Viernes 28 de Septiembre de 2018 – Nazca Live – Madrid
Nueva visita a la Nazca Live en menos de una semana, sala que se está volviendo habitual para este tipo de conciertos de mediano aforo y que a cada visita me resulta más idónea para ubicarlos, por su disposición alargada, alto escenario y buen sonido que, hasta la fecha, hemos disfrutado en los conciertos en ella ubicados recientemente.
En esta ocasión tocaba chequear la actuación del as de la guitarra TONY MACALPINE. presentando su más reciente trabajo discográfico, “Death of Roses”. Con una sala a la mitad de capacidad, íbamos ocupando posiciones de cara a no perdernos ni un detalle de la actuación del genio, acompañado para la ocasión del gran batería Gergo Borlai y del legendario Stu Hamm al bajo, quien compartiría buena parte del protagonismo junto a MACALPINE, haciendo ambos gala de su camaradería, simpatía y buen humor.
En un ambiente distendido, cercano incluso, el estadounidense desgranó buena parte de su trayectoria con casi veinte temas interpretados en directo, más los pertinentes solos por parte del virtuoso trío, teniendo todos y cada uno de ellos sus momentos de lucimiento para deleite de un público atento.
El inicio vino lastrado por el retraso inicial, así como problemas técnicos que obligaron a que la intro y el inicio del primero de los temas -“Autumn Lords”- tuvieran que sonar dos veces ya que se perdió la potencia que alimentaba el amplificador de TONY. Afortunadamente con “The Stranger” todo se mantendría en su sitio, pudiendo disfrutar del concierto con total normalidad de ahí en adelante.
Hubo momento para el lucimiento a base de blues en el que todos los músicos interpretarían sus solos sobre una sencilla base, así como para una pieza instrumental de Gergo Borlai, denominada “Day by Dey”, en la cual el talentoso batería presenta a una jovencísima bajista tocando increíblemente rápido.
“No Place in Time” les quedó fantástica, sirviendo además para hacer corear al respetable. “Radio Free Albemuth” -tema perteneciente a la discografía en solitario de Hamm- fue el momento funky donde disfrutamos de la depurada técnica slap de la que hace gala Stu.
“Sacred Wonder” y “Time Table” nos devolverían la faceta más rockera y melódica del show, con esos riffs y melodías principales tan marca de la casa.
“Electric Illusionist” me encantó. Caló hondo entre todos los asistentes. Nos quedamos embobados con esa manera de conjugar melodías, armonías, su perfecta base rítmica perfectamente engrasada… ¡Lo mejor de la noche!
Vuelta a lo clásico con “Stream Dream” y ese juego de melodía bajando y subiendo el potenciometro del volumen.
“The Taker” fue todo un regalo para todos aquellos que le siguen desde sus primeros años dentro de la industria discográfica, poniendo el perfecto colofón a una velada de pura música instrumental, donde la melodía y el virtuosismo se dieron la mano como pocas veces antes.
Texto: J. José Jiménez – J_Jose_Jimenez@RafaBasa.com – Twitter.com
Fotos: Alvaro Ochoa
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