+ WRAITH RITE + GLANDES GLANDES
Viernes 6 de Abril de 2018 – Sala Bóvida – Madrid
Ir a festivales con un nicho muy pequeño de gente, puede ser una buena manera para conocer el talento de algunos grupos que tenemos sitos a lo largo de la Península. Apuestas como las de WACKEN METAL BATTLE SPAIN es una manera sublime para llevar esta praxis a cabo y, de no haber asistido a la misma, jamás podría haber conocido a un grupo que el pasado viernes fue el cabeza de cartel en un concierto otorgado en la Sala Bóveda.
INSANIAM es una banda que aúna perfectamente la teatralidad de un manicomio con un black metal muy bien ejecutado y, tras la sorpresa que personalmente me dieron—y que les otorgó un puesto para la batalla final en Barcelona el día 14 de abril—me animé a verlos una vez más en directo. Acompañándolos estuvieron el grupo GLANDES GLANDES con su particular sentido del humor desenfrenado y otra banda llamada WRAITH RITE.
La Sala Bóveda nos recibía en un día en el que parecía que no se iba a disfrutar de una gran afluencia y, desde que GLANDES GLANDES comenzaron su actuación, ya sabíamos que el sonido iba a ser de todo, menos bueno. Al terminar la misma, el público rindió aplausos a la banda sita en Madrid que animó el cotarro con su marcado estilo entre el punk y el rock estatal y provocó risas en muchos de los momentos de la actuación.
Llegó el momento de WRAITH RITE, otra banda madrileña que contó con bastantes seguidores dentro de la sala. Comenzaron el show de forma puntual y desde los primeros instantes en los que la banda se subió a la tarima pudimos comprobar que de entrega iban sobrados y eso, a juzgar por el sonido de la sala, iba a ser lo primordial para poder hacer unas cuantas escuchas de sus canciones en el calor del hogar.
La banda nos daba las buenas noches con su música a trotecaballo entre el thrash metal, el black metal y toques muy notorios de death metal. Para ser todo lo francos posible, diré que el concierto estuvo lleno de altibajos; había canciones que me sonaban espectaculares como ‘Aokigahara’ perteneciente a su álbum A Little Horror Tale, pero en cambio, había canciones que sonaban demasiado saturadas o no terminaban de convencerme. Insisto en que el sonido no fue todo lo bueno que debería haber sido, que en algunas ocasiones algunos instrumentos no aparecían por ningún lado, por lo que puede ser el verdadero motivo por el que el concierto me pareció, en líneas generales, una montaña rusa de emociones.
WRAITH RITE es una banda que apuesta por todo lo necesario para agradar a los seguidores de su género musical; brutalidad en estado puro, entrega y canciones que no suenan nada mal en general.
Me llamó particularmente la atención que, en una banda en la que los guitarristas suelen ser el alma mater del grupo, en esta ocasión casi todo el protagonismo lo ocupaban su cantante Dirge Inferno, su batería Morgul—buen guiño el otorgado al ‘Painkiller’ de Judas Priest’ o al ‘Run to the Hills’ de Iron Maiden en un solo de batería que hizo— e, indudablemente, su bajista Schizo. Este último lleva la actitud en la sangre, no duda en entregarse a cuerpo y alma atronando su bajo, infundiendo presencia a través de su maquillaje o, en el caso del último tema de la noche, en bajarse del escenario para hacer un pogo con la gente.
Así pues, entre versiones, canciones de A Little Horror Tale y Awaken, WRAITH RITE dejaban paso a INSANIAM en una velada que estaba siendo de lo más complicada tanto a nivel fotografía—los focos no acompañaban en absoluto—como a nivel de sonido, pero que en entrega de los grupos y en ganas de demostrar su talento, no se podía poner ningún, pero.
Con los particulares cadáveres que suelen llevar en la mayoría de sus conciertos colgando del techo, su batería Theryan con su disfraz de conejo salía al escenario y comenzaba la intro que nos daría paso al primero de los temas de la noche. Uno por uno, los miembros salían a escena, con su particular aspecto de personas recluidas en un psiquiátrico, casi pareciendo personajes salidos de una película de Serie B y, en última instancia, su cantante Neuros nos daba la bienvenida llamándonos una vez más “gusanos”, como a ellos les gusta llamar a sus seguidores.
INSANIAM repasaron sus dos discos con un balance perfecto entre lo que significa un buen concierto; ni faltó el rol de meterse en el papel de insanos perturbadores, ni la calidad musical que destilan todos los miembros, ni la conexión del público, con Neuros bajando muy asiduamente a cantar entre el público en lugar de hacerlo sobre el escenario de la Sala Bóveda.
Hubo momentos para todos los gustos en lo relativo al setlist. Los guiños al primer disco Neurotic Mental Storm con la espectacular ‘Fall and Rise’ en la que es una pena que no se oyera la voz de Neuros en todo su esplendor, o con ‘Thy Eternal Calm’ donde se podía ver a la banda en su salsa, con toda la brutalidad que suponen sus temas, un estribillo de lo más pegadizo y, en definitiva, una canción que puede servir perfectamente como rito de iniciación para conocer a esta banda proveniente de Albacete.
Pero si en algo se centraron aparte de crear un show donde el terror tuviera su toque protagonista a través del atrezzo de la banda, INSANIAM sabía que aquella volvía ser una oportunidad muy buena para ofrecer al público canciones sobre su último trabajo de estudio aparecido en este mismo 2018: Ominous Era.
No faltaron canciones que ya se han convertido en auténticas piezas clásicas de la banda, como ‘Primal Fear’ o, bajo punto de vista personal, su mejor canción llamada ‘Let the Fever Explode’. Los cambios de ritmo que posee este último tema hipnotizan desde la primera vez que se escucha, con toda la banda a un nivel impresionante pero donde la combinación de la batería de Theryan y el bajo de Psycho toman la batuta en todo momento. Impresionante cuanto menos lo que ofrece INSANIAM con esta dupla rítmica.
El fin de esta historia llegaba con otro de los temas colosos de la banda y, casualmente, con la que comienzan su último álbum. ‘Disequilibrium’ puso el punto y final a un concierto en el que el sonido menguó bastante la calidad de las bandas, haciendo que sonaran con una acústica verdaderamente horrida. Esperemos que la siguiente vez que podamos disfrutar de alguno de ellos, sea en un emplazamiento totalmente distinto.
Texto y fotos: Juanma García (Twitter) (Instagram)
Fotos: cortesía de Julio Gómez (Concertrial)
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