+ REECE
Sábado 3 de Noviembre de 2018 – Sala Cool Stage – Madrid
Hacía muchos años desde la última vez que había visto a THE POODLES en directo. Más concretamente desde la presentación de “Clash of the Elements” en Madrid, acompañados por unos por aquel entonces desconocidos DYNAZTY. Aquello fue en 2009 y, si bien es cierto que guardo un grato recuerdo de aquella velada -artículo que se puede revisar en nuestra particular y descomunal hemeroteca digital que es www.rafabasa.com– llevándome incluso a casa el debut de los teloneros “Bring the Thunder” recién comprado del merchandising, los sucesivos álbumes editados por mis hasta aquel entonces adorados “caniches” no despertaron en mí el interés como para seguir asistiendo a sus conciertos.
La tarde del pasado sábado, no obstante, me apetecía comprobar el estado de forma actual de los suecos, máxime cuando éstos venían acompañados por David REECE, quien fuera vocalista de ACCEPT en el disco “Eat The Heat” y ahí que me encaminé hacia la céntrica Cool Stage, como también hicieron las personas que llenaban algo más de la mitad del aforo principal de la sala.
Es curioso porque el primer álbum que escuché de ACCEPT fue precisamente “Eat the Heat”. En aquella época en la que, o bien descubrías a las bandas por la radio, comprando disco “a ciegas” dejándote llevar por la portada o, como fue el caso, intercambiabas música con los compañeros del colegio o instituto, sin Internet, la verdad que estuve durante un tiempo bastante enganchado a aquella -en ese caso particular- cassette. E imaginaos la sorpresa cuando me enteré que David no era ni mucho menos el cantante original y el cambio de la voz de UDO cuando les escuché con su formación más clásica…
Para esta gira en concreto REECE ha optado por hacer conciertos basados en dicho álbum, rescatando y reivindicando unas canciones muy buenas. Y cierto es que, aunque en su momento el cambio de vocalista y estilo -haciendo concesiones al hard rock americano, aunque también es cierto que no eran las primeras y con UDO ya las habían hecho anteriormente- no fue un éxito, también lo es el hecho de que el tiempo ha tratado bien a “Eat the Heat”, convirtiéndolo en todo un clásico, pese a que la banda lo haya relegado al ostracismo, sin tocar algo de él en directo desde hace muchos años.
El bueno de David se esforzó e hizo lo que pudo ante un público impertérrito, inamovible salvo por unos pocos que conocíamos y coreábamos canción tras canción. Cierto es que su voz no se conserva como la conocíamos, estando bastante más cascada en la actualidad, lo que le hace modificar las canciones en relación a cómo éstas fueron cantadas en el disco. Tampoco podemos obviar el hecho de que la banda, pese a ser buenos y profesionales músicos, interpretaban los temas de ACCEPT pero sin conseguir esa cadencia, esa pesadez propia de la formación teutona. Ni Wolf Hoffmann ni Peter Baltes son virtuosos, pero ese sonido tan particular, ese chorus en las guitarras, ese groove tan característico en ellos, es difícil de reproducir y, ni mucho menos, es el que escuchamos en la noche de sábado.
Con todo, el concierto de REECE no estuvo mal, aunque como digo, sólo en puntuales momentos consiguió levantar al aletargado público.
“D-Train” me sonó a una mezcla entre RAINBOW y WHITESNAKE. Se me hizo curioso también como no sólo rescataría temas de su etapa en ACCEPT, sino también algunos que él interpretara en directo con ellos pero que originariamente fueron grabados con UDO a la voz, como “Restless and Wild”, que le quedó algo desangelada, todo sea dicho; a tenor de la respuesta que dicho tema obtiene en los conciertos de los alemanes, ahora con Tornillo a la voz me remito.
Ni siquiera “Generation Clash”, tema icónico y bandera de “Eat the Heat” consiguió una respuesta multitudinaria.
Sí movió algo más a la gente con la rockera y pegadiza “XTC” y la interpretación acústica de la balada “Mistreated” no estuvo mal, siendo uno de los momentos álgidos del show.
Finalizaría con “London Leather Boys” y la animada “Hellhammer”.
Sobre THE POODLES, lo primero que tengo que decir es que, a nivel de banda, tiene que ser un fastidio el hecho de haber grabado tus grandes discos al comienzo de tu carrera. Porque es un baremo con el que se te va medir siempre. Todo lo que edites, va a estar mirado bajo esa lupa. Aunque no menos cierto es el hecho de que no todo el mundo inicia su carrera (pese a que los músicos, sobre todo Jacob Samuel ya llevaban una dilatada trayectoria a sus espaldas por aquel entonces) con dos obras maestras como son “Metal Will Stand Tall” y “Streets of Fire”. Su sucesor, Clash of the Elements” no estuvo mal, pero ya se notaba que las ideas iban flaqueando y sobre todo, que la ausencia del guitarrista Pontos Norgren se iba a notar y mucho, tanto a nivel de instrumento como también de composición.
¿Por qué digo esto? Pues porque en los directos, a tenor de lo que pude chequear el sábado, la diferencia entre los temas de sus dos/tres primeros discos con respecto a las canciones que tocan de los sucesivos, es más que palpable en cuanto a la respuesta del público. Máxime cuando venían presentando álbum de versiones, pese a que tampoco tocaron demasiadas, las cosas como son.
Comenzaron con el cover de THE OSMONDS “Crazy Horses”, tras el que caería el primero de los clásicos, un “Night of Passion” que pondría la primera nota de calor entre el respetable, pese a que pudimos ser testigos de lo mermadas que estaban las capacidades vocales de Jacob esa noche.
Para la ocasión contaron con Rob Marcello de DANGER DANGER sustituyendo al guitarrista Henrik Bergqvist. Rob hizo una interpretación magistral de los temas. De hecho me encantó cómo, aun llevándoselos a su propio terreno, respetaba los temas y solos originales, aun más de lo que lo hace el propio Henrik con respecto a los de su antecesor Pontus.
“House of Cards” y “Shut Up!” no les quedaron mal, pero evidenciaron el hecho de que no pertenecían a sus álbumes más celebrados. El público se mantuvo estático hasta que sonó el sitar de “I Rule the Night” con la que botaron, aunque no tanto como con la frenética “Flesh and Blood”.
“Go Your Own Way” fue la nueva versión, ahora de FLETWOOD MAC. Continuaron con “Line of Fire” y “Cuts Like a Knife” justo antes de el vocalista hiciera mutis para su cambio de vestimenta y lucirse los tres instrumentistas a base de un tema repleto de solos donde los tres tuvieron cabida para su desarrollo virtuoso.
Llegado el momento, el backliner llegaría con unos taburetes para que los músicos pudieran sentarse y encarar la parte acústica del set, formada por un medley de sus baladas más reconocibles: “Crying”, “One out of Ten” y “Leaving the Past to Pass”, seguida por el cover de Elton John “Goodbye Yellow Brick Road”.
A partir de aquí, tendríamos el momento más animado de la noche y sin duda el mejor de ellos. Con la banda desatada, Samuel demostrando lo gran frontman que es (todavía alucino con su elasticidad dejándose caer hacia atrás mientras se agarra al pie de micrófono), bajando a cantar con nosotros, sin parar de moverse… incluso cuando no lo estaba pasando nada bien para llegar a ciertos tonos; llegué a verle colorado.
“Caroline” fue toda una fiesta. “Thunderball” les quedó brutal (pese a que Samuel la cantó como pudo). Incluso “Crack in the Wall” les quedó de lujo. Aunque no tanto como el himno “Metal Will Stand Tall”, que todos coreamos.
¡Y qué decir de “Echoes from the Past”! ¡Qué gran canción! ¡Qué manera de comenzar tu disco debut! Simplemente maravillosa.
La sencilla pero efectiva “Like no Tomorrow” fue toda una fiesta, justo antes de encarar el bis que arrancaron con “Love is Gone”, que supuso otro pequeño bajón, para terminar por todo lo alto con un “Seven Seas” en el que todos los asistentes cantamos “give it up, give it up” a pleno pulmón.
Tras ella, la despedida momentánea, pues los que así lo desearon, tuvieron la oportunidad de acercarse a la zona de merchandising para departir junto a las bandas, retratarse o solicitarles firmas.
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Fotos: Alvaro Ochoa
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