Viernes 25 de Enero de 2019 – Sala La Riviera – Madrid
El propio Víctor García reconocía entre canción y canción que no sabía por qué WARCRY llevaba tres años sin tocar en Madrid, aunque probablemente ése fuera uno de los motivos para que la banda asturiana llenara La Riviera dos noches consecutivas. Había muchas ganas de verles en directo por la capital y se notó en todos los sentidos, pero sobre todo en el ambiente y cómo recibió el público cada tema.
Esta crónica es del show del viernes 25 de enero, que añadieron a posteriori tras agotar las entradas del 26 de enero.
Unos quince minutos después de la hora anunciada, empezó a sonar una intro muy épica y en la pantalla que presidía el escenario se proyectaron imágenes de los integrantes actuales de WARCRY. Enseguida la gente empezó a animar al ritmo de la música con los típicos “eh, eh, eh”.
Arrancaron con “Alma de conquistador” y el público estaba totalmente volcado. A nivel de escenografía WARCRY optó por la pantalla del fondo con imágenes, animaciones y letras y nada más. A los dos lados pusieron dos plataformas para la batería y el teclado que tenían el logo de la banda debajo y ya está. Prefirieron ser simples y que los protagonistas fueran ellos mismos y sus canciones.
El sonido estuvo correcto durante toda la actuación. Cada instrumento se distinguía bien, aunque reconozco que no me gustó nada la batería. Sonó apagada, falta de fuerza, que es todo lo contrario a lo que me pide un concierto de WARCRY. El bombo apenas estaba definido y la caja no tenía pegada. Y no es que fuera desde un punto concreto: me aseguré de escuchar el concierto desde diferentes lugares y mi diagnóstico seguía siendo el mismo. Por supuesto, es una apreciación personal pero que, en mi opinión, restó contundencia al resultado final.
Fue un concierto de dos horas y media, así que se resarcieron de sobra por los últimos años sin venir. Además, el repertorio fue bastante complaciente. No escatimaron en tirar de las canciones más queridas entre los fans y no se olvidaron de su último CD, Donde el silencio se rompió. Me gustó mucho que se acordaran especialmente de ¿Dónde está la luz? y Alea Iacta Est, que son, en mi opinión, dos de sus mejores discos.
Como ejemplo de ello están “Nuevo mundo” y “El anticristo”, que pusieron una detrás de otra. La gente estaba acabando los versos sin que Víctor dijera nada, y él devolvió el cariño con sonrisas y gestos de agradecimiento. Sin duda, la predisposición del público le vino genial al cantante, que ya en la presentación de cada tema se notaba desgastado, con una voz que le patinaba, aunque luego no tuvo problemas para encarar las canciones, todo sea dicho. Pablo García también ayudó con unos coros muy correctos y que le vienen bien a las melodías tan armonizadas que suelen tener las canciones de WARCRY.
Por cierto, lo de Pablo García es un auténtico placer. Da gusto verle tocando. Aparte de que es muy carismático y conecta genial con la gente, su ejecución es pristina. Es, de lejos, uno de los mejores guitarristas de nuestro rock y solo por eso merece la pena ver en vivo a la banda. Todo un lujo.
Como fueron más de veinte canciones las que interpretaron puede ser un poco tedioso detenerse en cada una de ellas, así que me centraré en las que para mí fueron más destacadas. El propio Víctor apuntó que el repertorio para el sábado sería diferente y también dijo ser consciente de que habrá gente que prefiriera las canciones de un día y no las de otro, pero ese ha sido el mundo de los setlists de siempre.
“Aire” creo que fue uno de los puntos álgidos. De por sí es un tema muy cañero, pero en directo es muy explosiva y la gente enloqueció al escucharla.
Las intervenciones del violinista Vasko Vassilev fueron también de lo mejor de la noche. El búlgaro es todo un virtuoso pero también un showman. Anima y conecta estupendo con la gente, así que cuando tocó su pieza instrumental “Voodoo Violin” junto a WARCRY el público alucinó y aplaudió mucho.
Del nuevo disco fueron especialmente bien recibidas “Odio”, muy pesada y contundente, “Así soy”, que tiene todas las papeletas de convertirse en otro “Trono del metal” (como curiosidad, Víctor se animó en uno de los estribillos a cantarlos a lo MANOWAR, con gritos heavies sobreagudos), y la balada “No te abandonaré”, que ganó puntos extra de emotividad por el precioso violín de Vasko.
Tras “Perdido”, otra más del ¿Dónde está la luz? que funcionó genial, Pablo decidió arrancarse con un medley instrumental con temas de Yngwie Malmsteen, Michael Jackson e incluso el tema de Oliver y Benji. Un momento muy simpático, desde luego.
Por supuesto, los clásicos de la banda no defraudaron. Desde la balada “Nana”, que con Vasko sonó estupenda y que el público coreó a tope, pasando por la aguerrida “El guardián de Troya”, una de las joyas del heavy patrio, y “Trono del metal”, que es indiscutiblemente una de las favoritas del público.
Tras la pausa antes de los bises, la gente empezó a cantar el estribillo de “Tú mismo” (“nada hay bajo el sol que no tenga solución”), una señal bastante obvia de la canción que querían escuchar y que todavía no habían tocado. Volvieron a salir al escenario para tocar “El amor de una madre”, que es preciosa pero que quizá no termina de encajar en unos bises, donde la gente espera la traca final.
Para acabar, eso sí, “Tú mismo” y “Hoy gano yo”, de nuevo con Vasko Vassilev, fueron el remate para una noche que fue pensada por y para los fans que, sin duda, salieron más que satisfechos de las dos horas y media de show que acababan de ver.
Setlist de WARCRY
- Intro
- Alma de conquistador
- Nuevo mundo
- El anticristo
- Rebelde
- La carta del adiós
- Siempre
- Aire
- Cielo e infierno
- Amistad
- Voodoo Violin (con Vasko Vassilev)
- La muerte de un sueño
- Odio
- En un lugar sin Dios
- No te abandonaré (con Vasko Vassilev)
- Perdido
- Muerte o victoria
- Nana (con Vasko Vassilev)
- Así soy
- Espíritu de Amor
- El guardián de Troya (con Vasko Vassilev)
- Trono del metal
Bises
- El amor de una madre
- Tú mismo
- Hoy gano yo (con Vasko Vassilev)
Texto: César Muela – Twitter
Fotos: Mikel Masa
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Ndr.: Gracias por todo a MadTown Days by Jim Beam y Production Manager
Pienso que WarCry esta lejos de lo que fue, por lo menos para mi… Pero un concierto de 25 temas siempre merece la pena
El concierto estuvo espectacular, además fueron 2 horas y media, que pocas veces se ve ya esto. En cuanto a los temas, pues hubo una cosa clara que del último disco (porque del Inmortal solo tocaron
Siempre) quitando el estribillo de «Rebelde» y «Así soy» la mayor parte de la gente no las cantaba, y la banda debería darse cuenta de esto.
Y Capitán Lawrence, que siempre fue una fiesta, nada.
Me hubiera encantado ir, tengo pendiente a Warcry fuera de un festival.
Hace poco me puse, por circunstancias de la vida, el Directo a la Luz despues de muchos años sin hacer amago de escucharles.
Menudo bodrio, pero si van entrando en nuevas generaciones, bien por ellos.
Si el directo a la Luz uno de los mejores discos en directo que he escuchado, gracias por recordarlo. 😉
Es que se me hace cansino escuchar a Victor Garcia estar todo el rato hablando como si fuera un speaker de un estadio de futbol. Por otro lado el gusto por un exceso de organillo ya se me pasó hace tiempo. Es una cuestion personal, claro está.
Tu calificativo es: bodrio? En serio?
WarCry tuvieron un gran momento desde «El sello de los Tiempos» hasta «La quinta Esencia», donde destacaron por méritos propios. Ahora es otra historia, con menos talento compositivo y más edad… Pero ni lo que hacen ahora es bodrio…….. Tendrás otros gustos o necesitas un lavado intenso de oídos..
Es una cuestion de gustos. En su día me gustaba, ahora me parece increible que escuchara eso con ganas. Mis oidos están limpios, pero gracias por recordarmelo.. 🙂
Me parece un poco injusto, me gusta muchísimo más los temas del Viernes y yo fui el sábado.
Pero aun así un puto conciertazo!!!