+ MIGHTY THOR + DIAMANTE ROJO
Sábado 24 de Noviembre de 2018 – Circo Volador – Ciudad de México
De la música y el teatro
Después de la inmensa expectación por el regreso de STRAVAGANZZA, la gira de reunión pasaría por la Ciudad de México a un ya mítico Circo Volador, en donde se congregarían fanáticos y músicos por igual para darle cara a lo que sería una suntuosa noche metalera.
Para empezar la velada, DIAMANTE ROJO, una banda proveniente del bajío mexicano, deslumbraría con un corto – pero sumamente efectivo – show. Comenzando con “El Último Horizonte” y junto bajo un estribillo que pregona “Alcemos la voz”, el grupo salía ante la cámara baja del Circo Volador a demostrar de qué estaban hechos.
Los guitarritas, Rafael y Arturo precisaban la sinergia que tenían con sus compañeros Wladeck y Yael, un virtuoso baterista y un preciso bajista, respectivamente, que junto a los ya mencionados forjaban el Speed Metal del que hacía gala la canción. Continuarían con “Infierno y Gloria”, un tema bastante ornamentado y mi favorito dentro de las canciones que presentaron ese día debido a la distinta gama de sonidos que posee la canción, desde partes que remotamente me recordaron a un Nu Metal bastante robusto hasta un heavy metal tradicional digno del headbang más furioso; en este corte Garrisan, el cantante del grupo, hacía demostrar su valía como frontman y comandó al público del Circo Volador durante el tema, obteniendo bastantes rugidos de aprobación en consecuencia de su actuar.
Tirando la casa por la ventana y sorprendiendo a los oyentes, DIAMANTE ROJO interpretaría una versión de “Maldito Corazón” de SARATOGA, rompiendo por primera vez al Circo Volador (de las bastantes veces que se haría esta noche) y mostrando de una maestría sublime para adaptar a su estilo la canción. Me llamó mucho la atención los arreglos que Shik, el tecladista, hizo a través del tema, que mezclaba distintos arpegios y efectos a través del tema para darle un lavado de cara. El público agradeció semejante tema apoyando la banda a través de su última canción “Furia en tus Ojos”, la cual es claramente un himno del grupo y en donde todos dieron el 500% para cerrar la noche con el listón bastante alto.
El segundo acto lo vendría de parte de MIGHTY THOR, ya clásicos dentro del heavy mexicano. Las novedades de los asgardianos vienen respecto a los invitados con los que tocarían: Julieta, una soprano y segunda voz, y Raúl le darían de una versatilidad operística al grupo que, comandado por Uidemar como voz principal, comandaron esta máquina de power metal durante su show. Comenzaban con “Thor”, un grandilocuente tema de powermetal, en donde Julieta lucía y complementaba con un bel canto apocalíptico al largo y variopinto tema.
El segundo tema “El Regreso del Rey”, uno de los favoritos de los fans, sonó también ornamentado y gigantesco, donde Mario y Eduardo, los guitarristas, lucían la habilidad que poseen. A continuación, y después de revelar que sería el estreno del tema, MIGHTY THOR interpretaría “Palmo de Tierra”, un corte que empieza desde el hard rock pero que evoluciona y se va “metalizando” conforme avanza. Aquí vuelve a ser notable la participación de Julieta, donde reafirma el acierto que hizo el grupo al contar con ella.
“El Metal no Morirá”, seguiría con la función. Aquí el público cantó a todo pulmón ante un corte muy al estilo de cualquier himno “Manowariano” o “Hamerfalliano”. “El Poder del Martillo” siguió, haciendo llegar el power metal hasta sus estratos más altos, mientras Victor, el bajista, hacía de las suyas y Moisés, el batería, destrozaba el doble bombo. El grupo cerraría la velada con “Kalef”, otro tema en donde el grupo personifica el power más clásico y directo. La agrupación, muy querida por los asistentes del circo volador, se despediría en medio de aplausos y de una gran ovación.
Ya con el recinto a reventar (incluyendo gente que se sentó en las escaleras de acceso), sería el turno de STRAVAGANZZA de salir y empezar la melodramática obra que sería su concierto. No hablaré sobre la manera de cantar de LEO JIMÉNEZ, porque todo el mundo sabe cómo canta. De lo que sí hablaré será de la teatralidad que él y sus cuatro compinches exhibieron durante el concierto.
De hecho, eso fue lo que más me impresionó de STRAVAGANZZA. La manera tan escénica y dramática con la que trabajan su show, que comenzó con “Dios”, en donde Leo, metido en su papel de frontman y, metido dentro de una capucha negra, comandaba (que no pedía) al público que ovacionara a la banda y siguieran con gritos y aplausos la canción. El ambiente que se vivía era denso y casi espiritual.
Después de una ronda de aplausos “…Y en soledad me lamento” continuaba la noche, en donde el turno de protagonizar la parte más actoral del show le tocaba a Pepe Herrero, que comandó al grupo y al Circo Volador ante un desfile de dramatismo y sobre todo de mucha pasión. Al terminar la canción, el grupo aprovecharía la primera y temprana pausa de la noche para presentar a la banda en su totalidad y para pedir al respetable que guardaran los móviles, que disfrutasen de la noche.
Tras explicar que “Grande” era un tributo al difundo “Big Simon”, el cuarteto de instrumentistas tomó el control del escenario ante un grandísimo proyectil de heavy metal y de tralla de la más dura. Carlos Expósito, Patricio Babasasa, Miguel Ontivero y Pepe Herrero masacrarían el escenario sudando la gota gorda con unos cortes y unos riffs Alucinantes. Esta sería una de las muchas veces que veríamos a Patricio extasiado, bailando, haciendo headbang y machacando su bajo durante la noche.
La siguiente canción – la cual presentaría Leo y haría hincapié en que fue concebida y compuesta por Pepe Herrero – “Sin Amar”, fue otro corte con un ambiente denso y teatral. Leo animaba al público mientras por segunda vez en el show, la sección rítmica (en específico los estruendosos y precisos golpes de batería de Carlos Expósito) destrozaban los cimientos del Circo, mientras Leo rugía “¡No se escucha, México!”.
El primer tercio del concierto terminaría con “Pasión”, una magnífica evidencia de la maestría con la que se conducen todos los miembros de la banda. Pepe Herrero gobernaba el escenario al inicio de la canción, mientras Miguel, el segundo guitarrista y Carlos extendían la grandilocuencia de la canción al acompañar a un casi etéreo Leo, el cual, mediante una exhibición de retórica artística, parecía que sufría y vivía las canciones a la hora de cantarlas. “Impotencia II” sería la siguiente, la cual terminaría con un Leo levantando y posando con una bandera de México que le fue arrojada por los asistentes.
Después de un par de aplausos, la primera anécdota de la noche surgió. El público empezó a rugir “¡Leo, Leo!” y el, con un puñado de humildad e inteligencia, salió a decir “preferimos que griten “¡Stra-va, Stra-va!”, el cual se convirtió en la porra principal por parte del público durante el resto del concierto. Tocaría el turno a “Mi Tempestad”, en donde Patricio haría de las suyas y mostraría una energética y pasional postura en escena.
Uno de los momentos clave de la velada llegó con “Dolor”, donde Pepe Herrero tomaría su teclado y comenzaría esa introducción llena de una coloración sonora tan densa y particular, y ya entrados al tema, la agrupación en su totalidad haría gala de un control absoluto del ambiente al matizar con distintas dinámicas (primero muy suave, después fuerte, regresando a suave… etcétera) la canción. Leo estaba desbordado y sin ninguna atadura o fatiga, pese a haber tocado en Mérida (a 1,500km de la CDMX) la noche anterior.
“Máscara de seducción” mostraría una amplia amalgama de sonidos, siendo un tema bastante movido (y aplaudido, también); Carlos Expósito impoluto, hacía una actuación magistral. “Desilusión” continuaría el ritmo, siendo cantada por todo el público. A estas alturas, debo comentar que me llama la atención que todas y absolutamente de las canciones del concierto son de culto para la fanaticada, puesto que en ningún momento la banda se quedó sola tocando las canciones, sino al contrario, siempre fue acompañada por la masa de gente congregada para ver a un STRAVAGANZZA empoderado.
“Cuestión de Fe” cerraría el segundo tercio del concierto con un solo de bajo de Patricio Babasasa, el cual corría por todo el escenario durante el tema, contagiando a sus compañeros de su energía y haciendo que entraran a un éxtasis colectivo. El último acto del concierto, el de los grandes hits, comenzaría con esta energía todavía presente en la banda y “Deja de Llorar” caería como un megatón ante un Circo Volador que reventaba de fascinación y de la energía contraída por la banda en el escenario.
El mejor momento de la noche para Leo fue durante “Miedo”; la canción, tan complicada de interpretar, fue resuelta sin ningún inconveniente por el frontman, mientras Miguel, Pepe y Patricio creaban una barrera de disonancias musicales, mientras el cantante conjuraba unos agudos espectrales. Lo de STRAVAGANZZA a estas alturas era ya de otro planeta.
“Un Millón de Sueños” anunciaba que la noche estaba por cerrar, pero no sin antes pegar otro par de bombazos antes de despedirse. “Raíces”, una muestra de la esencia de STRAVAGANZZA en su más pura forma, mostraba muchas y distintas de las facetas musicales del grupo, y culminó con Patricio y Miguel dando la más dura de las cañas antes de terminar el tema.
El primer y único bis de la noche llegaba, y en medio de los vítores de “¡Strava, Strava!” el grupo salía en su totalidad a interpretar el último tema de la noche, no sin antes mencionar que, como ya es una maldición (y tradición) para Leo, Pepe Herrero y Carlos Expósito (y todos con los que trabajan con el fuenlabreño), el público había pedido “Perro Traidor” (de los años mozos del cantante), y comentando de manera cómica que este clamor lo seguirá hasta el día en que mueran, al parecer.
Después de un par de risas y de anunciar “Hijo de la Luna”, el Circo Volador y la banda dieron el último tirón de su energía para consagrar una velada excepcional. Leo, Carlos, Pepe, Patricio y Miguel salían a despedirse de un circo volador que moría de hambre de ver a un STRAVAGANZZA tan lúcido, en forma, preparados y, sobre todo, también hambrientos.
El resultado es sumamente positivo, la banda salió muy en alto y el público pudo disfrutar de una experiencia que trasciende más allá de lo musical. La manera en que los 5 miembros del grupo toman sus papeles y no solo tocan, sino actúan y se dejan poseer por un espíritu teatral y místico, envuelto en un aura de misterio y de poderío, hacen que este sea uno de los actos más memorables que haya visto venir desde el variado y diverso metal que llega a este país desde España.
Enhorabuena a los Strava.
Texto: Miguel Ramos – Facebook
Fotos: Jane Rood– Instagram y Facebook
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Setlists de la noche:
STRAVAGANZZA:
- Dios
- …Y en Soledad me Lamento
- Grande
– Presentación de la banda – - Sin Amar
- Pasión
- Impotencia II
- Mi Tempestad
- Dolor
- Máscara de Seducción
- Desilusión
- Cuestión de Fe
- Deja de Llorar
- Miedo
- Un Millón de Sueños
- Raíces
– Bis – - Hijo de la Luna
MIGHTY THOR:
- Thor
- El Regreso del Rey
- Palmo de Tierra
- El Metal no Morirá
- El Poder del Martillo
- Kalef
DIAMANTE ROJO:
- El Último Horizonte
- Infierno y Gloria
- Maldito Corazón (Tributo a SARATOGA)
- Furia en tus Ojos.
Rafabasa, gracias por darnos una crónica digna del concierto de Stravaganzza en la cuidad de México, aunque yo quisiera mas fotos, pero en fin. Me da tanto verlos triunfar por que son grandes músicos y con la voz de Leo y el Maestro Pepe como compositor y arreglista, no puedo hacer mas que alabarlos.
Una banda como esta deberìa juntar mucha mas gente, dada la calidad de su mùsica y las cosas imposibles que Leo hace en cada tema de Stravaganzza, yo quisiera ver que cantante puede con los gritos que Leo hace a mitad de «Dolor», por ejemplo…
Espero que poco a poco màs gente los valore y los siga, Saludos desde la cuidad de Mèxico.
Suscribo todo lo que has escrito. Son una banda muy talentosa, con unos discos magnos, que deberían estar en todos los grandes recintos de españa y latinoamérica.
«Sentimientos» es uno de mis discos favoritos de siempre.
Un saludo