+ SOBER+ TREMONTI
+ STRYPER
+ MEGADETH + SCORPIONS
+ KISS + T.N.T – AC/DC TRIBUTE + LUJURIA
SOBER
Lo que pretendían hacer SOBER sobre uno de los escenarios grandes y a una hora respetable, a priori era una locura. Es lo típico que si te sale bien triunfas, pero si te sale mal la cagada puede tener proporciones épicas. Acudieron junto a la Barcelona Rock Orchestra, formada para esta actuación con gente jovencísima, para interpretar los temas de su disco “Paradÿsso” del año 2002 en versión sinfónica. ¿Y por qué este disco y no otro?, ellos consideran que es su mejor trabajo, el que rompió más de una barrera en este país y es además el que mejor se podría adaptar a una orquesta. Y el recién estrenado “La Sinfonia del Paradÿsso” es lo que vinieron a presentar con alguna sorpresa, como fue “Blanca Nieve” de su álbum “Letargo”.
No puedo decir que sonó imponente, el lugar y escenario no daban para tal circunstancia, pero si que sonó bien. Era importante el estar frente al escenario, donde se podía escuchar mejor que en los laterales. Al principio la orquesta solo se escuchaba en las partes más calmadas o cuando las guitarras no estaban en posición de ataque.
Para mí, la que sonó mejor fue “Lejos”, y la más grandilocuente fue “Nuestras Cenizas”. Con el final echaron el resto, y “Paraíso” y el hit “Arrepentido” sonaron tremendas.
La personalidad tan acusada hacen que SOBER sean especiales. Su música cargada de teatralidad se ve aderezada por esa intensidad que le ponen los hermanos Escobedo, tanto a las melodías vocales como a esos cambios de ritmo tan marcados.
Podía ser un despropósito, o un exitazo. Yo creo que fue un acierto, además pude ver a muchísima gente contemplar la actuación, mirando con curiosidad y asombro, como si aquello fuera un auditorio. La ocasión lo merecía.
Texto: Àlex S. Cerro.
Fotos: Alvaro Ochoa
TREMONTI
Sin duda Mark Tremonti es uno de esos músicos que ha conseguido labrarse una excelente reputación dentro de la escena internacional a base de tesón, trabajo y talento.
Para muchos su nombre siempre estará vinculado a CREED, aunque la notoriedad, especialmente en el Viejo Continente, le ha llegado con ALTER BRIDGE, la banda en la que comparte protagonismo con el vocalista Myles Kennedy.
Aunque un servidor había buceado en el material de TREMONTI antes de la cita, debo admitir que me sorprendió la potencia y la voracidad con la banda interpretó los temas en directo, desmarcándose deliberadamente de la vertiente más alternativa de CREED, y de los devaneos más melódicos de ALTER BRIDGE.
Pese a ello, sus composiciones conservan un componente, llamémosle, comercial, logrando que sus estribillos se queden dando vueltas en tu cabeza aunque estén revestidos por los musculosos riffs y la velocidad que marcaron temas como “Radical Change” y “Catching Fire”.
Pero si alguien pensaba que el show se iba a convertir en un monólogo del guitarrista de Detroit no podía estar más equivocado, ya que sus compañeros también rayaron a un fantástico nivel, especialmente su socio a las seis cuerdas Eric Friedman, quien respaldó vocalmente a Mark en temas como “Flying Monkeys”.
Además TREMONTI aprovecharon la ocasión para presentar algunas de las composiciones que formaran parte de su nuevo trabajo “A Dying Machine”, dejando unas fantásticas sensaciones con la iracunda “Bringer Of War” y “Throw Them To The Lions”. Pero sin duda los momentos más vibrantes de su presentación llegaron en la parte final con las envolventes melodías de “Decay”, que fue la escogida para hacer cantar a un entregado público, y “Wish You Well”.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Carlos Oliver
STRYPER
Cales y arenas suelen rodear a la banda de las rayas. Por un lado la voz de Michael Sweet es de las pocas de la vieja guardia que se mantiene casi intacta (“The Way” sonó como un tiro), sus trabajos de reciente creación poseen un nivel altísimo, a la altura de los clásicos. Pero por otro lado en directo, sobretodo en cuanto a duración no han llenado expectativas. Esta vez tenían una hora para darlo todo. Y lo dieron.
Y por hacer la gracieta, puedo asegurar que sonaron como Dios. Y no fueron a lo cómodo y fácil, el propio Sweet ya lo dijo, que tocar viejos temas está bien, pero también lo está presentar nuevas creaciones, intentando explicar el por qué lo hacían y justificando así que el público bajara en cuanto a intensidad de reacciones. Es lícito, la gente quiere escuchar lo de siempre, volver a cazar aquellas emociones de aquellos tiempos pretéritos.
Pero también es lícito que los grupos quieran seguir explicando historias que aún quedan por contar. Además, nadie duda del valor de los últimos trabajos de STRYPER. ¿O es que acaso “Yahweh” no tiene empaque para competir con los viejos himnos? Incluso eché en falta la apoteósica “Symphaty” de su disco “No More Hell To Pay” del año 2013.
Pero quién puede resistirse a un sonido brutal al ritmo de “Calling On You”, “Free”, “More Than A Man” o “Surrender”. Ni Dios puede resistirse joder!! (vaya, otra gracieta). “Soldiers Under Command” echó el resto con un público entregado. Robert Sweet demostró una pegada como no la vi jamás, los coros de Oz impecables, incluso en la parte final de “The Way” cogió la voz solista. El bajista Perry Richardson también cumplía en los coros, y su imagen y actitud encajan a la perfección, gran fichaje!! Que sonido, que entrega, que energía, sino fueran quienes son diría que han hecho un pacto con un señor con cuernos y rabo.
Para mí, sin esperarlo, STRYPER fueron uno de los triunfadores, por actitud, sonido, entrega, pasión y gloria absoluta. Final con la gente en pie (ya se que no había sillas, es un comentario simbólico), absorta y entregada, mientras Robert Sweet repartía cuatro Biblias al personal. Grandes STRYPER, muy grandes!!!!!!
La exhausta actuación de esta grupazo, me hizo pensar que casi todas las bandas que atraen a la gente, que encabezan festivales, y que son capaces de mantener la llama viva en cuanto a convocatoria, son las mismas que lo petaban en los ochenta (con alguna excepción, caso de AVANTASIA o GHOST próximamente… tal vez). ¿No hay relevo? Mejor no pensarlo y vivir el momento, que nadie te lo cuente.
Texto: Àlex S. Cerro.
Fotos: Alvaro Ochoa
MEGADETH
Si la memoria no me falla hacía más de lustro que MEGADETH no pisaban tierras catalanas, con lo que para muchos la presente iba a ser la primera oportunidad de ver en acción junto al incombustible Dave Mustaine al batería Dirk Verbeuren y al guitarrista brasileño Kiki Loureiro.
Tras un periodo de tiempo en el que la banda no ha acabado de convencer en directo, MEGADETH aterrizaban en el Rock Fest para presentar las composiciones de su último trabajo “Dystopia”, aunque sin olvidarse de repasar algunos de sus clásicos. Para ello, el cuarteto se respaldó sobre un cuidado montaje escénico, con una enorme pantalla sobre la que se proyectaron imágenes para ambientar cada uno de los temas.
Dejando a un lado la incertidumbre que suponía el potencial de esta nueva formación para los que todavía no la habían visto, lo cierto es que la principal incógnita giraba en torno al estado de forma de un Mustaine que en los últimos años ha visto mermada su potencia vocal. Pues bien, aunque estuvo lejos de su mejor versión, se esforzó al máximo para sacar los temas, amen de exhibir una fantástica actitud, meneando incansablemente su rizada melena. Eso sí, quizás nos faltó un poco más de cercanía, algún comentario jocoso entre tema y tema… Pero, en cualquier caso, creo que Mustaine y sus acólitos estuvieron a un notable nivel.
Ellos eran los encargados de dar el pistoletazo de salida al sprint final del festival…, ¡y vaya si lo hicieron! Salieron agasajados por la gente y acompañados de su habitual introducción “Princess Of Darkness”, y rápidamente se metieron al personal en el bolsillo con un alarde de velocidad y virtuosismo como es “Hangar 18”, que nos dejaba los primeros duelos entre Mustaine y un Loureiro al que se vio perfectamente integrado.
Tras recibir la cálida acogida de sus incondicionales y cambiar Mustaine de guitarra llegaba el momento de bucear en su material más reciente con “The Threat Is Real”, que fue acompañada por unas violentas animaciones mientras la banda, parapetada sobre una pared de amplificadores, se sumergía de lleno en una intensa sesión de headbanging. Aunque evidentemente Mustaine es el indiscutible líder, Dave Ellefson también quiso tirar de galones y espoleó al público durante los compases iniciales de “The Conjuring”, que con la banda haciendo piña en el centro del escenario se convertía en el primer guiño a su material de los ochenta.
Con un escueto “Buenas Noches”, Mustaine saludó al respetable antes de hacernos mover las cervicales con el rotundo riff de “Sweating Bullets”, que se saldaba con el propio frontman alzando el puño victorioso mientras todos coreábamos el título de la canción. Sin darnos ni un segundo de tregua llegó “She–Wolf”, que mantenía intacta la comunión entre los músicos y unos seguidores que no vacilaron a la hora de ponerse a tararear las melodías que doblaron Mustaine y Loureiro.
Uno de los muchos momentos en los que Loureiro mostró su técnica, amen de que se echó la banda a la espalda, fue a lo largo de un “Tornado Of Souls” que sonó vibrante y hasta épico, acompañado de las imágenes que se proyectaron en las pantallas.
Mucha más suave y melódica les quedó “Trust”, y es que en comparándola con sus predecesoras sonó bastante plana y falta de pegada. Pero MEGADETH no parecían dispuestos a dejar que se les escaparan las riendas del show, de modo que rápidamente recuperaron su faceta thrashera con “Take No Prisioners”, para acto seguido dejar paso al que posiblemente sea el mejor corte de su último redondo, el propio “Dystopia”.
Siempre incisivos y mordaces, MEGADETH no dejaron pasar la ocasión de mostrarnos la hipocresía de nuestros gobernantes en la colección de imágenes que acompañó a “Symphony Of Destruction”. Pero su ataque no se detuvo, y la locura se desató cuando el cuarteto afiló sus colmillos con dos piezas clásicas de su extensa discografía: “My Last Words” y “Peace Sells”, para la que se sumó a la fiesta el quinto MEGADETH: un trajeado Vic Rattlehead que incluso tocó el “air guitar” junto a sus “compañeros” antes de poner el punto y seguido a la velada.
No tardaron mucho en regresar sobre las tablas para rematar la faena por todo lo alto con “Holy Wars… The Punishment Due”. Al final baño de masas para un Mustaine que parecía sinceramente emocionado mientras a través de la pantalla, y bajo el logo clásico de la banda, podíamos leer la palabra “gracias” en diferentes idiomas.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Carlos Oliver
SCORPIONS
Les he visto muchas veces, en su época dorada, en su cúspide comercial, en sus años más oscuros y siempre puedo decir que la banda dio el 100%. Son unos profesionales, cumplen siempre al máximo, y tienen la lección más que aprendida, por algo llevan en esto más de 50 años. Nunca fallan, lo que pasa es que, en mi opinión, a SCORPIONS les lleva faltando actitud y sentimiento en lo que hace. No solo es salir, tocar y cumplir interpretando un repertorio. Pero bueno, no puedo decir que dieran un mal concierto, ni mucho menos. Lo que pasa es que yo esperaba algo más, más emoción entrega, sudor, y sobre todo un set list con otras canciones más cargadas de energía, no siempre las mismas, y sobre todo no tantas baladas, -aunque esto es inevitable en SCORPIONS-, y no tantos pasajes instrumentales. Solo lo digo desde mi humilde opinión.
Y desde esa opinión, me atrevo a afirmar que su concierto fue irregular, mal ordenado y falto de muchas canciones que los fans queríamos disfrutar.
Su tema inicial fue un contundente “Going out with a Bang” de su más reciente álbum “Return to Forever”, la banda gozó de un buen sonido, un montaje de pantallas que ocupaban la trasera de la escena igual que en la anterior gira, y unas proyecciones en HD realmente buenas. Y el grupo estuvo trabajando desde el instante inicial, con Klaus un poco más opaco que otras veces, en contra del resto de un combo que sigue dando la talla al 100%, con Mathias muy bien, Schenker posando como siempre y siendo el centro de atención de los flashes, y un Dee ciclópeo a la batería. Una vez más demostró su categoría, bestial pegada y una técnica abismal. El bajista Paweł Mąciwoda cumplió, como siempre.
Los temas de “Animal Magnetism” “Make it Real” y “The Zoo” fueron los siguientes. Reconozco que el primero me sorprendió y gustó y pensé que elegirían otro formato de concierto, pero no. The Zoo la tocaron demasiado lenta, pero es algo que llevan haciendo desde hace tiempo para que Klaus Meine no sufra en exceso, por ello, tras este clásico, vino el primer tema instrumental “Coast to Coast”, habitual en los shows. Lo que pasa es que pienso que llegó dmasiado pronto y cortó la dinámica de la actuación.
El medley con los viejos hits “Steamrock Fever / Top of the Bill / Speedy’s Coming / Catch your Train” de su primera etapa refrescó un poco y me agradó, aunque noté a Maine un poco impávido. Fue la parte que más me gustó del show.
“We Built this House” con la misma proyección en pantallas de la anterior gira, fue la siguiente, pero llegó otra instrumental, esta vez de nuevo cuño: “Delicate Dance” donde Mathias Jabbs fue el protagonista, Rudolf no tocó inexplicablemente en pro de un técnico llamado Ingo que fue responsable de apoyar a Jabs con su rítmica.
Y llegaron las baladas: “Send me an Angel” y “Wind of Change”. Seguro que los fans menos heavies que fueron a ver a SCORPIONS disfrutaron y orgasmaron, pero bueno. Lo digo con todos mis respetos, me parece ideal que SCORPIONS toquen sus baladas, pero yo preferiría temas más clásicos, pesados y roqueros, la verdad.
A medio gas fue el turno para un “Tease me Please me”, que no me gustó mucho, pero tras él, anuncian la presencia de un invitado muy especial y la imagen de Lemmy apareció en las pantallas. Aprovechando que Phil Campbell estaba allí, se marcaron una descafeinada “Overkill”, donde el único que dio la talla, y de verdad, fue Mikkey Dee, quien se hizo un solo brutal mientras su tarima subía hidráulicamente al son de sus aporreos.
“Blackout” y “Big City Nights” fueron los siguientes. Sonaron correctos, sin más.
“Still Loving You” y “Rock You Like a Hurricane” cerraron un show, bueno, pero falto de garra, actitud y muchos temas que podrían haber tocado, pero a estas alturas esperar ello de SCORPIONS es complicado. Ojala sigan mucho más años tocando, baladas o lo que sea, pero… A mi su actuación me dejó a medias.
Texto: Rafa Basa
Fotos: Alvaro Ochoa
KISS
El mayor espectáculo del Mundo, el Circo del rock N Roll, la banda más grande del Mundo… Eso es KISS, ni más ni menos. Podríamos discutir con una cerveza en la mano mil detalles, pero yo siempre diría o mismo. Eso es KISS.
Como espectáculo fue impresionante, KISS lo dieron todo, mostraron su mejor cara, la de artistas, al fin y al cabo lo que son. Son y en Barcelona fueron una banda para disfrutar de su montaje, de momentos, de las explosiones, la pirotecnia, el carisma de Gene y Paul, y sobre todo para disfrutar de sus canciones.
Eso sí…Si en KISS buscas a cuatro musicazos, a cuatro “tocones”, a un cantante de gran voz, a un vocalista que afine al milímetro, te decepcionarás, el show te habrá parecido cojo, insolvente…
Sobre KISS existen esas dos opiniones… Seguro que hubo a quien le pareció grandioso lo de ROCK FEST, y a quien le pareció una tomadura de pelo, pero amigos…KISS siempre fueron así. Es claro que hace 20 años y más, Paul afinaba más y cantaba mucho mejor, pero en 2018, canta como canta, desafinado y con voz insuficiente para dar la talla como el vocalista que fue y dejó de ser, ya no es el que nos maravilló en aquellos discos en estudio, o en la gira de “Crazy Nights” o “Animalize que yo tuve la suerte de ver y disfrutar.
De cualquiera de las formas a mi es show, como show , me gustó muchísimo, sin entrar en detalles de los desafines de Stanley y el bajo nivel instrumental de la banda, dejando aparte a un Eric Singer que es el mejor músico, con diferencia del cuarteto. Pero si voy a decir algo: KISS son una banda honesta. Podrían lanzar la voz de Paul y coros en Play-back y nadie, o casi nadie se daría cuenta, y todo el mundo diría: “Que bien ha cantado Paul Stanley!!!” Que cosas…
Vamos con la fiesta… Arrancó con el mega montaje, luces por doquier, logo gigante luminoso y logos por todos lados más y con los tres súperheroes bajando de una plataforma central, mientras “Deuce” era la primera pieza del show. El espectáculo empezó gigante, y siguió con “Shout It Out Loud” que puso al público a 1000 por hora.
Paul con sus diálogos largos y típicos de los shows americanos que lleva haciendo la banda desde hace años, se dirigió al público y recordó lo que supone un tema como “I Was Made for Loving You” para KISS y todo el mundo le secundó, bailando y cantando. La diversión se apoderó de ROCK FEST BARCELONA. Paul cantó mal, “gallineó”, pero todos los fans estaban felices.
“I Love It Loud” marcó el momento Simmons, mientras Eric Singer le pegaba duro a su batería. Gene dejó claro que el líder es Paul, pero que él no es menos líder que su compañero. Es más, aunque su sonido de bajo no estuvo en su plano ideal a lo largo del concierto, Simmons cantó afinado y con su típica y grabe voz.
“Firehouse” resultó una buena sorpresa, con las sirenas girando y sonando con luces azules y un Gene “escupe fuego” que se erigió como protagonista, junto a un Thayer que estuvo correcto todo el tema y el show, sin más
Hablando de Tommy Thayer, llego “su momento” en “Shock Me” con solo de guitarra incluido, disparando pirotecnia desde el mástil de su hacha. Tocar no tocó mucho, pero espactácular si fue…
Otro “temazo” llegó: “Love Gun” donde Paul volvió a dar prueba de su maltrecha voz… Fuego explosiones… Y “Lick It Up” con éxtasis total del público.
Y llegó el solo “de toda la vida” de Gene Simmons… Luces sombrías en su cara, sangre, un par de golpes de bajo, y Gene que es arrastrado a las alturas para beneplácito de nuestros ojos. Sube baja, plataforma hidráulica arriba, abajo, y Simmons a lo suyo. De pronto “God of Thunder” suena que es seguido dos canciones de las llamadas “sorpresa”: “Flaming Youth” y “Say Yeah”, esta última del álbum “Sonic Boom” de 2009.
“War Machine” del disco “Creatures of the Night” fue otra delicia que yo agradecí especialmente.
Y llegó el momento en el que Stanley se sube a la tirolina central y viaja por los aires hasta un mini escenario montado para la ocasión encima del control de sonido. Los cañones de luces le iluminan, las miradas del público se dirigen hasta el , y Paul interpreta “Psycho Circus” al que sigue unido el himno “Rock and Roll” All Night”, como súper fiesta alucinante, con confeti, explosiones, más explosiones, y el público en pleno orgasmo.
“Cold Gin” es el primer bis, con Simmons cantando muy bien, luego llego “Detroit Rock City”, con la banda ex plenitud, el sonido atronador, y las plataformas subiendo y bajando. Bestialfue poco!
Y el show lo cerraron, curiosamente, con el tema que Eric Singer canta mientras le pega a sus tambores: “Black Diamond”. Sinceramente, me gustó.
KISS…Sin más…
Texto: Rafa Basa
Fotos: Carlos Oliver
T.N.T. – AC/DC TRIBUTE
Aunque la gran mayoría de los asistentes optó por irse a casa con una sonrisa dibujada en el rostro tras el fastuoso espectáculo que acababan de ofrecer Kiss, aún quedaba un último asalto para finiquitar definitivamente las actuaciones en los dos escenarios principales: la de los franceses T.N.T., quienes repasaron para deleite de los que decidieron alargar la fiesta algunos de los clásicos indispensables de la banda de los hermanos Young.
Evidentemente, no faltaron el uniforme de colegial de Angus, ni la sempiterna gorra de Jhonson, pero tampoco los cañones, ni un emotivo homenaje a Malcolm, en un final de fiesta que a punto estuvo de verse truncado por el aparatoso accidente escénico de su vocalista Pierrot , y que definitivamente quedó tan sólo en un susto.
En definitiva, que mejor que cerrar la acción en los escenarios principales que con una audiencia entregada coreando con lo poco que aún le quedaba de voz himnos del calibre de “Back In Black”, “Shoot To Thrill”, “Thunderstruck” o el inmortal “Highway To Hell”.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Carlos Oliver (www.facebook.com/Carlos.Oliver.Music.Photography)
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
LUJURIA
Era tarde y el cansancio estaba acumulado ya, pero me apetecía ver a LUJURIA y allí me dirigí con Estrella y Alfonso quien estuvo un rato y también disfrutó del show de T.N.T..
La banda de Óscar Sancho lo dio todo y más encima del escenario, además gozaron del apoyo del público, que a esta hora se dividía entre dos escenarios.
Desde que les vi en Madrid, la banda se sigue manteniendo en un estado similar, suenan poderosos y Óscar sigue siendo el mismo Óscar de siempre, acompañado por una banda solvente y equilibrada. Vi al guitarrista Chepas menos revoltoso, más estático, pero bien. Para que me entendáis, le vi metido menos en el papel “A lo Keith Richards” que siempre ha poseído.
Por lo demás, todo genial. “Carne de Cañón” fue el pistoletazo de salida, con Óscar en plan Dee Snider, dominando la escena, como de costumbre. Hay cosas que no cambian, y me alegra que el frontman siga con esa actitud innata que trasmite encima del escenario.
Temas como “Mozart y Salieri”, “Estrella del Porno”, -que Óscar volvió a presentar diciendo que debería haber sido su verdadera profesión-, el impresionante “Corazón de Heavy Metal” y el matador “Joda a Quien Joda” fueron lo más destacado de un actuación que me gustó mucho.
Óscar invitó a Gaby Alegret, veterano cantante de LOS SALVAJES para tocar “Duro y Potente” de BANZAI, recordando a José Antonio Manzano. La versión fue emocionante.
Los volveré a ver en breve. ¡Buen concierto en ROCK FEST BARCELONA!
Rafa Basa
Megadeth me gusto mucho, Scorpions me llego aburrir con tanta balada, con KISS buen espectaculo, musicalmente no es mucho de mi gusto pero bien, buen festival, yo al menos no tuve problemas con el acceso ( y llevaba a mi hija en el carro) , ni para pillar cerve (fria que es de agradecer) y en general el sonido en la mayoria de grupos bastante bien, intentaremos repetir.