LEYENDAS DEL ROCK – Crónica y Fotos del jueves – Primera parte, con THIN LIZZY, CRADLE OF FILTH, LACUNA COIL, LORDS OF BLACK, ALESTORM, CRUACHAN, HELSTAR, etc

 

LORDS OF BLACK + THE LAZYS + ROSE TATTOO + SOMAS CURE
+ LACUNA COIL + CRUACHAN + ALESTORM + HELSTAR + CRADLE OF FILTH + THIN LIZZY

Miércoles 7, Jueves 8, Viernes 9 y Sábado 10 de Agosto – Polideportivo Municipal – Villena

Jueves 8

 

LORDS OF BLACK

Fue un show repleto de sorpresas, algunas  de ellas yo ya las conocía a nivel extraoficial, y otras se harán públicas muy pronto, pero el caso es que oficialmente tan solo se publicaba una foto de Tony Hernando y los cantantes Diego Valdez y Dino Jelusic tomando unas jarras de cerveza la noche anterior al show, lo que intuía que los tres estaban preparando algo de cara a LEYENDAS DEL ROCK.

Hace tiempo, LORDS OF BLACK oficializaba a Diego como su nuevo vocalista, pero la pasada tarde de jueves en Villena, algo pasó sobre el escenario.

Con un magnifico, elegante  y enorme telón de fondo,  la banda de Tony arrancó su maquinaria sonora de forma muy engrasada, con él a la guitarra, Dani Criado al bajo, y Matt de Vallejo a la batería. Muchos, por no decir todos,  se preguntaron ¿Dónde está el batería Andy C.? Claramente no estuvo en Villena. Pronto hablaremos del asunto, una vez que LORDS OF BLACK oficialice lo que crea oportuno.

El show comenzó con los citados, y tras  los acordes iniciales, el gigante con cara de malvado Diego Valdez apareció dictando sentencia vocal, cantando “Lords Of Black”, con potencia, una gran voz, y cara de perdonarnos la vida a todos. La verdad es que el tipo encima del escenario impone, y mucho.

Muchos preguntaréis como tocó Matt. Pues a las mil maravillas, con pegada, mucha técnica, y mucho estilo, como él es. Además dio mucho juego visual con las baquetas, etc. Un 10 para Matt.

Los dos siguientes temas fueron cantados muy acertadamente por Diego, “Shadows Of War” y “World Gone Mad”. A  su lado vi a un Tony  muy risueño y tocando como siempre, -a gran nivel-, Dani, con el pelo suelto, también mostró buen talante y sonrisa, y el bueno de Diego con una voz en tesitura y firmeza muy en la línea del saliente Ronnie Romero, incluso con más profundidad.

Cuando los fotógrafos abandonaban el foso, algo pasó. Desapareció de escena Diego y desde el fondo salió otro vocalista: Dino Jelusic. El cantante de ANIMAL DRIVE y  TRAS-SIBERIAN ORQUESTRA, quien cantó dos temas en el disco de Tony Hernando de su proyecto paralelo llamado RESTLESS SPIRIT cogió el micro y todos nos quedamos boquiabiertos con su interpretación de un “Icons of the New Days” que hizo suyo desde el principio, dándole su personalidad y mostrando sus ingentes capacidades vocales y como frontman. Hay quien le ve como el heredero  perfecto de David Coverdale y el Sebastian Bach de los primeros SKID ROW, aunque yo pienso que es una mezcla entre  el fallecido Ray Gillen (BADLANDS) y el Jorn Lande de la época de ARK. Escénicamente y por pose sí parece heredero de Coverdale/Bach.  Es más melódico que Diego y Ronnie Romero, en cuanto a voz, aunque posee inmensas cualidades. Como frontman es mucho más visual, posee más carisma y soltura escénica, así me pareció a mí en LEYENDAS.

En “Icons…” cantó con el apoyo  de Diego quien ocupaba el puesto de corista a un lado del escenario, como el resto de temas, aunque Valdez fue animado por Dino y al final casi compartieron protagonismo, aunque la labor protagonista  la tuvo al 90%  Jelusic.

A este le costó un poco soltarse, sobre todo al principio. Por lo que supe, solo pudo ensayar un día con LORDS OF BLACK y pudo cantar con ellos en directo gracias a un teleprompter que le iba recordando las letras.

En “New World’s Comin’” Dino cantó solo,  más centrado,  y en complicidad con Hernando, quien se hizo un solo descomunal, como en todos los temas.  A Dino se le vio encantado con LORDS OF BLACK y escénicamente dominando su papel. El inicio de “Everything You’re Not” fue colosal, Dino lo bordó a lo largo de toda la canción, y Diego cantó algunas dobles voces. Muchos mirábamos sorprendidos y encantados con la sorpresa, mientras Tony estaba resplandeciente y feliz.

“Smoke and Mirrors”, “Nothing Left to Fear” y “Merciless” entusiasmaron y asombraron mucho, demostrando que tras Ronnie Romero, -quien sigue siendo un cantante excelente y maravilloso que se ha echado la banda de Ritchie Blackmore, RAINBOW  a sus espaldas y sigue cantando prodigiosamente-, hay un futuro muy interesante para Tony y sus LORDS. ¿Quiénes serán el cantante y su batería? Pronto lo sabremos todos.

Tras la actuación, la banda saludó y Tony, hablando por el micrófono,  dio encarecidamente las gracias a los fans, a los músicos que estuvieron esta tarde con él y a los organizadores del LEYENDAS por hacer esta actuación posible. Un señor elegante este Tony Hernando.

Texto: Rafa Basa

Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo

 

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THE LAZYS

En esta edición del LEYENDAS DEL ROCK se ha apostado por el rock australiano, contando con la presencia de AIRBOURNE como cabezas de cartel o de los míticos ROSE TATTOO y en este caso con THE LAZYS, formación que aunque no cuenta con el estatus de las dos anteriores, ofreció un concierto que nos asegura que tenemos relevo generacional.

Siempre es difícil la tarea de inaugurar el escenario Mark Reale en unas horas donde la gente aún está llegando o viendo bandas en los escenarios principales pero eso no pareció importar a esta banda que salió decidida a llevarse por delante a una audiencia que disfrutó de lo lindo de la descarga. Con sólo dos discos en su haber, THE LAZYS desplegaron sus canciones cargadas de rock, energía y decibelios. “Picture Thieves” de su segundo trabajo “Tropical Hazards” abrió la veda. El vocalista Leon Harrison estuvo en todo momento moviéndose por el escenario, haciendo cantar al público los estribillos y dirigiéndose a la audiencia con total naturalidad, todo un frontman que nos decía que era la primera vez que venían a España y que estaban encantados de hacerlo en el LEYENDAS DEL ROCK.

La cañera “Little Miss Crazy” puso al público a levantar el puño y mover las cabezas  mientras que con “Nothing But Trouble” pudimos comprobar que la banda tiene todo el potencial para arrasar y que seguro que dentro de poco están girando con mayor notoriedad por muchos países. Incansables y fieros, los australianos derrocharon actitud, posándose las miradas en el guitarrista Matty Morris el cual se movía, hacía buenos solos y terminó subiéndose a la barra del pequeño bar para ejecutar un solo y beberse una cerveza, emulando a los grandes como Angus Young o Joel O’Keeffe.

Con el público entregado y en el bolsillo, la banda disparó sus últimas balas con “Louder Than Youth” y “Can’t Kill The Truth” ganándose la aprobación y respeto de los presentes que nos quedamos con ganas de más.

Visto lo visto el hard rock tiene buenas bandas para continuar con el legado de las grandes y THE LAZYS son apuesta segura para festivales. Ahora a rezar para que vuelvan por estos lares. Si os los perdisteis no dudéis en verlos cuando tengáis la oportunidad.

Texto: Alejandro Alapont

Fotos: Mikel Masa

 

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ROSE TATTOO

No tardaron mucho en aparecer en escena los encargados de recoger el testigo tras la descarga de LORDS OF BLACK, ni más ni menos que unos ilustres veteranos dentro de la escena internacional como son ROSE TATTOO. He de reconocer que me sorprendió que la banda que capitanea el incombustible Angry Anderson desde mediados de los setenta no consiguiera congregar a una mayor cantidad de público, y más si tenemos en cuenta que entre sus miembros podemos encontrar desde hace algún tiempo al que fuera bajista de AC/DC, Mark Evans. Así que desafortunadamente, una vez más, volvimos a comprobar que hay bandas que todo el mundo conoce pero a las que muy pocos prestamos la atención que sin duda  se merecen.

En cualquier caso los que optamos por acercarnos al Azucena Stage desafiando el plomizo sol de media tarde acabamos disfrutando de una descarga de lo más divertida y amena, ya que los australianos siguen practicando con maestría ese rock n´ roll eléctrico, marchoso y desenfadado, que bebe directamente de las raíces del blues y el boogie. Evidentemente, como no podía ser de otra forma, el grueso de su repertorio estuvo centrado en el material de sus primeras entregas, con lo que no faltaron durante los compases iniciales del show las contagiosas melodías del gamberro “Bad Boys For Love”,  ni el guitarrero “Scarred For Life”, que con su rollito 100% Ac Dc nos daba argumentos para mover los pies siguiendo su contagioso ritmo.

Aunque me dio la sensación de que el público no acabó de entrar en el concierto, -ya que se mantuvo demasiado estático, seguramente por que no conocía los temas,- lo cierto es que el combo de Sidney  nos ofreció un show de lo más sólido y convincente, dando buena temas de cortes como el macarra “One Of The Boys”,  y el irreverente  “Rock ´N´Roll Outlaw”, dejando patente que sus composiciones han superado con éxito  el inexorable paso del tiempo, ya que en pleno siglo XXI siguen sonando igual de frescas y adictivas que antaño.

Pero no todo iba a ser sudor, actitud roquera, y potentes guitarrazos. De modo que la elegida para contemporizar mínimamente el ritmo que había tomado el show fue “The Butcher And Fast Eddy”, que nos dejaba al incansable frontman recorriendo el escenario recitándonos la letra mientras sus compañeros se encargaban de proporcionarle su característico colchón sonoro. Una de las pocas concesiones que se permitieron al material facturado durante los últimos años llegaría con “Once In A Lifetime”, rescatado de su “Blood Brothers” de 2007.

No tardarían mucho en volver a echar la vista atrás para incidir nuevamente  en su material clásico, con Angry acercándose al filo del escenario para invitarnos a participar activamente en los coros del hímnico  “Rock N Roll Is King”. Con la gente de las primeras filas acompañando con palmas los australianos se dispusieron a encarar la recta final del show con “Sweet Love”, para acto seguido dejar paso al toque genuinamente gamberro y fiestero que siempre destila “Snow Queen”.

Sin concedernos ni un segundo de tregua no tardaría en hacer acto de presencia otra de sus viejas favoritas “We Can´t Be Beaten”, para dejar que el cierre definitivo corriera por cuenta de su tema más conocido y emblemático, aquel que popularizaron a finales de los ochenta unos chicos malos de L.A., “Nice Boys”, con el que ahora sí parecía despertar una audiencia que se mantuvo bastante fría durante todo el show. Lo dicho, que me dio la sensación de que la gente no se acabó involucrando con la veterana formación australiana, y que muchos acudieron únicamente por la curiosidad de ver en vivo a una formación legendaria, de esas que todo el mundo conoce pero que muy pocos han escuchado en profundidad.

Texto: Alfonso Díaz

Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo

 

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SOMAS CURE

Reconozco que el estilo que plantea esta banda afincada en Madrid no es lo que acostumbro a escuchar normalmente, pero he de decir que mi sorpresa fue mayúscula al encontrarme a mucha gente en su concierto, la gran mayoría un público joven, luciendo sus camisetas y cantando todas sus canciones.

SOMAS CURE tienen ya un nutrido número de seguidores y su apuesta musical, un metal moderno que bebe de bandas como METALLICA o los actuales IN FLAMES ha calado muy bien, sabiendo atraer a una audiencia fiel que estuvo dándolo todo en las primeras filas e incluso formando circle pits.

La banda sigue promocionando su último disco “Éter” pero ya anunciaron que su nueva obra está prácticamente terminada y que próximamente anunciarían la salida del mismo, para alegría de sus seguidores.

El repertorio se basó prácticamente en canciones del mencionado disco “Éter” como fueron “Aire”, “Dunas De Marte” o “En Carne Viva” Lo que más me llamó la atención fue su vocalista Txema Fonz, el cual me dejó con la boca abierta al ver su capacidad de pasar de un registro a otro, pudiendo hacer agudos impresionantes a pasar en un segundo a guturales muy bien ejecutados y dominar los temas melódicos con unas tesituras más suaves. Todo un profesional de la voz que se ganó mis respetos.

El resto de la banda no se quedó atrás, mostrando su técnica y pudiendo mezclar diferentes estilos desde el groove al thrash pasando por pinceladas de death metal. Un ejemplo de eclecticismo y de influencias que encajan a la perfección consiguiendo un estilo propio y particular.

Con “Leviatán” se despedían tras ofrecer un concierto que sonó de maravilla y donde la banda supo exprimir hasta el último segundo de su actuación, ganándose la merecida ovación de un público entregado y los respetos de muchos que descubrimos a la banda.

Texto: Alejandro Alapont

Fotos: Mikel Masa

 

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LACUNA COIL

La banda de origen italiano ha crecido muchísimo. Hacía tiempo que nos les veía en directo, la verdad, pero es innegable que su categoría, entereza y puesta en escena ha adquirido un nivel elevado,  gira tras gira, a pesar que LACUNA no terminan de subir a la primera división del metal internacional.

Me gustaron en LEYENDAS. Liderados, como no podía ser de otra forma, por Cristina Scabbia y Andrea Ferro, presentaron su nueva imagen y además el primer single del que será su próximo long play “Black Anima”, que será lanzado en octubre.

La puesta en escena giró en torno a Cristina vestida de rojo, con la cara pintada con sangre, junto a Ferro, con ropajes negros y una banda que lucía con caras maquilladas de blanco y ropas de riguroso luto,  siguiendo la estela del  “Alma Negra” que se aproxima en su carrera.

“Our Truth” sonó muy bien, con garra y fuerza, fue ideal como inicio. El que fue primer sencillo del álbum Karmacode, y que  también apareció en la banda sonora de Underworld: Evolution,  pronto nos metió en vereda sonora, haciéndonos viajar gracias a sus toques  con influencias  egipcias y árabes.

Otro de los temas destacables fue  “Trip the Darkness”, del álbum “Dark Adrenaline”,  que me gustó por su estructura heavy y su estribillo muy melódico y comercial.

“Heaven´s A Lie” fue una mirada al pasado y a su “Comalies” de 2.002.  Este tema que habla sobre la libertad de pensamiento y afirma que el Cielo es una mentira, fue de lo mejor del show, al menos para mi, como el detalle del estreno de su nuevo single “Layers of Time”, que les quedó muy bien, y que grabé en vídeo.

Una vez más no olvidaron tocar la versión de DEPECHE MODE “Enjoy de Silence” y cerraron con “Nothing Stands in Our way”, de su álbum de 2014 titulado «Broken Crown Halo», que lleva el nombre de su  libro coincidiendo con el aniversario número 20 del grupo, con su vena metalera mezclada con la voz melódica de Cristina, la garra guitarrera y los aportes de Andrea, que fueron constantes a lo largo de todo el concierto.

Notables LACUNA COIL.

Texto: Rafa Basa

Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo

 

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CRUACHAN

No vi el concierto entero de  los estupendos CRUACHAN, y digo estupendos porque era la primera vez que los veía, y  me sorprendieron y gustaron. Se solapaban en parte con ALESTORM y eso influyó.

Los irlandeses practican  una onda 100%  folk metal. La banda liderada por Keith Fay dio buena cuenta de lo que son y convencieron a todos los que se acercaron al escenario Mark Reale.

Demostraron con destreza como usar guitarras heavies, con una voz fornida, instrumentos propios del folk, y violines. Ataviados con faldas escocesas, ofrecieron un buen show coronado por temas como  “The Sea Queen of Connaught”,  con el que comenzaron, y que fue un intenso y rico viaje sonoro con reminiscencias en la melodía de la voz a AMON AMARTH, aunque no en estructuras y melodías.

 “The Morrigan’s Call” del álbum del mismo nombre, lanzado en 2006, fue la  intro 100% folk al tema “I amWarrior” del disco «Blood on the Black Robe», por su garra demoledora, y sus toques de violín. El cóctel fue extraordinario.

Otro  tema que me gustó fue  “The Harp, the Lion, the Dragon and the Sword”, y como su título indica, fue un compendio sonoro de su arpa, el león, el dragón y la espada. Su mezcla ultra metalera y sus partes folk fueron sobresalientes.

Y el último del que disfruté fue “Marching Song of Feach MacHugh”, muy bueno, muy pegadizo, ideal para bailar y disfrutar, gracias a su melodía de violín y la voz principal y estructura. Un tema altamente divertido, la verdad.

Espero y deseo volver a verles en mejor ocasión y disfrutar de su riqueza instrumental y su arte metalera y folk.

Texto: Rafa Basa

Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo

 

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ALESTORM

Faldas escocesas, bermudas, camisas floreadas, un colorista telón de fondo con un cocodrilo luciendo gafas de sol, un enorme patito de goma presidiendo el escenario…, este a priori no es el decorado que suele acompañar a un concierto de metal. Pero lo cierto es que la reputación y la popularidad de los piratas escoceses ALESTORM no ha dejado de crecer como la espuma en los últimos años. Quizás por ello no me sorprendió ver a un montón de fans ataviados al modo de los lobos de mar, ni que el recinto presentara un fantástico ambiente cuando el capitán Christoper Bowes y sus acólitos decidieron que había llegado el momento de  zarpar para sumergirnos de lleno en sus   desquiciantes aventuras  repletas  de alcohol, coreables estribillos, alocados bailes, y sobre todo metal y diversión.

Teniendo en cuenta lo bien que funcionó su última gira por nuestro país las expectativas eran altas, había muchas ganas de pasarlo en grande con ellos, y la verdad es que los chicos de ALESTORM no defraudaron a nadie, ya que supieron estar a la altura, y nos ofrecieron un show de lo más entretenido y divertido, en el que, como no podía ser de otra forma, el público acabó convirtiéndose en protagonista. Arrancaron fuerte, dando buena cuenta de una de sus cartas ganadoras como es “Keelhauled”, y rápidamente pudimos comprobar su potencial en directo, ya que sonaron  frescos, potentes, y desenfadados, con unas altas columnas de humo apareciendo con cada uno de los estribillos para provocar la hilaridad del respetable.

Tras haber presentado sus respetos a sus incondicionales no tardaron en llegar las primeras pinceladas de esencia folk junto a los rotundos guitarrazos de la propia “Alestorm”, que servía para realizar  una primera incursión en el material de “No Grave But The Sea”, mientras el personal no paraba de botar con el puño en el aire. La fiesta no había hecho más que comenzar, de modo que los piratas de Perth nos invitaron a levantar nuestras bebidas al aire para que brindáramos con ellos al ritmo de “The Sunk´n Noewegian”.

Pero que nadie piense que el capitán Bowes y sus lobos de mar no saben ponerse serios y sacar su vertiente más netamente metalera, tal y como demostraron a la hora de atacar un trallazo como “The Quest”, dejando patente que tras tanto desparrame y diversión también hay una banda a la que le gusta agitar la cabeza y pisar el acelerador al máximo. Como si de un ritual se tratase, gran parte del respetable  se sentó en suelo para ponerse a remar al reconocer la sugerente melodía de “Nancy The Tavern Wench”, algo que provocó   caras de estupefacción entre los que no están familiarizados con las descargas del combo escocés.

Esa fugaz tormenta tropical que es “Rumpelkombo”, volvería a pillarnos por sorpresa. Pero justo a continuación fue cuando se desató el más absoluto desmadre sobre el escenario, con todo el personal bailando y danzando mientras la cerveza corría a sus anchas, con  la banda atacando  su versión de Taio Cruz, “Hangover”. El golpe de timón no tardaría en llegar con otra pincelada de power-folk como es la pieza que prestó  título hace ya una década a su segunda entrega “Black Sails At Midnight”.

Esas pegadizas melodías que evocan a los videojuegos ochenteros servirían para anunciarnos que había llegado el momento de volverse a desmadrar con el desternillante “Mexico”, que era la elegida  para volver a incidir en su obra del pasado 2017. Una nueva mirada a los primeros años de la banda serviría como excusa para recordar “Captain Morgan´s Revenge”, que volvía a poblar las primeras filas de espadas y gorros corsarios.

Una vez más el folk volvería a marcar los alocados bailes del personal  durante  “Shipwrecked”. La juerga no se detendría ya que la siguiente en sonar fue la gamberra “Drink”, para dejar que el acto final corriera por cuenta de una alargada versión del vacilón e irreverente “Fucked With An Anchor”. Al final de la travesía caras de satisfacción entre la tripulación, algo que deja claro que los viajes del Capitán Bowes y sus muchachos son siempre sinónimo de fiesta y diversión.

Texto: Alfonso Díaz

Fotos: Mikel Masa

 

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HELSTAR

Una de las cosas que más me gusta del cartel del LEYENDAS DEL ROCK, es que siempre en sus carteles incluyen alguna banda mítica, ya sea de la NWOBHM o del power metal americano. Bandas que difícilmente vienen con gira propia en este país o que resultan complicadas de ver. HELSTAR es uno de esos casos, ya que la formación americana pocas veces se deja ver por este tipo de eventos y cuya presencia en el festival fue toda una sorpresa.

En la jornada anterior ya estuvieron interpretando temas de BLACK SABBATH y JUDAS PRIEST y ahora les tocaba actuar  amparados bajo el escenario Mark Reale con sus temas propios. El guitarrista Barry Barragán y el carismático vocalista James Riviera siguen manteniendo la banda en activo editando álbumes con frecuencia (su último trabajo hasta la fecha, Vampiro, data de 2016) pero aprovecharon para tocar sus canciones clásicas de sus álbumes más aclamados.

Desde mi punto de vista, fueron una de las bandas vencedoras del día, en parte gracias a la inmaculada voz de James Rivera, que sigue cantando igual que antaño y además derrochando simpatía y mostrando el cariño hacia el público español, invitándonos a entonar nuestro famoso “oe oe oe” que dijo que utiliza para calentar la voz.

“Burning Star”, tema que da título a su primer álbum abrió el concierto, acompañados por un público que no quiso perderse la actuación de los de Houston y que durante toda la descarga estuvieron agitando las cabezas, levantando los cuernos y cantando. “Conquest” y “Dark Queen” del segundo plástico “Remnants Of War” ya nos hizo adivinar que la descarga de cortes clásicos iba a ser continua y no dieron tregua alguna.

“The King Is Dead” y “Winds Of War” del aclamado “A Distant Thunder” hizo subir la temperatura y poner de patas arriba a un público que disfrutaba de cada canción, siendo para muchos la primera vez que veíamos en directo a la banda y reteniendo en nuestras retinas y oídos cada nota e imagen.

“King Of Hell” fue la única canción más reciente de su repertorio, perteneciente al álbum homónimo de 2008, dejando para el final “Baptized In Blood” como único tema de su disco “Nosferatu” (del que me hubiera gustado que tocaran alguna canción más) y la celebrada “Run With The Pack” con la que se despidieron bajo la eterna sonrisa de Rivera, cumpliendo con creces y siendo una de las bandas triunfadoras de la jornada. De nuevo hay que dar gracias al LEYENDAS DEL ROCK por apostar por este tipo de bandas y hacer las delicias de los seguidores del heavy metal más tradicional.

Texto: Alejandro Alapont

Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo

 

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CRADLE OF FILTH

Pese a que puede  parecer lo contrario CRADLE OF FILTH no lo han tenido fácil para llegar donde están. Quizás si hablamos a nivel de éxito y popularidad si que podemos decir que Dani Filth y sus acólitos han conseguido alcanzar cuotas inimaginables para una banda de su estilo. Pero en el otro extremo  de la balanza hay que considerar también las feroces críticas de todos los que les han tachado  de traidores, e incluso de ser unos impostores directamente. En cualquier caso lo que nadie puede negarle a una formación que camina con paso firme hacia las tres décadas de vida es que fueron pioneros a la hora de acercar los sonidos extremos al público generalista del metal.

Así que su inclusión en el cartel de esta decimocuarta edición  del LEYENDAS DEL ROCK  significaba una ocasión única para reencontrarse con sus seguidores, y de que muchos curiosos tuvieran oportunidad de comprobar como sonaban en directo. Dejando a un lado todo lo anteriormente expuesto, cabe remarcar que Dani y sus muchachos siguen manteniendo su imagen clásica, todos vestidos de negro: con capas, abrigos largos y maquillaje. Otro detalle que me gustaría destacar fue el repertorio escogido para la ocasión, con protagonismo destacado para el material publicado a finales de los noventa y a  principios de este siglo XXI, tal y como parecía anunciar el gran telón de fondo que presidió el escenario, y que irremediablemente evocaba a la portada de su aclamado “Cruelty And The Beast”.

Con los últimos rayos del sol bañando el escenario, y mientras a través del P.A. sonaba la inquietante introducción  que abría su tercer largo “Once Upon Atrocity”, aparecían en escena los miembros de la banda para acto seguido  volarnos la cabeza con la voraz embestida metalera que significó “Thirteen Autumns And A Widow”. Rápidamente una de las incógnitas que siempre gira en torno a las descargas de los británicos quedó solventada, parecía que Dani hoy iba a tener un buen día, ya que su voz sonó como en las mejores ocasiones: desgarradora, sucia y potente. Aunque, evidentemente, la que destacó por encima del resto de sus compañeros fue una  Lindsay Schoolcraft que estuvo absolutamente sublime, -tanto en su rol de teclista, como a la hora de hacerse cargo de las narraciones y las voces líricas-, brillando a gran intensidad en temas como “Cruelty Brought Thee Orchids”.

Tras haber conseguido captar la atención de todos los presentes con una buena ración de material de una de sus obras más celebradas, “Cruelty And The Beast”, era un buen momento para echar la vista más atrás en el tiempo y centrar su objetivo en “Dusk… And Her Embrace”, dando  buena cuenta de las vampíricas melodías de “Malice Through The Looking Glass”. El acusado contraste entre el pasado y el presente de los británicos quedaría plasmado  a lo largo de “Heartbreak And Seance”, que a la postre se acabó convirtiendo en el único recuerdo que se permitieron a su más reciente “Cryptoriana- The Seductiveness Of Decay”.

Para cualquiera que haya seguido las evoluciones de CRADLE OF FILTH a lo largo de los años resulta evidente que la banda ha aproximado su sonido a diferentes estilos y sonoridades. Así que no faltaron a lo largo del show las esencia góticas que aportaron los teclados de Lindsay durante “Nymphetamine”, que ralentizaba mínimamente el ritmo que había tomado el show. Una tónica similar, aunque centrándose en dar una mayor preponderancia a la intensidad, llevarían los compases iniciales de “Saffron´s Curse”, aunque rápidamente las guitarras, los rugidos de Dani, y las altísimas tonalidades de Lindsay volverían a conducirnos a las sonoridades habituales de la banda.

Lamentablemente el tiempo de los vampiros de Suffolk se estaba agotando pero antes de regresar a sus ataúdes, o de continuar con sus correrías nocturnas, Dani y sus secuaces todavía tuvieron tiempo para darnos argumentos para castigar nuestras cervicales al ritmo de “Her Ghost In The Fog”, también rescatada de su aclamado “Midian”, para acto seguido cerrar definitivamente su descarga.

Definitivamente no creo que a estas alturas nadie considere a CRADLE OF FILTH como la quinta esencia del metal extremo, y más cuando a su lado un servidor tenía a  un niño de seis años que, a hombros de su esforzado padre, disfrutó como un poseso  viendo las correrías de Mr. Filth y sus acólitos. Eso sí, en lo que todos estaremos de acuerdo es en que los británicos tienen un show de lo más potente y convincente, y en Villena volvieron a demostrarlo.

Texto: Alfonso Díaz

Fotos: Mikel Masa

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THIN LIZZY

Eran cabezas de cartel y como tal triunfaron y tocaron, demostrando que aunque la herencia de Phil Lynnot siga viva porque así lo quiere Scott Gorham, y aunque muchos reniegan de ella, es una delicia en 2019, como fue en LEYENDAS DEL ROCK escuchar himnos del pasado interpretados con maestría, una instrumentación de lujo, músicos de gran calibre, y sobre todo un vocalista como es Ricky Warwick. ¿Quién iba a pensar que este tío vocalista de THE ALMIGHTY iba a terminar siendo vocalista de los LIZZY y BLACK STAR RIDERS? Yo me atrevo a decir que nadie lo imaginaba, pero con los años y las giras, se ha ganado el puesto con creces y solvencia, como vocalista principal y tercer guitarrista.

Junto a los mencionados Scott y Warwick, quienes son el alma de los actuales LIZZY hay que mencionar al gran teclista y vocalista Darren Wharton (DARE), quien hizo un trabajo de lujo, el guitarrista Damon Johnson y es obligatorio hablar de Scott Travis a la batería (JUDAS PRIEST), con quien ya disfruté en los shows alemanes de hace tres años que hicieron los LIZZY abriendo para RAINBOW, y el último fichaje: el bajista de MASTODON Troy Sanders, quien ha llegado para ocupar el puesto de un Tom Hamilton, que como era lógico, está tocando con AEROSMITH.  Aunque ningún bajista será como Phil Lynnot, ¡¡¡jamás, jamás!!!

El pasado febrero, anunciaron dos conciertos de reunión por el cuadragésimo aniversario del disco “Black Rose”  y luego decidieron girar  y los tuvimos en LEYENDAS afortunadamente.

El inicio fue brutal con la sirena con Travis saludando desde su batería  y brotando con el mego clásico, “Jailbreak”, el primero de muchos que sonaron en la noche. Con su logo luminoso de fondo, que cambió en repetidas ocasiones de color, la banda lo dio todo. Sonó muy heavy, quizás demasiado, muy férrea y poderosa, incluso acelerada. Yo eché de menos un punto más roquero, algo que comentamos Alfonso Díaz Cazorla y yo que vimos casi todo el concierto, juntos.  Eso sí, la calidad musical, el sonido y la actitud fueron plenas, con Warwick como total protagonista.

“Are You Ready” sonó muy heavy, como digo, con Troy Sanders feliz encime del escenario, mientras Damon y Gorham poniendo la guinda guitarrera, y Warwick demostrando que es el cantante a la medida de estos LIZZY, rebelde, despiadado y con “macarrería”.

“Emerald” y “Rosalie”, el tema original de Bob Seger,  fueron dos de las joyas más brillantes y relucientes. A mí me emocionó escuchar esas dos míticas canciones, la verdad.

En “Don´t Believe a Word” Ricky dejó la guitarra y con el pie de micro en mano demostró ser un gran frontman, cantando y moviéndose muy bien, arropado por solos maravillosos y matices de gran lujo. Me encantaron Damon y Gorham y el trabajo de Darren Wharton.

Siguieron con “Waiting for Alibi” otro temazo de relumbrón que sonó genial, está vez más reposado y con su sabor justo.

El final con los dos clásicos The Boys Are Back in Town y Whiskey in the Jar fue histórico.

Magistrales y señoriales THIN LIZZY en LEYENDAS DEL ROCK, ¡sí señor!

Texto: Rafa Basa

Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo – Juan_Ramon_Felipe@rafabasa.com

Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo

 

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