+ NO SLEEP FOR LUCY
Sábado 16 de Marzo de 2019 – Sala Mon – Madrid
¡La reina del metal está de vuelta! En realidad nunca se ha ido, pero sí que es cierto que echábamos en falta a Doro Pesch en el fragor y la intensidad de una sala de conciertos de un tamaño medio como la sala Mon de Madrid (antigua Penélope).
Por fin, la guerrera germana regresaba a nuestro país y lo hacía acompañada de una banda como NO SLEEP FOR LUCY, de la cual teníamos bastantes pocas referencias.
La apertura de puertas de la sala se adelantó un cuarto de hora para permitir la entrada ordenada de la gran cola que ya aguardaba la espera para entrar a la sala, y es que hay que recordar que el concierto de hoy estaba “sold out”, no quedaba ni un billete, y eso que comprobábamos cómo no quedaba ni un sólo ticket en taquilla ya que eran algunos los que probaban suerte tras esperar una inmensa y duradera cola recibían definitivamente un “no hay entradas” por respuesta. Entrada apabullante, noche preciosa en Madrid con un tiempo casi veraniego, sonido limpio para lo que es la sala, y un ambiente espectacular para recibir a los artistas sobre el escenario.
Poco antes de las ocho de la noche, recibíamos ya en el escenario a NO SLEEP FOR LUCY. El cuarteto sueco aparecía en escena con un gran telón en su espalda, cubriendo la batería de DORO con el logo de la banda y el dibujo del disco que hoy nos presentaban, un “Until The End” muy bien producido que hay que saber defender en directo, y que empezaban a hacer con “Bleeding”. El sonido del grupo está un poco fuera de lugar para telonear a DORO, quizás si traes a esta banda con una banda más melódica habría encajado mejor, y aunque consiguieron mantener al público atento, estaba claro que no era el marco perfecto para lucir el día de hoy.
Estamos hablando de un sonido muy mainstream americano en el que hay que destacar cortes como “Closure”, en el que el vocalista Lukas Meijer (conocido por su paso por Eurovisión presentando “Light Me Up” con Polonia), se armaba de guitarra acústica para dejarnos con un buen medio tiempo, mientras “Feel Alive” nos muestra el lado más alternativo del combo de Estocolmo, mientras “Going Down” suponía el cierre de un set que no nos terminaba de enganchar, aunque hay que reconocer que la banda tiró de galones para mantenernos atentos y salvar una actuación “peligrosa” por el contexto con solvencia.
Y ahora si, la “metal queen” llegaba a la capital, y lo hacía con el combo de los últimos años, es decir, Nick Douglas al bajo, Luca Princiotta y Bas Maas a las guitarras (el primero también a los teclados), Johnny Dee a la batería, y un invitado especial que aparecería a mitad de show como el gran Tommy Bolan a la guitarra solista, rememorando los tiempos del “Triumph And Agony” de Warlock por momentos. A eso de las nueve de la noche, el hilo musical dejaba de sonar y se apagaban las luces, llegaba la hora. Doro aparecía hiperactiva como siempre sobre el escenario, con ese rubio platino inconfundible y fundida en cuero como es habitual en ella, llenando las tablas con luz propia, es increíble el carisma, la fuerza y la personalidad que demuestra la señorita Pesch.
Por ella no pasan los años y quedó demostrado desde el inicio con “Raise Your Fist” y “Earthshaker Rock”, uno de sus últimos hits, y un clásico que barrió la pista con fuerza, donde el calor empezaba a ser notable, aunque el aire acondicionado de la sala funcionaba a la perfección en este caso. “Bastardos” con ese estribillo en castellano enlazaba con otro clasicazo como “Burning The Witches” con un público entregadísimo en todo momento ante la constante comunicación de la jefa, éramos completamente suyos. “The Night Of The Warlock” era coreada por toda la sala con ese estribillo tan mágico, otro de esos momentos que probablemente queden plasmados en un futuro DVD, y es que hay que recordar que hubo cámaras durante el show que se encargaban de grabar desde las horas previas del show hasta el final del mismo (veremos si el resultado es positivo y puede ver la luz).
Más clásicos como el archiconocido “East Meets West”, con Doro haciéndonos cantar con ese movimiento tan particular suyo de los cuernos en ambas manos mientras agita su melena hacia arriba y hacia abajo, única. Momento genial para continuar con la noche, y es que aparecía el mencionado anteriormente Tommy Bolan en esta parte del show, y lo haría durante todo el concierto. Mientras, Doro nos comentaba que había una canción que querían recuperar únicamente para esta noche, y que Madrid para ello es especial y merecía escuchar “Kiss Of Death”, ¡qué joya poder escucharla en directo tras mucho tiempo! Tras ello, Doro Pesch se volvía a dirigir al público para comentar que todos esperábamos una balada como “Für Immer”, pero que también querían dejarnos con una preciosa balada más nueva como “Make Time For Love”, que funcionó a la perfección.
Y otro éxito entre éxitos llegaba con contundencia como “I Rule The Ruins”, con un público dejándose los pulmones en cada nota, entrega absoluta, enlazando después con “Three Minute Warning”, otro tema de la época Warlock de la belleza alemana. Momento ahora para el solo de batería de Johnny Dee, quien tras un solo bastante rítmico y colaborativo, se animaba a comenzar como es habitual “I Love It Loud” de Kiss con él mismo cantando mientras aporreaba ese ritmo inicial en su batería. Y tras ello, vuelta a las hostilidades con “Blood, Sweat and Rock ‘n’ Roll”, otra de las más nuevas, pero que funcionó como un clásico de toda la vida, ritmo frenético, estribillo facilón y coreable, y puro rock ‘n’ roll para poner la pista boca abajo, de nuevo con unos coros marcados por el propio Johnny, Luca, Nick y Bas perfectos.
Sonido limpio, y esa intro de teclado tan bonita que da paso al redoble de Johnny, o lo que es lo mismo, llegaba “Für Immer”, palabras mayores, es imposible que no se te pongan los vellos de punta mientras escuchas a todo Madrid fundirse a una sola voz con la artista teutona, sin duda el momento más emotivo (como es habitual), pero en una sala tan llena a reventar y con un ambiente de música tan palpable coge una dimensión inexplicable, llega como diría la canción “muy dentro de mi corazón”. Derroche brutal de energía de una Doro que llegaba al rush final de la noche con “All For Metal”, otro nuevo hit que ha calado con fuerza en el set.
Tras una breve despedida, la banda volvía rápido a escena para continuar con los bises. Ahora sonaba un apoteósico “All We Are”, todo un himno coreado de una forma ensordecedora por un público enfervorecido. Son muchos los conciertos en los que hemos estado, pero conciertos como los de Doro son muy difíciles de igualar en intensidad, nunca perdona, nunca falla, siempre sigue igual de cañera y de arrasadora, es un verdadero volcán en el escenario.
Enganchaban con “Touch Of Evil”, en la que quizás comenzábamos a ver un poco la fatiga vocal de Doro (ya era hora después de no parar sobre el escenario), aunque para cerrar elegirían una perfecta y más que necesaria “Metal Tango”, un fin de fiesta por todo lo alto, con una noche que esperemos que haya sido grabada con éxito, porque las condiciones fueron las mejores para disfrutar de uno de los mejores conciertos de lo que va de año sin lugar a dudas. Hora y cuarenta y cinco minutos de una excelente dosis de metal en la que DORO vuelve a demostrar que sigue devorando escenarios allá por donde pasa, ¡qué poderío, qué garra, qué fuerza!
Texto: Óscar Gil Escobar
Fotos: Mikel Masa
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Mucho Doro, pero como siempre el mismo setlist, las canciones de Warlock.
Sin entrar en polemicas, me gustaria saber, cuanta gente iria a un concierto de Doro si no tocara ninguna de su antiguo grupo.
Pues no se la gente que iría, pero el ver a una señorita que después de 35 años y sin absolutamente nada que demostrar, no pierde la sonrisa antes, durante y después del concierto NI UN SÓLO SEGUNDO y demuestra tener la ilusión del primer día en lo que hace, además de marcarse bolazos como el del sabado, creo que es de admirar. Ya podían tomar nota muchos otros, que parece que encima casi hay que pedirles perdón por ir a verlos
Ya, muy correcto todo lo que comentas, de hecho estoy de acuerdo contigo.
Pero podia hacer todo eso que dices con su obra en solitario, que para eso tomo ese camino.
Te lo dice uno que por edad compro todos los vinilos de Warlock cuando salieron y aun sigo escuchandolos con mucho placer.
Sólo dos apuntes: no sé por qué se considera que las tres últimas canciones son bises si la banda no abandonó el escenario en ningún momento (salvo para el solo de batería) ni se despidieron, sólo hicieron la típica presentación miembro a miembro (perdón por no usar la palabra miembra, pero soy incapaz).
Y, por otro lado, los agudos/falsetes de Doro hace tiempo que pasaron a mejor vida. Ya lo canta todo en su tono natural (salvo un par de grititos puntuales), en el que se encuentra cómoda y en el que mejor le aguanta la voz. Y que conste que no es una crítica, es sólo una observación (a la inmensa mayoría de los cantantes les pasa tarde o temprano).
Nadie opina sobre la desmesurada e innecesaria actuación de Tommy Bolan. Él era un invitado, no el protagonista, alguien se lo debería decir…
Si al menos tocara bien…
Ahora que lo decís, totalmente de acuerdo, salvo que más bien habría que definir lo que hizo como sobreactuación. Eso sí, los de la mesa parece que ya le conocían y la mayor parte del concierto pusieron su guitarra a un volumen un poco menor que la de los otros jejeje.