+ WARG + EVIL SEEDS
Viernes 12 de Abril de 2019 – Sala Back Room – Bilbao
Creo que la cita de presentación de la tercera obra de ORION CHILD merecía mejores honores que los que nos íbamos a encontrar en una sala Back Room que no deja de ser el back stage de una Stage Live aledaña que hoy contaba con un evento de OT que desplazó la cita con el metal a esta pequeña sala que ya nos demostró en alguna otra ocasión no tener unas condiciones mínimas para disfrutar plenamente de un concierto.
Así lo corroboramos de nuevo, con un escenario que apenas sí levanta un palmo del suelo, la batería colocada en una zona elevada sin iluminación donde apenas era posible ver si allí se encontraba una persona y unas condiciones de luminosidad en general tan pobres que me dieron ganas de no sacar la cámara en toda la noche.
Pero en fin, así se dieron las cosas y ello no le restó mérito a los tres grupos que tuvimos oportunidad de ver esta noche. Porque entramos por la puerta con la descarga de EVIL SEEDS ya empezada, donde ya se encontraba impresionando con sus registros agudos Roma. Un vocalista que podría garantizar la continuidad por la eternidad de Judas Priest si algún día fuera llamado a filas con ese objetivo. Es uno de los pocos jóvenes cantantes que tira de esos agudos imposibles, recordando tanto o más a Ripper que al propio Halford.
Con esto, huelga decir que el estilo de la banda es totalmente deudor de los británicos. Les gustan las guitarras pesadas y afiladas, con solos doblados, los ritmos trepidantes y un estilo que es garantía para los amantes del heavy metal más purista sin complejos. Algo que tampoco deben de tener porque la banda cuenta con unas condiciones para practicarlo absolutamente abrumadoras.
Ahí quedaron temas como “Brutalizer”, con el que cerraron la noche, integrante de un EP al que ya le están buscando sucesor en forma de un próximo disco del que ya adelantaron algún tema esta noche. Una gozada para los seguidores del heavy metal más tradicional marca Judas.
Del heavy metal clásico partían WARG cuando rompieron algunos de sus componentes con lo que previamente fue Adamantium. Pero muchas cosas cambiaron, entre ellas el estilo de una banda que sin romper de lleno con el heavy metal tradicional incorporó a su sonido otro tipo de sonoridades, más eclécticas y extremas, consiguiendo un estilo de lo más original que ya se plasmó en sus dos anteriores trabajos “Back From The Shadows” e “In The Dusk Of Men” y que ahora continúa en esa senda con el nuevo “Dark Tales”, que esta noche presentaban en Bilbao.
Este trayecto ya les ha reportado un tercer puesto en el Villa De Bilbao que a mi modo de ver se pudo quedar hasta corto para la calidad que atesora la banda y el gran directo que posee. Me quedo con aquellas actuaciones para el concurso de Bilborock, donde creo que el grupo brilló mucho más en mejores condiciones.
Esta noche venían con “Dark Tales” bajo el brazo, con el cual empezaron, cuidando mucho la puesta en escena y demostrando un rodaje que es fiel reflejo de la estabilidad que lleva la formación y la continuidad en el trabajo en estos tres primeros discos. “Winter” y “The Warg In You” dejaron constancia de que la banda afianza una personalidad única que merece destacar entre la cantidad de bandas que hoy en día nos brindan su música.
“Time Will Hide” y “Hell Is Real” se encargaron de dejar constancia de que también en sus anteriores discos se esconden canciones de las que pueden tirar en sus directos sin temor a bajar un nivel muy constante en los tres álbumes. Eso sí, les costó en esta ocasión muchísimo mover a la concurrencia a pesar de su buen hacer y de que descargaron con una endiablada agresividad y motivación cada uno de sus temas.
Tras “Shub Nigurat” llegaron dos grandes momentos con temas de sus anteriores discos, como fueron “Ancient Times” y “Warg Of The Horizon”. Por supuesto que se hubieran merecido un gran wall of death que pese a la insistencia del grupo no les salió como es debido. Solo consiguieron separar la sala en dos, pero no hubo batalla cuando la banda lo requirió. El público se reservaba para los anfitriones de la velada. Pero eso no impidió que WARG se marcharan de Bilbao sin haber dejado de nuevo gratísimas sensaciones que remataron con “Dunwich Pt. 3. The Horror” y “To Madness”, de su reciente obra.
Siempre grandes sensaciones las que dejan y la constatación de que ellos ponen todo de su parte para ser recompensados con un gran reconocimiento que aún les tiene que llegar en la medida que merecen. Su trayectoria discográfica y su directo son impecables para seguir en el camino de lograrlo.
La calidad en el caso de ORION CHILD también es inmensa. Es por ello que creo que se merecían una presentación por todo lo alto jugando en casa, donde han demostrado tener mucho más poder de convocatoria que la que esta noche cosecharon en Bilbao. Tal vez en un futuro cercano lleven a cabo una actuación en mejores circunstancias y donde se puedan dar un baño masas mayor. Aunque hay que decir que con ellos el personal se volcó creando un buen ambiente en este recogido local.
Desde luego, lo que hay que hacer si te gusta el metal de una manera amplia y ajena a etiquetas es rendirte ante esa calidad que les hace pasar desde lo derroteros más power y melódicos hacia tesituras extremas, todo ello entrelazándose con una armonía que no deja de sorprender, rozando además la perfección en su forma de ejecutar en directo estos temas, llevados a cabo por unos músicos que en el plano individual son verdaderos fueras de serie, sabiendo aportar cada uno lo suyo al resultado de un conjunto deslumbrante donde las piezas encajan con precisión.
Su nueva obra es de lo más ambiciosa. Y es que al margen de lo musical “Continuum Fracture” se acompaña de una novela de ciencia ficción que ahonda en la historia que se desarrolla en la obra. Pero esta noche no se olvidarían tampoco de rescatar temazos de sus dos anteriores “A New Dark Apoligiy” e “In The Deepest Bane Of Hope”, que no creo que se queden a la zaga de su reciente entrega. Y es que llega un punto en el que cuesta distinguir entre la excelencia que disco está por encima de otro.
La banda funcionó con un engranaje tan perfecto como siempre que les hemos visto. Con Victor luciéndose con su limpio registro; un registro que modula a su antojo y que se apoya en las segundas voces agresivas Jonkol y de Jones, que tienen mucho protagonismo, al margen de su aportación como teclista y guitarrista respectivamente. Qué gran trabajo en este aspecto tan complejo que ellos aparentan hacer tan fácil. Claro que tampoco deja de ser destacable la versatilidad de la base rítmica de Jandro en la batería y Rafi en el bajo, al igual que el virtuosismo en la guitarra de Daedin. Un grupazo con todas las letras que además no se conforma con serlo, si no que han intentado y han logrado hacer algo que pueda resultar original e interesante en estos tiempos de saturación.
“The Arrival Gate” de su reciente obra abrió la actuación, continuando con “Fallen Gods” y “Calibrated And Checked”. Poco a poco se irían metiendo al público en el bolsillo, sin perder intensidad en ningún momento y demostrado que los temas elaborados técnicamente, también pueden tener gancho para arrastrar a la concurrencia en los directos.
Así ocurrió con “Sons Of The Sea” y en un “As Darkness Falls” que marcó un punto de inflexión hacia una segunda parte donde el público y la banda conectaron definitivamente. Fueron en bolandas con “Eclipse” y “Unexpected Loss” hacia una recta final que se iba anunciando con “Faraway” y que parecía cerrarse con “Beyond The Bane”.
Pero, como en todo gran concierto que se precie, tenía que haber bises, que fueron reservados para “Invictus” y un “Nuclear Horizons”, que parece haber calado rápidamente con su videoclip adelanto de disco entre una parroquia que echó el resto. ORION CHILD se ganan esa adoración y muchísima más que esperemos les llegue en futuras actuaciones donde su brillantez pueda destacar muchísimo más. Ese gran trabajo de estudio sumado a la obra literaria y un directo cuidado al milímetro bien lo merece.
Texto y fotos: Antonio Refoyo (www.lamiradanegra.es)
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Pendiente de escuchar este último disco de Orion Child, el anterior me gustó mucho y sonaba de lujo,es de los pocos grupos que me gustan sus aportaciones de voz gutural, es poca y destaca y encaja a la perfección, a ver que tal este último.