+ LAMB OF GOD + ANTHRAX + OBITUARY
Sábado 17 de Noviembre de 2018 – Palacio de Vistalegre – Madrid
Con meses de antelación habiendo vendido todas las entradas de pista y con las gradas del Palacio Vistalegre abarrotadas. Ya desde primeras horas de la sobremesa se preveía la gran fiesta que se nos venía por delante, con los aledaños repletos de gente no sólo de Madrid, sino de varias partes del país, así como del extranjero (Reino Unido, Portugal, Francia, entre otros) deseosos de disfrutar de una de las citas más señaladas dentro del calendario musical en 2018. SLAYER llegaban a la capital presentando su gira de despedida en la que ha sido la producción más grande y espectacular de su carrera.
Y lo hacían con un cartel de lujo, acompañados de LAMB OF GOD, ANTHRAX y OBITUARY. Casi cinco horas de música extrema sólo interrumpida por los cambios de escenario entre banda que en Madrid hemos disfrutado con intensidad. No han parado los circle pit, walls of death, los botes, vítores… Los miembros de seguridad situados justo debajo del escenario tras las vallas que separan éste del público, no han parado de recoger al personal que llegaban al escenario aupados por los brazos de las personas situadas en las primeras filas, acompañando a los viajeros hasta el lateral del escenario para reincorporarse y, en varios casos, probablemente volverse a encontrar con las mismas caras felices pocos minutos después. En definitiva, ¡hemos vivido algo muy grande!
Seis minutos antes de las 18:20 y con una buena parte de los asistentes ocupando posiciones, ya fuera a pie de pista o en grada, se apagaban las luces para sonar, a todo volumen, el “Snortin’ Whiskey” de Pat Travers. Curiosa introducción para un grupo como OBITUARY, quienes salieron como una exhalación al escenario para interpretar, como viene siendo habitual en los últimos años, “Redneck Stomp” como tema de apertura instrumental.
La canción la van parando para animarnos a participar y ya desde inicio podemos apreciar que el sonido (yo me encontraba situado en el lateral izquierdo de la grada, en la parte baja) va a ser el de las grandes citas. Aparece John Tardy para completar la formación y arrancan con “Sentence Day” de su última y homónima obra, que es también el inicio de los primeros e interminables circle pits. Continúan con la animada “Lesson in Vengeance” y aquello ya es un no parar, con el público enganchado a la propuesta de los de Tampa.
Llegaba el momento de hacer un guiño a su anterior disco “Inked in Blood” con “Visions in my Head”, volviendo al nuevo con el corrosivo riff de “Turned to Stone”.
“Os vamos a llevar de vuelta al disco The End Complete”, decía John para encarar una brutal “I’m in Pain” en la que su hermano Donald alarga el break de batería que hay en la parte central, convirtiéndolo en un mini solo y provocando el delirio justo antes de terminar subiendo la velocidad.
El clásico “Slowly we Rot” nos devolvía a la realidad, abandonando las tablas ante la locura generalizada en un concierto que se hizo demasiado corto, pero que era sólo el comienzo de lo que iba a ser una gran velada. ¡Que vuelvan pronto y esta vez como cabezas de cartel!
Lo de ANTHRAX no ha sido para menos… Tienen la fórmula de la eterna juventud, no me lo explico de otra manera. Sí que ves signos físicos evidentes del paso del tiempo, pero en cuanto a energía, es como si fueran una pandilla de veinteañeros. No paran quietos, moviéndose con cada uno de esos temas que invitan a hacer el salvaje. Himnos del thrash metal grabados a fuego con el paso de los años. Sólo Jonathan Donais se mantenía en un discreto segundo plano mientras el resto de miembros correteaban de un lado a otro, sin parar de saltar, con un Belladonna tomando las riendas de la actuación pletórico, como si ésta fuera su primera gira. ¡Impresionantes!
Salieron amagando el riff principal de “Cowboys from Hell” de Pantera, uniéndola a “Caught in a Mosh” y animando a las filas centrales a hacer lo propio, ser cogidos en medio de un mosh pit brutal.
Frank Bello arrancaba con el fraseo de “Got the Time”, sin parar de moverse mientras Scott Ian saltaba en círculos, haciendo un mosh pit consigo mismo en esa pose tan habitual en él a lo largo de los años. Todo Vistalegre gritábamos “tickin’ in my head” al son que ANTHRAX nos iban marcando, continuando con otro de sus clásicos, “I am the Law”.
Pequeño receso para hacernos tararear la melodía central de “Be All, End All”, que fue otro de los himnos de la noche. “Fight ‘Em ’Til You Can’t” es ya otro clásico por derecho propio y así fue recibido entre los miles de asistentes, terminando de poner aquello patas arriba con “Antisocial”.
“Indians” fue el colofón a otra gran actuación de los estadounidenses, terminando con el final de “Cowboys from Hell”.
Pese a que LAMB OF GOD habían generado ciertas dudas por su inclusión en una posición preferente dentro del cartel, como teloneros principales, éstas quedaron superadas una vez inició su actuación.
Los de Richmond están creciendo meteóricamente en los últimos años, principalmente en Estados Unidos y lo están haciendo granjeándose el apoyo de miles de seguidores con unos directos aplastantes, como el que pudimos presenciar el pasado sábado.
Con un escenario presidido por dos escalinatas que coronaban en sendas banderas estadounidenses, más una pequeña plataforma en el centro del escenario que Randy Blythe no paró de usar para subirse y saltar desde ella, dieron un espectáculo enérgico al que el público de Madrid se sumó, sin parar la fiesta un segundo.
Comenzando con la pesada “Omerta”, no tardaría en llegar uno de sus más celebrados singles “Ruin”. Con el vocalista presentándose como “somos el cordero de Dios”, llegaría “Walk with me in Hell”, encadenando una serie de temas como “Now You’ve Got Something to Die For”, “512” o la poderosa “Engage the Fear Machine”.
Pusieron punto y final a una actuación que a buen seguro les ayudó a ganar más adeptos a su particular causa con “Laid to Rest” y otro de sus temas más celebrados, “Redneck”.
Y llegaba el momento de los cabezas de cartel, mientras un enorme telón semi translúcido caía para tapar el escenario para que éste fuera preparado por el personal de gira.
Como decía al inicio del presente artículo, ésta es la gira más espectacular, con la producción más grande que los americanos han llevado en toda su carrera. Los telones se iban sucediendo, con motivos de portadas de sus álbumes como “Repentless”, “Seasons in the Abyss” o “South of Heaven”, aparte de otros que comentaré más adelante. Resaltar también que algunos de esas pinturas eran fluorescentes, hecho que se podía apreciar cuando se apagaban las luces en la pausa que había entre algunos de los temas. A lo largo del escenario, había tres bloques de pantallas Marshall, dos de ellas a los lados alargadas, revestidas de tela blanca, como si fueran piras funerarias, en las que se encendían fuegos y salían llamaradas expelidas hacia el techo y otra más estrecha sobre la que se erigía la batería. Sendos logotipos circulares con el nombre de la banda y el águila presidían a izquierda y derecha respectivamente. Y por si fuera poco, un sensacional juego de luces arropaba a una banda pletórica que, durante hora y media, encadenaron la mayoría de sus temas, sin darnos apenas cuartel.
La destrucción comenzaba puntual, con “Repentless” donde ya desde el inicio SLAYER no daban cuartel, con Tom Araya -por cierto más delgado y en mejor forma que en los últimos años- presidiendo con su bajo, escupiendo cada línea mientras la imponente figura de Kerry King con su cadena sujeta a su guitarra destripaba riffs, Gary Holt llevaba el peso más técnico de los solos y Paul Bostaph demostraba, una vez más, por qué está considerado como uno de los más grandes baterías dentro del thrash.
“Blood Red” sería la siguiente en caer para, a renglón seguido, hacernos gritar a todos, con furia “God hates us all” una y otra vez en la simpar “Disciple”.
Llegaba la hora de dejar caer un clásico y para ello, “Mandatory Suicide” fue perfecta, sonando casi como si aquello fuera un cedé, en lugar de una actuación en directo, con unos lúgubres tonos de azul presidiendo el escenario. y tras “Hate Worlwide” y con Tom arengándonos a gritar “war”, llegaría una de las imprescindibles en su carrera, “War Ensemble”, cambiando de telón por uno donde dos calaveras con casco de infantería miraban hacia el público.
Tras “Jihad”, llegaría uno de los momentos más atmosféricos de la noche, con “When the Stillness Comes” y otro juego de luces soberbio presidido por tonalidades moradas y azules, mientras los focos amarillos apuntaban fijos hacia el público y el techo. Tras ella, King y Holt continuaron castigando las seis cuerdas con “Postmorten” y “Black Magic”.
La gente estaba tan rendida a los pies del matarife estadounidense, que apenas dejaban hablar a Tom Araya cuando éste quiso presentar “Payback”, entre los “oé” y vítores varios. ¡Y qué decir de la reacción ante “Seasons in the Abyss”! ¡Aquello se venía abajo! “Dittohead” fue la perfecta respuesta a ello por parte de la banda, sumando un pistón de velocidad más a lo que venían ofreciendo hasta el momento. Y para rematar, otro de los imprescindibles, “Death Skin Mask” con la banda entre humo ofreciéndonos una de las mejores interpretaciones de la noche.
“Hell Awaits”, con sendas piras encendidas y el escenario repleto de llamaradas dibujando pentagramas, fue el perfecto colofón, antes de encarar el bis.
Apenas un par de minutos tardaría el cuarteto en volver a escena, con un “South of Heaven” inmenso, con dos blasones cayendo a izquierda y derecha desde el techo del escenario mostrando una ensangrentada versión de su logo.
Las luces rojas y los acoples de guitarra, seguidos de las tres corcheas de batería más famosas del thrash metal presagiaban que “Raining Blood” iba a ser la siguiente. Alucinante es poco la sensación de ver cómo las filas centrales formaban un wall of death retándose unos a otros para soltar toda la energía una vez que el archiconocido dibujo de guitarra comenzara a atronar nuestros sentidos.
“Chemical Warfare” nos iba acercando a un final que, presidido por un telón en el que se podía leer “Hanneman” en el centro de un logo similar al de algunas marcas de cerveza, con su año de nacimiento y fallecimiento y la palabra “Angel of Death” presidiéndolo.
En definitiva, un gran concierto, toda una fiesta de metal. Incluso al propio Tom Araya le costó salir del escenario, recorriéndolo mientras se paraba para darnos las gracias, alucinado y conmovido ante la respuesta del público madrileño.
Una de esas veladas que no olvidaremos.
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Fotos: Carlos Oliver (www.facebook.com/Carlos.Oliver.Music.Photography) (Correspondientes al concierto del Domingo 18 de Noviembre de 2018 – Sant Jordi Club – Barcelona)
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Obituary geniales una garantía en directo siempre, Anthrax para mí suenan renacidos con un Joey al que los años no le pesan, una pena que no estuviera Charlie por su maldita lesión. Lamb of god para mí estaban fuera de lugar en el cartel y encima muy mal posicionados, nunca deberían haber sido los penúltimos para mi gusto y el de la mayoría que asistimos, pero para gustos. En cuanto a Slayer, mi banda favorita de thrash de siempre, ha sido el show más decepcionante de los que he visto. Por qué? Varias razones: para mí tiraron sólo de oficio, el repertorio bastante previsible, con realmente ninguna sorpresa por ejemplo tipo Hallowed point, Bloodline, Killing fields, Altar of sacrifice, Silent scream, At dawn they sleep, un par de temas realmente raros, coño que es la última vez que les hemos visto, yo esperaba algo más especial, e incluyendo temas prescindibles, por no decir otra cosa, como Payback y When the stillness comes. Por otra parte, la actitud de Araya en el concierto ha sido de absoluto pasotismo: ya sabemos que no puede mover el cuello, pero es que más de una vez no ha cantado cuando le tocaba porque estaba descolocado y no llegaba a tiempo, eso me parece una falta de respeto total y de una desconcentración alarmante rozando el pasotismo. También es humano, se perdió en Chemical warfare pero ya estoy rizando el rizo. Me cabreó mucho su actitud, fui a verles por lo que han significado para mí, no por lo que son ahora y, lamentablemente, me lo confirmaron esa noche. Para mí una despedida agridulce, una mamá despedida de una banda que lo ha sido todo para mí. Eso sí, disfruté con los clásicos como un enano y el escenario impresionante con el decorado y la pirotecnia, pero eché en falta ese algo más que hubiera esperado de ellos por ser su última vez.
Yo les vi hace un par de años en su gira con Anthrax y fue decepción pura… se limitaban a tocar e irse. Con muy pocas ganas…
No les vi entusiasmo. Me transmitió lo mismo verlos en primera fila que escucharlos en cd en casa. Anthrax sin embargo no… todo lo contrario. Me dijeron mucho mas en directo que en estudio.
No les echaré de menos, dejaron un gran legado en su día pero para que sacasen discos tan poco inspirados como repentless y tocasen con menos ganas todavía que ultimamente… pero tenemos a Kreator, que para mí siempre fueron muchísimo mejores, de hecho mejoran con cada disco aun a día de hoy que ya es decir, pero claro, tuvieron la mala suerte de ser Alemanes y no Estadounidenses… si no, Kreator a día de hoy sería sin duda el más grande grupo de thrash del mundo
Totalmente de acuerdo en todo lo que dices, añadiendo que el último álbum de Slayer es una basura y me revienta decirlo pero es así. Es una verdadera pena cómo han acabado, han tirado su prestigio a la basura. Repito, he ido a verlos por lo que han significado para mí, no por lo que son ahora y, lamentablemente, me lo han confirmado. Puestos a ser nostálgicos, se les nota un huevo la falta de Jeff y Dave, eso para mí les ha acabado matando.
Eso sí, sin desprestigiar para nada a Paul y sobre todo Gary, porque Exodus me encantan.
Con todo y con eso a mi me encantaron, la última vez que les había visto fue en el rock fest y esa si que no fue para mi una buena actuación, es cierto que ni hablan al público y en este caso ni una sola palabra en español, tambien es cierto que había un par de temas raros y que Araya se perdió, todo es cierto pero tocaron con una intensidad tan brutal que a estas alturas no se les puede pedir más. GRANDES SLAYER!
Estoy de acuerdo en todo lo dicho anteriormente. Pero sobre todo en que a pesar del repertorio previsible y las idas y venidas de Araya saltándose algunos versos, fue un concierto brutalísimo, intensísimo y de una calidad que muchos otros quisieran.
De las otras bandas poco más que añadir, a los LOG no los he seguido mucho, por lo que no conocía sus temas, y Obituary fueron un primer plato cojonudo para abrir la fiesta.
Y de la actuación de Anthrax sólo puedo decir cosas buenas como las que ya habéis dicho. ¡Qué forma de arrasar un recinto con sólo seis o siete canciones! Conciertazo de los de NY.
Una pregunta, ¿alguien sabe quién fue el batería que tocó con ellos? Benante no era; alguien dijo que vendrían con Gene Hoglan, pero tampoco era, eso está claro; el suplente de Charlie últimamente era Jon Dette, pero creo que tampoco era Dette.
Pues era Jon Dette, te lo aseguro. Le he reconocido perfectamente. Le he visto la cara y él es zurdo tocando.
Vale gracias, puede que como yo estuve en la parte de atrás de la pista, no le viera bien la cara y no lo reconocí. Gracias x la info.
Conciertazo impresionante de Slayer y Anthrax,Obituary muy bien y Lamb Of God bien pero estos deberian haber sido los primeros tocando media hora,Obituary tendrian que haber tocado 45 minutos y Anthrax 1 hora y ademas con un escenario de cabeza de cartel acorde a la leyenda del trash metal que son,escenario que incomprensiblemente si tuvieron Lamb Of God
Lamb of God son sencillamente infumables. No entiendo estos grupos «nuevos» que no aportan absolutamente nada, una música de copia y pega, que ya hemos escuchado millones de veces con una voz insoportable. No me dicen absolutamente nada, en el concierto solo se escuchaba al tío berrear, la música quedaba en un segundo plano, y dando saltitos por el escenario… Entiendo que tienen su público, pero si esto es relevo musical que viene por detrás, estamos apañados. Mil veces mejor Obituary abriendo que estos ejerciendo de teloneros de lujo, cuando ninguno de los asistentes entendíamos que tocasen después que Anthrax (a los cuales no les respetó el sonido, si la actitud). Respecto a slayer, dieron un concierto, nunca han sido la alegría de la huerta en directo, muy estáticos siempre y aveces trasmitiendo desgana, pero no fue el caso en este concierto, con un escenario, luces, efectos y sonido muy buenos. En cualquier caso, les veremos más veces por aquí, esto no es ninguna despedida, es lo de siempre, hacer caja y dinero, paroncito y después gira de regreso, aniversario o retorno.
Espero que no tengas razón en lo de la despedida y regreso, aunque mucho me temo que sí que la tienes… En mi opinión, están en un momento muy bueno. Son un grupo al que todo el mundo del Metal respeta (o casi) por su trayectoria y lo que representan. Y lo demostraron con creces el sábado en Madrid, dando un concierto de categoría.
Por eso precisamente me gustaría que cumplieran su palabra y parasen ahora que están en su mejor momento. Que salgan por la puerta grande y se despidan como la leyenda del Thrash Metal que son, y con un tour de despedida que deje el listón tan alto que nadie lo supere. Y no hagan como otros, y tengamos que ver como poco a poco van cayendo y se van arrastrando hasta no ser más que una pantomima de lo que un día fueron.