+ KILLSWITCH ENGAGE
Lunes 28 de Mayo de 2018 – Hartwall Arena – Helsinki – Finlandia
El pasado sábado en Tallin, Estonia, fue la primera actuación de IRON MAIDEN en Europa, dentro de su “Legacy of the Beast Tour”, que como todos sabemos, llegará a España en un único concierto el 14 de julio en el Estadio Wanda Metropolitano, en el que será el recital más grande de MAIDEN en nuestro país, hasta la fecha, con SABATON y GOJIRA como bandas invitadas.
Tras este primer concierto, se desvelaba el repertorio, con sorpresas, y los fans colgaban vídeos de la actuación, mostrando el montaje de esta gira. Hoy en día, al minuto se conocen los pormenores y muchos detalles de todo, y tratándose de IRON MAIDEN no iba a ser menos. De hecho, RafaBasa.com colgó una noticia la madrugada del sábado al domingo adelantando set list, vídeos, fotos, etc, mientras recibíamos miles y miles de visitas, las redes sociales ardían, y la web oficial de la banda.
Hasta tierras finesas he viajado para ver la segunda actuación. Ha sido clamorosa, fantástica; no esperaba menos, la verdad. La banda está en un estado de forma colosal, parece que poseen el elixir de la eterna juventud, porque desde hace tiempo se mantienen como si no pasaran los años. Las arrugas marcan sus rostros, pero la energía, ímpetu, y actitud siguen siendo de gran nivel, la que los fans de la banda esperan. La entrega fue buena. Pero lo mejor, en mi opinión es el espectáculo en si. El grupo lleva muchos años en esto, claramente han madurado, y ahora cambian la energía de su ya pasada juventud por la categoría, el tronío y el buen gusto que destila la banda.
Especialmente este show, esta nueva gira, tiene muchos intensos y memorables momentos de teatralidad, donde especialmente Dickinson se recrea, se luce y dota a cada canción de una escenografía única, muy trabajada. El show tiene momentos mágicos, embriagadores. Claramente esto es heavy metal, es IRON MAIDEN, pero desde hace tiempo, y sobre todo anoche, fueron más allá, ahora le dan a cada show un nivel escenográfico que hace que cada actuación crezca en calidad, como pasó anoche en Helsinki.
Dickinson fue el centro de todos los oídos y miradas, y como es habitual, el show giró en torno a su figura, comportamiento y garganta. Está en un estado vocal muy bueno, y eso que este repertorio posee temas donde no lo tiene nada fácil para triunfar y dar el 100% de sus posibilidades. No es el Bruce de hace veinte años, -cosa lógica-, pero cantó muy bien en Helsinki, apoyado en todo momento por una banda que dio el 100%, con el General Harris, impecable, entregado y enérgico, Nicko dándole a los tambores con su estilo de siempre, y los tres hachas comportándose como era de esperar. El metódico Dave Murray compartió la responsabilidad guitarrera con Adrian Smith, mientras Janick Gers siguió siendo el alfil espectacular, incansable y elemento más heavy, en cuanto a indumentaria. En cuanto a imagen en directo, Gers sigue siendo el rey, aunque el carisma lo siguen poniendo Bruce y Steve, como pasó esta noche.
Abrieron la lata sonora unos rugientes y poderosos KILLSWITCH ENGAGE quienes acompañan a La Dama en sus conciertos europeos, salvo en festivales, y España. Su descarga fue muy directa, sin fisuras y a degüello.
Abrieron con «Embrace the Journey…Upraised» y «Strength of the Mind» de su album de 2016 «Incarnate». El sonido era mejorable, así como las luces y la respuesta del público, aunque si hubo fans que les apoyaron, dado la gran valía que poseen desde hace años.
Destacaron temas como los dos citados, «Life to Lifeless», de su mítico CD «Alive or Just Breathing» de 2002, «The End of Heartache», «In Due Time» de su disco «Disarm the Descent» y la particular versión final de DIO «Holy Diver».
MAIDEN siempre se han quebrado la cabeza para en algunas giras, las más importantes, lucir una producción espectacular. Ha habido tours que usado telones, tarimas y poco más, pero esta noche y en esta gira han tirado la casa por la ventana de nuevo, lo que demuestra que este tour se lo toman muy en serio.
Tras ver y disfrutar del concierto completo, os anticipo que los fans de MAIDEN vais a gozar, y mucho, y más en un concierto tan único e importante como el de Madrid.
Tras los cambios, y los trámites para conseguir el ansiado foto pase que me diera acceso al foso para tirar las fotos que ilustran la crónica, llegó el inicio con la clásica introducción de “Doctor, Doctor” de U.F.O., que el público de las primeras filas cantó y el primer tema, “Aces High”. Las pantallas laterales proyectan la intro hablada del tema original, y de repente, la banda sale y el tema empieza. Las luces locas, el público loco, y en el centro del escenario un avión gigante, subiendo y bajando a media altura sobre las cabezas de Bruce y compañía. Bruce vestido como un piloto de aviación de la segunda guerra mundial, cantó muy bien, con mucho brío y llegando a los tonos altos. La banda sobresaliente. ¡¡Lo del avión, espectacular, así como el grito final de Bruce!! El vocalista no paró ni un momento, saltaba, corría, fue “mucho Dickinson”.
El montaje escénico fue impresionante, sobre todo al inicio, el sonido, las luces junto al resto de elementos que van siendo protagonistas canción a canción.
Y llegó la segunda: “Where Eagles Dare”, de “Piece of Mind” que no tocaban en vivo desde el 2 de septiembre 2005. Me encantó, me gustó mucho la elección, aunque hay que reconocer que no fue tan bombástica como la anterior. Sirvió para ajustar sonido, para situar a la banda, y para que Dickinson demostrara que es capaz de seguir cantando muy, pero que muy bien. Y este tema no es nada fácil. Dickinson cantó gran parte de la canción encima de las tarimas más elevadas, vestido con un atuendo blanco y un gorro. Lo cierto es que fue el único que se cambió de indumentaria varias veces, según que canción.
La temperatura subió a altas cotas. No fue para menos porque era el turno para el cañonazo “Two Minutes To Midnight”. Uno de los clásicos más clásicos del grupo causó la locura general, con Harris matando con su bajo, y la banda genial, junto a Bruce en su salsa, que volvió a cambiar de vestuario.
El show siguió con el recuperado “The Clansman”, de la etapa en la que Blaze Bayley fue su cantante, -que no tocaban desde el 30 de agosto de 2003-, pero fue un tema que solo escuché, ya que a los fotógrafos nos sacaron del foso y nos acompañaron a la otra parte del pabellón para dejar las cámaras en una consigna.
Hablando de las fotos. Siento que no sean más ilustrativas y generales y sobre todo más espectaculares, pero las condiciones no dieron para más. El espacio para moverse era mínimo, muy estrecho, había muchos fotógrafos, operadores de cámaras de vídeo, y lo peor: el escenario era altísimo, por lo que fue imposible tomar planos más elevados y generales. Las fotos que están en la web oficial de la banda son fotos tomadas por un fotógrafo contratado por MAIDEN, al que le dan condiciones especiales y privilegios, por lo que es absurdo comparar situaciones y fotos.
Tomé asiento junto a otros compañeros de prensa española y llegó The Trooper, que fue el cañonazo siguiente, apareció un Eddie gigante vestido con atuendo militar y Bruce ondeó la bandera de Finlandia y luego la británica. El tema sonó genial.
Revelations fue fantástico. El decorado era el ya visto en muchas fotos, anticipado por la banda, de las famosas vidrieras gigantes, el cual lució de maravilla. Además el juego de luces, las lámparas antiguas circulares se iluminaban con pequeñas antorchas y la túnica negra de Bruce dotaron a esta gran canción de unos extras escénicos que a mí me encantaron. El vocalista cambió aquí las ropas militares por túnicas gótico-religiosas. La interpretación de la canción fue de nivel, con Dickinson cantando muy bien, y la banda bordándolo.
A continuación disfruté de uno de los que para mí fue de los mejores momentos de la actuación: “For the Greater Good of God”, que no interpretaban encima de un escenario desde el 24 de junio de 2007. Un lujo de tema, ¡si señor! Los ambientes, los cambios de clímax, la intimidad, la lírica y la épica se adueñaron de todos. MAIDEN dieron una lección de maestría interpretando esta gran canción, para mí de las mejores de la noche. Un tema que a mí siempre me encantó pero que nunca tuvo un protagonismo importante en la vida de MAIDEN. Bello precioso y muy elegante.
No quiero seguir con el trascurso de la crónica sin destacar algo que es intrínseco y habitual, los solos de guitarra combinados de Murray y Adrian. Todos y cada uno de ellos sonaron épicos, irrepetibles. También quiero destacar la labor de Nicko, quien tocó muy bien, y Gers, quien como ya he mencionado, estuvo en su papel. No se si tocará, solo lo hará apoyando en algunas partes o solo se limitará a llenar la escena, pero su aporte escénico es indispensable.
Y menciono a Bruce decenas de veces… Por ello le doy un sobresaliente por su actitud, comportamiento y voz. El Señor Steve Harris fue el de siempre, el único, el “gran jefe”. No paró, tocando perfectamente y dotándole a MAIDEN de su personalidad y gran categoría.
Volviendo a la parte más enérgica de “For the Greater Good of God”, su estribillo sonó y con mucha fuerza y garra. Una gran recuperación para el repertorio. Final de Bruce magistral. Épico!! Final precioso.
Para The Wicker Man cambiaron el telón central con un nuevo Eddie. Bruce vistió de negro con pantalones de cuero, corriendo de parte a parte de la escena y cantando muy bien. Adrian y Gers hacían juntos poses. Sonó un poco más lenta que la original, como un montón de temas más, que sin perder energía y poder, fueron interpretados un poco más lentos para facilitar la labor vocal de Bruce.
Harris agita melenas y llegan los solos, mientras Gers corre y corre poseído.
Se corre telón y el escenario se llana de humo y canticos grabados estilo gregoriano dan paso a una interpretación sublime de Sign Of The Cross, con Bruce encapuchado de riguroso negro y una cruz en su poder, que luego ilumina y enseña con rabia al público como si se tratara de eliminar al mismísimo Drácula. Llamaradas a ambos lados de las tarimas y encima del montaje. Llega la parte instrumental un poco descuadrada mientras la atención se desvía a los artificios y los solos. Bruce se sube arriba y enseña la cruz iluminada, y entre más llamas llega un final entre tinieblas apoteósico con Harris en el centro del escenario y Bruce con la cruz iluminada. ¡Emocionante!
Nicko marca con el charles y llega Flight Of Icarus, otro de los momentos más espectaculares, donde al igual que pasó en el inicio con el avión gigante, ahora es un ángel quien reina en la parte superior de la escena, con sus alas abiertas, Bruce lanza llamas y canta muy bien. Al final salen mas llamas de arriba del centro del escenario y el ángel encoje sus alas y desapare. ¡¡Bestial!
Fear Of The Dark, con Bruce luciendo una máscara plateada y portando un candil verde, aparece cantando en la tarima central. Con capa y sombrero de copa negros, camisa blanca de chorreras. Todo muy teatral. Más lenta pero con garra. Gers y Harris saltan en el estribillo. Los solos habituales suenan de maravilla, mientras Nicko lo borda tocando muy bien. Un tema que en mi opinión los fans agracederán, pero que la banda lo ha aderezado con nuevos elementos escénicos para darle un aire nuevo, lo que yo personalmente gradecí. El público fines participó poco… Imagino la locura que se montará en el Metropolitano cuando lo toquen…
La locución de The Number Of The Beast sonó con voz muy profunda y las luces rojas y las lámparas colgadas del techo le dieron un ambiente especial. Bruce canta muy bien luciendo la misma camisa y chupa y pantalones negros. El final es bestial lleno de llamas y luces blancas.
Es el turno para el final con su himno Iron Maiden, donde Janick enloquece una vez más, vuelve el Humo y llamas y sale desde detrás de la tarima de Nicko el nuevo y terrorifico Eddie gigante de enormes cuernos, ya conocido por imágenes promocionales, camisetas y fotos. Las tarimas se llenan de antorchas y dos gárgolas mientras la banda lo da todo hasta llegar al final.
Rápidamente llegan los bises.
The Evil That Men Do es el primero con un Harris incansable. Bruce pide al público que cante el estribillo y por fin reacciona. El publico, a pesar de estar volcado con el grupo, estuvo bastante frio. Es claro que no es lo mismo el fan español o latino que los finlandeses! Lo digo con respeto, pero fue muy evidente
“Halloweed Be Thy Name” y “Run to the Hills” cerraron un show espectacular.
Lo del Metropolitano en Madrid va a ser gigantesco. Un montaje como este lucirá mucho más, y con el ardor guerrero del público español, la noche arderá. Será histórica!!! Ya queda menos. La cita es el 14 de julio!!!
Texto y fotos: Rafa Basa
Para ver las fotos a mayor tamaño, pinchar sobre ellas.
que buena pinta tiene esto! Algunos dicen que el escenario no es espectacular…vaya tela! maiden siempre ha mamado del teatro y asi tiene que ser. No necesitan pantallas ni escenarios rotantes a modo superbowl…..su música es conceptual y necesita un escenario conceptual. Lo delos escenarios centrales para Metallica Bon Jovi ….. Lo mejor es el buen estado de forma del grupo…espectacular….y aunque hubiese arriesgado todavía un poco más con el set….es para quitarse el sombrero…los arplegios que siguen dando un toque diferente a las cianciones o los detalles escénicos que dotan a los temas de un nuevo aire son prueba de que no se estancan, de que siguen intentando sorprender. Lo del Wanda va a ser de traca!
El problema del metropolitano es que es un recinto enorme , y es complicadisimo poder estar cerca para apreciar bien el espectaculo. Para la mayoria del publico , todo se reduce a verlo por las pantallas.
No me gustan los «nuevos» Maiden, pero tras leer la crónica del Basa me he animado y me vengo arriba y además viendo las fotos y el setlist. Parece que por fin el grupo se pone las pilas. ¿Alguien tiene una entradita de sobra para el Wanda? 🙂
El setlist un poco corto, unos 95 minutos. en el Wanda si empiezan a las 21h como hicieron en el sonisphere me temo que la mitad del concierto va a ser de día con lo que el espectaculo pierde mucho