+ DOUBLE CRUSH SYNDROME
Sábado 26 de Mayo de 2018 – Sala Salamandara – L’Hospitalet Barcelona
Prometedora noche de puro Rock ‘n’ Roll la que nos esperaba por delante en tierras catalanas de la mano de una de las bandas clásicas del género, los americanos SKID ROW con ZP Theart (ex- POWER QUEST, ex- DRAGONFORCE) como nuevo vocalista, y toda una sorpresa en la escena, los alemanes DOUBLE CRUSH SYNDROME como trio absolutamente demoledor encima de un escenario, como confirmarían tras su actuación. No era fácil competir con la final de la Champions, más en un país como el nuestro y con un equipo español como protagonista, pero Barcelona no falló y registró una entrada más que notable que se vio gratamente recompensada con la descarga eléctrica que se avecinaba.
Los primeros en repartir caña fueron unos desconocidos DOUBLE CRUSH SYNDROME que venían a presentar su álbum debut, “Die for Rock n’ Roll”. Potente y directo Rock, que aglutina la rebeldía del Punk y la fuerza del Heavy, con un Andy Brings (ex- SODOM, ex- POWERGOD) al frente, haciendo gala de su locura desatada y su continua búsqueda de complicidad con un público que no tardaría demasiado en entrar en calor.
El ritmo marcado por la batería de Julian Fisher marcaría el pistoletazo de salida a ritmo de “She’s a Pistol”, a la que le seguiría sin apenas un segundo de concesión “Yeah! Pain!”. Riffs de guitarra con mucho rasgueo y espíritu Punk no exento de melodías vocales más Pop, de pegadizos estribillos para cantar y corear sin excesivos problemas en directo. Sin moverse demasiado de esa línea nos encontramos ante “On Top of Mount Whatevererst”.
Pisarían el acelerador con “Blood on My Shirt”, con Andy gozando de la fiesta sobre las tablas y mostrando orgulloso su tatuaje de “Youth Gone Wild”. Las melodías pegadizas se apoderarían del sonido de los altavoces con la imponente base rítmica marcada por Julian en compañía de un activo Slick Prolidol al bajo. Con “Die for Rock N’ Roll” se meterían a los asistentes definitivamente en el bolsillo y es que tablas y experiencia les sobra a estos músicos, despidiéndose del respetable con “Gimme Everything”, con la que dieron el resto con su vocalista mezclándose entre la multitud. Toda una grata sorpresa, así que habrá que estar bien atentos.
Y con una puntualidad británica saltarían a escena los protagonistas de la noche, SKID ROW, que arrancarían el show con un caballo ganador como “Slave to the Grind”, a la que le seguiría otro clásico como “Sweet Little Sister”. No es casual que prácticamente la totalidad de su repertorio se base en sus dos primeras obras, y es que cada uno de los cortes funciona como un auténtico cañonazo en vivo. Y ellos lo saben mejor que nadie. Así harían las delicias de los suyos con “Piece of Me” con Rachel Bolan tan omnipresente como siempre al bajo y coros, y con el debutante ZP mostrando músculo vocal en “Livin’ on a Chain Gang”.
Las guitarras de Scotti Hill y Dave Sabo seguían ejecutando afilado metal con mucho groove en “Big Guns”, coreada y celebrada por los fieles seguidores que se agolpaban en las primeras filas. El inconfundible inicio de “18 and Life” provocó un brote de móviles al aire y emocionados rostros, testigos de uno de los grandes himnos de la historia del Rock ‘n’ Roll, y no era para menos. Un servidor es la primera vez que disfrutaba de los de New Jersey y os puedo asegurar que la banda estaba aprobando con gran nota. Volveríamos a bailar al son de “Makin’ a Mess” y “Rattlesnake Shake”, dos grandes representantes de un álbum que está ya cerca de cumplir tres décadas.
ZP dejaría el protagonismo al micrófono a Rachel en el cover de RAMONES “Psycho Therapy”, directa, divertida y tremendamente enérgica, como antesala de la calma intensamente emotiva de “Quicksand Jesus”. Tremendo tema. Sería el turno de volver a mover el esqueleto y levantar el puño al ritmo de “Monkey Business”, que la banda extendió considerablemente a causa de la guitar jam que se marcaron Scotti y Dave, siempre bien escudados por el bajo y batería de Rachel y Rob Hammersmith, respectivamente. Y así llegaríamos al inevitable bis de los estadounidenses. Satisfechos y exhaustos, pero con ganas de más caña.
Y a su vuelta no decepcionaron. Ni mucho menos. “I Remember You” protagonizaría uno de los momentos más emotivos de la velada, con ZP ganándose su puesto con un registro, eso sí, más heavy del que quizás estamos acostumbrados en las composiciones de la banda, pero dando sobradamente la talla. “We are the Damned” fue la única concesión a tiempos más actuales, algo efímero, ya que con el fin de fiesta marcado por los clásicos “Get the Fuck Out” y, sobretodo, por la inmortal “Youth Gone Wild” que hizo vibrar, saltar y gritar a un público conocedor que sería la última pieza del set. Y no defraudaron.
Ojalá SKID ROW vuelvan a vivir una segunda juventud y nos regalen en un futuro próximo un disco a la altura de su legado, y es que ingredientes parece que no les faltan a pesar de que muchos quizás echen en falta una reunión con Sebastian Bach. Solo el tiempo nos dará la respuesta pero mientras podemos asegurar que su vuelta a los escenarios es una excelente noticia para cualquier aficionado al Rock y al Heavy Metal.
Texto y fotos: Lluís “DiMu” García
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