Estuvimos en la inauguración de la nueva Sala We Rock en Madrid
El pasado viernes reabría sus puertas la madrileña discoteca We Rock. Han pasado algo más de dos años desde el cierre de la primera versión de la sala ubicada en pleno centro de Madrid muy próxima a la Plaza de Callao, y ahora, casi por sorpresa y anunciándolo con muy poca anticipación nos encontramos con este nuevo local situado en pleno barrio de Chamberí, concretamente en el número 8 de la calle José Abascal, ocupando el espacio que hasta fin del mes pasado conocíamos como Rock Ola.
Un local que mantiene el espíritu y filosofía de su predecesor, de hecho además de mantener su nombre, continúa estando dirigido por el mismo equipo, y gracias a su esfuerzo y dedicación podemos disfrutar de una nueva oferta de ocio para los amantes del hard rock y el heavy metal.
Así que, allí nos dirigimos previo paso por los bajos de Argüelles, un camino muy cómodo de apenas cuarto de hora que me da la sensación que a partir de ahora va a ser recorrido por muchos rockeros de la capital. Un dato este que quizá pueda parecer menor pero que creo que es punto a favor de la nueva ubicación de We Rock, además de la cercanía de las estaciones de metro de Canal y Alonso Cano. Para ir en coche está un poco mejor que en Callao, pero tampoco es que sea demasiado fácil aparcar en esa zona. Lo mejor transporte público.
Llegamos a la puerta, pasamos y lo primero que nos encontramos es una enorme campana con el logo de AC/DC, ya sabíamos cómo les gusta a los responsables de la sala cuidar los detalles y decoración, tanto en su anterior localización como en esta nueva. Por supuesto las referencias a los grandes del género están presentes en forma de enormes fotos o de figuras, desde ALICE COOPER, a MOTORHEAD, pasando por DORO.
Dada la precipitación de la apertura con apenas una semana para prepararlo todo creo que todavía nos encontraremos con alguna sorpresa más en fechas sucesivas. De hecho durante el mes de agosto aprovecharán para dar los últimos toques aunque el viernes prácticamente ya estaba a pleno rendimiento, salvo por una inoportuna avería del aire acondicionado que hizo que pasáramos mucho calor por momentos, y eso que la sala no estaba completamente llena.
Salvando este inconveniente, decir que la distribución de la sala, una vez bajadas las escaleras, es bastante amplia y diáfana, aunque con una gran columna en medio que sirve para separar un poco los espacios y para dejar los vasos de las consumiciones. La disposición en L también hace que se creen pequeños espacios para lograr más intimidad, dentro de lo cabe.
La barra es de lo que más me llamó la atención, amplia y bien atendida, ocupando todo el lateral izquierdo según se entra, con el pincha al fondo. Las camareras tan amables y atentas como de costumbre, y los precios de las consumiciones por lo que recuerdo bastante similares a las de la antigua We Rock, precios normales de discoteca que cierra a las 6 de la mañana, un poco cara la cerveza para mi gusto.
La otra parte la sala, girando a la derecha es completamente diáfana, algo más pequeña, y con un pequeño escenario al fondo en el que después del verano empezarán a realizarse actuaciones en directo. Quizá la mayor pega para los eventos sea que el techo es un poco bajo y no sabemos cómo sonará. La música pinchada el pasado viernes sonó bastante bien, alta, pero sin impedir la conversación, no hacía falta gritar para entenderse.
A la hora de moverse se podía hacer sin demasiado problema, no hay una pista propiamente dicha, y la gente puede bailar y hacer el air guitar en cualquier parte de la discoteca, de hecho hubo un grupo de actores caracterizados de manera terrorífica haciendo una performance mezclándose entre los asistentes sin resultar molestos. La música basada en clásicos del hard y el heavy, con alguna concesión actual y a otros géneros más extremos.
Poco más que añadir, desear que esta versión 2.0 de We Rock obtenga al menos el mismo éxito que la primera y que la gente se anime a visitarla para poder juzgar. A mí me gusta más que la anterior, tanto su ubicación como su distribución, aunque quizá la zona no sea la más rockera de Madrid, pero tampoco pasa nada porque tengamos locales en condiciones en barrios más pudientes, nunca he entendido esa tendencia a identificar lo rockero y más lo heavy con la marginalidad, con garitos cutres y mal situados, este desde luego rompe con estos conceptos.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Álvaro Carlier
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
Espero que tengan suerte. Siempre se agradecen garitos así. Y la van a necesitar, porque la verdad es que de unos años a esta parte… De hecho en los últimos tiempos de la We Rock original siempre estaba vacía. Al menos cuando yo iba. Y no sería porque no estaba en buen sitio, o porque el local no molara. En fin, eso, que suerte. Y menuda nostalgia de cuando la Excálibur, el Star Legend o Arguelles estaban siempre a reventar. Igualito que ahora…
Los negocios especificos para un público como casi todo tienen su momento y es posible que se haya pasado el momento de los garitos heavys pero ojalá que vuelvan ahora que estamos a tope de festivales y conciertos grandes podría ser un buen momento y máxime cuando se hacen las cosas bien, tiene muy buena pinta, así que mucha suerte!!
La sala no esta mal pero molaba mucho mas la anterior.
Esta esta retirada de todo,se tarda mas de 15 minutos andando desde Arguelles.
Es mas un local alargado diafano estilo el rey lagarto,no tiene sillones como el anterior ni una zona elevada alrededor de la pista porque no hay pista
Espero que tengan suerte aunque estaria mejor en un local mas centrico