DARK FUNERAL + TYGERS OF PAN TANG + LACUNA COIL
+ ROSS THE BOSS + WOLFHEART + AXEL RUDI PELL + DEBLER
+ VIXEN + MAGO DE OZ
Jueves 5, Viernes 6 y Sábado 7 de Julio – Parc de Can Zam – Santa Coloma de Gramenet – Barcelona
DARK FUNERAL
He de admitir que era de los que pensaba que DARK FUNERAL no eran la mejor opción para abrir esta segunda jornada del festival. Pero después de presenciar el ceremonial metálico que nos ofrecieron Lord Ahriman y sus secuaces no puedo más que retractarme.
Tomaron el escenario a las 14:25 horas y bajo un sol de justicia, ataviados con sus clásicos ropajes y sus pinturas de guerra para rápidamente ponerse manos a la obra e intentar transmitir toda su oscura maldad con temas como “Unchain My Soul”.
Pese a que los suecos empezaron un tanto fríos, e incluso desorientados, poco a poco se fueron entonando. Así que durante los crujientes desarrollos de “The Arrival Of Satan´s Empire”, pudimos ver los primeros paseos de un Heljarmadr que se fue animando a medida que avanzaba el show, permitiéndose incluso alguna incursión en la pasarela que se adentraba en el público durante las partes instrumentales del envolvente “As I Descend” y “Open The Gates”.
Evidentemente, no faltó alguna maldición al sol que castigaba inmisericordemente nuestras cabezas. Y quizás por ello el Astro Rey nos dio un pequeño respiro durante la segunda mitad del show. Y eso se notó en la entrega de una audiencia que reaccionó con mayor entusiasmo ante la trepidante embestida que supuso “Nail The To The Cross”.
Otro detalle que me gustó especialmente fue la teatralidad que Haljarmadr imprimió al show, y que quedó patente cuando en el tramo final, durante “Where Shadows Forever Reign”, se dispuso a empuñar una bandera con el logo de la banda mirando desafiante a un sol que amenazaba con volver a brillar en todo su esplendor.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Alvaro Ochoa
TYGERS OF PAN TANG
No hay discusión alguna sobre que TYGERS OF PAN TANG fueron una de las bandas más maltratadas de la NWOBHM. Cuando el fenómeno explotó, las compañías querían por un lado a los nuevos MAIDEN o por otro a los nuevos LEPPARD, y TYGERS se quedaron ahí en medio con tres discos antológicos como “Wild Cat”, “Spellbound” o “Crazy Nights”. La marcha de John Sykes fue un mal mayor, y ya con “The Cage”, pese a que lo considero un buen trabajo, la banda perdió fuelle.
El horario asignado para una banda tan mítica no hace justicia a su trabajo ni a su constancia, pero no es menos cierto que esta formación poco tiene que ver con aquellos gloriosos principios de los ochenta, solo la guitarra de Robb Weir se mantiene de la formación original (ojo, grabó los primeros discos míticos y luego hasta 1999 no se volvió a enganchar) y el italiano Jacopo Meille, defiende los temas con una dignidad fuera de toda duda, tanto los propios como los de la época de John Deverill.
El concierto, para empezar, lo que yo pude observar es que fue la única banda hasta ese momento que gozó de buen sonido en la carpa. Robb Weir era el maestro de ceremonias, se le veía motivado, feliz y con una fuerza que empujaba al resto del grupo. Alternaron temas de sus tres primeros discos, como “Euthanasia” (el que abría su opera prima “Wild Cat” y que dedicaron a Argentina, no acabo de entender muy bien el por qué), “Spellbound” poniendo la sala puños arriba, y de su etapa más reciente, de su disco “Ambush” descargaron una más que aceptable “Keeping Me Alive”.
Siguen sonando a NWOBHM, la esencia está ahí, no en vano Weir dejó el grupo en 1983 antes de la edición de “The Wreck-Age”, cuando la banda se iba por derroteros más mainstream. Razón de más para que ahora, en la actualidad, poder perpetuar un estilo que en cierta medida ayudaron a crear. A pesar de la juventud de sus músicos, la banda no suena a revival, por un lado puede que no tenga la efervescencia de la era de Sykes, pero se les ve maduros y cohesionados. Weir y compañía supieron conectar con un público numeroso, que presenciaron un concierto de esos que se catalogan como clásicos, elegantes, sin artificios, con conexión con el público, sin solos ni discursos, simplemente rocanrol. Aún así, es una pena que con tanta carrera detrás, tuvieran que tirar de versión de ZZ Top (“Tush”). Clásicos!!
Texto: Àlex S. Cerro.
Fotos: Carlos Oliver
LACUNA COIL
La formación que capitanean Cristina Scabbia y Andrea Ferro se ha convertido en unos habituales de nuestros escenarios. Los italianos no eran novatos en el ROCK FEST, ya que dejaron unas magníficas sensaciones en su visita de la primera edición. Lamentablemente, en esta ocasión, los milaneses no estuvieron tan inspirados. Desde su última reestructuración y la posterior edición de “Delirium”, resulta evidente que Cristina se ha erigido como el motor de la banda, asumiendo todo el protagonismo para relegar a Andrea al papel de animador del público.
Como suele suceder habitualmente en sus descargas los más jóvenes fueron quienes coparon las primeras filas, dispuestos a no perderse ni el más mínimo detalle. Así que la banda bien respalda por sus incondicionales no tuvo ningún problema para firmar un prometedor arranque con “Our Truth” y “Kill The Light”, que era la elegida por la “vampiresa” Scabbia para ponernos por primera vez a saltar.
Evidentemente no se dejaron en el tintero algún guiño a su último trabajo publicado en 2016, dando buena cuenta de los aplastantes estribillos de “Blood, Tears, Dust”, que está llamada a convertirse en un nuevo clásico; y de las oscuras ambientaciones del inquietante “Delirium”.
Me sorprendió que a medida que fue avanzando el show la banda pareció venirse abajo, con lo que temas como “Die & Rise”, “End Of Time” y “The House Of Shame”, acabaron sonando lineales y faltos de pegada. Pero sin duda lo más sorpresivo fue ver como ambos vocalistas invitaron a cantar a un público inminentemente metalero el estribillo del clásico de Depeche Mode “Enjoy The Silence” , algo que en sus conciertos puede funcionar, pero que no parece lo más adecuado para un público como el del ROCK FEST.
En cualquier caso, los italianos intentaron hacernos más llevadero el soporífero calor de primera hora de la tarde. Aunque, personalmente, creo que en esta ocasión no estuvieron muy acertados.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Carlos Oliver
ROSS THE BOSS
Ross no puede huir de su pasado. Por mucha carrera que haga con THE DICTATORS y con proyectos de diversa índole la cabra tira al monte. Y esos proyectos poco a poco se han ido pareciendo cada vez más a MANOWAR. Tanto que a día de hoy no nos explicamos por qué este hombre no está con MANOWAR, no solo por el rollito remember, sino porque ha demostrado que es un compositor de himnos contrastado. Su último disco “By Blood Sworn” posee unos cuantos, que nadie lo dude. Pero lo que tampoco nadie duda es que el pasado es demasiado Heavy como para obviarlo. Es por ello que el repertorio estuvo basado en el pasado ochentero de MANOWAR, y ey, que nadie se engañe, sino hubiera sido así nos habríamos enfurruñado. Y joder como sonaron.
Un repertorio que empieza con “Blood Of The Kings” no puede ser malo. La carne en el asador ya estaba ardiendo cuando solo estaba recién puesta. “Death Tone”, “The Oath”, “Sign Of The Hammer” dejaron a las claras que esto iba en serio. La gente se agolpaba asombrada al comprobar con sus propias orejas el nivel de esta formación.
De su último trabajo publicado como ROSS THE BOSS, pudimos escuchar “This Is Vengeance” y “Fistfull Of Hate”. A ver, no hay quién aguante semejante repertorio basado en su carrera ochentera, y esta concesión servía de excusa para que nadie pudiera suponer que estábamos ante una banda tributo. Pero que tributo!!??, si el que estaba ahí era Ross.
Ojo, que viene el momento épico, “Kill With Power” y “Blood Of My Enemies” nos hicieron sacar las espadas, y ya con “Fighting The World” la gente echó el resto coreando aquello de “Fight!!!!” como si no hubiera que madrugar. Para casi acabar “Battle Hyms”, y notó que algo pasa, no sé el qué, pero algo sube o baja hacía mi cabeza. Así que me enfundo las gafas de sol, por que a estas alturas no me ve llorar ni mi madre; la emoción cubre la tarde. “Hail And Kill” puso el broche, y ojo Ross, si me permites, ese solo debes practicarlo algo más.
Pocos se esperaban el poder ver a esta versión de MANOWAR, con un cantante totalmente poseído (Marc Lopes, la madre que lo parió, qué portento, qué fuerza, qué entrega, qué agudos y qué actitud), una baterista cumplidor y poderoso como lo fue el malogrado Columbus, y un bajista que se deja de chanzas y va al grano, más bajista que rítmica, y un Ross que como dijimos, no puede obviar su pasado. Eso sí, el paso que ha dado es peligroso, porque su carrera con su banda puede quedar más que mermada. Es Ross The Boss, es el puto jefe, y tiene la esencia de MANOWAR.
Para acabar, siento decirlo, y os aseguro que yo no estoy bajo ningún tipo de sospecha, pero a día de hoy, esta versión de MANOWAR del Jefe, está muy por encima de la de Adams y DeMaio.
Texto: Àlex S. Cerro.
Fotos: Alvaro Ochoa
WOLFHEART
Seguramente cuando WOLFHEART llegaron a Santa Coloma debieron pensar que, por fin, habían llegado al infierno. Acostumbrados a plasmar en sus obras la magia de los oscuros parajes nórdicos parecía que esta tarde les iba a costar ambientarse. Pero lo cierto es que desde que Tuomas Saukkonen y Lauri Silvonen aparecieron en escena y se pusieron manos a la obra supieron captar la atención de unos seguidores que se fueron animando a medida que avanzaba el show.
Sonaron oscuros, a veces melancólicos, pero siempre rotundos y muy compactos. Mezclando a la perfección esa base sólida y agresiva con sus habituales desarrollos melódicos para conseguir que temas como “The Hunt” y “Zero Tolerance”, acabaran obteniendo una notable acogida.
Además también tuvieron ocasión de mostrarnos su faceta más visceral y épica, dando buena cuenta de las tormentosas ambientaciones que marcaron piezas como “Boneyard”, la imprescindible “Ghost Of Karelia”, que se acabó convirtiendo en uno de los puntos culminantes de la tarde, y “Routa Pt.2”.
Texto: Alfonso Díaz
Fotos: Carlos Oliver
AXEL RUDI PELL
Calor y más calor, y potencia, maestría, clase y energía sobre el escenario. El guitarrista Alemán desprende mucha gallardía, el Blackmore rubio alemán se conserva muy bien, y su veteranía y solera reinaron durante su esperada, por muchos, actuación en ROCK FEST BARCELONA.
Lo que pasa es que lo de su cantante Johnny Gioeli de HARDLINE es de otra galaxia. Parece la banda del vocalista, porque de principio a fin llevó las riendas y se hizo con el público, la banda y la escena. Gioeli es pura energía, canta de maravilla y de eso se aprovecha un Pell que se siente feliz de tenerlo en sus filas, ya que con él, puede dormir tranquilo, muy tranquilo.
Por ello, el grupo dio un concierto excelente, donde brillaron el mítico batería Bobby Rondinelli (ex- RAINBOW, BLACK SABBATH, QUIET RIOT, etc) el bajista Volker Krawczak, que lleva en la banda muchos años y el propio Axel, quien dominó en los solos y demostró su enorme carisma.
Iniciaron con dos temas nuevos “The Wild and the Young”, certero y poderoso y “Wildest Dreams”, de su reciente entrega “Knight’s Call” con gran trabajo de teclados, y un aire muy setentero que curiosamente me recordó a URIAH HEEP, quienes también tocaban en el festival.
Prosiguieron con otras dos canciones nuevas, “Long Live Rock”, que me recordó a temas como “Strong As A Rock” o “Rock The Nation” y “Tower of Babylon”.
Gioeli estaba cantando de maravilla cuando llegó el turno para temas como “Mystica”, tras la cual Bobby Rondinelli se hizo su solo, que estuvo bien, pero en un show corto la verdad es que sobró en mi opinión.
Por fin la banda recordó añejos hits como “The Line” y “The Masquerade Ball”, entre la que sonó “Casbah”.
“Rock the Nation” cerró un show que estuvo bien, gracias a Gioeli, pero que no dejó la mejor de las impresiones.
Texto: Rafa Basa
Fotos: Alvaro Ochoa
DÈBLER
La joven banda madrileña, tras debutar en México y realizar muchos shows en vivo este año, se presentaron en ROCK FEST BARCELONA ante una nutrida legión de incondicionales. Lo de los fans de este grupo es de premio nobel. Allá donde tocan, hay público que se recorre media España para verlos, y eso es impresionante. Muchos de ellos se hicieron notar y escuchar esta tarde de la ROCK TENT.
El sonido fue nítido, pero le faltó ecualización y espectacularidad, pero a pesar de ello, la banda salió vencedora. Ruben Kielsen fue una vez más el protagonista, junto a un joven grupo que suma y suma enteros escénicos y musicales poco a poco.
Toda la banda, -vestida con sus ya famosos trajes-, estuvo destacada, los hermanos Álex y Sergio García estuvieron geniales, Nelson, como siempre motivadísimo a la batería, y el simpático Dani no paró de bailar con su arco luminoso y tocar con nivel su violín. Son una piña, se llevan genial entre ellos, y sus canciones como “Mar de Lágrimas”, “Nadie nos va a Parar” o “Sentencia Final”.
Como ya dije en mi resumen, el joven quinteto no son “los niños de Txus”. Si había alguna duda de su valía y méritos propios esta actuación fue una de las muchas donde DÈBLER demostraron lo que son y lo que apuntan… Muy arriba.
Texto: Rafa Basa
Fotos: Carlos Oliver
VIXEN
Voy a contar una pequeña historia de abuelo cebolleta, sino te interesa pasa al siguiente punto y aparte que ahí es donde empiezo a hablar de estas muchachas y su actuación. Corría el año 1988 u 1989 que igual da, y yo era un jovencito que todavía no tenía definidos ni los pelillos del bigote, cuando llegó a mis manos una cinta de un compañero del recién estrenado instituto. En esa cinta TDK estaba grabada en su cara A el primer trabajo de VIXEN.
Fue el primer puñetazo que el Heavy Metal o Hard Rock me metió. Pasó un tiempo hasta que descubrí que era un grupo de chicas, tontaco yo. La música no es solo música, también son recuerdos y situaciones vividas cuando la escuchas. Algunas canciones o discos te devuelven a esas épocas o momentos, a esas vivencias, y eso da un valor añadido a la música que la hace tan personal e intransferible para los demás. Por eso para mí VIXEN son algo especial, y su primer disco me parece perfecto, me retrotrae a tiempos pretéritos, y aunque “Rev It Up” goza de una mayor aclamo, para mí ese primer disco está muy por encima.
Dicho esto, decir que el concierto de VIXEN fue desconcertante, a un paso de decepcionante. Empezaron con problemas, ya que la guitarra de Brit Lightning se apagó en el segundo tema, “How Mucho Love” y le costó encontrar el enchufe o el botón adecuados (problemas técnicos para los más entendidos). La bajista Share salvó el percance con maestría tapando y disimulando esos silencios incómodos. Al repertorio, poca explicación le veo. Con una hora, ante una expectación que superó lo previsible, con dos discos como “Vixen” y “Rev It Up” que son dos joyas… se dedicaron a enredar y alargar sin sentido.
“I Want You To Rock Me” contó con demasiada intro, y a la postre intercalan en medio del tema el “Perfect Strangers” de DEEP PURPLE. No contentas con eso, acto seguido Janet abandona el escenario dejando el protagonismo para Sharen, que canta un “I Don’t Need No Doctor” (versión de Ray Charles popularizada para la parroquia metalera en el “Inside The Electric Circus de W.A.S.P.), y no solo eso, sino que la alargan buscando una evitable participación de la concurrencia. En este punto, el concierto se vino abajo.
Mirando alrededor, había momentos en que vi más gente charlando que mirando a VIXEN, tuve la sensación de que el grupo había desaprovechado una oportunidad, jugaban en casa con un público que respondió, pero ellas no es que no estuvieran a la altura, es que no supieron mantener la tensión de un concierto. Y eso se le puede permitir a una banda nueva, pero VIXEN no lo son. En una hora no puedes tocar dos versiones, (la de “Crying” no la cuento como versión) ni alargar temas. Ni siquiera el final de órdago con “Love Made Me”, “Streets In Paradise” y “Edge Of A Broken Heart” pudieron salvar los muebles.
La actitud de la banda, fenomenal, Janet fue entrando en el concierto poco a poco, y a nivel vocal estaba en buen momento, pero tanto parón y versión hicieron de su actuación algo con poca consistencia.
Texto: Àlex S. Cerro.
Fotos: Alvaro Ochoa
MÄGO DE OZ
MÄGO DE OZ festejaron en ROCK FEST BARCELONA su 30 Aniversario, tras una gira larguísima y llena de éxitos y record de asistencia en Latino América, aparte de los inconvenientes ya conocidos de Bolivia.
MÄGO tenían la espina clavada de hace dos años cuando tocaron en el festival donde sonaron realmente mal, pero la espina se la quitaron nada más salir a escena, tras una nueva y corta introducción con el grito pregrabado de “Viva el Vino”. Al principio el sonido se fue ajustando, el bombo de Txus sonaba demasiado ensordecedor y la voz de Zeta estaba un poco escondida, pero rápidamente el asunto se arregló y el grupo sonó bastante bien hasta el final.
Su actuación estuvo basada en una nutrida colección de Grandes Éxitos, donde todo el grupo dio equivalente talla, desde Txus, -que como ya dije en el resumen toca cada vez mejor-, pasando por el gran músico Javier Díez, la labor incuestionable a los coros, y voz solista en algún tramo, de Patricia Tapia, y terminando en un Zeta que cantó muy bien, y demostró que posee mucha más alma y soltura escénica. El resto, estuvieron muy bien: Carlitos y sus solos clásicos y acordes rotundos, Frank y sus poses y rítmicas, Moha “a la sonrisa” y violín, JoseMa a los vientos y coros, y Fernando Mainer, impecable y rey de la simpatía. Estos MÄGO viven un momento mágico, y esta actuación para ellos fue muy importante, dentro de una gira de 30 años que va a recorrer nuestro país aparte de su concierto más esperado en España: Diabulus en Opera en Madrid, el viernes 26 de octubre en el Wizink Center.
Iniciaron con “Maritormes”, como todo el tour 30 Aniversario. Los mejores instantes fueron marcados por “Molinos de Viento”, “Alma”, donde Zeta lo bordó, “Diabulus in Música”, que sigue siendo de mis temas favoritos de MÄGO, “Gaia” con la colaboración de Rubén, cantante de DÈBLER y el festivo “Fiesta Pagana”, que fue el más cantado de todos, certificaron un gran show de los de Txus DiFellatio. Lo de Patricia Tapia cantado “A capella” un trozo de “O mio Caro & Nessun Dorma” fue impresionante. Lo demás fue un claro éxito entre fuegos, confetis, y una banda imparable. Los que no les gusta MÄGO gozaron de un gran show de KATAKLYSM, que yo solo pude ver en parte.
Texto: Rafa Basa
Fotos: Alvaro Ochoa