+ Joe Satriani + John Petrucci + Uli Jon Roth
Sábado 7 Abril de 2018 – L’Auditori Fòrum – Barcelona
Desde que en 1996 Joe Satriani creara el G3 la lista de guitarristas que le han acompañado en estas giras mundiales ha sido de órdago: Steve Vai, Marty Friedman, Paul Gilbert, Yngwie Malmsteen, son solo algunos de los genios de las seis cuerdas que han participado. Desde que se anunció una nueva edición para el 2018 de esta aventura, los amantes de las guitarras más afiladas estaban a la expectativa de ver quienes serían los elegidos en esta ocasión. Si en su periplo americano, entre enero y febrero, le escoltaron John Petrucci y Phil Collen, para Europa el puesto recairía también en el guitarrista de DREAM THEATER y en Uli Jon Roth. El emplazamiento de la velada en el Auditori del Fòrum de Barcelona sumaba otro punto más de exquisitez en una propuesta rebosante de calidad.
Con puntualidad, hacía aparición en escena Uli Jon Roth, ataviado con su habitual indumentaria hippie y su característica guitarra con las plumas colgando del mástil. Le acompañarían cinco músicos más, destacando los otros dos guitarristas: David Klosinki, su mano derecha en estos últimos años; y Niklas Turmann quien se encargaría también de cantar y de forma muy notable.
La formación se completaba con Corvin Bahn (teclados), Michael Ehre (batería) y Nicco Deppisch (bajo). La de hoy, era una oportunidad de oro para desquitarse de la anterior visita del guitarrista alemán, de hace justo un año, que se deslució por el mal sonido (en concreto, por el exagerado volumen de su guitarra). Su actuación comenzó con la introductoria “Sky Oberture”, para posteriormente atacar con los temas de la etapa en que militó en Scorpions a mediados de los 70 tras sustituir a Michael Schenker y que culminaría con el exitoso directo “Tokyo Tapes”.
Con temas como “Sun in My Hand” y “We’ll Burn the Sky”, con esas partes de cabalgada a tres guitarras, se metería rápidamente el público en el bolsillo. Pese a ser el encargado de aportar la vertiente más clásica del G3, con “Fly to the Rainbow” daría rienda suelta a su lado más salvaje y experimental jugando con técnicas de bending extremo y sonido llegando incluso a sobrepasar registros ensordecedores en cuanto a decibelios. El punto final a su actuación vino de la mano de la sinuosa “The Sails of Charon” repleta de elementos exóticos y que consiguió animar a un público ya de por sí muy estático en sus cómodos asientos. Una actuación que sobrepasó las buenas expectativas.
El lado más metalero de la noche venía de la mano de John Petrucci y es que el afamado integrante de DREAM THEATER ya es el guitarrista que más años ha repetido en el G3. Las fuertes ovaciones con la entrada épica de Petrucci en escena evidenciaban que eran muchos sus fans entre las gradas. En esta ocasión, sus músicos de sesión fueron el recurrente bajista Dave LaRue (Dixie Dregs/Steve Morse/Flying Colors…) y, su compañero en DREAM THEATER, Mike Mangini a la batería.
Ambos estuvieron muy renegados a un segundo plano y todas las luces y atenciones recabaron en el guitarrista y es que, la verdad, es un lujo contemplar las dotes de Petrucci con un formato de trío mucho más directo y sin tantos ornamentos ni orquestaciones como suele ser habitual. “Wrath of the Amazons”, una versión del compositor Rupert Gregson-Williams, fue el punto de partida de la actuación seguida de “Jaws of Life”, perteneciente a “Suspended Animation”, único trabajo en solitario de Petrucci hasta la fecha.
De este disco también caerían la enérgica “Damage Control”, con una divertida y acelerada parte central, y la más melódica “Glasgow Kiss” con esos toques más melosos repletos de punteos y fades que también son marca de la casa. El aporte de primicia, vino con la presentación de dos nuevos temas: “The Happy Song”, con aires muy comerciales y que transmite vitalidad y buen rollo, y “Glassy-Eyed Zombies”, mucho más oscura y heavy. Actuación impecable de Petrucci, aunque se echó en falta un poco más de improvisación o cesión de protagonismo hacia sus músicos acompañantes, así como algo más de espectáculo y menos sobriedad.
Y llegaba la hora del maestro de maestros. Enfundado en su característica Ibanez plateada, un vibrante Joe Satriani non tardó en atacarnos con las dos primeras piezas que abren su último trabajo discográfico, “Energy” y Catbot”. “What Happens Next” ha supuesto un renacimiento en la trayectoria del guitarrista y esas nuevas energías flotaron también esta noche en el escenario del Auditori donde nos reencontramos con un rejuvenecido Satriani. “Satch Boogie” fue el primer inciso a su material clásico, recibido con gran ovación por la audiencia.
No tardó en presentarnos a sus excepcionales músicos (Mike Keneally a los teclados y guitarra, Joe Travers a la batería y Brian Beller al bajo), para seguir interpretando su más reciente obra con la elegante “Cherry Blossoms” y la contagiosamente rockera “Thunder High on the Mountain” que hizo levantarse a más de uno de los asientos. “Super Funky Badass” nos regaló un alucinante duelo de solos entre Satriani y Mike Keneally quien abandonó la tarima de su teclado para enfundarse la guitarra y sorprendernos a todos. Con “Cataclysmic” nos reencontramos con el ‘Satch’ más alienígena.
A destacar también el excepcional juego de luces y el potencial uso de atractivas proyecciones, dos aspectos que no se habían exprimido al máximo a estas alturas de la noche. Tras un soplo de aire fresco con “Circles”, paso elegancia y clase que supone “Always with Me, Always with You”, donde Satriani explora toda su artimaña de efectos y técnicas. Y como colofón final, la fantástica y esperada “Summer Song”. Sin duda, fue el claro vencedor de la noche.
Llegaba el momento más esperado de la velada, la jam session final donde Satriani invita al resto de participantes para unirse a él y tocar algunas versiones. Sin duda, es el instante que representa la verdadera magia del G3, una comunión de excelentes intérpretes para homenajear a la música y dar rienda a todo tipo de improvisaciones e interacciones. En esta ocasión, se decantaron por tres piezas angulares de la historia del rock como son una trepidante “Highway Star”, la reiterativa “Immigrant Song” (con un desatado Niklas Turmann a las voces), intercaladas por el “All Along the Watchtower” de Dylan que posteriormente popularizó si cabe aún más Jimi Hendrix, ésta cantada por Uli Jon Roth.
Pese a los largos aplausos finales con todo el Auditori en pie, los músicos se retiraron sin regalarnos algún otro tema. Quizás, por sus participantes, no fue éste el G3 más animado o divertido pero si uno de los más variados e interesantes.
No hubo queja sino completa satisfacción entre la mayoría de asistentes después de más de tres horas de virtuosismo y pleitesía a la guitarra y, en general, a la música instrumental.
Texto y fotos: Carlos Oliver (www.facebook.com/Carlos.Oliver.Music.Photography)
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