Crónica de BON JOVI + MAREA en Madrid
Domingo 7 de julio – Estadio Wanda Metropolitano
A finales de junio del 2013 BON JOVI dio un conciertazo en el Estadio Vicente Calderón. Además de un gran nivel en lo musical, decidió poner las entradas a la venta desde 20 euros por la crisis en España, aunque él no cobrara por su actuación esa noche.
El de Nueva Jersey volvió a la capital seis años después, esta vez al flamante Estadio Wanda Metropolitano y cobrando 90 euros en pista, y fue la mera evidencia de cuánto han cambiado las cosas en todo este tiempo.
El grupo español MAREA fue el sorprendente elegido como artista invitado para abrir la velada. Hasta su vocalista, Kutxi Romero, bromeaba sobre el asunto: "Que ya sé que habéis venido a ver al rubiales, que no pasa na".
A pesar de que su estilo musical no tiene nada que ver con BON JOVI y que tocaron hacía tan sólo unos días en Madrid ante 30.000 personas en la Caja Mágica, MAREA consiguió hacer saltar y aplaudir al público del Wanda con su rock urbano con canciones como "Manuela canta saetas", "Corazón de mimbre" o "El temblor", de su más reciente álbum, El Azogue.
Firmaron un sonido sólido y contundente e hicieron suyo el gran escenario aunque, como digo, fue extraño ver a un grupo tan diferente calentando el ambiente.
Durante la algo más de media hora que tuvimos que esperar hasta el inicio del concierto de BON JOVI, la gran pantalla del escenario proyectó desde preguntas tipo Trivial sobre la vida del cantante (como cuál fue la primera canción que aprendió Jon a tocar a la guitarra -para los curiosos, fue «House of the rising sun» de THE ANIMALS-) a promociones sobre un crucero con fans que hará a finales de agosto de Barcelona a Palma de Mallorca, merchandising, e incluso una marca de tomate frito propia.
La breve intro de «Hells Bells» de AC/DC delató que ya llegó el momento y la gente lo sabía. Poco a poco empezaron a salir los integrantes de la banda mientras se proyectaban imágenes que empezaban en el espacio exterior y que poco a poco se acercaban a Madrid, incluyendo fotos de Gran Vía o del propio Metropolitano y, al final, se construía la portada del disco que BON JOVI había venido a presentar, This House Is Not For Sale («Esta casa no está a la venta», algo paradójico cuando minutos antes estabas promocionando tu propia marca de tomate frito, pero esa es otra cuestión).
Arrancaron justo con la canción que da nombre al álbum y con ella vino el primero de los grandes momentos de la noche: cuando Jon sale por primera vez. Es increíble cómo es capaz de llenar el escenario sólo con su presencia y su eterna sonrisa. El Metropolitano se volcó con él en una gran ovación y, aunque lleva años acostumbrado a llenar grandes recintos, debe ser abrumador un recibimiento como el que tuvo anoche, con más de 50.000 personas gritando y aplaudiendo solo porque acabas de salir a hacer tu trabajo.
El sonido, para ser un gran estadio, con la reverberación que ello conlleva, me sorprendió para bien. Sonó con pegada y definición y desde mi posición en la grada pude diferenciar claramente todos los instrumentos. Incluso los solos de guitarra de Phil X, que llevará siempre el cartel de «sustituto de Sambora», sonaron nítidos y a tope. El grupo, formado por los miembros originales (Jon -voz-, David Bryan -teclado- y Tico Torres -batería-), el bajista Hugh McDonald, el multiinstrumententista Everett Bradley, y los guitarristas John Shanks y el citado Phil X, suena rodado y en plena forma. Salvo por un enorme y gran detalle: Jon ya no tiene voz.
Es algo que empezó a quedar claro desde el segundo corte, «Raise Your Hands», de su CD Slippery When Wet (1986), en el que sutilmente Jon dejaba a sus compañeros cantar los estribillos, mientras él sufría por afinar durante las estrofas. Eso sí, con un movimiento de cadera volvía a meterse al público en el bolsillo.
Como frontman sigue siendo un auténtico maestro: controla cada movimiento, sabe cuándo la cámara le enfoca y le proyectan en las pantallas, cuándo cruzar la pasarela y cuándo no. Pero no queda nada de la voz que protagonizó todos los himnos que grabó con su banda. Si la canción tiene un registro medio-grave, puede sacarla más o menos adelante (como «Have a nice day», que fue de las que mejor capeó), pero medios y agudos directamente no existen en su registro.
¿La primera prueba de fuego? «You Give Love A Bad Name», que fue la tercera en sonar y que encima tiene un inicio a capella. No hace falta ser un experto musical para escuchar que, aunque lo intenta, no llega a los tonos ni por asomo. ¿Qué sucede? Que un clásico como este es a prueba de toda inclemencia. Da igual que Jon esté fatal porque tienes a 50.000 personas coreando de principio a fin (y a unos compañeros de banda que hacen coros y armonías estupendas). De hecho, fue un momento sobrecogedor. He cubierto y vivido muchos conciertos, pero en muy pocos he visto a un público tan entregado como en esta canción. Impresiona mucho.
Después de «Born to be my baby» y su pegadizo «narananana», Jon hizo una pausa, sonrió y, emocionado, dijo: «Esta noche vamos a tocar canciones de nuestro último trabajo, pero también de toda nuestra discografía». Tras el aplauso generalizado, tocaron «Roller Coaster», uno de los singles de This House Is Not For Sale, con la que proyectaron, como no podía ser de otra manera, un parque de atracciones y una montaña rusa en las pantallas gigantes.
«Lost Highway», para la que Jon se colgó su mítica acústica negra, fue otro despropósito vocal incluso en las estrofas, aunque su compañero Phil X lo compensó con unos solos tocados con mucho gusto.
Tampoco queremos hacer leña sobre el árbol caído, pero es que, salvando las baladas «Amen», de su álbum What About Now (2013) y la mítica «Bed of Roses», en la que se vio que lo pasó realmente mal aunque la sacara adelante (incluyendo el estribillo chapurreado en español), Jon no está para cantar un show de más de dos horas como el que dieron.
Es desagradable escuchar flagrantes desafines como en «Runaway», ver cómo se queda sin respiración en estrofas que antaño clavaba sin problema, o que el clásico «Keep the faith» suene irreconocible a pesar de tener ese riff de bajo tan característico (y esa parte instrumental en la que se apreció lo fieras que son musicalmente todos los integrantes). Pero llegan esos estribillos míticos, como el de «It’s My Life», y se cae el estadio.
Me encantó el momento «Lay your hands on me», en el que todas las pantallas simularon las vidrieras de una iglesia, cambiando los símbolos religiosos por guitarras, y una iluminación estupenda. Como la canción tiene ese toque casi góspel y acabamos cantando ese estribillo, parecía que estábamos en una especie de misa rockera. O los grandes coros de Phil X que salvaron la actuación en «Wanted dead or alive» (el mismo Jon se refirió a él como el superhéroe cuando llegó el momento de presentar a toda la banda). O cuando sonó «Bad medicine» y todas las luces se tiñeron de rojo para evocar la sensualidad de la que habla la letra. Otro estribillo mítico, y otro momento para corear a pleno pulmón.
Llegamos así a los bises y la gente, consciente de que estaban viendo a un Jon muy tocado, gritó aquello de «oeoeoeoe», que es el indicativo más claro de que el público estaba disfrutando a pesar de todo.
Varios minutos después, y ahora vestido con una chaqueta blanca, Jon y sus compañeros volvieron a salir al escenario ante una nueva ovación y encararon las dos últimas canciones. La balada «I’ll be there for you» sonó muy emotiva coreada por tanta gente y «Livin’ On A Prayer» fue la definición perfecta de lo que es el rock de estadios. Qué barbaridad. Y eso que incluso aquí Jon tiró de una polémica frase pregrabada y que ya le pillaron en conciertos a lo largo de la gira (ese agudo «liiiving on a prayer» de antes del solo, que fue claramente playback).
No debe ser fácil la situación de Jon. Por el motivo que sea pierde su voz y a sus 57 años se ve en la tesitura de capitanear un barco en el que, sin la ayuda de sus compañeros, aquello sería un completo desastre. Él ha tomado la decisión de seguir adelante, de sudar y mostrar lo que hay sin ocultarlo demasiado, pero me pregunto si los fans que llenaron anoche el Metropolitano volverían a pagar lo mismo por verle sufrir encima del escenario.
Los hits, una banda buenísima, una producción de primer nivel y el karaoke masivo acaban salvando la experiencia por lo impactante que es compartir y cantar estribillos junto a otras 50.000 personas, pero no sé si eso a medio plazo podrá seguir sosteniéndose.
César Mulea
Fotos: BonJovi.com
Setlist de BON JOVI:
- This House Is Not for Sale
- Raise Your Hands
- You Give Love a Bad Name
- Born to Be My Baby
- Roller Coaster
- Lost Highway
- Runaway
- We Weren’t Born to Follow
- Have a Nice Day
- Keep the Faith
- Amen
- Bed of Roses
- In These Arms
- It’s My Life
- God Bless This Mess
- Wanted Dead or Alive
- Lay Your Hands on Me
- I’ll Sleep When I’m Dead
- Bad Medicine
Bises:
- I’ll Be There for You
- Livin’ on a Prayer
Joder, pedazo de crónica, no puedo estar más de acuerdo.
No me había pasado nunca( y he visto a Mustaine murmurar, a Stanley desafinar hasta hablando o a Ulrich perdiéndose tres veces en una canción), pero me dio pena ver cómo lo intentaba y cómo la gente lo apoyaba aunque se fuera completamente de tono.
No soy músico, pero de verdad creo que algo raro le ha pasado: hay momentos que controla pero otros que parece que no oiga a la banda ni a sí mismo (alarga más, entra a destiempo…). Incluso creo que hubo un momento que se emocionó porque se daba cuenta del destrozo que estaba haciendo (Bed of Roses fue un esperpento). De verdad, una pena.
En cuanto a su actitud, el espectáculo y a la banda, brutales, pero creo que , o encuentra una solución o es hora de pensar en retirarse.
A ver, yo estuve en la primera grada (baja) justo enfrente del escenario (puerta 22, sector 113, creo) a unos 100 metros o menos de la banda, y a pesar de tener doble juego de P.A. (altavoces generales, había 4 columnas en el escenario y otras 4 torretas en la parte posterior de la pista, frente a mí) se escuchaba muy muy mal, tanto Marea como Bon Jovi. El sonido hacía una bola irreconocible por los registros graves, con lo que canciones como «Keep the Faith» sonaban del todo irreconocibles y extrañas. Coincido con casi la totalidad de la crítica en este medio y en los demás, pero me resulta sospechoso que nadie diga que el Wanda Metropolitano tiene unas condiciones acústicas bastante mejorables. Antes de este concierto estuve en el Rock The Coast de Fuengirola y por ejemplo, los Europe sonaban increíblemente perfectos. Para llorar de cristalinos y nítidos desde todos los ángulos. En cambio y volviendo al evento que nos ocupa, no podemos negar que fue un despliegue ultraespectacular de luces, pantallas, trucos de vídeo en tiempo real, una banda dream-team,… y además no usaron nada de pirotecnia ni se echó en falta. Pero lamentablemente muchas de las canciones sonaron muy extrañas, y a mí personalmente entre la enorme bola de medios graves y las desafinaciones casi continuas de la superestrella de New Jersey, los temas míticos no me sonaron nada bien. Ya digo que es una experiencia de «sentimientos encontrados». Ver a Bon Jovi y su espectáculo: 10/10, setlist: 10/10, Sonido del Wanda: 3/10, momento vocal de Jon Bon Jovi: 5/10. Una pena, pero se le perdona porque es innegable todo lo que este pedazo de artista ha aportado a la música. Muy grandes él y su banda.
Yo creo que en el Wanda, o vas a pie de pista al frente, o la reverberación del sonido te come
Yo no puedo criticar que con 57 años lo da todo durante dos horas aunque sea una actuación regular.
En artistas con cierta edad valoro más la actitud que la calidad y pongo de ejemplo a Hetfield por decir uno
El sonido en pista (Golden circle) fue muy bueno, pero un colega fue a grada y me comentó se se oía muy mal. Lo de las gradas del Wanda es recurrente, todas la crónicas (Maiden, Bruno Mars…) coinciden que la acústica es muy mala.
PD. Brutal la cara de emoción de Tico Torres cuando la gente coreó su nombre.
Me ha gustado mucho la crónica. Muy bien redactada, muy auténtica.
No puedo estar más de acuerdo con la crónica, y en cuanto a la edad de este personaje ,como justificación del.deplorable estado vocal, no hay excusa ninguna…ejemplos como bruce dickinson 60 , michael kiske 52, klaus meine 74, ralf scheepers 56 …unos cantantes con una cierta edad y un estado vocal envidiable
Klaus 71, pero que totalmente de acuerdo.
Klaus y sus chicos tocaron también en Rock the Coast y con sus 71 años se defiende bastante, pero dosifica mucho la voz, que por otra parte no tiene la garra y pegada de antes. Sea como sea, Scorpions dio un espectáculo muy bueno en Fuengirola. Da pena ver cómo nuestros ídolos vocales/musicales pierden facultades o fallecen en el peor de los casos…
Bon Jovi tiene 57 años si, pero lleva cantando mal desde hace muchos años, solo hay que ver vídeos de conciertos hace más de una decada para ver que ya entonces apenas cantaba.
Pero ahora ya es que ni siquiera canta, es que no puede, se esfuerza, se ve que lo intenta, se concentra pero no es capaz. Ya no es un cantante y sí, el espectacular escenario y la solvente banda están muy bien, pero lo más importante, que son las canciones, se parecen muy poco a las originales, las adapta, las canta la banda o el público. Da mucha pena porque se ve que el se da cuenta y en cierto modo está incómodo. Algo debe haberle pasado, alguna operación o enfermedad porque no recuerdo a un artista de este nivel perder sus facultades tan pronto.
Jon Bon Jovi ha sido muy grande, ha hecho albumes maravillosos pero lo que lleva haciendo en la ultima década o más en directo es aprovecharse de su público. A mí me parece cuanto menos censurable esa actitud de salir de gira en las condiciones en las que está.
Saludos
Lo grave es que , con lo mal que canta , que echa a perder todas las canciones , la gente sigue pagando cientos de euros por la entrada , y sigue llenandoo recindos de decenas de miles de personas. En cambio , grupos de su mismo estilo y calidad muy superior , no llenan salas ni de unos pocos cietnos de personas , a 10 o 20 euros la entrada; perfect plan , human zoo , creye , h.e.a.t. , eclipse , hardline…..
Eso es lo triste. Esas bandas que nombras son muy buenas y no llenan las salas.
Creo que si no puede solucionar sus problemas de. voz tendria que retirarse ya que en cierta medida esta.engañando a la gente que va a sus conciertos ademas no creo que tenga problemas de dinero con lo que habra ganado en su grandisima carrera
Las productoras, e inclusive las promotoras, son conservadoras…
Y el público también!
Tienes razón: 90€ para ver a BonJovi debes de ser un pijo o de derechas
¿Y esa estupidez?
Bueno, lo de estupidez es relativo… Todo depende de cómo lo interpretes, al menos no te quedes ahí, si eres más inteligente, demuéstralo con tu argumento… De por qué no es una estupidez, ¿también tengo que pensar por ti?
acabo de ver en yutuf el tema «runaway»…se me han caído los huevos al suelo. qué ganas de llorar (y no de emoción, precisamente). y eso que esta debacle ya no viene de ahora, es verdad, pero sigue siendo como una hostia en toa la boca el ejercicio de viajar al 84 y recordar el impacto para toda la vida que supuso aquello… y luego te encuentras con esto y claro…hace sentir a uno todavía mas mayor de lo que es…
Mejor no lo puedes haber explicado…