+ BEARTOOHT + POLARIS
Viernes 25 de Enero de 2019 – Sala Santana 27 – Bilbao
Después de una semana ininterrumpida de temporal por el norte, había ganas de escapar de la lluviosa rutina y poder dejarse caer por un concierto de cierto calibre. La conocida banda de metalcore ARCHITECTS tocaba de refilón la península con dos paradas en su itinerario que les llevaba primero a Barcelona y después hasta Bilbao.
Uno de los estilos musicales que mejor ha sabido evolucionar y ganar peso hasta convertirse en un estandarte fundamental del rollo es el metalcore. Un género que goza de mucha popularidad ahora mismo y que refuerza la regeneración necesaria, sumando un amplio público muy joven a sus filas, como pudimos contrastar nuevamente dentro de una sala donde la media de edad no creo que superaría los veinticinco. Inevitable ensalzar el avance de bandas colegas como las que ocupaban y que hemos disfrutado en festivales como el Resurrection Fest.
Por motivos laborales llegamos a la sala con POLARIS ejerciendo sobre las tablas y lo primero que nos impresionó fue ver la inmensa cantidad de gente que colonizaba la sala y a las cuadrillas de chavales que calentaban el gaznate en los alrededores del recinto.
POLARIS
Con el duro papel de abrir la sesión, los australianos POLARIS salieron imponiendo ese estilo correoso que exhiben en directo. El quinteto de Sídney salió a tope comandado por su dinámico lider Jamie Hails siempre desprendiendo energía por los cuatro costados. Aprovecharían su escueto lapso disponible, tan sólo treinta minutos para repasar sus dos Eps y en especial su nueva obra The Mortal Coil.
La comparecencia de la banda tuvo varios puntos fuertes en lo visual, como las continuas exhibiciones al mástil donde los punteos se clavaban con minuciosa precisión en nuestras molleras.
Su vocalista descollaría frente a todos recorriendo el escenario sin parar de moverse como un enloquecido y quedándose prácticamente sin aliento, demostrando estar hecho de una pasta impresionante. Fascinaron a una concurrencia que abarrotó temprano el recinto conscientes de sus credenciales y a los que agasajaron con cortes tan soberbios como "Casualty", "Dusk to Day" o la inmensamente incisiva "Consume".
Su vibrante puesta en escena fue correspondida por una muchachada que no dudó en abrir un enorme mosh pit en la parte central de la pista que quedaría inaugurado para todo el resto de la noche.
BEARTOOTH
Los segundos en liza fueron los americanos BEARTOOTH, otro de los puntales del día ya que visitaban el país por primera vez. Después de un cambio de escenario bastante ágil y con el telón de fondo divisando el panorama, nos preparábamos para disfrutar del recital. En línea con el guión previsto de la gira, desarrollaron un repertorio que entremezclaba canciones de su flamante trabajo Deasease junto a varios de sus pilares fundamentales en su catálogo y que además respetaban los tiempos que venían manejando durante la gira.
A diferencia de sus predecesores, su vocalista no despuntó a nivel de energía y reservó todos sus recursos para realizar una interpretación muy potente dentro del toque singular que aportan a sus canciones sobre las tablas. Resultaron especialmente destacados y concisos en la conexión de todos sus integrantes, rallando a un altísimo nivel durante su comparecencia. Abrieron la velada con una impecable "Bad Listener" y siguieron en la misma tónica con cortes tan recios como "Aggresive" o "The Lines". La audiencia entonaba los temas con brío y se batía el cobre en una pista que cada vez se apretaba más. Incluso en los costados se hacía complicado avanzar a por una bebida para refrescarse. Intercalaron un sorprendente y prescindible solo de batería que parecía más una prueba de sonido que una exhibición para alardear ante el personal y que rápidamente con tino enlazaron con una fulgurante.
"Manipulation" que iniciaba la recta final de su show. Reservaron una apabullante traca final que contenía favoritas del nivel de "In Between", "Body Bag" y las recientes "You never know" y "Desease" que certificaron su calidad, coronando una redonda actuación de tres cuartos de hora, en la que la concurrencia también tuvo mucho que ver en el éxito del bolo sin parar de vociferar y agitar el patio.
ARCHITECTS
Llegaba el turno del plato fuerte de la noche. Bajo unas potentes ráfagas de luces blancas, irrumpían en escena los ingleses para acometer el primer tema de la noche "Death is not Defeat" y con la que de paso dejaban claro el respaldo a su reciente trabajo Holy Hell. Una obra aclamada por la crítica especializada. Lo concatenaron con vehemencia con otros estandartes como "Modern Misery", "Nihilist" o "Broken Cross" convirtiendo la sala en un hervidero.
El escenario estaba escuetamente engalanado con una pasarela frontal que ya habíamos divisado con sus invitados y un potente juego de luces que dibujaría la atmósfera embriagadora en la que se gustan dejar envolver los ingleses. Un juego de luces absolutamente preciso, sensacional e imponente aunque a ratos diese la sensación de ser un montaje demasiado artificioso. Sam Carter comandó al quinteto con garra y supo arengar a la entregada audiencia dirigiéndose con muchos galones. La muchachada se desgañitaba y no paraba ni un solo segundo creando moshpits continuamente o incluso realizando crowdsurfing de un lado para otro de la sala.
Insertaron una fascinante versión de "Holy Hell" adornada con un espectacular juego de luces y unos potentes cañonazos de CO2 a los que daba la sensación de quedárseles pequeña la sala. Proseguirían sin perder fuelle con una batería intratable de temas compuesta por las penetrantes "Royal Beggars", "Gravedigger”, "Mortal After All" y "Downfall". Aún quedaba tela que cortar y atacaron una de sus piedras angulares "Naysayer" con la que rebasaron todos los listones.
Un tema cargado de furia, odio y emotividad. Retrocederían a tiempos pretéritos para repasar "The Colours Don’t Run" toda una declaración de intenciones con la que sentar cátedra en la materia. Insuflarían nuevamente rabia a paladas en cortes tan vigorosos como la intensa "A Match Made in Heaven" y "Hereafter".
Iban transcurriendo los minutos y sin darnos prácticamente cuenta culminarían su comparecencia poniendo el colofón con temas tan memorables como la inevitable "A Wasted Hymn" un tema cargado de significado y un triplete infranqueable para poner la puntilla compuesto por "Memento Mori", la emotiva "Gone with the Wind" en la que visionamos las iniciales T//S de fondo y la fascinante "Doomsday", imprescindible para poder zanjar la velada.
Texto: Txema Garay
Fotos: Fran Labrada (Correspondientes al concierto del Jueves 24 de Enero de 2019 – Sala Razzmatazz – Barcelona)
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