KAMELOT + OPERA MAGNA + LEAVE’S EYES – Crónica y fotos de Madrid

+ OPERA MAGNA + LEAVE’S EYES

Viernes 5 de Octubre de 2018 – La Riviera – Madrid

¡Qué mejor manera de comenzar un fin de semana que con uno de los carteles más atractivos en directo en los últimos meses! KAMELOT llegaban a la capital a presentar, al fin, el que es su más reciente trabajo discográfico hasta la fecha, un “The Shadow Theory” que continúa con esa esencia tan personal suya en la que la melodía y la elegancia son los santo y seña del combo estadounidense.

Y lo hacían acompañados de toda una institución del metal europeo como son LEAVE’S EYES más otra del metal español, OPERA MAGNA. Un combo de bandas con distintos sellos personales pero que a priori, se antojaba idóneo para disfrutar de una magnífica velada.

La noche no podía iniciar mejor. He visto en multitud de ocasiones a LEAVE’S EYES y de todas ellas, la del viernes fue la mejor. ¡Con diferencia!

Los capitaneados por Alexandre Krull salieron a por todas, con unas energías como nunca antes les había visto sobre un escenario, arropados por el mejor sonido de la noche (ni los cabezas de cartel y ni mucho menos OPERA MAGNA llegaron a sonar con esa calidad) y un repertorio ganador, que animó a todos los allí congregados, tirando de temas melodiosos, pegadizos, arengando al personal a base de metal nórdico aderezado por folk.

No cabe duda que, polémicas y asuntos maritales aparte, la entrada de la vocalista Elina ha supuesto espoleado a los noruegos y esto es algo que se notó en Madrid. Se lo pusieron francamente difícil a KAMELOT y desde luego, ellos llegaron con la intención de llevarse el puesto de mejor banda de la noche.

Sonrientes, enérgicos, poderosos… LEAVE’S EYES están viviendo el renacimiento de una segunda etapa en su trayectoria y todo apunta a que puede ser la más fructífera de su carrera. Su más reciente obra, “Sign of the Dragonhead” es una buena muestra de ello y salieron de mano de ella, con el tema que le da título, dejando ya de primeras unas gratas impresiones. La pegadiza “Across the Sea” sería la ocasión idónea para hacernos cantar, dar palmas y tararear su gran estribillo.

Continuaron dejando buenas sensaciones con temas como “Swords in Rock”, “Edge of Steel” o “Riders on the Wind”.

“Hell to the Heavens” les quedó brutal, ya con un público entregadísimo, momento tras el cual Elina haría suya la leyenda de “Beowulf”, terminando con Alexander ataviado con espada, casco y armadura vikingos para entonar un brutal y efectivo “Blazing Waters”.

J. José Jiménez

OPERA MAGNA

Tras un estupendo concierto de LEAVE’S EYES, que a mi también me sorprendieron y encantaron, sonando muy bien, y del que os ha hablado J. José Jiménez, subieron a escena los valencianos OPERA MAGNA, una banda que en lo personal me encanta, y que siempre han dado una talla ciclopea en directo las veces que tuve la suerte de disfrutarlos, la anterior vez, sin ir más lejos en el LEYENDAS DEL ROCK, donde ofrecieron lo mejor de sí.

Esta noche en Madrid su actuación se vió notablemente perjudicada por el sonido. Sonaron muy altos de volumen, demasiado altos, pero sobre todo quien fue el mayor perjudicado fue José Broseta, su voz estuvo muy por encima en volumen del plano general del resto del grupo, muy alta, por lo que las lógicas deficiencias que mostró quedaron patentes, demasiado patentes (cosa que le pasa a la mayoría de los vocalistas). En mi opinión, si la voz hubiera estado arropada mejor en cuando a plano y volumen, y ecualización, el concierto hubiera ganado muchos enteros en cuanto a resultado final y calidad. Llevo diciendo desde hace mucho que la labor, buena o mala, de un técnico de mesa es tan importante o más que la de la propia banda.

A parte de ello, Broseta cantó bien, con sus elevados y complicados tonos agudos, y la banda ofreció un gran concierto, en cuanto a musicalidad, calidad, temas y entrega.

Su power metal con reminiscencias sinfónicas y melodías maravillosas aterrizó en La Riviera de la mano de la magna y excelsa instrumental «Rojo Escarlata» que sonó muy bien, demostrando el enorme nivel de ÓPERA MAGNA.

A partir de ahi José Broseta salió a escena para interpretar un muy bien recibido «Para Siempre», con esa introducción épica que tanto me gusta y su gran melodía y arreglos y un trabajo de banda inmenso. Es un gran tema, por todo, y quedó claro esta noche, a pesar de lo que he mencionado antes. Por ejemplo su estribillo que dice «Mi voz volará sobre el viento, será un refugio ante el Miedo…» y que está cantado originalmente en un tono elevadísimo sonó moleto y excesivamente alto. No entiendo aún por qué.

Siguieron con «El Pozo y el Péndulo», de «Poe» y «Horizontes de Gloria», con su riff progresivo, su riqueza instrumental, -como en cada tema-, y con un Broseta cantando muy bien y un solo de guitarra sobresaliente.

Como era de esperar, su buenísimo «Donde latía un corazón» triunfó, con sus voces y coros disparados grandiosos, tanto como el siguiente «Corazón delator». Gran trabajo en ambos de los guitarristas Javier Nula y Quique Mompó. La calidad de ambos es enorme, sobre todo la del primero. El trabajo del teclista y el batería Adría fue muy bueno, como el del bajista Alejandro quien escenicamente le da a la banda un gran extra.

El final de la actuación fue para «Hijos de la Tempestad» y un grandioso «La Herida», con un trabajo de banda magnífico.

Rafa Basa

KAMELOT

Todo se iba disponiendo de cara a la actuación de KAMELOT. Los de Thomas Youngblood hicieron un muy buen concierto como en ellos es habitual, con diversas tarimas a los lados para que los músicos hicieran uso de ellas, así como una pequeña pasarela central que el vocalista Tommy Karevik usó en repetidas ocasiones para acercarse a su público, cantar e interactuar junto a ellos.

No terminaron de tener un sonido acorde a sus múltiples arreglos, melodías y atmósferas, aunque éste no terminara de ser del todo malo. Lo que sí me dejaron es, pese a que su actuación me gustó mucho, cierta sensación de “piloto automático”, me refiero en cuanto al repertorio. Cierto es que KAMELOT incluyeron los mejores temas de su último disco, incluso haciendo algunos guiños a sus dos anteriores obras“Haven” y “Silverthorn”, considerando algunos de los temas pertenecientes a ambos como nuevos himnos para sus fans -y es que contienen temazos, las cosas como son- pero en cuanto a la elección de clásicos, yo sí creo que falta hacer algún que otro cambio. Entiendo que no puedes quitar del repertorio “Karma”, “March of Mephisto” o “Forever”, pero también creo que no es necesario que esta última sea alargada más de diez minutos, ya que es algo que llevan haciendo desde la gira del “Black Halo”, como mínimo y, personalmente, lo veo innecesario.

En definitiva, KAMELOT tienen la suerte de tener una trayectoria tan dilatada como exitosa, con lo que una hora y media  raspada de concierto, sumando solo de batería y teclado, más un alargamiento como el de “Forever” (que sí, es cierto que es el momento de presentar a la banda y “jugar” con su público y es algo especial), dan que pensar que, si dejaran de plantear las giras como paquetes de tres o cuatro bandas, tocando algo más y con alguna otra “golosina” rescatada del pasado, su poder de convocatoria podría ser aún mayor. Y es que realmente creo que ha llegado para ellos el momento de dar ese paso e intentar ser uno de los más grandes, llenando mayores aforos; o al menos intentarlo. ¡Es sólo una reflexión personal!

Salieron muy enfilados, con Tommy ataviado en su capucha negra para darle mayor ambientación a la magnífica “Phantom Divine”, primero de los momentos en los que saldría a escena la vocalista Lauren Hart a realizar segundas voces, tanto limpias como guturales. El efecto de columnas de humo distribuidas desde la parte delantera del escenario tampoco se haría esperar, perfectamente combinado con el impresionante juego de luces.

Pidiendo la participación de todos, manos arriba gritando “hey, hey, hey” llegaría “Rule the World”, seguida de un “Insomnia” que nos contagió con su preciosa melodía.

“The Great Pandemonium” fue el momento idóneo para ponernos a botar a las primeras filas. “Lights are Down” les quedó magistral, ¡qué gran canción y qué pedazo de melodías! Ese precioso vals de metal denominado “End of Innocence” sonó hermoso, desgarrador, con un Tommy enorme -¡qué bien cantó el viernes!- que aprovechó para cedernos el micrófono en el último de sus magistrales estribillos.

Anunciándonos que venían con una cámara manejada por uno de los miembros de su personal de gira para realizar tomas de cara a su futuro DVD, arrancarían con “Veil of Elysium”.

“Here’s to the Fall” les quedó muy bonita, recordando a todos aquellos que hubiéramos perdido algún ser querido recientemente. Aunque sinceramente y pese a lo emotivo del asunto, la hubiera cambiado por “Song for Jolee”.

“RavenLight” fue «una pasada». Escuchándola en el disco, sabía que iba a funcionar perfectamente de cara a los directos y no me equivoqué un ápice.

Llegaría el momento en que Tommy se ataviaría una vez más con su capucha para ocultar su rostro ante el humo y luces rojas, dotando a “March of Mephisto” de la atmósfera que merece, con una Lauren Hart enorme, haciendo las voces guturales. Fue sin duda uno de los grandes momentos de la noche.

“Karma” fue grandilocuente, con todos entregados, al igual que la pegadiza “Amnesiac”, tras la que tendríamos el solo combinado de teclado y batería -por cierto, me encantó Alex Landenburg durante todo el concierto, ha sido todo un acierto su inclusión en la banda, tras la baja de Nuñez- en clave de jazz.

“Sacrimony (Angel of Afterlife)” es ya por derecho propio otro de los grandes clásicos de la banda y como tal fue recibida.

“Burns to Embrace” me encantó, con ese predominante coro de niños en el que todos nosotros participamos, tras la que llegaría su tema estandarte “Forever” del que doy mi opinión más arriba.

Tras un corto mutis, volverían a la carga para un único bis que sería otro de sus nuevos clásicos, el potente “Liar Liar (Wasteland Monarchy)” con el que cerrarían una gran velada de metal, elegancia y oscura melodía.

Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com

Fotos: Álvaro José Ochoa

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