¡¡ que buen rollo!! La tarde/noche se convirtió en una gran fiesta del thrash metal. Es claro que haciendo bien las cosas, y juntando bandas tan interesantes, el público reaccionó, como fue.
Llegué a la sala cuando REZET estaban a la mitad de su primer tema, por culpa de la imposibilidad de aparcar por la zona, y mira que fui con tiempo, pero ni por esas. Poco a poco, la sala iba recibiendo a más público. Cuando casi estaban terminando, el ambiente era nutrido y numeroso.
No los había visto hasta ahora en directo, pero me gustaron mucho los chavales de Scheswig, Alemania. Vi a una banda muy joven, con muchas ganas, actitud y perfectamente encauzada. Ahora solo falta que el público del thrash apueste más por ellos. Me recordaron a los primeros ANGELUS APATRIDA.
Muy buenos, la verdad. Parecen nuevos, pero llevan ya unos añitos dando tralla. Antes de su reciente CD lanzaron ‘Have Gun Will Travel’ (2010), ‘Civic Nightmares’ (2012) y ‘Reality Is A Lie’ (2016).
Tanto ellos, como FLOTSAM & JETSAM tocaron con la batería de doble bombo de DESTRUCTION.
El final de “Treadmill to Hell” , uno de los vídeos y singles de su último y cuarto trabajo “Deal With It!”, sonó muy rápido y potente. Llegué casi al final del tema, al que siguió el que da nombre al álbum, “Deal With It!” que podría formar parte del repertorio de los MEGADETH de los primeros años. Las guitarras marcaron un ritmo thrash, con un bajo potente y una banda que parecía disfrutar a tope encima del escenario.
El guitarrista zurdo y cantante, Ricky Wagner demostró un gran descaro con su guitarra Flying en ristre y fue el elemento básico, pero todo el grupo despuntó en gran manera, especialmente el bajista Bjarne Otto, quien lució una camiseta de NERVOSA y no paró de dar caña ni un instante.
Siguieron con “Reality Is A Lie”, echando la vista atrás a su álbum lanzado en 2016 del mismo título. Este tema sonó más asentado y menos rebelde, aunque sin perder la intensidad que les caracterizó en la velada. Me gustaron los doblajes de guitarras y el cierto tufo a las bandas ochenteras de la Bay Area, continuos cambios de ritmo a medio tiempo y mucha garra.
La explosión siguió con “Chaos In My Mind”, con más guiños a Mustaine y MEGADETH de la primera etapa y “Minority Erazer”, el tema de su single de verano de 2017, matador, con unas guitarras como radiales afilados y un ritmo apisonador, exultante, a “toda zapatilla”.
El final iba llegando con “Thunder Raiders”, mucho más pesado y marcado en rifs y coros, con algún guiño guitarrero a lo JUDAS y una melodía de voz que podía recordar un poco a TESTAMENT.
Y el cierre lo pusieron con la aniquiladora “Have Gun, Will Travel” de su debut, ¡¡más zapatilla!! Sonó asesino, matador, veloz.
El día antes del concierto estuve repasando su último álbum. La verdad es que eché de menos un tema como "No Plan B" que me recuerda mucho al "Hit The Lights" de METALLICA, pero me atrevo a decir que para mí, REZET fueron la gran sorpresa de la noche.
Tras los cambios de rigor, fue el turno de FLOTSAM & JETSAM, quienes me gustaron, pero en mi opinión, les faltó algo. No quiero afirmar que hicieron un mal show, pero si es cierto que me trasmitieron menos de lo que yo esperaba.
Liderados por vocalista Eric ‘AK’ Knutson, con chaleco de Harley Davidson y el guitarrista Michael Gilbert empezaron con “Prisoner of Time”, de su más reciente álbum "The End of Chaos", directo a la yugular.
Con la sala ya casi llena, sonó “Desecretor”, del mítico “Doomsday for the Deceiver· de 1986 y fue la inyección adrenalítica perfecta para el público. Fue una losa total. Yo mismo recordé viejos tiempos en los que en mi viejo programa de radio lo pinchaba hasta la saciedad.
Eric se dirigió a los fans y presentó la siguiente canción “Iron Maiden” de su álbum homónimo de 2016, y recalcó que además era su banda favorita. El tema sonó redondo, y en su parte guitarrera de doblajes central si recordó un poco a la “Dama de Hierro”, a modo de homenaje. Sonó altamente melódico, frenético y forjado por la fuerza del puro metal y la experiencia de unos músicos atrincherados y fornidos por y para el thrash metal.
“Hammerhead”, otro recuerdo a “Doomsday for the Deceiver”, fue un muestra más de que el thrash metal de la vieja escuela sigue muy vivo, aunque este tema es de los que además de poseer esa esencia, también mostró otras facetas sonoras características de la banda.
“Demolition Man” de “The End Of Chaos” fue el siguiente. Eric pidió la complicidad del público y la consiguió, como diciendo, “en este nuevo tema os quiero a tope”.
Redobles poderosos de batería y unas guitarras muy robustas dieron paso a un aplastante "Suffer the Masses" del álbum "When the Storm Comes Down" cargado de energía y melodía. En él, Eric dio pruebas de ser un buen vocalista. Los coros fueron cantados por el público masivamente, como en el próximo “Recover”, su mejor corte de “The End of Chaos”, donde la velocidad, el thrash metal a “plena ostia” se hizo con el respetable, y hasta muchos agitaron melenas al viento… Lo malo es que sorpresivamente fue el último. Alguien les dijo que el tiempo terminaba, y por ello dejaron de tocar tras él, dejándose fuera un par de canciones, -calculo-, entre ellas la esperada “No Place for Disgrace” que no pudo sonar esta noche.
La banda de Schmier subió a escena en la penumbra y con ráfagas constantes de humo en casi todos los inicios y finales de cada tema. El sonido subió de decibelios y la banda arrasó literalmente. No fueron los mejores DESTRUCTION en mi opinión, pero si ofrecieron un show arrollador en Madrid.
Con la incorporación del nuevo guitarrista suizo Damir Eskic, mostraron más diversidad. Él se marcó todos los solos y fortaleció al área de las seis cuerdas, aunque escénicamente no aportó mucho, en pro de un Schmier, que como siempre, ocupó los tres pies de micrófonos del escenario, -decorados por sendas calaveras, igual que los paneles laterales de su montaje escénico-, cantando en los tres, y dejando su lugar al delgadísimo Mike Sifringer como soporte habitual, con su carisma y sobriedad, arropado por un bestial Randy Black que tocó la batería atronadoramente. En cuanto a sonido y garra, DESTRUCTION fueron de lo mejor, junto a los siguientes triunfadores estelares OVERKILL.
Venían a presentar un fornido, salvaje e intenso “Born To Perish”, del que no faltaron temas, pero no dejaron atrás gran parte de sus clásicos más esperados.
La catapulta disparó con el mítico “Curse The Gods” del aclamado “Eternal Devastation”. Fue un mazazo en toda regla muy bien recibido por el público. El jefe y gigantesco Schmier mandó matarnos a todos y casi lo consigue con un “Nailed to the Cross” arrasador, recordando el disco "The Antichrist" de 2001.
Thrash metal matador: “Born To Perish”, el tema titular de su nuevo álbum fue una masacre total. Lo cierto es que este nuevo álbum lo es, y para demostrarlo, Schmier y la banda echó más bemoles aún.
El gigantón alemán alentó al público y consiguió una inmediata respuesta, con un “¡¡Eh, eh, eh!!” generalizado que sirvió para calentarles aún más de cara a "Mad Butcher" de "Sentence of Death" fue un rodillo, con Randy Black matador a los tambores. El carnicero hizo su trabajo muy bien.
El concierto estaba en su momento más ardiente cuando dispararon más balas del nuevo CD: "Inspired by Death" y la asesina "Betrayal". Los más veteranos esperaban más temas del pasado , por lo que DESTRUCTION usaron la recamara para satisfacernos con "The Butcher Strikes Back", con sonido de la radial incluido y un "Thrash ‘Till Death" glorioso.
Schmier, encantado, se dirigió de nuevo a los fans: ¡¡Gracias Madrid!! mientras sonaban golpes de bombo y respondia el público. Y el bajista/cantante siguió: ¡¡Viva España. ¿Estáis preparados para Overkill? “ Y no podían cerrar de otra forma que con la implacable "Bestial Invasion" del gran "Infernal Overkill" de 1985 con el grito de ¡¡¡Bestial Invasion in Madrid!!!
Un largo paréntesis precedió a la descarga de la banda más ansiada de la noche: OVERKILL.
Tras los cambios, Blitz y los suyos hicieron acto de presencia y nos asesinaron de principio a fin con un show pleno, un sonido perfecto, poderoso en ecualización y mucho volumen. ¡¡De hecho, mis oídos casi revientan!! Yo personalmente les tenía muchas ganas. Es cierto que son una de mis bandas favoritas del género, pero en los festivales, en mi opinión, no han dado su verdadera dimensión. Pienso que OVERKILL son “banda de sala”, donde si suenan bien, y trasmiten su thrash metal de forma directa y más intensa, como pasó la pasada noche de viernes en Madrid. En mi opinión fue un conciertazo de nivel.
El primer disparo sonoro fue certero: "Last Man Standing" del nuevo "The Wings of War". Lo cierto es que la salida a escena de Bobby "Blitz" Ellsworth hizo que el público se hermanara con el grupo desde el segundo uno, y pareció que este tema era un clásico más de los de Nueva Jersey.
Sonando abrasadores, con Bobby respaldado por el tió más auténtico y batallador: Ni más ni menos que el bajista D.D. Verni, quien se le vio entregadísimo, feliz, exultante, macarra… ¡¡Es mucho D.D.!! El bajista ocupó el centro del escenario, dejando a Bobby cantar a su derecha, junto al guitarrista Derek "The Skull" Tailer quien junto al ya asentadísimo Dave Linsk realizaron un trabajo guitarrero impresionante. Dave se encargó de casi todos los solos, y demostró ser un elemento imprescindible hoy en día en OVERKILL, a pesar del destacado protagonismo de D.D. y Bobby, "amos" del combo y el trabajo atronador a la batería de Jason Bittner, quien lleva en el grupo poco más de dos años.
La banda directa al cuello, mordió con "Electric Rattlesnake" y “Hello From The Gutter”, el primer tema "himno" de la velada, con la consecuente locura colectiva, agitación de cabezas y pogos centrales.
Pero eso no fue nada comparado con lo que venía a continuación, Bobby presentó el siguiente tema dirigiéndose por primera vez al público con un: “¡Hola Madrid, cabrones, Yo soy el jefe! (en castellano) ¿Estáis preparados, conocéis un disco llamado “The Years of Decay “? y el misil titulado "Elimination" logró el éxtasis general. Temazo total que todo el mundo vitoreó, cantó y bailó. ¡¡¡Locura total!!!
Sonido elevado y matador, con D.D. entusiasmado, y Bobby encantado y llegó "Deny the Cross" del disco "Taking Over", asentado, con unos riffs cargados de energía, Bobby cantando con rabia y haciendo con sus brazos una cruz en forma de aspa en cada estribillo. “Head Of A Pin” siguió una senda también más calmada, pero llena de poder, dando buena prueba de que su nuevo disco no es ninguna broma.
“Necroshine”, me trajo buenas recuerdos. Fue un tema acertado en mi opinión en el repertorio que me transportó a finales de los 90 en aquella época difícil para el metal en general. Me gustó mucho disfrutarlo, igual que “Under One” y “Bastard Nation”, ambos de su álbum de mediados de los 90 “W.F.O.” Me fijé especialmente en lo sólido y gran guitarrista que es Dave Linsk. El tío con la gorra al revés y cara seria no desprende un poderío escénico de entrega como DD o Bobby, pero es un elemento muy valioso para OVERKILL. Cambió en varias ocasiones de guitarra y se marcó unos solos impresionantes. No puedo decir lo mismo del otro guitarrista, Tailer, quien no digo que haga mal trabajo, pero no brilla como Dave ni de lejos. Pienso que con un guitarrista más incisivo la banda ganaría, pero solo es mi opinión.
Tras esta pequeña matización, Bobby presentó el tema siguiente, con un “¡Muchas gracias amigos!” y el terremoto sonoro siguió con una maciza “Mean, Green, Killing Machine”, de su anterior “The Grinding Wheel”.
La siguiente canción fue presentada con rabia por Bobby, mientras Bittner aporreaba su batería, presenta a la banda y D.D. se marca un mini solo . ¿Sentís el jodido fuego, Madrid? Y tocan un “Feel The Fire” que incendió, y nunca mejor dicho, La Riviera. “Ironbound” fue el último tema antes del bis.
Para reanudar la descarga, “Overkill” nos ponía a todos las pilas de nuevo y certificaba que a estas alturas la fiesta era plena
Un redondo “Rotten To The Core”, donde el público cantó su estribillo a tope fue un martillo que precedió el final definitivo con un “Fuck You” "muy punk", con Bobby y D.D. haciéndonos la peineta heavy y rabiosa.
¡¡¡Fue una noche bestial, inolvidable!!!
Texto: Rafa Basa
Fotos: Alvaro Ochoa
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.