Crónica y fotos de GRETA VAN FLEET + GOODBYE JUNE en Londres

+ GOODBYE JUNE

Domingo 11 de Noviembre de 2018 – O2 Forum Kentish London – Londres

Viajamos a Londres para presenciar en primera persona el fenómeno GRETA VAN FLEET. Así como sucede con Rosalía en el mundo más pop, GRETA VAN FLEET con tan solo un EP en venta y ahora su primer LP cuenta con varios sold outs a lo largo del mundo (concretamente está todo vendido para sus tres shows en Londres). Estos fenómenos tan masivos tienen sus fans a ultranza, pero también sus detractores y es por ello que queríamos posicionarnos definitivamente viendo cómo funciona este combo en directo. Junto a ellos esta noche unos viejos conocidos para un servidor como GOODBYE JUNE.

Desde horas antes de la apertura de puertas, prevista para las siete de la tarde hora inglesa, ya podíamos observar una numerosísima cola para entrar a la carrera a disfrutar de la velada lo más cerca posible de los protagonistas. A favor del público londinense hay que decir que el respeto, la tranquilidad, conservar el espacio vital de cada persona se impuso sin ningún tipo de avalancha, empujón reseñable… algo que en España con este tipo de fenómenos suele ser bastante común con tal de ganar unos centímetros respecto al escenario. A eso de las siete se abrían ahora sí las puertas del precioso O2 Forum Kentish para recibir a un respetable que para antes del inicio de la banda invitada ya abarrotaba la sala, algo que nos sorprendía en los shows que pudimos disfrutar en esta ciudad siempre que hemos viajado allí, envidiable. En prácticamente todos los conciertos, antes del inicio de las actuaciones las salas ya están ocupadas a más del ochenta por ciento, pudiendo disfrutar de los teloneros también.

Pero vamos ya con lo estrictamente musical, llegaban las ocho y aparecían en escena GOODBYE JUNE, grupo norteamericano que tuvimos el placer de disfrutar en la Wulritzer Ballroom cuando daba sus primeros pasos allá por 2013. Respecto a ellos hay que decir que no han perdido ni un ápice de calidad y fuerza, aunque parece que reniegan de su álbum debut “Nor the Wild Music Flow”, en el que se mostraba un sonido entre el blues, rock e indie, dejando el primer género más de lado en el siguiente trabajo, algo más comercial y con el que definitivamente han dado el salto en Reino Unido y Estados Unidos.

La banda liderada por la peculiar voz y guitarra de Landon arrancaba con cortes como “Man Of The Moment”, uno de sus singles, o “The Good Side”, en un inicio bastante prometedor. Tras un buen comienzo, un directo lineal y con canciones bastante similares entre ellas sacaba de dinámica a un público que se iba enfriando poco a poco, “Daisy” o “Get Happy”, así como la previa “Darlin’” son ejemplo de ello. Hay calidad evidentemente, pero en una actuación como telonero creo que faltaron recursos, y material variado en su disco anterior lo hay. Por suerte, se guardaron su gran hit “Oh, No”, tema que les ha popularizado bastante en los últimos tiempos, para el final un verdadero cañonazo que revirtió la situación en un momento, poniendo boca abajo Kentish. Así se despedían ante una poderosa ovación de un público que se quedó con ese buen sabor de boca final, aunque sigo diciendo que hay composiciones magníficas que pasaron por alto como “Out Of Your Mind”, “Moonshine” o “Man I Am”.

Y ahora sí, llegaba el momento que estábamos esperando, se apagaban las luces y el bullicio era ensordecedor, de esos de las noches míticas para recibir a GRETA VAN FLEET, con los gemelos Josh y Jake a la voz y guitarra respectivamente, con su otro hermano Sam al bajo para completar la familia Kiszka y Daniel Wagner tras los platos. Sonaba la intro “My Whole World Ended (The Moment You Left Me)” previa a la intro verdadera y observábamos un escenario bastante sobrio, básico, sin plataformas, artificios ni nada por el estilo, pero sí una iluminación muy interesante.

Así aparecía la banda en escena con “Brave New World” a modo de intro, únicamente viendo sus siluetas mientras la interpretaban, y con Josh lanzando y repartiendo flores al público a su entrada. “Highway Tune”, su primer hit era el que marcaba el ritmo ganador desde el inicio, con ese ya famoso “Oh, mama!” que habréis escuchado en multitud de programas, anuncios… es increíble la promoción tan brutal y lo rápido que ha llegado también a un país como España. Tras ella, una más reposada “Edge Of Darkness” que rompe con un ‘rush’ final apoteósico, con Jake tomando el total protagonismo en un solo de lo más efectivo y pegadizo, con una base rítmica impresionante (probablemente lo que más me sorprendió del show, la solidez y la brillantez con la que Daniel y Sam sientan los cimientos de la banda, una de las claves del éxito de la banda sin duda).

Sonido setentero puro y duro con “Flower Power”, con ese toque personal que necesitábamos palpar en vivo, enlazando con una nueva como “You’re The One” que sigue los mismos derroteros, y que ponen ese punto acústico a la noche. Magníficas aportaciones al set también fueron “Evil” y “Lay Down (Candles In The Rain)”, únicos dos temas no propios de su set, el cual contó con tan sólo 10 canciones, pero con constantes jamms de lo más hipnotizantes y cautivadores, venden muy bien en directo el material que tienen que por ahora no es mucho, pero saben gestionar los tiempos del show a las mis maravillas.

Preciosa llegaba ahora “Watching Over”, otra obra maestra de su nuevo “Anthem Of The Peaceful Army”, con esa psicodelia en su justa medida, tratada con muy buen gusto por cierto, para enganchar posteriormente con su otro gran hit en este nuevo plástico, hablamos cómo no de “When The Curtain Falls”. En esta última, el público entró en una dinámica de lo más positiva que recuerdo en un show de los últimos meses (y probablemente años), y es que fue el punto de inflexión sin duda para determinar que efectivamente todo lo positivo que les está llegando es más que merecido, aquí hay una materia prima espectacular.

Los asistentes se fundían en una inmensa ovación mientras el cuarteto se despedía, es de esas pocas veces en las que en el parón para los bises no se deja ni un pequeño silencio, con el público pidiendo entre vítores, pisadas y saltos multitudinarios sobre la tarima de la sala, gritos y cánticos la vuelta de estos cuatro chavales (no olvidemos que su media de edad es de 22 años).

Atónitos y emocionados, regresaban al escenario para seguir poniendo patas arriba Kentish, en una auténtica fiesta musical con chicas a hombros mostrando sus vergüenzas, crowdsurfers y un balcón que se caía junto a la gente de la pista, coreando un “Black Smoke Rising” que fue uno de los momentazos para el recuerdo de esta gran noche. El cierre definitivo lo ponía “Safari Song” con ese riff y melodía mágica que suena fresca y añeja a partes iguales, fundiéndose con las voces de sus fans erizando el vello a cualquiera, cuando la música traspasa sus fronteras y se convierte en algo inexplicable. Poco más que decir de una maravilla compositiva que en su parte final daba paso a un solo de batería de lo más efectivo y “Bonhamiano” si se me permite la expresión, con un juego de luces original y brillante, con la silueta de Daniel aporreando la batería reflejándose en las distintas paredes y techo del recinto.

Y así se despide de su público una banda que sigue escribiendo historia en mayúsculas desde sus inicios, realmente lo tienen todo para seguir conquistando el mundo con su música, y lo repito, SU música. Lo único que falta es material, que habrá que ver qué enfoque llevará. Lo que queda claro hasta la fecha es que nada de los nuevos LED ZEPPELIN (solo ha habido y habrá unos), son GRETA VAN FLEET, fácil y sencillo.

Texto y fotos: Óscar Gil Escobar

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