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+ MONOLORD
Jueves 8 de Noviembre de 2018 – Sala Santana 27 – Bilbao
Propuesta abrumadora la que teníamos marcada en rojo este jueves otoñal con la lluvia amenazante durante todo el día en la conocida Sala Santana27.
Dos tripletes de enjundia dentro del rollo dispuestos a satisfacer a sus anhelosos seguidores.
Con las gotas golpeándonos en la cabeza, recorrimos los últimos metros que nos separaban de la sala y donde un apagado ambiente nos recibiría. Sin mayor dilación entramos ya que MONOLORD acababan de salir a la palestra y queríamos visualizar todo su concierto.
MONOLORD
Los suecos desplegaban un sonido atronador mientras forjaban una atmósfera particular en la que apreciábamos una barrera que les separaba del respetable. Una afición que no se animaba a postrarse adelante del todo y guardaba una distancia en las primeras filas ante la banda.
Su líder Thomas V. Jäger y sus secuaces tratarían de cautivarnos pisando el acelerador y exhibiendo sus cualidades frente a los instrumentos inusitadamente concentrados en el papel que desempeñaba cada uno. Los asistentes permanecíamos impertérritos observando el complejo espectáculo que brindaban con excepción de un puñado de seguidores que se deshacían en molinillos cerca de la valla de seguridad. La demoledora base rítmica compuesta por Mika Häkki arañándole gravedad al bajo y un escurridizo Esben Willems que dotaba de un mínimo dinamismo al bolo, cimentaban el sonido agreste.
El ambiente entenebrecido de su actuación en la que el repertorio sigue conformado mayoritariamente por los mismos temas de anteriores visitas, encontró su contrapunto, comandados por su frontman, con la salvaje "Empress Rising" un himno que descolló con diferencia. Un bolo sólo apto para fanáticos de la intensa materia.
KADAVAR
Los germanos han ido poco a poco escalando en el escalafón y es que aunque su propuesta es muy densa, si responde a unos patrones más demandados por la concurrencia del rollo. Además sería injusto no poner en valor las habilidades que atesoran.
Esquivamos con charleta, la media hora de parón que separó ambos conciertos por un larguísimo cambio de escenario que al fin y al cabo no debiera ser gran cosa. Prácticamente consistía en quitar una batería y empujar la siguiente adelante. Ya que la batería de KADAVAR divisó a la concurrencia desde primera línea de fuego.
Y por fin, los miembros aparecieron en escena saludando a los congregados. Se harían rápido con el personal expresándose en un solvente castellano. Llegaban en su visita con su reciente Live in Copenhagen para deleitarnos con una exquisita selección de sus piezas. Impulsándose en su reciente Rough Times atacaron con brío "Skeleton Blues", una alocada "Vampires" y la robusta "Living in your Head" que desató al personal. Comparativamente frente a sus predecesores, los teutones resultaban ser una auténtica jarana, por lo que los que no estuvieron pueden imaginarse el panorama. Christoph "Lupus" Lindemann imprimiría ritmos frenéticos a su guitarra, dejando embelesada a una audiencia que seguía con atención sus movimientos.
Un desparpajo descomunal que obligaría al músico a agacharse a afinarla con bastante asiduidad cuando no lo hacía para meter efectos de todo tipo, incluso usando objetos o la propia botella de cerveza. El stoner rocoso de cortes como "Into the Wormhole" contrastaría con piezas más ágiles como "Tribulation Nation" entremezcladas con acierto en su repertorio. Un sonido apabullante envolvería la sala mientras dibujaban magníficas interpretaciones de favoritas como "Eye of the Storm" o "Doomsday Machine" con las que se meterían a la concurrencia en el bolsillo. La solidez que confieren siempre Simon "Dragon" Bouteloup y el histriónico Christoph "Tiger" Bartelt son suficiente garantía para que Christoph "Lupus" Lindemann se diluya dentro de sus formidables solos de guitarra.
La fulgurante "Purple Sage" nos dejaría boquiabiertos mientras la recta final iba tomando forma. Los efectos cursados en los pedales nos trasladaban a su enrevesada atmósfera y aunque siempre son efectivos resultaron algo pesados en ciertos tramos. Sin embargo supieron reservar acertadamente varias de sus piezas más embriagadoras para culminar una parte final donde la intensidad no decayó un solo instante. Con "Into the Night" se apeaban triunfales de la tarima.
Una huida momentánea que vio como rápidamente retornaban a escena para redondear la sesión con dos estandartes de la talla de "Die Baby Bie" y la sensacional "Black Sun" que certificaba una actuación sin fisuras de los alemanes. Una prueba más de por qué son tan bien acogidos en la península a pesar de que la asistencia en dicho recinto no reflejara el potencial tan vasto de la banda. Una mezcolanza de influencias que no se borrará de las retinas con tanta facilidad.
Texto: Txema Garay
Fotos: Juan Ramon Felipe Mateo – Juan_Ramon_Felipe@rafabasa.com
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