+ SKINDRED
Jueves 18 de abril – Madrid – Sala La Riviera
La última visita de DISTURBED por España fue hace 16 años (en el Festimad 2003) y es lógico que después de tanto tiempo hubiera muchas ganas de verles. El concierto de Madrid llevaba unas semanas con todo vendido, y eso que caía en festivo nacional y en pleno «puentazo» de Semana Santa.
Los invitados fueron SKINDRED, una de las bandas fijas de muchos festivales porque son fiesta y buen rato garantizados. Sus directos son explosivos y su particular estilo, que ellos llaman «ragga metal», hace que todo el mundo acabe bailando, saltando y coreando sus estribillos pegadizos.
Y eso es lo que pasó en Madrid, donde tuvieron alrededor de una hora para caldear el ambiente. Como es habitual, empezaron con la intro de la Marcha Imperial de Star Wars y a partir de ahí comenzó el espectáculo, que lidera indiscutiblemente Benji Webbe, el vocalista del grupo británico y que, a pesar de sus 52 años, es puro nervio. Desprende una energía brutal, conecta genial con la gente y cumple con su papel como cantante.
«Big Tings» fue la encargada de inaugurar la velada y con ese riff inicial tan rítmico consiguieron que toda la sala se pusiera a dar palmas. Empezaron con un sonido bastante embarullado, con mucha bola de bajo. Se acabó corrigiendo aunque no consiguieron sonar 100% bien.
En «Pressure» no esconden una de sus principales influencias: AC/DC. Tocaron un pequeño fragmento del «Back In Black» y empalmaron con «Machine», nueva canción que me recordó a una mezcla entre DEFTONES, RAMMSTEIN y los propios AC/DC. Muy pegadiza y cañera y en la que, por cierto, también canta el guitarrista de la formación, Michael Fry.
KORN o LIMP BIZKIT son otras de sus grandes influencias, y se apreciaron en «Pass it on» o «Ninja», que hicieron bailar a la gente con esos ritmos tan tribales.
Algo que sabe hacer Benji es jugar con la audiencia. Aparte de bromear y picar constantemente a uno de los dos lados del público, consiguió unos coros geniales, como en «That’s my Jam», que todo el mundo acabó cantando.
Se reservaron para el final «Kill the power», muy reivindicativa, «Nobody», su particular hit, y «Warning», en la que, como es tradición, mandaron a la gente que se quitara las camisetas para moverlas como un ventilador. Probablemente no hará falta que explique que es mejor idea hacerlo en un festival veraniego al aire libre que en una sala cerrada, ¿verdad?
Muy buen show de SKINDRED, que, de las veces que les he visto en directo, nunca defraudan. Volverán a España dentro de su gira propia en diciembre de este año.
Setlist SKINDRED
- Marcha Imperial (Intro)
- Big Tings
- Selector
- Pressure
- Machine
- Pass it on
- Ninja
- That’s my jam
- Kill the power
- Nobody
- Warning
Mucho ha pasado desde la última vez que DISTURBED estuvo tocando por España. Quizá lo más reseñable fue el pelotazo que dieron con su versión de Simon & Garfunkel en el año 2015, «The Sound of Silence», que incluyeron en su álbum Immortalized, y cuyo videoclip oficial acumula casi 520 millones de reproducciones en YouTube. Fue un gran salto para su carrera y lo que les llevó a llenar recintos mucho más grandes por todo el mundo.
Su visita además coincide con la publicación de Evolution, su último CD y sobre el que gira la producción que llevan en directo, básicamente presidida por una pantalla al fondo sobre la que van proyectando distintas imágenes. Además, traen su propio equipo de cámaras para ir mostrando en pantalla lo que sucede en el escenario (muy habitual en bandas que tocan en recintos grandes). Las luces también las cuidaron mucho aunque lo que más destaca es el sonido, que fue estupendo.
Arrancaron con «Are You Ready», uno de los singles de Evolution y también una de las canciones más pegadizas. La gente se volcó desde el minuto uno y se notó en el ambiente mucho.
David Draiman es el dueño y señor del escenario, a pesar de que su actitud es más bien seria y de concentración. Ya son 45 años los que tiene y se nota que desde el principio intenta dosificar para dar lo mejor de sí mismo. En líneas generales cantó bien, aunque tuvo algunos deslices que, por lo que vi, tienen que ver con el cansancio. No fueron desafines por no llegar a una nota, eran gallos por tener la voz cansada. Llevan con la gira de Evolution desde enero de este año y no han parado desde entonces (y tienen fechas hasta octubre), así que, sin querer justificar esos errores, creo que es normal que sucedan cuando llevas cuatro meses seguidos tocando y viajando por todo el mundo.
Sus compañeros de banda ejecutan con maestría las canciones. Hace unas líneas aplaudía el sonido, pero es que realmente parecía que estaba sonando el disco de tan bien que lo hacían. Hubo tiempo para solo de guitarra, de bajo y de batería, así que es algo de lo que les gustará fardar, como es lógico. El estado de forma de DISTURBED es muy bueno, y eso que todos son unos señores más cerca de los cincuenta años y con sus respectivas familias haciendo metal.
Sin embargo, hay algo que como espectador eché en falta: pasión. Por momentos me dio la sensación de que estaba viendo a unos «oficinistas del metal», que llegaron para hacer su trabajo y que ya estaban pensando en el siguiente día de trabajo. No me transmitieron la fuerza ni la garra que tienen muchas de sus canciones, aunque sí hubo momentos emotivos como comentaré ahora. E insisto que a nivel de ejecución, sonido o producción no se les puede poner apenas pegas, y creo que los fans disfrutaron de lo lindo, pero a mí me faltó el hambre con el que sí salen otras bandas de su nivel (una de las últimas que vi en esta misma sala y que puedo mencionar, por ejemplo, es BEHEMOTH, que son diferente estilo, sí, pero llevan gran producción y salen a por todas).
Puede que lo que en realidad pasase es que saben medir sus esfuerzos y que para ofrecer casi dos horas de concierto en una ciudad diferente cada fin de semana prefieren ser más contenidos para dar una actuación a la altura. En cualquier caso, es algo de lo que quería dejar constancia y que es una apreciación totalmente personal.
¿Y el repertorio qué tal? Creo que lo eligieron muy inteligentemente. Metieron canciones de sus siete discos, aunque se centraron en Evolution, The Sickness y Ten Thousand Fits, estos dos últimos, probablemente, los favoritos de los fans.
Después de despachar «Prayer», «The Vengeful One» y «The Animal», David cogió el micro para decir «Hola, Madrid», en español, para continuar con el típico «es todo el español que sé». Aprovechó para dar un discurso muy inspirador en el que reconoció que «ha pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvimos aquí, pero recuerdo lo loco que es el público aquí». Terminó diciendo que la intención del grupo con sus conciertos es que la gente se evada durante unas horas de la realidad y de los problemas porque «cuando cantas una canción al lado de alguien no importan las políticas, las religiones ni el dinero. Somos uno, una familia». Y empezaron a tocar «Stupify», que fue muy bien recibida, con todo el público cantando y saltando.
La versión de Genesis «Land of Confussion» fue uno de los puntos álgidos, en la que aprovecharon para poner en la pantalla del fondo una especie de karaoke para que la gente cantara. En este tema fue también en uno en los que David tuvo alguno de esos deslices vocales que comentaba.
Con «Hold on to memories» vivimos el primero de los momentos más emotivos de la velada. Es una balada en la que David pidió a todo el mundo que sacara «los móviles, mecheros, lo que sea» y acabó bajándose al foso para cantar desde allí. Muy aplaudida.
Tras los solos de bajo y de batería, retomaron la caña con «Ten Thousand Fists» y «The game», esta última diría que la más contundente de todo el set. Muy bien ambas.
Y llegó entonces el turno de otro momento emotivo. Antes de encarar «A Reason to Fight», otra balada de Evolution, proyectaron sobre la pantalla la traducción en español de la voz en off de David narrando un discurso antisuicidio y antidrogas en el que acabaron poniendo los contactos y teléfonos de FAD y de la ONG Teléfono de la esperanza. Sonó muy bonita, David cantó con mucho feeling (y sí, también algún desliz) y luego acabó explicando que está «cansado de perder amigos por las drogas o la depresión», y mencionó a Chester Bennington, Vinnie Paul o Keith Flint. Terminó explicando que ni los problemas con las drogas o la depresión son únicos a personas famosas, y pidió allí mismo que levantara la mano quien hubiera padecido algo parecido. Después hizo que mirásemos a nuestro alrededor y concluyó con un «no estáis solos» y, finalmente, con un «Son enfermedades y pueden afectar a todo el mundo. Si tenemos que llevar a un amigo a golpes a rehabilitación lo hacemos. ¿Estamos de acuerdo?». El aplauso fue brutal y emotivo.
Tras «Watch You Burn», quizá la que más me sobró de todo el repertorio, llegó «The Sound of Silence», para el que sacaron un teclado, un set de percusión e invitaron a dos chicas a tocar la sección de cuerdas. ¿Para una sola canción hicieron todo eso? Pues sí, pero es que el resultado fue espectacular. La interpretación de David es sobrecogedora y sí, había gente cantando, pero creo que la mayoría nos quedamos simplemente atónitos escuchando y disfrutando del momento. Con razón triunfaron tanto con esta versión.
Se acabaron los momentos emotivos y tocaron la popular «Indestructible» e «Inside the fire» del mismo álbum, que pusieron la sala patas arriba de nuevo. Cuando David dijo «gracias, buenas noches» no engañó a nadie: no podían despedirse aún.
Tras unos breves bises en los que la gente gritó «otra, otra» y el tradicional «oeoeoeoe», DISTURBED volvió a salir al escenario y, ahora sí, les vi sonreír a todos casi por primera vez en toda la actuación. ¿Señal de satisfacción por el trabajo bien hecho?
Para la balada «The Light», el grupo cumplió con su particular ritual de subir a alguien del público al escenario con ellos. En este caso le tocó a dos chicas de la primera fila que fliparon en colores a pesar de que no parecieron entender muy bien a David, que les dijo que se dio cuenta de que se emocionaron mucho en «Hold on to memories». Tocaron la canción con ellas dos sentadas al borde de la batería y, aunque fue otra balada más, fue bien recibida.
La recta final fue con «Stricken», recibida como el clásico de la banda que es, «No More», más rockera, y «Down with the sickness», broche de oro para un concierto en el que se despacharon a gusto durante dos horas, con gran profesionalidad y con un show dinámico y variado. Seguro que los fans se fueron contentos a casa y pidiendo que no tarden otros 16 años en volver.
Setlist DISTURBED
- Are You Ready
- Prayer
- The Vengeful One
- The Animal
- Stupify
- Solo de guitarra
- Voices
- Land of Confusion (versión de Genesis)
- Hold On to Memories
- Solo de bajo
- Solo de batería
- Ten Thousand Fists
- The Game
- A Reason to Fight
- Watch You Burn
- The Sound of Silence (versión de Simon & Garfunkel)
- Indestructible
- Inside the Fire
Bises:
- The Light
- Stricken
- No More
- Down With The Sickness
Texto: César Muela
Fotos: Óscar Gil Escobar
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Bueno, han pasado por aquí 16 años después, y lo raro es que lo hagan ahora para actuar en salas de 2000 personas viendo en los recintos en los que actúan en otros paises.Y no han necesitado de esa versión de «The sound of silence» para actuar en ellos.Sin ir más lejos 5 de sus 7 discos de estudio entraron en el número 1 de ventas en USA,y muchos de ellos también en otros países.
Ojalá no tarden otros 16 años en venir y la próxima vez no esté tan confiado y me compre la entrada antes. Me he quedado con las ganas de verlos, por vez primera, menos mal que anoche vi un gran concierto en Sevilla, con ORPHANED LAND y SUBTERRANEAN MASQUERADE. Gran ambiente en la Sala Custum sevillana.
A mi me ha pasado lo mismo, con las ganas me he quedado.
si con 45 años tiene que ir dosificandose …mal vamos jajaja